Llegué a la casa de los Cullen. Esme me abrió la puerta y nos dirigimos al garaje, donde todos se encontraban.

Jasper: He luchado con nuestra especie antes, y no son fáciles de matar.

Samantha: Pero no imposible.

Emmett: —Sonrió— Los mataremos y quemaremos sus restos.

Me detuve frente a Edward y Bella. Todos, al ver cómo miraba a la pareja, se detuvieron.

Samantha: Nuestro padre nos perdona todo, y lo que hiciste no será la excepción. Te perdonará, pero yo no, Isabella.

Bella: Si no lo hacía, no me dejaría ir.

Samantha: Romperle el corazón a papá fue una idea estúpida; siempre hay otras opciones.

Bella: Él me perdonará.

Samantha: Conociendo a papá, sí. —Miré a Edward— Pero si me llego a enterar de que Edward te dio esa estúpida idea, porque seamos honestos, no creo que la idea de decirle cosas hirientes y romperle el corazón a papá haya aparecido mágicamente en tu cabecita.

Escuché una pequeña risa detrás de mí.

Samantha: Si algo así vuelve a pasar... —Me acerqué un par de pasos a Edward— Habrá un vampiro sin brazos, sin piernas y mucho menos lengua. ¿Entendido?

Edward asintió lentamente. Se le notaba el miedo.

Samantha: Bien. —Sonreí y me acerqué a Carlisle— Entonces, ¿cómo matamos a James? ¿Tenemos un plan?

Carlisle: No me entusiasma la perspectiva de matar a uno de los nuestros, ni siquiera uno sádico como James.

Rosalie se sentó en un mueble. Yo me acerqué y ella me abrazó.

Rosalie: ¿Y qué si mata a uno de nosotros primero?

Edward: Me llevaré a Bella al sur. ¿Pueden distraer al rastreador?

Carlisle: —Se detuvo y miró a Edward— No, Edward. James sabe que jamás dejarías a Bella. Te seguirá.

Alice: Yo iré con Bella. Jasper y yo la llevaremos al sur. La voy a proteger bien, Edward.

Edward: ¿Puedes mantener tus pensamientos para ti misma?

Alice: Sí.

Alice agarró a Bella y la metió en su auto. Yo me separé de Rosalie y me acerqué a la más pequeña.

Samantha: Iré con ustedes.

Rosalie inmediatamente se levantó y me agarró de la mano.

Rosalie: Sé que no te haré cambiar de opinión, así que ten cuidado.

Sonreí y besé sus labios. Ella pasó sus manos por mi cuello, profundizando el beso y expresando todo lo que sentía: amor, deseo, pero también miedo.

Samantha: —Me separé— No te preocupes, preciosa. Volveré sin ningún rasguño.

Edward: Rosalie.

Las dos miramos a Edward, que le extendía un abrigo de mi hermana después de lanzarle uno a Esme.

Edward: ¿Pueden ponerse estos para que el rastreador siga el aroma de Bella?

Rosalie: ¿Por qué? ¿Qué es ella para mí?

Samantha: Es mi hermana.

Nos miramos un par de segundos hasta que Rosalie gruñó y agarró el abrigo.

Samantha: Ten cuidado, por favor.

Besé su mejilla y subí al auto, sentándome junto a Bella, ignorándola.

Edward: Bella... —Se recargó en la ventana del lado de mi hermana—

Bella: Oh Dios. Si algo llegará a pasar, juro que-

Edward: Nada pasará. —Agarró la mano de Bella— Nosotros somos siete.

Samantha: Somos ocho. —Susurré—

Edward: Nosotros somos ocho, ellos apenas son dos. Cuando todo esto haya terminado, regresaré por ti.

Bella: Sí.

Edward: Bella, eres mi vida ahora.

Samantha: ¿Podemos irnos ya?

Abrieron la puerta del garaje y prendieron los autos. Edward acarició la mejilla de Bella y se alejó del auto, que arrancó a toda velocidad.

