Ranpo nunca había entendido porque. Porque después de cada prueba había alguna chica llorando por obtener una mala calificación, ni que fuera para tanto. No iba a ser el fin del mundo por una mala nota, ¿no?

   Él nunca había reprobado una evaluación, ¡y ni siquiera estudiaba! Por eso, tampoco entendía cuando alguien que se esforzaba por toda la semana reprobaba. Eso simplemente no tiene sentido, ¿verdad? Siempre había estado orgulloso de no estudiar y aprobar, tenia todos los beneficios sin ningún sacrificio, era algo envidiado por eso.

  Pero ese día, oh, no. Ese día.

  Estaba confiado, solo era otra evaluación de Matematica, nada del otro mundo. Sí, las fracciones siempre fueron difíciles para él y no tenía buenos recuerdos de cuando su padre intentó enseñarle con gritos y alguno que otro golpe, pero después de uno o dos años de ese acontecimiento que prefería borrar de su memoria, había comprendido un poco mejor el tema.

   Pero, ¿raíz cuadrada y fracciones, juntas? Eso no era posible, tembló al ver el problema frente a él en la hoja de examen. Tenia que ser una tortura, solo así tendría sentido.

   "raíz cúbica de 1/4 - 23/89 + -28 : 3421 (-56 -7 : 3) + (-2 . 5) =?"

   "Justifique su respuesta."

   ¿Que clase de problema era ese? Los temas específicos solo eran ecuaciones, las fracciones nunca habían sido mencionadas hace dos semanas cuando ese viejo pelón avisó sobre la prueba, esto solo era tortura. Una tortura para él. Ver a su alrededor no servía porque ver las miradas concentradas y aliviadas de sus compañeros por un problema "fácil" era incluso peor. No había nada que pudiese hacer, intento ver el pizarrón fijamente, intentando encontrar algo que lo ayudase, algo sobre fracciones que no hayan podido borrar bien, pero esas señoras de la limpieza si que hacían bien su trabajo, malditas.

   Tenian dos horas, la gran mayoría había terminado en solo una, pero el seguía estancado, todos los puntos eran parecidos a ese o necesitaban que terminara el primero para hacer el siguiente. Saber que solo quedaban él y el que compañero que parecía padecer discalculia y dos neuronas que ahora estaban de viaje, probablemente en la mágica ciudad de Buenos Aires era más devastador, porque podía ver de lejos que ese compañero ya había resuelto todas menos la última.

   Vio como feliz y orgullosamente de si mismo ese compañero entregaba la evaluación y solo quedaba él. Todos hablaban, aliviados de haber acabado la prueba con facilidad. La voz de todos diciendo "fue fácil" inundaba y atormentaba su mente, era lo único que podía pensar.

   Lo único que había escrito era su nombre cuando escuchó la campana.

   Habían pasado dos horas, y nada, no había escrito nada.

   El profesor fue a buscar su evaluación y miró confundido la hoja en blanco, enfureciendose de repente pero resistiendo para no ser tan claro.

   -No presto atención a mis clases, ¿verdad? Esperaba más de usted, Edogawa. -dijo con un tono tan sinceramente decepcionado que al de anteojos le daban ganas de ahogarlo con sus propias lágrimas.

      
   Había pasado una semana y era lo unico en lo que pensaba, sabía que era imposible aprobar. Temia que ese profesor hiciera lo que solía hacer, valerle mierda los alumnos y decir en voz alta las notas. Sabia la mirada que tendría el profesor en ese momento, no necesitaba ser inteligente para predecirlo. No necesitaba ser inteligente para saber que sus compañeros, incluso sus amigos, ¡incluso Poe! voltearian a verlo confundidos, pero probablemente, también divertidos. "¿No que era el más inteligente?" pensarían, o quizas y rezaba para que no, lo dirían. Esas palabras lo destrozarian, más viniendo de otra persona que no fuera su mente imaginativa.

   Ya no era inteligente, no. Era un estupido, había caído en lo más bajo, casi tocando el centro de la Tierra académicamente hablando, pero deseando que fuera literalmente.

   ¿Y sus padres? Sabia que su padre no diría nada, absolutamente nada. Solo estará claramente decepcionado mirándolo. Su madre, obviamente, diría que no había estudiado y que debería hacerlo para la próxima, ¡pero vería también la decepción creciente en sus ojos! Estaba siendo un estupido idiota y una decepción para todos, incluyéndose a sí mismo.

   No fue una sorpresa para Ranpo, pero si para todos al escuchar a ese pelón decir las notas en voz alta.

   -Edogawa Ranpo, 0.

   Un silencio sepulcral se instaló en el salón, siempre había deseado que cerraran un poco el orto de vez en cuando pero ahora que lo habían hecho, era horrible. Nunca había deseado tanto que Bautista tuviera otra vez un momento de problemas de ira y rompiera algo, pero el y su grupo de amigos solo lo miraban con sorpresa y una sonrisa que sobresalía un poco en su boca. El silencio solo se interrumpió con el sonido de la silla del ojiverde moverse cuando este se levantó. Solo se escucharon sus pasos rápidos hacia el escritorio del profesor, ¿por qué había decidido sentarse al fondo de todo? Se preguntaba mientras agarraba el examen con fuerza, haciendo que el papel se arrugase y volvió a su asiento, pudo en todo momento sentir las miradas de todos en su espalda y podía escuchar algunos murmullos.

   -Que raro, siempre aprueba.

   -Sí, solo eran ecuaciones y fracciones, hasta Eduardo pudo hacerlo.

   -¿Es posible tener 0? Wow.

   -Quizas nunca fue inteligente.

Si bien recuerdo, así fue más o menos como reprobé por primera vez, se siente horrible.
Sé que quizás puede ser peor estudiar mucho y no aprobar, pero casi nunca se habla o escribe de esto.
😀

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