Capítulo 16

SASHA NO SE molesta en ir al dormitorio mientras esté llorando, sabiendo que los niños sólo la harán sentir peor. No está de humor para intentar defenderse, o para llorar en frente de todos ellos y para echar más leña al fuego. Sólo quiere sentarse con Locke y Erik por un rato. Al menos a ellos no les molesta que llore.

Sabía que Marcus iba a morir esta noche. Cuando le asignaron contra Archie, no habría salvación para él. Marcus era un buen contrincante y un tirador decente, pero no tenía el gusto por la sangre como Archie. No disfrutaba infligiendo daño a los demás. En un par de ocasiones luchaba contra Sasha, siempre solía preguntarle si estaba bien después de un golpe o dos. Nunca le gustó luchar tanto tiempo.

Ahora está muerto. Ella sabe que lo está.

Archie no se lo ha puesto fácil.

Marcus no había sido exactamente un amigo, pero no se merecía morir. Era un dulce niño, probablemente el único que quedaba en este lugar.

Ella llama a la puerta de la habitación de Erik y Locke, en un edificio completamente separado del dormitorio de los niños. Ambos sabían que ella tenía su "espectáculo especial" esta noche, pero no les había contado sobre el combate a muerte. Erik abre la puerta y no la pregunta cuando le mira con los ojos llenos de lágrimas y las mejillas rojas. Él al instante se agacha y deja que se desahogue con él.

Ella escucha una cama crujir, entonces sienta la cabeza de Locke sobre la suya. Ninguno de ellos dice nada. Cuando se calma, Erik la coge en brazos y la deja en su cama, poniéndole las sábanas por encima.

"¿Dónde dormirás tú?" susurra ella.

Erik la sonríe amablemente, apartándole el pelo de su frente. "No te preocupes por eso. Cierra los ojos."

"Puedes dormir en tu cama," le dice. "Yo sólo cerraré los ojos un poco, después me iré a mi habitación."

Erik asiente, aunque sabe que no se despertará para irse. No la dejaría, de todas formas.

Locke se sienta en el borde de la cama después de que Erik se aparte, una extraña expresión aparece en su rostro. "¿Qué ha pasado, Sasha?" pregunta en voz baja, como si tuviera miedo de recibir la respuesta.

Su labio inferior tiembla y ella niega con la cabeza.

"De acuerdo, de acuerdo," susurra, agarrando su hombro gentilmente. "Está bien. No tienes que decirlo, ¿vale?"

Ella asiente, su vista se emborrona de nuevo.

"Duérmete," le dice.

Ella se gira y cierra los ojos, agarrando con fuerza la sábana que le cubre. No sabe si deja de llorar, pero siente que se va quedando dormida.

***

Davon se levanta inmediatamente cuando la puerta de Axel se abre, su pulso se acelera. Encontró a Axel en el pasillo de camino a entrenar, y como buena persona que es, Axel le dijo que se quedara en su habitación hasta que la ceremonia terminara. Habrían experimentos en la gran sala que le reconocerían, y Wolf le mataría si descubría que alguien se escapó de su campamento con ayuda de uno de sus grandes aliados.

"¿Y?" Pregunta Davon, limpiándose las manos sudorosas en los pantalones. "¿Qué ha pasado?"

Axel traga. "Le vi. Wolf les ha encadenado."

Davon parpadea, no del todo sorprendido pero nervioso. "¿Qué crees que va a hacer?"

Axel se rasca la frente. "Un gran espectáculo sobre su poder, sin duda. Preparará alguna ejecución mañana para asegurarse de que sus apoyos le ven victorioso. Puede que use a la chica."

"Esa chica le pateará el trasero, o al menos lo intentará," le dice Davon. "Confía en mí. Ella no es lo que parece, tío."

"No tendría ni una oportunidad contra Wolf," dice Axel. "No importa lo fiera que sea. Por no mencionar a los guardias de Wolf."

"Incluido tú."

Axel se calla.

Davon da un paso adelante, una extraña ira se aposenta en su estómago. "¿Aún vas a seguir protegiendo a ese bastardo? ¿Incluso después de todo lo que te ha hecho?"

Axel traga de nuevo, más fuerte esta vez como si hubiera un gran nudo en su garganta. "Yo... yo no tengo más opciones, Dav."

"Tonterías," dice Davon. "Me dijiste que este 748 era tu salvación, así que, ¿por qué le das tantas vueltas ahora?"

"No sé cuántos de nosotros le son leales aún," explica Axel. "Si me aliara con ellos, podríamos ser superados en número fácilmente y nuestras cabezas estarían clavadas en estacas."

"¿Así que prefieres desperdiciar tu vida con Wolf que morir por lo que crees?"

"No sé lo que quiero," gruñe Axel, frotándose las sienes. "No puedes esperar que alguien quiera morir, no importa lo mucho que creas en algo."

Davon frunce los labios. Al menos eso puede entenderlo. La única cosa que sabe con certeza es que él moriría por su hija, ¿pero un movimiento organizado? No esta seguro de querer provocar algo que termine con su vida, especialmente si el esfuerzo fuera en vano. Pero aun así. No puede imaginar a Axel desesperado por lo llegada de Harry sólo para dejarle morir el segundo en el que puso un pie aquí.