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Me desperté por la voz preocupada de Jasper. Nos encontrábamos en una habitación de hotel en Phoenix. Alice y Jasper estaban sentados juntos; yo estaba acostada en un sillón, lo más lejos de Bella. Ella sabía que estaba molesta y prefirió no hablarme durante todo el camino.

Jasper: ¿Qué pasa? ¿Qué ves?

Alice se veía distante, teniendo una visión.

Alice: El rastreador. Acaba de cambiar de rumbo.

Samantha: Eso es malo. —Me levanté del sillón y me acerqué a la pareja de vampiros—

Jasper: ¿A dónde se dirige, Alice?

Alice: Espejos... Una habitación llena de espejos.

Jasper agarró un papel y lápiz, dejando el papel en la mesa y dándole el lápiz a Alice. Ella rápidamente comenzó a dibujar lo que veía.

Bella: Edward dijo que sus visiones no siempre son ciertas.

Gruñí al oír el nombre del vampiro escoba.

Jasper: Ella ve el destino de la gente mientras siguen un rumbo. Si cambian de opinión, la visión cambia.

Bella: Así que, por ahora, el rastreador va rumbo a un estudio de ballet.

Todos miramos a Bella, incluso Alice, que dejó de dibujar para verla también.

Alice: ¿Has estado ahí?

Bella: De pequeña tomé clases. Mi escuela tenía un arco como ese.

Jasper: ¿Tu escuela estaba aquí en Phoenix?

Bella: Sí.

Samantha: ¿Soy la única que no le gusta, a dónde va esto?

Bella recibió una llamada al igual que yo. Saqué mi teléfono del bolsillo y, antes de contestar, pude ver un mensaje de Rosalie.

Mi Bombón asesino❤😈

Perdimos al rastreador, pero la mujer sigue por el área. Esme y yo estamos cuidando a Charlie, pero está actuando raro. Deberías llamarlo.

Gracias por cuidar a mi padre. Te quiero, chikitriquis Muak.👁👅👁

Me reí y miré quién me llamaba. Me sorprendí al ver de quién se trataba y contesté sin pensarlo.

Samantha: Hola, tío Billy. ¿Está todo bien?

Billy: No. Tu padre me llamó, estaba alterado. No entendí mucho de lo que decía, pero hablaba de unos diarios.

Samantha: Mierda. Bien, necesito un favor. Hay unos vampiros sueltos, no son los Cullen, así que no empieces. Necesito que vayas a mi casa y le expliques todo sobre mí a mi padre.

Billy: ¿Estás segura? ¿Y cómo le diré que lo supe?

Samantha: Dile que me viste una noche de luna llena.

Billy: Entonces, la verdad.

Samantha: No toda la verdad, pero sí. Y por favor, tengan cuidado. Cuando regrese, te explicaré todo.

Me despedí y colgué la llamada. Me di la vuelta y solo me encontré con Bella.

Bella: Empaca, nos vamos.

Samantha: Lo sé.

Ayudé a Bella a empacar, pero una llamada en su teléfono nos interrumpió.

Bella: —Sacó su teléfono y contestó— Hola, mamá. Me alegra que recibieras mis mensajes. ¿Qué haces en casa?.... Cálmate. Todo está bien. Luego te explicaré todo.

Me acerqué a Bella para escuchar la llamada. Se escuchó un fuerte golpe, como si tiraran algo al suelo.

Bella: Mamá, ¿estás ahí?

La línea quedó en silencio hasta que él habló.

James: Tu escuela no protege la privacidad de sus estudiantes.

Mierda.

James: A Victoria le fue demasiado fácil encontrar tu dirección anterior. Tienes una casa muy linda. Iba a esperarte... Pero tu mamá regresó luego de recibir una llamada de tu padre, muy preocupado. Todo resultó perfectamente bien.

Le quité el teléfono a Bella, que se encontraba en shock.

Samantha: Mira, James, a mí no me importa mucho esa señora, pero a mi hermana sí. Así que, si la tocas-

James: Aún puedes salvarla. Pero tendrán que alejarse de sus amigos. ¿Pueden hacerlo?

Fruncí el ceño. Esto era un mal plan, pero yo podía encargarme de James sola. Miré a Bella y ella solo asintió.

