Levanté las manos lentamente.

- Me rindo - le dije.

- Perdona, ¿qué has dicho? - me preguntó con una sonrisa sin terminar de creérselo - ¿Cuál es el truco?

- ¿Y si no hay?

- Oh vamos ________, nos conocemos desde hace años. Contigo siempre hay truco.

- Deberías cofiar en mí un poco más.

Sentí una gota de sangre resbalando por mi nariz.

- ¿Puedo? - le pregunté.

Él asintió. Empecé a hacer el movimiento de limpiarme con la manga, pero un segundo antes le tiré el arma al suelo con un golpe de mi mano. La cogió rápidamente, sin embargo, cuando lo hizo ya era demasiado tarde.

- Joder. Te encontraré _______. - le escuché mascullar mientras me desacía en una nube de polvo.