Capítulo 31

EVELYN AGARRA LA muñeca de Maxie, apartándola de la verja aunque no habían experimentos cerca... todavía. Agarra los hombros de la chica desesperadamente, forzando que sus miradas se encuentren.

"No soy suficientemente estúpida como para creer que te irías si te lo dijera," dice. "Pero si no te vas a ir, necesito que hagas esa mierda supernatural, ¿vale?"

Maxie parpadea, boquiabierta de miedo. "Y-yo no sé cómo, sólo--"

"Si tienes que enfadarte o asustarte, entonces enfádate y asústate. Vamos a necesitar toda la ayuda que podamos, Maxie."

La chica asiente rápidamente, sus manos ya están temblando cuando juega con ellas.

"Quiero que te quedes a mi lado todo el tiempo, ¿vale? Quiero tenerte a la vista en todo momento."

Maxie asiente de nuevo.

Evelyn se pasa una mano por el pelo, mirando a la puerta. "No están demasiado cerca todavía. Probablemente se estén tomando su tiempo para asustarnos más. Deberías buscar un arma."

La garganta de Maxie se cierra. "Eve, yo nunca he..."

"Confía en mí, si tu vida depende de ello, no haber sujetado un arma antes no evitará que la uses."

Harry se acerca a ella desde atrás, poniendo la mano en su espalda baja. "Deberías ir a un lugar más elevado antes de que lleguen. Espera a que las cosas se tranquilicen."

"¿Desde cuándo me he perdido lo mejor de una batalla?" pregunta Evelyn, mirándole mal. "Yo no me voy a ir a ningún lado, pero Maxie sí."

Maxie no discute y asiente, atendiendo a cómo ir al tejado del salón de conferencias donde están los arqueros.

Evelyn se gira hacia Harry, con los labios fruncidos. "¿Por qué siento como si fuera el final?"

Harry besa su frente. "Porque puede que lo sea."

"No puedo decir si estoy aliviada o aterrada."

"Decídelo cuando todo acabe."

"Hey..." Alza una mano para acariciar su mejilla. "No mueras, ¿vale?"

Él la besa en los labios brevemente antes de separarse. " eres la única que no puede morir. No voy a permitirlo."

El grito de un soldado a las puertas les hace separarse. Max sea cerca corriendo hacia ellos, con un machete en mano, y una pistola en la otra. Su rostro está rojo y está sudando, indudablemente de los nervios.

"Están golpeando la puerta juntos para echarla abajo," les dice, sin aliento. "Tío, hay demasiados. No creo..." Pero no puede terminar la frase.

Evelyn se muerde el interior de su mejilla. Desearía poder quemarlos a todos, pero hay demasiados árboles y edificios alrededor como para hacer algo tan arriesgado. Seguramente sería molesto; morir por un incendio en mitad de una batalla. Preferiría tener una muerte más honorable para probar al menos que luchó.

"Deberíamos permanecer juntos tanto como podamos," les dice. "¿Dónde están Micah, Killian y Gavriel?"

"Gavriel, a tu servicio," dice él mismo, uniéndose a ella. Ella le golpea en el hombro por asustarla. "En cuanto a los dos tortolitos, no estoy seguro. Killian estaba con los arqueros la última vez que le vi."

"Micah no le perderá de vista," dice Harry. "Seremos nosotros cuatro, entonces."

"¿Os importa si nos unimos?" le pregunta Leo, acercándose con Monique. "Estaríamos agradecidos por tener aliados de confianza entre nosotros."

"Cuantos más mejor," dice Evelyn en un suspiro, preparándose para cuando escuche el gruñido de los experimentos. "¿Crees que ya hayan tirado la puerta?"

"Todavía no," contesta Harry. Entonces, un instante después, "Ahora sí."

Y ella ve el mar de cuerpos aproximándose hacia ellos.

***

Killian dispara flecha tras flecha, apuntando a la cabeza o cuello como Harry había indicado una vez. Ve a los experimentos enfermos entre los sanos. Puede oír la diferencia en sus gruñidos y gritos, como si los animales hubieran tomado sus cuerpos. Se vuelve más difícil acertar una vez la batalla progresa por la mezcla con los hombres de Nicole. Killian deja de disparar después de un rato, demasiado asustado de dar a un aliado.

Él baja la mirada a la multitud, intentando encontrar a Micah. Necesita asegurarse de que aún sigue vivo. Hay muchos cuerpos agolpados que es difícil distinguirle. Killian se inclina hacia delante, con cuidado de no estar demasiado al borde, pero aún no le encuentra.

Los otros arqueros paran también, algunos gritan que necesitan bajar y ayudar. Killian no es el mejor con la espada, y ciertamente no es mejor con pistolas. Disparar flechas o apuntar a un objetivo son cosas totalmente diferentes. Pero sabe que no puede quedarse allí arriba y ver la batalla. Tiene que hacer algo.

