Capítulo 30
NICOLA MIRA SOBRE su hombro cuando escucha pasos aproximarse. Harry le dirige una mirada poco amable que ella finge no ver.
"Han pasado ocho minutos," remarca ella.
Harry no responde mientras se muerde el labio inferior, mirando las puertas. Puede ver a la gente de Nicola reunida y lista, armada hasta los dientes, pero eso no le reconforta. Nunca se ha sentido satisfecho ante una batalla. Nunca se permite tener esperanzas porque una vez que las tienes, todo se derrumba. Preferiría quedarse oculto y sospechoso en vez de echar a perder sus oportunidades.
"¿Nuestras probabilidades?"
Harry desearía que ella no intentara entablar conversación.
Él suspira y actúa amigable. "Como siempre: es difícil de decir."
"Hmm. Siento que no me estás contando todo."
"¿Cuántos hombres tienes?"
"En las puertas sólo hay cincuenta."
Harry se mofa. "Espero que sean fuertes."
Ella le mira mal. "Son más fuertes de lo que parecen. No permito a los cobardes estar entre mis soldados."
"La cobardía no tiene nada que ver con la fuerza," dice, encogiéndose de hombros indiferentemente.
Ella niega, obviamente en desacuerdo pero no se molesta en discutir. "¿Puedes decirnos cuántos son? Les escuché decir que eres una especie de milagro."
Harry se mofa con eso. "Más bien una monstruosidad. Pero tengo mejores sentidos." Se gira para marcharse, entonces dice sobre su hombro, "Van a haber dos olas. La primera será fácil, pero sugiero que tus hombres permanezcan fuertes. La segunda va a ser un grupo con el que nunca antes han lidiado."
Ella parpadea. "¿Qué quieres decir?"
Él no tiene tiempo de explicaciones, así que simplemente grita, "¡Lo peor de lo peor!"
Tiene que ir a un sitio, después de todo. Ella entenderá lo que quiere decir pronto cuando vea a las deformidades aproximarse.
Por el momento, está intentando saber lo que está sucediendo. Sí, por una parte es una misión de rescate como Micah sospecha, pero es mucho más que eso. Además, hay más de un preso en este campamento. El doctor no es el único prisionero con aliados.
Necesita ver a Wolf.
***
Wolf sonríe a pesar de lo terrible que se ve- Con un ojo morado que le está llevando tiempo curar debido a la cantidad de comida que le han dado y la sangre seca que mancha su cuerpo, parece estar a punto de colapsar. Es obvio que los hombres de Leo han estado disfrutando torturándole. Después de todo, Harry entiende que tiene su merecido, por las vidas que se ha llevado. Aun así, la vista le hace estremecerse de pena.
Conoce los horrores de la tortura demasiado bien.
"Sabía que esto pasaría," dice Wolf. "Necesitas mi ayuda, ¿verdad?"
Harry tensa la mandíbula. "Necesito que les hagas retroceder."
Wolf se ríe.
"Te liberaré. Pero primero tienes que retirarles."
"Eso no va a pasar," contesta Wolf riéndose, poniéndose en pie. Se agarra a los barrotes de la celda, que están cubiertos de alambre de espino. "Preferiría pudrirme aquí que salvar las patéticas vidas de este pútrido campamento."
Harry le mira, sin mostrar signo alguno de molestia. "Tus hombres también morirán."
"Sí, pero los míos tienen más oportunidades de ganar." Wolf ladea la cabeza. "¿Algo te ha cambiado, 748? Espera, espera, no me digas... Hmm... Ah, te has desecho de esos dientes, ¿verdad? Apuesto a que ya no eres tan fuerte. Especialmente si te preocupa tanto este ataque."
Molesto y enfadado porque Wolf esté haciéndole perder tiempo, Harry se acerca a los barrotes y agarra el cuello del hombro. Tira de Wolf hacia él, lo que causa que Wolf se golpee la cara contra los barrotes. Wolf gruñe de dolor aunque intenta reprimir el sonido.
"No tengo tiempo para esto," gruñe Harry. "Dime la frase para pararlos."
Siempre hay una frase o una palabra. Es un código, y cómo podían diferenciar a los amigos de los enemigos durante la fuera.
Wolf sonríe, mostrando los colmillos. "Sabes que no te lo voy a decir."
Harry lo sabe, y eso sólo le molesta más.
Suelta a Wolf sólo para que el experimento pueda dar un paso atrás, entonces le agarra otra vez y le golpea de nuevo contra los barrotes con más fuerza. Cuando le suelta, Wolf se tambalea, agarrándose la cabeza mientras murmura profanidades.
