Capítulo 2. El inútil 'Yin' y el malhumorado 'Yang'.
Aclaraciones:
-*pensamientos*
-'voz interior de Neah y voces lejanas'
-*voz interior de Kanda*
Capítulo dedicado a: natsumidragonil, Anabell_Martinez, Solanalossi15, ArtandNice, Kiseki625, AlbitaJuanes y una cordial bienvenida para Alinino. Sin más, disfruten...
-Entonces las cosas están así, Allen está en el cuerpo de Kanda y viceversa. ¿Correcto?
-Ya te dijimos que sí Komui-san- dijo un azabache ya más calmado tratando de acostumbrarse a su nuevo cuerpo.
-¿Ya intentaron ver si pueden usar sus inocencias en el cuerpo del otro?
-Pues Bakanda tiene mi brazo y el Pentágono de mi maldición, supongo que debe ser capaz de activar mi inocencia.
-¡No lo hagan aquí! No sabemos qué pueda pasar. Mejor vallamos a una sala de entrenamiento, pero chicos, que esto quede entre nosotros hasta nueva orden, no sabemos si es temporal o no pero les aseguro que no es buena idea que en el vaticano se enteren.
-Creo que mi nii-san tiene razón chicos.
-Bien, ¿qué estamos esperando?, venga Allen-chan, Yu~
-¡Maldito conejo te voy a...!- había olvidado por completo que su katana reposaba en la cintura de "su cuerpo", miró la mano de Allen en el cuerpo que habitaba y deseo poder usarla para rebanar al conejo pero se contuvo por lo antes conversado con Komui.
-¿Qué vas a hacer Yu~?
-Estás tentando a tu suerte Lavi- dijo Allen posando su mano sobre uno de los hombros del pelirrojo.
-De verdad que no aprende. ¿Será que te gusta vivir al filo del peligro más de lo que ya lo haces siendo exorcista?- pregunto Lenalee ya con una mano tocando sus sienes en forma circular.
-Vamos de una vez, quiero acabar esta tortura pronto, no me apetece parecer un moyashi a medio crecer.
-A mi tampoco me hace gracia parecer una niña gruñona.
-Tsk.
-Tsk para ti también.
Luego de que los intercambiados dejaran de discutir fueron rápido al salón de entrenamientos donde entraron y cerraron para no tener más espectadores de la cuenta.
-Bien, ahora intenten activar la inocencia del otro.
-Ok. Mugen, hatsudou.
-'No lo hagas' *¿Qué fue eso?* Crown Clown, hatsudou.
-Ahgt...!- gritaron ambos al sentir un corrientazo recorrerlos, a Kanda desde su brazo izquierdo y a Allen en ambas manos.
-¡Rayos los han rechazado!
P.O.V. Allen
Mi vista se nubla y oigo todo lejano, estoy perdiendo el equilibrio y siento como caigo de rodillas al suelo quejándome de dolor por mis manos, me arden, como si mi lado noah rechazara mi inocencia pero... ahora que lo pienso -*¿Y Neah, dónde estás, esto es normal, porque no puedo activar la inocencia, es por ti?*- las preguntas surcaron mi cabeza sin cesar pero no había respuesta, el silencio era sepulcral y vi todo negro.
P.O.V Kanda
Siento algo de dolor recorrer toda la extensión de mi brazo izquierdo, donde está la inocencia del moyashi, perdí el equilibrio por el repentino corrientazo pero no me matará, además de que estoy seguro de haber escuchado una voz diciendome que no lo hiciera pero lo he pasado por alto, veo un poco borroso pero me mantuve de pie como pude, había logrado activar la inocencia del brote de habas al fin y al cabo pero parecía descontrolada, vi al moyashi y estaba mucho peor que yo, de un momento a otro se desplomó al suelo, al parecer inconsciente y vi todo negro, mi cuerpo actuó sin mi consentimiento, luego de segundos de oscuridad me vi a mi mismo en un panorama extraño, era de noche, la media luna era más bien como un rostro con una sonrisa macabra de medio lado y estoy sentado en una silla que parece un trono lleno de cadenas, estoy atado y sin poder moverme.