Coge una espada que encuentra en el tejado, siguiendo a unos arqueros por unas escaleras. Los arqueros inmediatamente empiezan a correr una vez ponen los pies en el suelo. Killian se asegura de tener su arco en la espalda antes de bajar del todo, corriendo hacia la multitud. Recoge un par de flechas antes de quedarse sin suministros y maldice. Tendrá que clavarlas con la mano.

Y los experimentos son rápidos en darse cuenta de los rivales que se unen. Muchos dejan de luchar para perseguirles. Killian mantiene sus nervios a raya, agarrando su espada firmemente. Puede hacerlo. No puede inútil en el campo de batalla.

Killian" grita Maxie desde el tejado, donde Harry le ordenó quedarse.

Él la mira.

"Te va a atacar por tu derecha," le dice.

Él vuelve su atención a su asaltante y, ciertamente, el experimento le ataca por la derecha en un intento de desequilibrarle. Con la ayuda de Maxie, es fácil esquivar el ataque y clavar la espada en la nuca del experimento. No le decapita, pero le deja fuera de combate.

Escanea la multitud de nuevo y esta vez ve a Micah, luchando contra un par de experimentos, ambos loco y normal--o tan normal como pueda ser un experimento, supone. Ve a Micah en necesidad de ayuda y sabe que debe estar cansado. No hay nadie a su alrededor para ayudarle, todos están ocupados. No tiene que pensarlo dos veces para echar a correr hacia Micah.

Killian, no--!" escucha a Maxie gritar, pero ella no termina su frase antes de que le derribe un experimento, ambos cayendo al suelo.

Él pierde la espada, pero no la necesita para el combate cuerpo a cuerpo. Se saca una daga de la bota mientras mantiene el empuje sobre el pecho del experimento, sin perder un momento antes de clavarle la daga en el cuello, hasta que no nota su respiración.

Aunque no tiene oportunidad de alejarse, ya que otro experimento se está aproximando a él. Un enfermo. Convertido, ¿eso dijo Harry?

No importa. Es una asquerosa cosa que ha perdido una mejilla, ambas hileras de dientes quedando a la vista. No está seguro de su aún tiene nariz, todo lo que ve es un gran agujero donde debería estar. Killian ataca con su daga, pero el experimento es rápido y agarra su brazo, abriendo su boca. El pulso de Killian se acelera. Puede que no sepa lo que son, pero definitivamente sabe que no puede ser mordido por esta cosa.

Lucha contra su agarre, pero es más fuerte de lo que parece. Le golpea en el estómago con la rodilla, pero sólo le hace gruñir y acercarse más a su muñeca. Killian le golpea en la cara con su otra mano, pero es como pegar a un ladrillo. El experimento recibe el golpe, apenas parpadeando.

Killian cierra los ojos con fuerza.

Vamos, Micah. Sé el héroe cliché, por favor.

Su pulso se acelera más y más conforme pasa el tiempo. Aún lucha contra el agarre del experimento. Aún está intentando escapar.

Entonces, el peso sobre él desaparece.

Dios bendiga los clichés.

Abre los ojos justo a tiempo de ver a Micah agarrando su mano bruscamente y tirando de él. "Te dije que te quedaras en el tejado," gruñe, la sangre cubre sus manos, cara y ropa, pero a Killian no le molesta.

"Necesitabas ayuda," dice Killian, pero se da cuenta de que probablemente eso sólo empeora las cosas para Micah ya que tuvo que salvarle.

Micah está pálido, si es por Killian o por la batalla no está seguro. Sus ojos están más oscuros que usualmente, su mandíbula tensa. Tira de Killian, pero no con brusquedad. Debe estar enfadado por la batalla, entonces. "Puedes ayudar quedándote a salvo. Vuelve al tejado."

"Micah--"

Micah de pronto pasa un brazo sobre los hombros de Killian y le obliga a agacharse, una bala pasa sobre sus cabezas. La respiración de Killian es pausada ahora que la realidad de la guerra le golpea. No debería haber intenta ayudar. Debería haberlo sabido. ¿Qué le estaba intentando decir Maxie cuando se fue? ¿Sabía algo?

"Mierda," gruñe Micah. "Quédate detrás de mí."

Eso no le supone ningún problema. Killian ni siquiera puede encontrar fuerza para quedarse en pie, mucho menos para luchar. Su cabeza le duele, su visión se oscurece por los lados. ¿Está teniendo un ataque de pánico? No lo sabe. Todo lo que escucha son gritos y disparos, cuerpos golpeando el suelo. Cuerpos y cuerpos y cuerpos.

Se las apaña para mirar sobre su hombro. Micah no parece tan cansado cuando lucha contra enemigo. Tose, sobándose los ojos, intentando ponerse en pie. Cae al suelo debido a dos puñetazos. Uno de ellos le golpea en la sien. Cae de lado. Sacude la cabeza e intenta ponerse en pie otra vez. Necesita ponerse en pie por lo menos. Está apoyado con manos y rodillas, casi lo consigue.

