29. Cinco

- ¿Me pones una taza a mí también? - una voz me sobresaltó por la espalda.

- ¿Cinco? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?

- La puerta estaba sin llave. La próxima vez asegúrate de echarla cuando subas de pasear al perro.

- Está bien, deja las tonterías, ¿a qué has venido?

- A preguntarte.

- ¿Sobre qué?

- La misión 4456.

- Las normas de la comisión no me permiten hablar de eso.

- Oh vamos ya no trabajas allí, además, somos amigos.

- Hasta que hiciste que me echaran.

- ¿Sigues enfadada?

- Si, ¿y sabes lo peor? Ni siquiera te disculpaste.

Suspiró.

- Perdona.

- ¿Un poco tarde no? Vete y cuando tengas una buena disculpa y no esta basura que has soltado solo para que te ayude, vuelves.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top