P.O.V. Narrador
Allen se desplomó de un momento a otro luego de los gritos de dolor que ambos soltaron, Kanda parecía haber resistido en el cuerpo del albino hasta que de un momento a otro su mirada cambio de gris tirando a lila a un dorado intenso y corrió a su encuentro con Allen en su cuerpo. Dos de los presentes no habían notado el cambio más si vieron extraño la momentánea preocupación de el japonés hacia el inglés, más sin embargo el bookman jr. Si lo noto más omitió comentarios por preocupación del estado de su amigo.
-¡Allen! ¡Despierta! ¡Allen! ¡Se lo advertí pero el muy idiota me ignoró!
-¿Qué pasó?- Komui estaba confundido. -Kanda ¿qué sentiste?
-No soy Kanda- respondió el albino mientras de pronto un par de personas llegaban a unirse al grupo, habiendo uno atravesado la puerta con sus habilidades y el otro ingresado al abrirle el primero desde dentro.
-¡Road, Tyki! ¿Cómo llegaron aquí? Bueno para que pregunto.- dijo Lenalee recordando las habilidades del noah del placer.
-¿Cómo que no eres Kanda? ¡Allen volviste en ti!- exclamó Komui llamando a todos la atención de nuevo hacia el albino.
-No soy Allen.
-Un momento, si no eres Kanda y tampoco eres Allen ¿quién eres?- el pelirrojo tenía aclarada la sospecha pero no lo dijo directamente.
-El noah de la destrucción, Neah Walker, ¿no es así, primo?- aseguró Tyki sonriendo ante la mirada de asombro en todos los presentes.
-¿Me extrañaste, Tyki?
-¡Neah!- los ojos dorados de la pequeña Road se encendieron, ya que desde que vivía en la orden mantenía su forma humana mientras no necesitará usar sus poderes de noah al igual que Tyki.
-Hola Road-chan, me gustaría saludarte mejor pero hay que atender a estos dos, el brazo me duele a horrores y las manos de Allen "yin" sangran.
-¿Yin?- se preguntaron los presentes sin entender a qué se refería.
-Es que verlo en el cuerpo del niño bonito me hace recordar el Yin* y el Yang*, aunque Allen siempre va de blanco hasta el cabello siempre me ha parecido más Yin que Yang y ahora con esta apariencia más. Aunque admito que su cuerpo no es del todo masculino que digamos.
-¿A quién llamas poco masculino, estúpido engreído? ¿dónde carajos estabas y por qué apareces hasta ahora?
-Vaya despertaste.
-No soy el único por lo que veo. ¿Por qué estás aún en mi cuerpo?
-La verdadera pregunta es por qué no lo estás tú.
-Larga historia.
-Tengo tiempo.
-Nada de eso. ¿Dónde está Bakanda?
-¿Te interesa? En tu trono, payaso coronado.
-¿Lo dejaste atado ahí?
-No podía dejarlo vagar por ahí destruyendo nuestras memorias en medio de una rabieta.
-¿Se puede saber de qué hablan los dos?- dijo Komui recordándoles que no estaban solos.
-De Bakanda- dijeron ambos.
-Vaya shounen, te luce el nuevo look. Pero me gustaria escuchar la historia de cómo quedaste en el cuerpo del niño bonito y como Neah se quedo en tu cuerpo con él.
-Secundo la moción- dijo Road muy sonriente.
-A decir verdad me gustaría saber qué hacían en mi laboratorio.- dijo Komui quien mostraba una mirada siniestra y los demás estaban expectantes.
-Ah...- suspiro cansado para tomar aire y empezar a hablar -sucede que Kanda me está entrenando, no puedo controlar los poderes de Neah ni manejar mucho los míos sin atraer una manada de akumas.
-Allen no habías dicho nada antes- exclamó preocupada Lenalee.
-No los quería preocupar como lo estas ahora. En fin, después de entrenar como espartanos fui a tomar una ducha para ir a cenar.
-Allen narra completo porque lo recuerdo hasta ahí de otra forma.
-¡Neah! Esta bien, despues de entrenar me perdí buscando el comedor y volví a mi habitación a tomar una ducha y cambiarme a ver si recordaba cómo llegar desde ahí. Al salir Kanda iba en el mismo camino y supuse que iba a cenar así que lo seguí... ¡pero el muy maldito lo sabía y me desvío por diversión y acabamos en el área científica! Discutimos como siempre.
-Y hasta ahí lo recuerdo yo- dijo Neah.
