La abstinencia


Jimin

No pedí su ayuda, nunca pedí la ayuda de nadie, entendí que siempre estaría solo y que es lo que tenía que soportar, todas las personas con las cuales me tope en mi vida, solo me requerían para una sola cosa, después de cumplir con ello me cambiaban por algo "mejor", no me interesaba tanto pues me la pasaba la mayor parte en un tipo de coma inducido por las drogas.

Mi mente se perdía y el dolor de mi cuerpo desaparecía, estaba bien así, pero cuando me cambiaron a manos de Seokjin dure dos semanas sin probar alguna clase de droga pues estaban arreglando mi cambio de dueño. Desintoxicarme en una habitación completamente solo, es experimentar una tortura infinita, por momentos creía que iba a morir, pero no era así, nunca era así, la vida me odiaba demasiado como para darme una muerte al fin.

Las chicas del lugar me ayudaron bastante pero aun así lo hacían solo por órdenes de Seokjin, cuando empecé a trabajar de nuevo, mi cuerpo estaba demasiado sobrio para tolerar todos los abusos de nuevo, así que un nuevo coctel de drogas fue introducido en mí, la recaída fue peor, casi muero de una sobredosis, pero de nuevo me salve. Ya no quería nada de esto, solo quería morir, ni siquiera quería escapar, esperaba que alguno de esos tipos me matara en el proceso, pero siempre se detenían cuando veían que mi cuerpo no daba para más. Seokjin me maltrataba los tobillos casi al punto de romperlos para que pensara en huir.

Había mujeres y hombres ahí que disfrutaban tanto de su trabajo que incluso se emocionaban con ciertos clientes, siempre mencionaban a dos Suga y Jk, decían que eran tan atractivos como buenos amantes, que además siempre eran generosas con ellas y que además jamás eran irrespetuosos. Estaban cegadas por el dinero, eso no puede ser posible en un lugar así.

De la nada comencé a tener un cliente nuevo, uno que no era tan agresivo conmigo que incluso trataba mis heridas, me decía lo hermoso que era y que daría lo que fuera por quedarse conmigo siempre, pero jamás le creía. Desde hace mucho tiempo deje de creer.

Todos los viernes era usado por aquel sujeto, hasta que de nuevo mi rutina cambio, sabía que, si habían logrado arrancarme de aquella persona con dinero, es porque era un cliente más poderoso.

Cuando me llevaron a su habitación, no dejo que me drogaran, me pareció cruel, pues me dejaría experimentar lo que me hiciera sobrio, pero solo hizo preguntas, solo converso conmigo, jamás me toco, jamás me miro de manera morbosa, solo me hizo compañía. Luego dio ordenes de que no quería verme marcado cuando me tocara estar con él. Mi cuerpo empezaba a tener rechazos por la droga, empezaba a tomar un color natural y me asustaba.

Todo era terrible, me estaba acostumbrando a estar bien, no quería, no quería esto, porque todo seria peor, todo seria mas cruel, por lo que no pude evitar sentir miedo de aquel sujeto de nombre Suga.

La primera vez que me escucho cantar, le llamo la atención pero no me callo, no me dijo nada, dejaba que cantara, esto yo lo hacia cuando deseaba calmarme, pues el terror a veces me abrazaba tan fuerte que no podía estar cuerdo.

Ahora estoy aquí con este sujeto, ayudándome a moverme porque me siento débil, secando mi sudor por la fiebre, limpiando mi rostro, sin nada a cambio, no me pide nada, NADA.

—Ya solo con la metadona tendrá, su cuerpo esta muy débil, pero ya casi esta limpio por completo.

—Sigue sin comer mucho, no se que mas darle para que lo retenga.

—Ya con el multivitamínico tendrá, sigue con las dietas blandas, en necesario así.

Los escuchaba hablar de mi como si no estuviera presente, Yoongi nunca me miraba con lastima, parecía desesperado por querer ayudarme. Como si en realidad le importara.

—¿Por qué? —fueron las primeras palabras que salieron de mi boca después de casi cuatro días de estar con Yoongi.

—¿Jimin?

