— Cinco ya sé lo que podemos....

Me callé al darme cuenta de que estaba dormido.

Me arrodillé a su lado y no pude evitar pasar la mano por su pelo, con lo que él esbozó una pequeña sonrisa.

— Descansa — susurré.

Posé un leve beso en su mejilla antes de seguir trabajando en silencio.