Capítulo 28

EVELYN BAJA LA mirada al cuerpo inconsciente de Harry, su pecho se oprime por la ansiedad y la culpa. Sabe que esto no es lo que él quiere. Sólo es lo que él cree que necesita. No se había dado cuenta de lo horrible que sería para él cuando le sugirió la idea al doctor. Pensó que era algo que él quería.

Gavriel está peligrosamente cerca del doctor, mirando sobre su hombro. "¿Para qué es eso?" pregunta amenazadoramente, como lleva haciendo desde que empezó la operación.

El doctor suspira silenciosamente, pero responde. "Es un calmante. Aunque esté bajo anestesia, esto reducirá el dolor cuando se despierte." Gavriel, poco convencido, le mira mal. El doctor suspira otra vez. "¿Te gustaría que te lo inyectara para que lo compruebes?" pregunta sarcásticamente.

Evelyn no está realmente sorprendida cuando Gavriel alza su mano hasta la aguja.

El doctor se queda sorprendido. "Leal hasta el final," murmura, pero agarra la mano de Gavriel y le inyecta una pequeña porción del líquido.

Después de unos instantes, Gavriel asiente. "Prosigue."

Evelyn echa un vistazo a Micah, quien está un poco apartado aunque centrado en la situación. Su ceño está fruncido mientras sigue cada movimiento del doctor, su boca está cerrada con firmeza. Después mira a Talon, quien tiene los brazos cruzados mientras escanea las herramientas del doctor, confirmando que son lo que dice que son. Se pregunta cómo de cercano fue Talon con el doctor para haber aprendido tanto. Ciertamente ya no son tan amigos.

No sabe cuánto tiempo ha pasado. Parecen años pero también un par de minutos. Hay mucha gente en la sala, pero eso le hace sentir mejor. Son muchos ojos observando con cautela, muchas voces listas para hablar si alguno siente que algo va mal.

"¿Crees que soy tan terrible como para no cumplir con mi palabra?" dice el doctor en voz baja cuando ella se inclina para observar. Sus labios apenas se mueven. "Soy un hombre que cumple sus promesas."

"No te acerques más a ella," una voz profunda les interrumpe, causando que ambos miren a Micah.

El doctor se estremece aunque susurra y se separa de la chica.

A pesar de sí misma, Evelyn cree al viejo, al menos en este aspecto. Ha visto cómo "cumplía sus promesas", aunque ninguna de ellas ha sido buena. No está preocupada porque pueda empeorar a Harry, ya que todos le están observando de cerca. Él no sería capaz de hacer algo sin que alguno se diera cuenta. No. Le preocupa que él se sienta redimido cuando todo esto termine. Le preocupa que manipule las emociones de Harry como ha hecho incontables veces.

Le preocupa no poder matarle lo suficientemente rápido.

Ese es el plan, después de todo. No tiene intención de cumplir con lo negociado. Ese es el por qué Harry no necesita saberlo. Fue una promesa vacía simplemente para conseguir que el viejo retirara el mal que le hizo a Harry. Quizás no es su derecho ser la que le corte la garganta, pero ahora es algo que ella tiene que hacer.

Para ser justos, probablemente todos en este campamento tienen derecho de matar a este hombre. Todas sus familias han sido arrebatadas, ya sea por la muerte o por la Conversión o por otra causa. Todos sus hogares han sido destrozados por el "sueño" de este hombre. Ella cree que él lo sabe, también. Puede que sea un monstruo, pero esta monstruosidad se formó por ser tan brillante. Ella no subestima su paranoia o sus ojos enloquecidos.

Evelyn se fuerza a mirar cuando el doctor le quita la excesiva cantidad de caninos. Es asqueroso y le hace estremecer, pero no apartará los ojos de Harry ni un segundo. Está sorprendida por la cantidad que había, si es sincera. Sólo puede imaginarse lo que debe doler.

"Sus encías obviamente estarán doloridas por un tiempo," explica el doctor. "Puedo ayudar a que vuelvan a la normalidad, pero su cuerpo tendrá que hacer la mayoría de la cura. Sus dientes puede que le duelan de vez en cuando, pero imagino que puede soportar el dolor."

"Bueno, considerando que eres el que le obligó a aceptarlos, deberías saberlo," contesta Evelyn molesta.

Le mira realinear los dientes de Harry. Casi se ríe cuando el doctor saca un retenedor de su mochila. Solía llevar uno cuando su paranoia le hacía tensar la mandíbula durante la noche. No sabe por qué es tan divertido ver uno en las manos del doctor. Quizás porque es algo de utilidad y no de destrucción.

"Recomiendo que se lo deje puesto un día o dos. Con sus habilidades de curación, debería estar bien en poco tiempo."

"¿Y la agresión?" pregunta Evelyn, alzando una ceja.

El doctor la mira mal. "Le di algo para contrarrestarlo, también debería sacarlo de su sistema. Pero no sé decir con exactitud cuánto tiempo le llevará por la cantidad que se le inyectó."

Escuchando lo mucho que le inyectó a Harry le hace sentir furia por todo su cuerpo, pero se controla y asiente tajantemente.

Gavriel hace que todos se sobresalten cuando golpea la pared de ladrillos, dejando roturas por toda la zona.

"Lo siento," dice avergonzado, encogiéndose de hombros. "Quería ver si había vuelto a sentir la mano."

"¿La sientes?" pregunta Evelyn, divertida.

Es entonces que Gavriel se queja, acariciándose los nudillos enrojecidos. "Sí."

Micah se burla. "Idiota."

Talon sonríe, un gesto que no había hecho en años.