El nudo en la garganta se me empezaba acumular, el médico salió dejándonos solos. Yo quería no llorar, pero me estaba siendo muy difícil.

—¿Por qué haces esto?

—No entiendo tu pregunta.

—¿Por qué me estas ayudando? ¿Por qué te importa? ¿Qué ganas con ayudarme?

—No gano nada, solo quiero hacerlo.

—Eres tan extraño.

—Me lo han dicho muchas veces.

Empecé a llorar, pero a llorar bastante, a llorar para liberarme, me sentía mejor, me sentía limpio, me sentía a salvo, y deseaba tanto seguir así.

Los siguientes días, ya pude comer mejor, me cambiaron la dieta blanda por solida, pero cosas ligeras. Mis tobillos estaban mucho mejor y podía caminar por el departamento con pasos pequeños.

—Saldré hoy, tengo trabajo, si necesitas algo puedes marcarme, en la barra de la cocina deje un teléfono que es para ti, tiene el numero del doctor, el de Jk y el mío, son tres numero confiables, no olvides tu medicamento.

Solo asentí y lo mire irse, es la primera vez que me deja solo en el departamento, desde que llegue aquí no había salido, estaba al pendiente todo el tiempo. Mire las llaves del lugar también junto al teléfono. Yo no tenia otro lugar a donde ir, tampoco es como si Yoongi me tuviera prisionero, pero el dejo las llaves a la vista para darme seguridad de que podría irme si lo deseo. Con lo poco que había estado aquí, descubrí que Yoongi es un ser muy sencillo, no tiene cosas lujosas solo lo necesario, además de que donde mas se concentra lo ostentoso es en la sala, donde tiene un equipo de sonido algo exagerado, pero todo lo demás es simple.

En su armario casi todo era negro o tipo militar, yo traía su ropa puesta, y todo me quedaba enorme, Yoongi es solo un poco mas alto que yo, pero su físico es algo mas ¿Musculoso?

No es que Yoongi tenga los músculos tan marcados como ese tal JK, pero su cuerpo delgado esta bien trabajado, lo había visto algunas veces sin camisa los tatuajes en su pecho y espalda me asustaban un poco, pero siempre anda cubierto cuando estas cercas mío.

Saque algo de fruta y empecé a comer mientras veía televisión, tome mis medicamentos y dormí todo lo que resto de la tarde, mire que ya había oscurecido, pero Yoongi no estaba en casa.

Fui a la cocina por un vaso de agua, cuando escuche que abrieron la puerta, lo mire entrar a la cocina, cuando la luz le dio por completo su ropa estaba rasgada y cubierta de sangre, olía a carne quemada y pólvora, su labio estaba partido, y sus nudillos sangraban algo, abrió la nevera sacando una cerveza, cuando bebió hizo una mueca que dolor.

—¿Estas bien?

Asintió mientras terminaba de beber, se notaba agotado.

—Iré a tomar un baño, perdón por dejarte solo todo el día.

Salió de la cocina y se fue a la habitación, escuche la regadera al instante, sentía una especie de temor al verlo herido, lo mas que pude hacer fue buscar algo para que comiera, pero solo encontré algunos paquetes de Ramyon y fue lo único que pude hacerle.

—Huele bien —di un salto al escuchar su gruesa voz.

—No tienes nada más, solo lo de mi dieta y esto.

—No necesito más.

Traía el cabello húmedo que se le pagaba a la frente se había puesto camisa ligera y pantalón de chándal, tomo el plato con la comida empezando a devorar todo.

—No puedes dormir en el sofá así de lastimado, me quedare ahora yo.

—Tu no te moverás de esa habitación, aun no estas del todo bien, no planeo dejarte acostarte en otro lado.

No me dejo decir nada más respecto a eso, pero yo no podía estar tranquilo en esa habitación, cuando el estaba herido durmiendo en un sofá. Pero cuando salí de la habitación, sus ronquidos me sorprendieron, estaba dormido sin camisa muy plácidamente, no pude evitar mirar desde su cuello, para bajar en por los tatuajes hasta esa línea en V que se hizo tragar saliva, mas viendo la enorme carpa en su pantalón, corrí tan rápido como pude a mi habitación tratando de olvidar esa imagen...

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