Capítulo 1
MARZO 2086
LOCKE GRUÑE MIENTRAS carga con un carro lleno de troncos de roble hacia la fosa. Un par de hombres le ayudan a descargar la madera. Locke intenta no mirar al hoyo. No quiere ver los rostros muertos de la gente que le solía sonreír.
Catorce.
Catorce personas fueron ejecutadas esta mañana por desobediencia, según dijo Wolf.
Locke se había despertado esta mañana con un grito escalofriante proveniente de fuera de su ventana. Compartía habitación con otros tres hombres, uno era Erik y los otros Tyler y Rick. Erik había llegado a la ventana primero, una retahíla de maldiciones salieron de sus labios al instante. Locke tenía miedo de mirar, y se arrepintió cuando lo hizo. Los cuerpos colgaban de los árboles como si fueran adornos. Conocía a la mitad de ellos.
La única cosa que puede imaginarse es que Wolf se enteró de que el grupo planeaba una escapada. Locke no es lo suficientemente estúpido como para decir esas cosas en alto, pero no todos lo pensaban, obviamente. Había escuchado susurros de sus conversaciones, pero nunca había intervenido o les había dicho que cuidaran lo que decían. Quizás si lo hubiera hecho, no estarían ardiendo ahora mismo.
Intenta decirse a sí mismo que no es su culpa, pero es más fácil decirlo que creerlo.
Erik es uno de los esclavos que ayuda a cargar con los cuerpos. Se ha convertido en una especie de líder entre los Normales. Muchos acuden a él en busca de consejos y fuerzas cuando pasan por días malos. Honestamente, Locke cree que si Erik no estuviera aquí, la tasa de muertes sería mucho mayor. Ha hablado con muchos sobre evitar el suicidio.
Los dos están de pie hombro con hombro mientras ven la llama crecer más y más, el olor a carne quemada llena el aire. Ambos están acostumbrados. Esto es prácticamente rutina.
"No puede seguir haciendo esto," dice Erik en voz baja, entrecerrando los ojos ante la llama.
Locke traga. "No tienes otra opción."
Erik bufa en respuesta.
Un poco asustado de que pueda hacer algo, Locke le habla. "Mira lo que les ha pasado, Erik. Tienes que andar con cuidado o nos pasará lo mismo a todos nosotros."
Erik se rasca su barbilla. "Necesitamos estar en contacto."
"No tenemos ni idea de dónde están," susurra Locke, sus labios apenas se mueven por miedo a que alguien esté escuchando su conversación.
"Tenemos que intentarlo."
Locke no se molesta en discutir.
Los esclavos abandonan la hoguera cuando la campana suena en la distancia, señalando que el desayuno está listo. Una horda de gente se alinea fuera entre la estatua y el edificio, agrupándose para ir al comedor. No hay empujones ni maldiciones por parte de gente impaciente-todos están en silencio y caminando. Hay una mirada muerta en los ojos de todos, como si la única parte de ellos funcionando fuera suficiente para mantenerles respirando y en movimiento. Puede que también sean zombies.
Erik y Locke maniobran su camino entre la multitud una vez dentro de la enorme cafetería, dirigiéndose a su mesa usual donde Sasha siempre les espera. Ruby también está allí, a veces, pero usualmente son sólo ellos tres y gente que es forzada a sentarse ahí. Las historias han circulado sobre de dónde han llegado los tres, historias de Eve. Él no duda de que alguien del campamento de Micah esté creando los rumores. Nadie quiere ser asociado con personas que son amigas del enemigo.
Aunque hay una pequeña niña llamada Olivia que sigue a Sasha a todos lados. Locke asume que tienen la misma edad, quizás Sasha sea un poco más mayor, pero a pesar de eso nunca están separadas. Ahora, las dos están sentadas juntas compartiendo una barrita de chocolate que otro miembro del campamento les dio.
Locke inmediatamente se centra en los huevos y el bacon de su plato, tomando sorbos del zumo de naranja. Sabe que hay una granja bajando la calle donde algunos esclavos son enviados todos los días. No sabe cómo Wolf adquirió animales o cosechas, aunque supone que no importa demasiado. Está siendo alimentado por dos comidas decentes al día, después de todo. Ha comido más en su corta estancia aquí que en el pasado año.
La gente saluda a Erik cuando pasan al lado, pero con Locke es como si no existiera. Quizás si fuera un buen líder y tuviera la influencia de Erik, podría haber ganado algo de respeto. Aunque no le importa mucho. Hacer amigos en este infierno no le causa emoción. Les deja creer lo que quieran creer. Está acostumbrado a ser el villano de la historia.