La operación sólo había durado dos horas, siendo casi las tres de la mañana. Gavriel lleva al doctor con los guardias para que puedan encerrarlo en una celda con cadenas.. Micah echa un último vistazo a Harry aún durmiendo antes de decir que va a ver cómo están Killian, Erik, Locke y los niños. Talon se queda en una esquina como un niño perdido, el silencio se aposenta entre ambos.

"Gracias," dice ella entre dientes, cerrando las manos en puños. "Por asegurarte de que estaba haciendo lo que prometió."

Talon asiente, jugando con sus manos. Ninguno de ellos ha olvidado la vez que casi se vuelve loca en el campamento de Micah cuando le reconoció como el asesino de su madre. Evelyn no puede evitar escuchar los gritos de su madre cada vez que se encuentra con la mirada del experimento.

"Eve," empieza a decir él, dudosamente.

Ella alza una mano. "No. Sólo... no."

Aunque lo hace. Tiene que sacárselo del pecho. "Necesito que entiendas que lo siento, sinceramente." Habla tan bajo que ella tiene que hacer un esfuerzo por escucharle. "Ese... ese no era yo. Nunca habría... yo sólo..."

"Lo entiendo," dice después de ver que él no parecía poder decir sus pensamientos en voz alta. "En ese entonces, ninguno erais lo que sois. Lo sé. De verdad. Pero..." Siente un bulto creciendo en su garganta cuando mira al suelo. "Duele," susurra. "Apenas puedo mirarte."

"Lo entiendo. No pretendo que me perdones."

"Talon." Le cuesta mirarle pero lo hace. "Te perdono, porque sé lo que te hizo ese bastardo. Pero no puedo olvidar lo que vi... Sólo, no te odio, ¿vale? Es lo que intento decirte."

Dios, se había vuelto demasiado embarazosa la situación, quiere irse corriendo de la sala.

Afortunadamente, escucha a Harry moverse sobre la mesa. El doctor dijo que se despertaría pronto por la tolerancia tan alta que tiene a los medicamentos. La cantidad de anestesia que logró que Harry se durmiera tenía a Evelyn más ansiosa que la operación.

Se puso a su lado al instante, asegurándose de que no se levantaba.

Él abre los ojos y parpadea un par de veces, mirándola. "¿Ha...?"

Ella sonríe y asiente emocionada. "Sí," dice suavemente. "Ha funcionado."

Sus ojos se abren un poco cuando abre la boca, tocándose las encías con delicadeza. Tiene sus dos colmillos originales sólo porque el doctor dijo que estaban demasiado fijos como para quitárselos. No sólo habría sido demasiado doloroso, sino que podría haber perdido una gran cantidad de sangre ya que el doctor no tenía nada con lo que reemplazarlos.

Se sorprende al principio, pero luego pasa la lengua por sus encías. Entonces junta los labios. Luego estira su boca como si no pudiera creer que puede abrirla y cerrarla con normalidad. Evelyn se ríe, aliviada de verle aliviado.

Talon chista la lengua. "Iré a ver si Gavriel necesita ayuda..."

Cuando Talon se va, Harry intenta sentarse. "Hey. estúpido, ve más lento," le regaña Evelyn cuando le ve balancearse. Él agarra su mano y con cuidado se sienta.

"Estoy bien," dice riéndose. "Sólo un poco mareado."

"Hay una cosa," dice, frunciendo el ceño. "Puede que sigas teniendo ataques de agresividad de vez en cuando. El doctor dijo que saldría de tu sistema poco a poco, pero no sabe cuánto tiempo llevará y--"

"Está bien," la interrumpe, sonriendo. Y Dios, es tan bonito verle sonreír sin esos dientes masivos. Finalmente parece él mismo otra vez. Evelyn siente que el bulto vuelve a su garganta, pero no por la pérdida de su madre esta vez.

"Lo siento," susurra, sintiendo que las lágrimas van a sus ojos. "Sé que no querías hacer esto. Debería haberte preguntado. Sólo pensé que... No sé. Sé que los odiabas y creí que era lo mínimo que podía hacer. Sólo quería ayudar."

Ella siente una mano en su barbilla mientras la otra se aposenta en su espalda, acercándola hasta estar de pie entre sus piernas. "Gracias," dice, de verdad. Un brillo aparece en sus ojos cuando empieza a sonreír, haciendo que Evelyn le mire extrañada.

"¿Qué?" pregunta, un poco preocupada. "¿Por qué estás sonriendo tan maníacamente?"

"Casi me olvidaba de algo."

"¿De qué?"

Se pone en pie, ignorando que su visión se emborrona brevemente cuando agarra la cara de Evelyn con ambas manos. Ella se sorprende un momento por lo rápido que sus labios chocan contra los de ella, de forma distinta a como solía ser. No es malo. No hay miedo cuando le besa ahora, como si fuera el último beso que ambos se pudieran dar. Su pulso se acelera, intentando seguir su ritmo. Nunca la han besado de esta forma, después de todo. ¿Y si lo está haciendo mal?

Su espalda choca contra la pared y aun así, la besa con más intensidad. Ella apenas puede respirar. Sus manos recorren su pecho, hasta llegar a su pelo. No sabe cuánto tiempo llevan así. No quiere parar. Cuando él se aparta, ella casi pone un puchero.

Él apoya su frente en la de ella, ambos respirando rápido con sus pechos alzándose pesadamente. Ella le mira sorprendida. Sus labios están rojos e hinchados, pero si le importa no lo muestra. De hecho, cuando él capta su mirada confusa sonríe, besándola suavemente una última vez como si no la hubiera dejado sin palabras.

"Ahí lo tienes," susurra él, su voz ronca que hace estremecer a Evelyn. "Ese es el primer beso que te mereces."



☆☆☆☆



Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

All the love, A.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top