Davon aclara su mente y alza la cabeza. "Te alces contra él o no, yo lo haré. Harry es la única oportunidad que tiene mi hija, Axel. Si puedo liberarle, puedo liberar a mi hija también."

"O podrían matarte," susurra Axel.

"Es mejor intentarlo que no saberlo nunca."

Axel niega con la cabeza.

Davon agarra su hombro, sin brusquedad pero lo suficientemente fuerte como para explicarse bien. "Tú siempre has querido revelarte contra Wolf. No sé por qué dudas ahora, pero necesitas dejar esa cobardía a un lado. Wolf seguirá pisoteándote, y eso solo será porque tú se lo permites."

Entonces sale de la habitación y cierra la puerta con fuerza, esperando haber sido lo suficientemente dramático como para haberle hecho entrar en razón.

***

Evelyn camina de un lado a otro, mordiéndose la uña del pulgar mientras miles de pensamientos le llenan la mente. Quiere salir de la habitación y buscar a Harry, pero este sitio es enorme y la pillarían al instante. Wolf tenía guardias fuera de su habitación, obviamente, así que tendría suerte si incluso llegaba a tocar el pomo.

Afortunadamente--y duda que esto fuera un gesto de amabilidad de su corazón--Wolf tenía guardias escoltando a Caroline, Robbie y Maxie a sus habitación. Todos ellos parecían estar bien, por lo que pudo ver Evelyn, pero cada uno de ellos estaba nervioso e intercambiaron miradas.

Max se sienta en un sillón entre dos de las tres camas que hay, rascándose la frente. Killian se sienta en una esquina de la cama, sus rodillas chocan con su pecho y sus ojos están vacíos de emoción. Los niños están todos en otra cama, susurrando de vez en cuando pero la mayor parte del tiempo están en silencio.

"¿Podrías parar?" Max gruñe, mirándola.

"No puedo evitarlo."

"No vas a solucionar nada."

"Y una mierda," dice Evelyn, inintencionadamente. Ella bufa y murmura, "Lo siento."

"Mira," dice Max calmadamente. "Obviamente no podemos hacer nada para ayudarles justo ahora, así que podemos intentar dormir algo. Si mañana va a ser una locura como Wolf dice, tenemos que estar preparados."

Aunque tenga razón, Evelyn no deja de moverse. "Va a matarles, pero, ¿cómo? ¿A quién matará primero? ¿A cuántos pueden vencer antes de las ejecuciones?" Está murmurando para sí misma, pero la sala es lo suficientemente silenciosa como para que todos la escuchen.

"¿Podemos no hablar de eso?" dice Maxie suavemente.

Evelyn se gira hacia ella. "¿Has tenido más visiones?"

Ella tímidamente niega con la cabeza.

Evelyn maldice en voz baja, entonces se las apaña para tirarse en la cama que está al lado de la de Killian. Ella mira al hombre roto, sin emociones, y siente pena por él. Ella se acerca y le toca la rodilla, con cuidado de no asustarle en caso de que estuviera en trance.

"Hey," susurra. "¿Cómo estás?"

Una pregunta estúpida, pero ella siente la necesidad de decirle algo. Perdió a su novio ayer, y ahora ha visto a su mejor amigo siendo encadenado, preparándose para la muerte.

Killian parpadea y la mira, como si no se hubiera dado cuenta de que estaba allí. "No lo sé," contesta honestamente con la voz ronca. "No lo sé."

Él se mira las rodillas, jugando con sus dedos. Ella no sabe por qué él empieza a hablar, pero le deja continuar, sabiendo que debe ser porque es la única manera en la que se sentirá bien. "Cuando me di cuenta de que era gay, estaba en un orfanato. Algunos de los niños se lo esperaban o lo asumieron. Todos me odiaron. No sé si fue por eso o por algo más, pero fue el hecho de que todos me odiaran lo que me hizo huir. Cuando conocí a Troy... no me importó lo que los demás pensaran," susurra, sus ojos se llenan de lágrimas. "Él era todo lo que me importaba. Que él era real y que era sincero y que me quería. Eso es todo lo que importaba. Ahora él ya no está."

"Killian..." Evelyn no quiere que él sienta que tiene que contarle todo esto.

Killian se sorbe la nariz. "¿Sabes lo que es peor? Quería que estuviera muerto. Si no podía estar viviendo una vida sana y feliz en un campamento, quería que estuviera muerto porque sabía que se podía convertir en uno de esos... monstruos. Sabía que podía estar herido y sabía... sabía que no sería él mismo. No sé lo que he hecho para que todo esto me suceda," dice con rabia, con lágrimas cayendo por sus mejillas. "No sé lo que he hecho."

Evelyn nunca ha sido buena consolando a la gente, así que simplemente mantiene la mano en su rodilla y no dice nada.