En algún momento de la comida, otra campana suena, sin embargo no es para señalizar cualquier parte de la rutina diaria. Todos en la sala se giran hacia donde Knox está, reuniendo la atención de todos al instante. De los cuatro entrenadores, Knox es el peor de lejos. No le importa una mierda nada excepto luchar y ganar.
"Gracias por vuestra atención," dice con su voz profunda, causando que Locke se encorve por instinto. "Hoy es uno de marzo, y como todos habéis sido informados, nuestro primer reclutamiento será hoy."
La garganta de Locke se seca. ¿Cómo demonios se podía haber olvidado de todo eso? Sasha solloza desde el otro lado de la mesa. Su mandíbula se tensa.
"Éste será el primer grupo de niños que entrenarán. Es un gran honor que espero que todos sintáis y respetéis." Knox coge un papel que le ofrece un asistente. "Hemos realizado una lista de los niños cuyos cumpleaños ya han sido o serán este mes. Cualquiera con diez años deberá asistir a su primera sesión."
"Locke," Sasha susurra, con los ojos abiertos. "¿Qué hacemos?"
Locke intenta buscar algo que decir.
Erik inhala con fuerza. "Sasha, tienes que hacerlo."
Sus ojos se abren de par en par. "Pero--"
"No durará mucho. No pretendo que nos quedemos aquí para siempre," le dice asegurándola en voz gentil. "¿Confías en mí?"
Sus ojos se llenan de lágrimas, pero asiente.
Le da una sonrisa tierna.
Los tres vuelven a prestar atención a Knox. De los cientos de personas, hay un par de niños elegibles. Por un breve instante, Locke se arriesga a sentir alivio al darse cuenta de que no habían dicho el nombre de Sasha. Desafortunadamente, Knox aún va por la mitad.
"Lincoln Caldwell, Tanya Mills, Sasha Herring..."
Locke cierra los ojos con fuerza. Por favor que sea otra Sasha, por favor que sea otra Sasha, por favor...
Escucha sus zapatos cuando se pone en pie.
Locke no puede luchar contra el dolor de su pecho y mantiene los ojos cerrados.
Escucha a Erik susurrar más palabras de consuelo, entonces otros pasos hacen eco mientras se va alejando, mezclándose con otros pequeños pasos.
Erik le golpea flojo. "Ella es fuerte, Locke. Estará bien."
Locke niega con la cabeza. "Se supone que no tendría que ser de esta forma."
"Lo sé. Pero por ahora no hay nada que podamos hacer."
Locke respira agitado, atreviéndose a mirar a la niña mientras está de pie entre los otros niños asustados. Algunos de ellos parecen emocionados. El estómago de Locke se retuerce y aparta la mirada otra vez. La pequeña niña, Olivia, es llamada tiempo después. Corre al lado de Sasha, pariendo más asustada de estar separada de ella que de ser forzada a luchar.
Knox sonríe sardónicamente cuando termina. "Ya estáis todos," dice, ignorando la multitud cuando se baja de la mesa y guía a los niños fuera de la sala.
***
Sasha mantiene los hombros encorvados y la cabeza gacha mientras sigue la horda de niños fuera de la cafetería. Olivia se queda cerca de ella, siempre en silencio aunque a veces solloza.
Terribles pensamientos pasan por su mente mientras considera lo que tendrán que hacer. Por lo que puede decir, no hay malos chicos excepto los monstruos que lideran el campamento, pero no la entrenarán para luchar contra ellos. ¿Quíen, exactamente, va a luchar en un mundo donde todos luchan? Hay demasiados bandos para escoger sólo uno.
Quizás esto sólo sea una preparación en caso de que alguien sea lo suficientemente valiente como para enfrentarse a ellos. Es altamente implausible. El Rey Wolf tiene un gran equipo de seguridad alrededor del lugar, y muchos amigos fuera. No puede imaginarse a nadie arriesgando su vida por este lugar, sabiendo que probablemente nunca vuelvan a ver la luz del sol.
Knox lleva al grupo al patio, lo que le da a Sasha un poco de esperanza. No ve rastros de armas u objetivos, así que quizás eso sea para otra sesión. Ciertamente lo espera. La última vez que sostuvo un arma, su cuerpo se cubrió de sangre y su mente se hundió en la miseria. Aún recuerda la sensación de ese líquido pegajoso, aún recuerda el olor. Era su primera vez luchando. Su primer asesinato.
Había rescatado a Eve, así que no se arrepiente.
Pero no hace que el hecho sea más fácil de tragar--había matado a alguien. Quizás no era nadie cuando pasó, pero lo fue hace tiempo. Era aún humano a pesar de su apariencia innatural. Aún era una persona y ella se lo había quitado.