El mundo le da vueltas.

Está muy mareado cuando se pone en pie que casi vuelve a caerse, pero se las apaña para quedarse quieto. Aún puede escuchar la batalla a su alrededor. Intenta abrir los ojos pero aún siguen manchados de tierra. Quema como el infierno.

Killian!"

El grito es tan desesperado y aterrado que Killian se obliga a abrir los ojos a pesar de la tierra, la cabeza le da vueltas. Un experimento está acercándose a él con una espada en su mano, preparada para clavarse en su pecho, su corazón. Antes de que Killian pueda pensar en apartarse, el experimento desaparece.

La espalda de Micah está frente a él.

No se mueve como si estuviera resistiendo.

Killian mira sobre su hombro. Desearía no haberlo hecho.

Micah tiene los pies clavados en el suelo, ambas manos alrededor de la hoja de la espada. Killian puede ver la sangre cayendo de sus manos. Está cayendo muy rápido, mucha cantidad. El experimento es fuerte y empuja más haciendo que Micah gruña de dolor, con la mandíbula tensa. Pero para cuando Micah consigue quitar la espada de las manos del experimento, es demasiado tarde.

Micah cae de rodillas, la sangre fluye de sus manos y de su estómago.

***

El pelo de Evelyn se pega a su cara con sudor y sangre. No cree que sea su sangre, pero puede que tenga un par de cortes. Siente que se va a desmayar. Lleva sintiéndose así bastante tiempo.

Está sola separada de Max. Harry está frente a ella, evitando que los experimentos más fuertes entren. Leo y Monique desaparecieron justo cuando la batalla empezó, arrastrados por la tormenta.

Aunque Max también está cansado, puede verlo. Su espada no ataca tan violentamente, sus ojos no están tan determinados. Intenta animarle cada vez que matan a uno, pero es difícil ser positivo cuando hay una oleada imparable de enemigos.

"Max, céntrate," grita, mirándole amenazadoramente de vez en cuando. Está poniéndola nerviosa al no alzar bien los brazos.

Sabe que nunca tuvo que luchar así cuando estaba en su campamento. Evelyn está acostumbrada a esta--estas batallas constantes en las que no se ve el fin. Aunque siempre hay uno. Siempre. No planea en pensar en lo contrario hoy.

Siente un filo en su brazo, sisea entre dientes. Gira su espada y la hoja se clava en el cuello del experimento. Es como golpear un tronco. Se asegura de que esté muerto antes de sacar la espada, apartando el cuerpo.

Escucha un gruñido de agonía.

Su corazón se para.

Por favor, por favor.

Se gira y ve lo que estaba temiéndose pero de alguna forma lo vio venir.

Max tiene una espada clavada en su costado. Cae al suelo. La sangre empieza a fluir.

"¡Max!"

Rápidamente mata a la bestia que ha atacado a su hermano, luego mata unos cuantos más antes de tirar su espada, llevando a su hermano al edificio más cercano. Los dos se esconden detrás. Está terriblemente tranquilo.

"Max, mantén los ojos abiertos," ordena, golpeando su mejilla gentilmente. Le tumba con cuidado en el suelo, moviéndose con rapidez hacia su herida. "No creo que sea profunda. Vas a estar bien, ¿vale? Vas a estar bien."

Pero puede escuchar sus latidos golpear sus tímpanos. Puede sentir su estómago retorcerse y la bilis en su garganta. Puede sentir las lágrimas en sus ojos.

"Te acabo de recuperar, gilipollas, no vas a morir." No sabe si se lo dice a él o a ella misma.

Max se ríe, un débil sonido apenas audible. "Duh. Perdí tantos meses de molestarte que aún tengo que recuperarlos."

"Exacto," dice, siguiéndole el rollo mientras le inspecciona. Tiene miedo de sacar la daga en caso de empeorarlo. Desearía que Harry estuviera allí. Él sabría lo que hacer. "Mantente despierto, ¿vale? Te juro por Dios, Max, que si cierras los ojos te mato.

"No hay forma de salvarme, ¿no?"

Usualmente le diría que se callara, pero ahora todo lo que quiere es escucharle hablar por horas. Sólo para saber que tiene más horas con él.

No está segura de si funcionará, y casi está segura de que es egoísta por parte de ella, pero lo intenta. "¡Harry"·

"Me duele más la cabeza por tus chillidos que mi costado," bromea Max.

Ella odia y adora cómo bromea en estos momentos.

Llama a Harry otra vez, más alto, más desesperada, más desesperanzada. Puede ver los ojos de Max cerrarse a pesar de intentar mantenerlos abiertos. Puede ver su pecho alzarse y bajar más lentamente que antes.

"Harry," dice casi en un suspiro, su garganta le duele y su fuerza desaparece cuando Max suelta un suspiro. Se atraganta con las palabras, "Por favor."

☆☆☆☆

Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

All the love, A.

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