"Buena suerte pudriéndote," gruñe Harry antes de salir de la celda, apretando las manos en puños para mantener su temperamento.
Guárdatelo para la batalla, se dice a sí mismo, pero puede sentir su humor cambiando con rapidez a pesar de luchar contra ello con todas sus fuerzas.
Debe parecer más enfadado de lo que cree porque un guardia que hace contacto visual con él se aparta inmediatamente con la mirada aterrada y la mandíbula tensa. Harry intenta controlar su respiración, cerrando los ojos mientras respira profundamente. No cree que esté funcionando. Desearía estar en cualquier lugar menos aquí. Que Evelyn y Robbie y Sasha y los demás estuvieran en cualquier lugar menos aquí.
Bueno, los niños no estarán aquí. Está bien. Erik y Locke deberían estar ya a una milla de distancia con los niños. Confía en que Erik y Locke les protejan. Intenta calmar su ansiedad sabiendo que estarán a salvo.
"¡Harry!"
Casi se parte el cuello cuando escucha la suave, juvenil voz. Sus ojos casi se salen de sus órbitas. "Maxie, ¿qué estás haciendo aquí?"
Ella respira pesadamente, y cuando le alcanza se encorva apoyando las manos en sus rodillas. "No podía... Necesitaba..."
"No deberías estar aquí," le dice inintencionadamente, aún luchando contra la rabia en su interior. Él agarra su hombro y la obliga a mirarle. "Vete, Maxie."
Maxie parpadea sorprendida, sin saber a qué Harry se está enfrentando. "Harry, yo sólo--" Maxie de pronto da un paso atrás, mirándole en shock. "¿Qué te pasa?" susurra ella, con la voz temblando.
Eso parece sacar a Harry de su estupor. Siente su rostro suavizarse cuando la devuelve la mirada, soltándola al instante. "Maxie, lo siento. Yo no..." Se pasa una mano por la cara. "Estoy preocupado."
Ella asiente. "Lo entiendo. Deberías estarlo."
Él frunce el ceño. "¿Has tenido una visión?"
Ella se traga el bulto de la garganta. "Por eso estoy aquí. Esto va a ponerse muy mal, Harry..." Le mira. "Muy mal."
Ella coge su mano y empieza a guiarle hacia la parte delantera del campamento, donde él se dirigía de todas formas. No sabe lo que espera ver cuando lleguen, pero ciertamente no se había esperado la masa de cuerpos presionados contra las puertas delanteras. Los hombres de Nicola están anonadados, moviendo sus espadas y disparando sus armas. Las manos se meten entre los barrotes de la puerta. Docenas de manos. Muchas manos. Puede ver los rostros deformes. Puede oler la descomposición.
Puede sentir el miedo que circula por el campamento.
Eso le lleva más al precipicio.
"¡Apuntad a las gargantas!" grita, frustrado de que el grupo ni siquiera esté mirando. Están malgastando su munición y su energía.
Evelyn ya está allí, gritando las mismas órdenes que Harry. Max corre la voz, corriendo hacia las verjas para que lo escuchen. Los Convertidos están por todas partes; en las puertas, en la frontera, aún saliendo del bosque. Imagina que deben haber muchos más viniendo, si Wolf está tan determinado en matar a todo el mundo como parecía.
Harry ve una flecha volar sobre ellos. Alza la mirada. Killian está sobre el tejado con un arco y un carcaj con flechas. Los dos hacen contacto visual y él asiente en aprobación, haciendo que Killian sonría un poco. Harry entonces busca a Micah. Si Killian está allí, Micah debe estar cerca. Le encuentra fácilmente a una cierta distancia de la verja, sacando el brazo y partiendo cuellos. Harry está sorprendido de verle trabajar con Gavriel.
"¡La puerta está cediendo!" grita alguien.
Harry mira y, en efecto, la puerta está crujiendo amenazando con romperse. Harry corre, empujando con el resto de los hombres de Nicola. Algunos se apartan de él mientras otros le agradecen la ayuda. Con su fuerza avanzada, es capaz de mantenerla en pie, pero no por mucho tiempo.
"Empezad a matarles," ordena. "Apuntad al pecho, garganta y cabeza. En otro lugar no será efectivo."
Se sorprende cuando muchos de los hombres de Nicola le escuchan. Aún hay unos cuantos que intercambian miradas entre ellos, como si no estuvieran seguros de seguir sus órdenes. Está bien. La mayoría de ellos es lo suficientemente inteligente como para escucharle.
"¿Qué les pasa?" escucha a un joven hombre preguntar nerviosamente mientras clava una flecha en la garganta de uno.