Max habla suave, gentil, como si Killian pudiera romperse. "Sé que suena empalagoso, pero aún estás aquí, tío. Fuiste lo suficientemente fuerte como para sobrevivir todo esto y seguir adelante. Aún estás aquí," repite, aunque está mirando al suelo en vez de a Killian

"No quiero estar aquí," dice Killian. "Quizás hubiera querido, si Micah estuviera aún aquí, pero ahora él también se ha ido. Ya no tengo motivos para estar aquí."

"Micah no se ha ido," le dice Evelyn.

"No todavía," remarca Killian en voz baja.

"Ni tampoco se irá," dice Evelyn. "¿De verdad crees que así acaba todo? ¿Todos nosotros luchando hasta aquí para dejar que un hombre con mente de niño nos mate? No lo creo. No sé cómo, pero saldremos de ésta. Micah saldrá de esa."

Killian arruga la cara como si la mención del nombre de Micah le provocara dolor físico, sus lágrimas aún caen.

"Mañana," le dice Evelyn, "necesitas canalizar toda esta emoción. Vas a necesitarla."

Max se levanta, frunciendo el ceño. "¿Qué estúpido plan se te ha ocurrido?"

"No se me ha ocurrido ningún estúpido plan," contesta ella. "No tengo ningún plan, a menos que cuentes como plan el matar a tantos seguidores de Wolf como se pueda."

"¿Simplemente vas a ir y vas a empezar a matar?"

"Esperaré al momento adecuado."

"Eso es un suicidio, Evie."

"No," dice ella y sonríe un poco. "Vi el rostro de Harry antes de que se lo llevaran. Él tiene un plan, y esperaré a que lo lleve a cabo mañana."

Max suspira. "Así que, ¿vamos a cometer posiblemente un suicidio porque puedes leer el rostro de ese chico?"

Evelyn chista con la lengua. "Básicamente. Quiero decir, hemos llegado hasta aquí leyendo otros rostros, ¿no?"

"Apenas," gruñe Max.

Evelyn le saca la lengua.

Killian interrumpe, con las lágrimas secas. "Bueno, si voy a morir, puedo morir intentando salvar a la gente que quiero."

Evelyn señala a Killian con su pulgar, mirando a Max. "¿Ves? ¿Por qué no puedes tener esa actitud?"

Es el turno de Max de sacar la lengua.

El tiempo de dormir es decidido por quién duerme dónde. Cuando los tres niños se duermen en una cama, y Killian se duerme en diagonal en otra, sólo queda que Evelyn y Max compartan cama. Lo cual no es nada nuevo. Evelyn solía dormir con su hermano cuando su paranoia se llevaba lo mejor de ella, pero esta vez es diferente. Ella ya no es una chica paranoica, incluso aunque sea un poco más mayor. Es tan dura como Max, si no más, y la persona con la que querría estar durmiendo está encerrado quién sabe dónde.

Ambos están espalda con espalda, la cama no les da espacio para extenderse. A Evelyn no le importa. Le gusta saber que hay alguien con ella. Odia estar sola, incluso aunque se pasara los primeros meses del apocalipsis sola. Fue terrible, insufrible. Es agradable sentir a su hermano al lado, es agradable sentir su respiración y saber que está vivo.

"¿Evie?"

Ella casi salta cuando le susurra en el completo silencio, en la habitación oscura. Ella creía que se había dormido. "¿Qué?"

"Sabes que te quiero, ¿verdad? Siempre lo hice y siempre lo haré."

Ella frunce el ceño. "Lo sé, Max. Yo también te quiero, por y para siempre."

"Sentía que necesitaba decírtelo. En caso de que lo olvidaras o ya no lo creyeras."

"No lo he olvidado y aún lo creo."

"Y en caso de que no te vuelva a ver después de lo de mañana."

Ella se sienta y le mira en la oscuridad, pero él no se mueve. "Max, no digas eso. No vamos a morir."

"Puede que uno de nosotros sí," susurra él, casi inaudible. "Todo esto es impredecible."

"Lo sé. Pero no vamos a morir."

"No lo sabes. Tienes que admitir que hay posibilidades de que ocurra. O al menos a alguien."

"A ninguno de nosotros le va a pasar."

"Vale."

"No digas 'vale' cuando no lo piensas. Conozco ese truco--estás intentando terminar la conversación para que no discutamos."

"Tienes razón," contesta. "No quiero discutir contigo, Evie."

"No estoy intentando discutir, Max. Te estoy diciendo que vamos a estar bien."

"Vale," repite, esta vez en tono más suave.

Evelyn se tumba otra vez y bufa. "Desearía poder pegarte una hostia en la cara."

"¿Por decir cosas que nadie quiere oír?"

"Por dudar de que yo dejaría que alguien te hiciera daño."

Max está quieto antes de sentir su mano encontrarse con la de ella. Él la acaricia. "Sé que no lo permitirías," dice. "Pero no siempre hay opciones de quién sale dañado."

Ella le devuelve la caricia. "Estaremos bien."

Ella no está segura de si está intentando confortarse a sí misma o a Max.

Max no habla por un largo rato, pero entonces susurra, "Vale."


☆☆☆☆


Novela original escrita en inglés por juliaxwrites

All the love, A.


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