9. Ben

— No puedo.

— No lo estás intentado.

— ¿Qué crees que llevo haciendo durante una hora?

— Vamos una vez más, levanta ese vaso.

Me concentré, todo se calló a mi alrededor y sentí como cada célula de mi cuerpo empezaba a vibrar.

Cuando abrí los ojos todos los objetos de la habitación daban vueltas sobre nuestras cabezas. Poco a poco fueron volviendo a su sitio.

— Bien hecho.

— Me merezco una recompensa.

Se acercó a mi y me puso las manos en la cintura.

— Eres increíble — dijo mientras me besaba.

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