Harry no responde porque no sabe cómo hacerlo. ¿Cómo se supone que debe explicar lo que ocurre en la situación en la que están? Es mejor si no saben que él es la causa de estas monstruosidades. Colmillos como los suyos crearon a estos demonios hambrientos de carne. No puede decirlo en voz alta. Además, está intentando ganarse su confianza, no darles más razones para despreciar a su raza. Para despreciarle a él.
"¡Harry!"
Es Gavriel quien le llama, y de pronto Harry tiene un flashback de cuando estaban en el campo de batalla. Estaban en América--Arizona, cree--y Gavriel estaba siendo superado por los soldados enemigos. No importaba la fuerza del experimento, docenas de armas apuntándole eran suficiente para vencer a uno de ellos. Harry había intentado ir a por él, pero él mismo tenía una gran cantidad de enemigos por el camino. Gavriel volvió al campamento con seis heridas de bala ese día, y Harry aún se siente culpable por ello.
Así que, sin necesidad de decirlo, sus pies al instante corren en la dirección de Gavriel antes de darse cuenta de lo que está diciendo. No está siendo emboscado, pero está avisando a Harry de que algunos de los Convertidos están acechando la verja trasera del campamento. Los Convertidos recientes son más peligrosos porque aún tienen más valentía, más fuerza de los que llevan más tiempo convertidos. No quiere que los nuevos entren o sería un caos imparable.
Más de lo que ya es.
"Maxie, apártate de ahí," dice a la chica, pasando por su lado.
Entonces Harry ordena a los guardias que mantengan a los restantes a raya mientras él y Gavriel corren a la parte trasera del campamento. Los Convertidos sólo han conseguido acercarse un poco, afortunadamente. Un intercambio de miradas y Harry y Gavriel están saltando sobre la verja, listos para vencerles antes de que se acerquen más.
Es un trabajo rápido, y Harry contempla la idea de volver a entrar, pero entonces se le ocurre algo.
"Podemos atacarles desde los laterales," le dice a Gavriel, moviendo sus manos. "Tu vas por el otro lado y nos encontramos en el medio."
Gavriel, por una vez, cuestiona lo que Harry ordena. "Son demasiados, Eddie. Yo digo que busquemos a un par de personas más para que vengan con nosotros."
Harry niega al instante. "No hay tiempo. Necesitan proteger a los de dentro." Que son muchos. Aparentemente, Nicole se gana mejor la lealtad de lo que Harry pensaba. "Confía en mí," continúa, "los de enfrente son los más débiles. Los más fuertes vendrán más tarde."
Ha conocido a Wolf por más tiempo que Gavriel. Sabe cómo funciona su enfermiza mente. Joder, incluso estuvo de acuerdo con uno de los ataques que Wolf causó por cómo de imparable era.
Gavriel frunce el ceño, pero asiente, dando una palmada en el hombro de su mejor amigo. "Será mejor que te encuentre en el medio."
Harry se permite sonreír un poco. "¿Dónde más crees que estaría?"
Entonces se separan, y Harry aparta el nudo de su estómago, negándose a darle importancia. Gavriel es inteligente y fuerte. Será capaz de soportarlo. Harry nunca antes ha dudado de sus habilidades, y no va a empezar a hacerlo ahora.
No es difícil acabar con los que quedan a su alrededor. Harry se alivia por lo rápido que es. Mantiene su mente centrada solamente en los deformados que tiene delante, la mayoría no se da cuenta de que está por su intento en entrar. Ves, piensa Harry, los débiles son los que salen primero en una batalla. Este recordatorio le hace tener confianza e incrementar su velocidad, dejando una larga hilera de cuerpos detrás de él.
Es fácil encontrarse con Gavriel. Sin embargo, cuando Gavriel le ve a él, parpadea múltiples veces con una mirada de asombro en su rostro. Harry, confuso y agotado, le pregunta qué le pasa.
"Tío," dice Gavriel lentamente. "Te he dejado atrás hace treinta segundos."
Harry mira a su alrededor. Entonces ve a una docena de cuerpos detrás de Gavriel y se queda boquiabierto. "Oh," es todo lo que puede decir.
Gavriel sonríe. "Recuérdame que nunca me ponga en tu contra."
"¡Hey!"
Los dos miran a Evelyn, quien está en los barrotes de la puerta, metiendo la cabeza entre los barrotes para hablar con ellos claramente.
"Idiotas, volved dentro."
Harry capta el sonido de pasos justo cuando las palabras salen de sus labios. Pasos rápidos. Pasos pesados. Cientos de pasos.
Sabia que esto estaba viniendo. La primera ola siempre es la más fácil.
Su estómago aún se retuerce del miedo.
☆☆☆☆
Novela original escrita en inglés por juliaxwrites
All the love, A.
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