Los muchachos en su época de la universidad no contaban con un vehículo para trasladarse a algún lado, siempre que veían a alguien llegando a la universidad con un auto último modelo deseaban tenerlo; se pusieron de acuerdo en conseguir dinero para comprar uno.

José trabajaba en un bar por las noches, su paga era pasable; Panchito trabajaba en una inmobiliaria cargando cosas y Donald ayudaba a su tío contando las monedas de su bóveda, era exhaustivo el recordar el total de cada uno pero tenía sus frutos.
Mientras trabajaban ellos no perdían tiempo y a veces se les olvidaban alguna tarea de ése día o para los exámenes, llegaron exhaustos del trabajo ése día y vieron a su amigo emplumado durmiendo sobre la mesita de luz, se acercaron para despertarlo cuando se dieron cuenta Donald les había copiado en una hoja todo los temas de ése día y lo más importante, no podían créer que él haya hecho éso en dos materias diferentes en lugares diferentes, incluso resolvió sus tareas pendientes; no tenían como pagar tal sacrificio, José lo tapó con una chaqueta que traía a mano y lo dejaron seguir durmiendo un rato más antes de la cena.

Pasaron los días y ellos ya tenían una buena suma de dinero para comprarse un auto, todos estaban mirando los modelos de los autos y habían decidido por uno rojo (cierto pato había visto un auto de color rosa que le fascinó pero luego cambio de idea y optó por el que querían sus amigos) les falta un poco más de dinero para comprarlo; se esmeraron un poco más en conseguir el dinero y ya habían conseguido lo justo.

Tenían que ir a comprar pero había surgido que Donald tenía exámen de historia y José de sociología ése mismo día, así que como última opción dejaron que Panchito fuera a comprar el auto él sólo. Panchito estaba muy indignado, se habían llevado el auto él día anterior; después había más autos pero con un precio más elevado así que se retiró del lugar desganado.

José había llegado después del exámen, fue muy estresante pero no le fue tan mal, se tiró en el sofá que había en el apartamento; unos minutos después aparecía Donald arrastrándose boca abajo por el suelo como si tuviese amarrado un ancla, llegó a arrastrarse hasta el lado del sofá y se quedó ahí tirado un largo rato, hasta que Jose le llamó.

José: Uh, Donal'? -no le respondía así que decidió sentarse y acercarse- Donald! ¿Te encuentras bien?

Donald: -levantando su cara del suelo- LacausasdelaventasdetierrasenEuropadelsigloXVIIfueronporquehabiancambiadodeunsistemajerarquicoaunoburguesdejandoavariosgranjerossintierrasymudandosealaciudadtrabajandoenlasfabricas-el loro lo miraba con preocupación y a la vez con mucha confusión- ...¿Qué onda Joe? -lo miraba adormilado-

José:...¿Qué fue todo éso? -levantandose del sofá y ayudando al pato a levantarse del suelo-

Donald: Una de mis respuestas del exámen de historia -suspirando cansado- ¿No sabés nada de Panchito?

José: No, creí que ya había vuelto pero parece que estaba equivocado; ¿Crees qué ya lo hayan vendido?

Donald: Todo puede ser posible -casi adormilado en el sofá-

Se quedaron unos minutos en silencio hasta que Panchito llegó casi tirando la puerta y gritando como loco haciendo que Donald se caiga del sofá asustado, José estaba mirando entre dormido y le preguntó

José: Oh Panchito, ¿Ya conseguiste el auto?

Panchito:-lo pensó un rato sin quitar una sonrisa- Si! Conseguí un vehículo!

José y Donald se miraron entre sí y se levantaron de sus lugares rápido para dirigirse a la puerta hasta que Panchito se lo impidió.

Panchito: ¿A dónde van cuates?

José: A ver el auto, lo compraste ¿No?

Panchito: Bueno, es un vehículo -se ríe nervioso-

Donald: ¿Panchito, lo compraste no? -lo miraba furioso-

Panchito: Es un vehículo, miren -tira una alfombra en el suelo-

José:... Panchito, éso es una alfombra.

Panchito: Que no! Es un sarape mágico.

Donald: ¿Qué cosa?

Panchito: Es un sarape mágico, se lo compré a un tipo que decía que podría volar.

José: Panchito, ¿Cuanto gastaste en esto?

Panchito: Bueno, c-costo lo mismo que el auto.

José/Donald:.....¡¿QUÉ?! -se le acercaban peligrosamente-

Panchito: Que lo compré al mismo precio que el auto, el auto ya no estaba más; ya lo habían vendido, en cuanto ví al sarape y el sujeto me dijo que era mágico y que volaba no dudé en comprarlo.

No duró ni un segundo en el que ellos saltaron arriba de él y comenzaron a pelear como si fuera de lucha libre, en uno de esos momentos ellos cayeron sobre el sarape y de repente se encontraban volando sobre la ciudad, Panchito se agarró de una de las puntas del sarape mientras trataba de "dominarlo", José se aferraba al objeto volador mientras tomaba del cuello de la camisa de Donald quien gritaba y decía cosas inentendibles de pato.

El sarape volaba zigzageando pasando por restaurante, obras de construcción, incluso en un momento frenó de golpe e hizo que el pato se estrellarse contra la ventana de un edificio industrial. Se despegó de la ventana y iba cayendo de lleno al vacío, y cuando iba a estrellarse en el suelo; se encontraba de nuevo sobre el sarape.

Donald: ¿Qué? ¿Como...

Panchito: Ya lo aprendí a manejar -gritaba alegremente-

Sobrevolaron la ciudad viendo la belleza que era todo iluminado por las luces de las calles debido a la tarde/noche, por los lagos de un parque, era todo mágico. Finalmente el sarape los llevó a su apartamento de nuevo y volvió a estar en el suelo sin hacer nada.

José: ¡Eso fue maravilloso!

Donald: Fue muy genial

Panchito: ¿Ves? Les dije que era un vehículo mágico, y ustedes enchilandose peor que mi jefesita cuando confundía los condimentos después de un mandado -se -cruzaba de brazos-

José: Si cierto, lo sentimos por éso.

Donald:Si, sentimos haberte querido matar -mientras reía- ése sarape es un excelente vehículo.

En ése momento sonó el teléfono del apartamento por lo cual Donald atendió.

Donald: Hola?....Della? ¿Qué no se suponía que estabas en.... ¿Tío Scrooge quiere hablar conmigo? Bueno.... Hola tío Scrooge -tenia una mirada irritada- si tío éramos mis amigos y yo..... ¡¿Qué?! -gazno- p-pero Tío Scrooge.... Bueno, está bien; adiós tío. -corto la llamada y miró a sus compañeros- tío Scrooge me prohibió subirme al sarape de nuevo.

Panchito: Que viejo Hijue-en ese instante José le tapó el pico-

José: Que injusto, ¿Pero cómo se dió cuenta del sarape?

Donald: ¿Recuerdan que me estrelle de lleno en un edificio? Bueno él vió del otro lado y se espantó al verme desaparecer así; en conclusión no viajare sobre éso nunca más.

Sus amigos le dieron palmaditas en la espalda como un sentido pésame. Los caballeros viajaron con el sarape a la universidad mientras tanto Donald tenía que viajar en autobús, como una forma de cumplir su castigo.

Donald: Oh vaya -mientras era aplastado por la cantidad de gente que había en el autobús-.

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Mi pato es bien macho plumas peludas más peligroso que Chuck Norris que puede amar el color rosa (? ❤️

Ok no, el sarape hizo su aparición! Cómo quisiera tener uno :'v

Éso es todo, nos vemos la próxima pequeñines~