Su madre estaría muy enfadada. Su madre la odiaría.
Los pensamientos hicieron que Sasha se tragara su alivio y tuviera que reprimir las lágrimas. No sabe qué hizo el mundo para merecerse esto. Supone que el mundo no hizo nada, sino la gente que lo habita.
Knox junta sus manos detrás de su espalda mientras observa a los niños, su nariz se arruga en disgusto y sus labios se fruncen. Escanea la multitud un par de veces más, antes de chistar con la lengua para finalmente hablar.
"Voy a agruparos en rangos. Qzuiero saber cuántos de vosotros tenéis experiencia y cuántos sois inútiles." Entrecierra los ojos al mirar algunos rostros, y Sasha instintivamente se esconde detrás de un niño más alto. Knox señala a los tres guardias que les habían seguido. Cada uno se divide para tomar posiciones separadas a un par de pasos de distancia entre sí. "Si alguna vez habéis disparado una pistola, poneos en frente de Miller," dice Knox, y Miller alza su mano para que los niños sepan quién es.
Sasha traga de nuevo cuando ve alrededor de diez niños ponerse frente a Miller.
Knox está insatisfecho con eso. Desea que hubiera más. "Si alguna vez habéis usado una daga o algún arma afilada, poneos frente a Gregory."
Sasha inhala con fuerza. No quiere mentir en caso de que tenga alguna manera mágica de saberlo. Ella se separa de Olivia, quien la mira con los ojos bien abiertos mientras se separa de la gran masa para unirse a Gregory. Casi la mitad de los niños van con ella. Sasha no sabe si sentirse aliviada de no estar sola o enferma por que otros niños hayan sido forzados a tal tarea.
Knox dice, "Bien. El resto id con Freddie. Volveré y escogeré a un par de estudiantes que crea que tienen potencial. No nos decepcionéis."
Gregory sorprende a Sasha cuenta les ofrece una sonrisa amistosa, incluso mostrando sus colmillos. Les guía fuera del patio hacia un edificio apartado del principal. Es una sala, aunque es grande y espaciosa. Sasha cierra las manos en puños en anticipación. ¿Será forzada a coger uno de esos objetos desagradables otra vez? No es tan tonta como para pensar que no. Eso es para lo que está aquí, después de todo.
Él va hacia la parte izquierda de la pared y pulsa un botón, forzando a la pared a abrirse, sorprendiendo a Sasha. Sin embargo, los incontables cuchillos y espadas y dagas que llenan la pared le quitan la sorpresa rápidamente.
"Podéis escoger sólo un arma para el entrenamiento de hoy. Si veo alguno de vosotros con más, bueno... estoy seguro de que podéis imaginar las consecuencias," dice Gregory, echándose a un lado incitando a los niños a acercarse.
Un niño gordito es el primero en escoger, cogiendo una katana y sonriendo. Hace que el estómago de Sasha se retuerza.
Como si el niño hubiera encendido un interruptor en todos, el grupo corre hacia la pared, impacientes por coger su propia arma. Todos excepto Sasha, claro.Ella se queda atrás, caminando en círculos, evitando el contacto visual con Gregory. Expectantemente, la ve. Y no le permite evitar lo inevitable.
"Vamos, niña," dice firmemente, aunque no brusco. "No te preocupes. Nadie te va a cortar, ¿vale?"
Sasha no está asustada de los otros niños. Está asustada de sí misma."
Ella junta sus labios, insegura de si puede hablarle.
Gregory suspira, arrodillándose a su altura. "Mira, tienes que hacerlo. Sólo coge algo que te capte la atención."
"Tengo miedo," dice en voz baja, frunciendo el ceño aunque le mantiene la mirada.
Él frunce el ceño. "Te he dicho que estos niños no te molestarán."
"No les tengo miedo."
"¿Entonces?"
"Tengo miedo de dañar a alguien."
Él se ríe. "Oh, cariño, tienes un gran corazón. No tienes que preocuparte por eso tampoco, ¿vale? No lucharás con nadie, no hoy."
Ella se muerde el labio para evitar decir que ya ha matado a alguien. No sabe cómo reaccionaría. Y, como parece majo, no sabe si se enfadaría con ella.
Así que, a regañadientes, se aparta y camina hacia las armas donde sólo quedan unos niños indecisos.
No presta atención a lo que coge. No le importa mucho, y si dice algo, no pretende utilizarla.
Hay una preocupación en su mente diciendo que no tendrá tanta suerte.
☆☆☆☆
Novela original escrita en inglés por juliaxwrites
All the love, A.
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