Samantha: ¿Dónde nos encontramos?

James: ¿Qué tal el antiguo estudio de ballet de tu hermanita?

Recordé la visión de Alice y sonreí.

Samantha: Perfecto.

James: Y recuerda que sabré si traen a alguien con ustedes. Pobre mamá, pagaría por ese error.

James colgó la llamada y miré a Bella.

Samantha: Tenemos que ir. Odio a Renee, pero sigue siendo nuestra madre.

Bella: Sí. —Asintió—

Samantha: Vamos.

Abrí la ventana de la habitación y Bella me miró raro.

Bella: ¿Qué haces?

Solo sonreí y la cargué estilo princesa para luego saltar por la ventana. Bella gritó, pero se calló cuando la solté. Me miró feo y me dio un golpe en el brazo.

Bella: No vuelvas a hacer eso.

Samantha: Ah, claro, pero si fuera un tal Edward con pelos de escoba...

Bella me miró mal, para luego ir y pedir un taxi que nos llevaría al estudio de ballet.

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Llegamos al estudio "Mimis" de ballet y miré a Bella. Ella se veía asustada pero decidida. Sacó el spray de pimienta que le dio papá y revisó si aún funcionaba.

Samantha: ¿Piensas que con eso le harás algo?

Bella asintió y me agarró del brazo.

Samantha: Vamos.

Caminamos juntas y entramos al estudio. Todo se veía antiguo, con un poco de polvo y había demasiados vestidos.

Renee: ¿Bella? ¿Dónde estás, Bella?

Bella: ¡Mamá! ¿Mamá?

Bella me soltó y corrió hacia donde se escuchaba a Renee. Yo corrí detrás de ella.

Renee: Ahí estás. ¿Qué haces ahí adentro?

Bella se detuvo en una puerta. Estuvo a punto de abrirla, pero se detuvo.

Bella (8 años): Sin Sammy todos se burlan de mí.

Bella abrió la puerta, dejando ver una televisión reproduciendo un antiguo video de Bella y Renee.

Renee: Eres una bailarina maravillosa.

Bella (8 años): Mamá, soy terrible.

Escuchamos la risa de James y nos dimos la vuelta. James aprovechó y corrió hacia mí, empujando a Bella. James me agarró del cuello y me estampó contra uno de los espejos.

James: Escuché sobre el Acónito y quise probarlo

Sacó una jeringa y me la clavó en el pecho, inyectándome Acónito puro

James: Espero que lo disfrutes

Un calor abrasador se expandió por mi pecho, irradiando hacia mis extremidades. Un dolor agudo, indescriptible, me paralizó, todo pasaba demasiado rápido. James grabando a mi hermana, ella pidiéndome que me levantara, Edward y James peleando, el resto de los Cullen llego, Carlisle detuvo a Edward pude cerrar los ojos y descansar cuando vi a Carlisle y Edward con Bella, sabia bien que Edward la salvaría.

Autora Pov

Ya se nos petatio la niña, digo

Alice se acercó a Samantha, su rostro se encontraba pálido y tranquilo. Tocó su mejilla, fría como el hielo.

Alice: ¡Carlisle!

Carlisle, desesperado, examinó el cuerpo de Samantha. Descubrió una pequeña mancha oscura en su camisa y la rasgó con rapidez. Las venas negras se extendían por su piel, como raíces malignas.

Carlisle: Está muriendo. —Murmuró—

Jasper se acercó al médico y le entregó la jeringa.

Jasper: La encontré en el piso.

Carlisle llevó la jeringa a su nariz y reconoció el acónito.

Carlisle: Es acónito. Ya es muy tarde.

El doctor no sabía qué hacer; sabía que el acónito era mortal en grandes cantidades para los hombres lobo.

Pero habían llegado muy tarde.

El corazón de Samantha ya había dado su último latido.

Mientras tanto, en otro lugar de Forks, Billy estaba explicándole a Charlie acerca de lo sobrenatural y cómo Samantha se había transformado en lo que era ahora...

Pero lo que nadie sabía era que la chica tenía a un vampiro medio loco de su lado.

Si, estoy hablando de Damon Salvatore.