Abri los ojos, la tenue luz de la celda me dañó la vista, ya que llevaba lo que me parecían años inconsciente. Observe la celda en silencio, había una gran parte de cristal, a través del cual podía ver a un hombre alto y rubio, el cual me era muy familiar. Mire en derredor, buscando a la niña que siempre me acompañaba en las misiones, esa pequeña de seis años sin nombre: "Sujeto 5713".

No logré encontrarla, por lo que sentí algo alerta dentro de mí, como una especie de alarma biológica hacia la niña. Pero aún así, sentía como la niña me enviaba una especie de mensaje con su poder, diciéndome que se encontraba bien.

Me puse en pie con dificultad, algo confundida, solo esperaba que esta vez la paliza no fuera demasiado dura. Sin embargo, el hombre rubio se acercó hacia el cristal, con su mirada fija en mi.

–¿Quién eres?– mi voz se escuchó ronca, seca– ¿Dónde estoy?

Él apoyó un brazo en el cristal, su expresión era seria y me era extrañamente familiar. Demasiado para mi gusto.

–¿No sabes quién soy?– su voz también me era familiar, de los pocos recuerdos que conservaba.

–No, no del todo.– negué con la cabeza.

–¿Cuál es tu nombre?– me miraba serio, aunque su voz trataba de sonar tranquilizadora.

–"Ghost"– dije en seguida.

–Tu nombre... Real.

–No lo sé.–confesé, bajando la mirada.

–Eres Kira Rogers, nacida en Brooklyn en el año 1921.

¿Cómo sabía eso...? En aquel momento ni siquiera recordaba mi propio nombre, pero estaba segura de que no era mentira. Pero mi verdadera pregunta era como sabía todo eso sobre mi.

–¿C-como sabes todo eso?– traté de no tartamudear, pero no pude evitarlo, mi voz sonó algo más aguda de lo que esperaba.

–Soy tu hermano, Kira.

Me acerqué de inmediato, mirándolo. Él me devolvió la mirada, podía intuir una especie de brillo, como una esperanza recuperada, como si viera en mí toda su fe.

–Tú eres Steve Rogers, ¿no es así? El Capitán América, uno de los Vengadores. Pero no... No puedes ser mi hermano.

–Kira, por favor... Déjame explicarte...

–¿El qué? ¿Mentiras?

–No, soy tu hermano, yo nunca te mentiría, ni te haría daño. Puedo mostrarte que es verdad.

–¿Cómo?– estaba a punto de perder los nervios.

–Con ella– la niña salió de las sombras, quedando al lado del hombre– Lo sabe todo sobre ti.

Una ira renovada apareció en mi interior mientras mi mirada coincidía con la de la pequeña, apreté los puños con fuerza, no me esperaba su traición, ella siempre había sido mi compañera y saber que había sido capaz de venderme con tal facilidad me enfadaba.

–Antes de que digas nada, escúchala.

Logré tomar aire de forma profunda y mirar a la pequeña. Ella me miró de igual manera. Quise gritarle que era una traidora, que si Hydra la encontraba iba a acabar con ella. Sabía que bajo toda aquella supuesta sumisión de niña buena, había una traidora.

–Adelante.

–Tu verdadero nombre es Kira Eleanor Rogers, nacida en 1921, hermana pequeña de Steven Rogers. Os criasteis en Brooklyn, junto con el único hijo de la familia Barnes: "James..."

–Ya está bien– golpeé el cristal, no quería saber más, con eso tenía suficiente. Más me afectaba que aquella niña supiera todo eso sobre mi, mucho más que se hubiera unido al otro "bando" con tal facilidad.

–Kira... Esta es la única forma, ella...– miró a la niña, pensativo– Es la única forma de que recuerdes.

Alcé la mirada hacia él, si era mi hermano eso debía implicar que debería ayudarme... Por una parte creía que realmente lo era, ya que ambos nos parecemos mucho físicamente. Recordaba la mayoría de lo que le había dicho, excepto ese último nombre... James...Traté de recordarlo.

Ese nombre me era familiar, pero extrañamente, lo asociaba con una identidad y esa misma la asociaba a otro nombre. ¿Ese nombre era algún tipo de mote? Sabía que había algo que ignoraba, pero no llegaba a saber el que.

Me puse en pie, manteniendo la cabeza alta. Ambos me miraban, esperando a lo que tuviera que decir.

–5713, ¿Quién es James?– traté qué mi voz no sonara dura, aunque mi mirada lo era.

–James Buchanan Barnes era...– empezó ella.

–Dejemos este tema, por favor.–interrumpió el Capitán.– Kira, ¿has llamado a la niña por un número?

–Sí...

–No tengo nombre, Capitán Rogers. Desde que nací mi nombre ha sido un número más. Mi madre ni siquiera sabe... Que lo es.

–¿Tu madre?– fruncí el ceño– Me dijeron que murió cuando tu naciste.

–Esa historia es la que os contaron a todos, Kira.– se acercó al cristal, poniendo su mano en este– Realmente mi madre... Está viva y la tengo delante de mi.

Su mirada era seria, pero no podía creerlo. Ella no podía ser mi hija... Yo no recordaba haberme acostado con ningún hombre, mucho menos un embarazo y haber dado a luz a una niña.

–Tú... ¿Cómo es que no lo sabía, siquiera?

–Hydra te lo ocultó por si perdía la vida en una misión, no trataras escapar, además tendrías que haber cuidado de mi durante mucho tiempo. Además, no podían permitirse tener una agente débil que tuviera que cuidar de una niña.– apreté los puños al escucharla.

–¡Claro que debería, joder!– golpee el cristal, acabando con mi paciencia.–  ¡Eres mi hija, debería haberlo hecho!

Mis ojos se pusieron borrosos por la ira. Los Vengadores nos habían "secuestrado", mi compañera quien resultaba ser mi hija, nos había traicionado.

–Kira, ¿nos ayudaras a ella– señaló a la niña– y a mí a acabar con Hydra?

Miré a la pequeña rubia con los puños apretados, así que resultaba que también era agente doble.

–Eres una jodida agente doble, niña.

–Si te lo hubiera contado, Hydra se hubiera enterado.

–¿Durante cuanto tiempo lo has sido?–la mire, furiosa.

–Desde que pude contactar con él Capitán en Sokovia. Estuve buscando a los Vengadores durante mucho tiempo.

–¿Por qué? ¿Por qué lo has hecho?

–Porque siempre he sabido quien eres en realidad.