-Luego de eso me fui enojado y entre por la primera puerta que haye. Me eche en una esquina a pensar en el hambre que tenía y luego de pocos segundos el idiota me siguió diciendo que debíamos salir de ahí, que era el laboratorio de Komui y entendí de inmediato porque lo dijo pero era tarde, ya Komui-san notó la presencia de intrusos y comenzó a buscarnos, cuando estaba muy cerca me puse nervioso y... Choque con Kanda *con sus labios...ugh*. Los estantes se movieron luego y cayeron los tubos de ensayo y luego vi una luz muy brillante, luego nada, y desperté en la enfermería en el cuerpo de Kanda. Es todo lo que sé.
-Todavía me acuerdo cuando chocaron y luego se fueron de espaldas contra los estantes...- comentó Komui muy divertido.
-¿Tú nos viste chocar?
-Sí, vi "todo" incluido el mgmt...- no termino ya que cierto inglés azabache le tapó la boca.
-Omite los detalles Komui-san- dijo suplicante para luego poner la cara de cabreado de Kanda y susurrarle -o si no, estrenaré a Mugen contigo.
-No vi nada- dijo con la cara azul de miedo, Allen daba tanto miedo como el japonés.
-Ahora, Neah, liberalo.
-Ya voy, ya voy, te regreso a "tu" amargado.
-¡Neah!- dijo apenado yéndose encima de su cuerpo.
-¡Pero qué demonios haces maldito brote de habas!
-¿Kanda, eres tú?
-Me puedo ver como el moyashi pero obvio que soy yo. ¿Que rayos me paso?
-Kanda, no debes decir abiertamente lo que recuerdes de donde estabas en tu sueño, ¿me has entendido? Después te explico.- dijo Allen en un susurro antes de alejarse de él. -estabas inconsciente, nada más- dijo sonriendo.
-Wao si Yu sonriera así todo el tiempo sería todo un conquistador, ¿nos vamos a dormir ya? Tengo sueño.- dijo Lavi cambiando de tema.
-Buena idea, vamos a descansar, mañana veremos qué solución le damos a esto.
-Yo aún tengo hambre- dijo Allen con un mohín adorable en el rostro de Kanda que enterneció a más de uno.
-Camina al comedor y deja de hacer esos gestos con mi cara, me siento raro viendome a mi mismo actuar así.
-No eres el único- dijeron los demás con corazones en los ojos.
-¿Qué crees que estás haciendo moyashi?
-Voy a dormir. Y mi nombre es Allen, Bakanda.
-Y se supone que dormirás con tus ropas, porque estoy seguro que a mi cuerpo no le entran tus ropas. Además Komui dijo que no debemos dejar que los demás lo sepan por ahora, sería sospechoso que te vieran salir de tu cuarto con mi cuerpo.
-Esta vez tienes razón Kanda. Ven te enseñaré dónde están mis cosas y luego tú harás lo mismo.
-Por fin usas tu cabeza de moyashi para algo útil.
-Te recuerdo que en estos momentos el único moyashi aquí eres tú.
-Tsk. Cállate.
P.O.V. Kanda
Entramos a la habitación del moyashi y me mostró donde estaban sus ropas, por lo demás la habitación era común como las demás, una cama, el baño, un closet, una mesa de noche, un sofá individual y mesa para café, una silla cerca de la cama era la única diferencia a parte de la ropa. Salimos hacía mi habitación y al entrar me dolió un poco la cabeza repentinamente, luego se nublo mi vista y perdí el equilibrio, se que el moyashi me atrapo pero luego todo se oscureció. Desperté de nuevo en ese paisaje extraño de noche con la tenebrosa media luna en el cielo negro yo sentado de nuevo en el trono, esta vez sin las cadenas puestas, una sombra se acercaba y me puse alerta.
-Vaya, ¿que tal afeminado?
-¿Quién demonios eres tú y por qué te pareces al brote de habas?
-Soy Neah, estas en nuestra conciencia, por algún motivo que desconozco, mi conexión con Allen permaneció en el cuerpo de él y no me fui con él, por lo que por ahora y hasta que vuelvan a la normalidad, tu eres el contenedor de mis memorias y mi único medio de comunicación con Allen.
-¿Qué es lo que quieres del brote de habas? Consiguete otro recipiente.
-Ójala pudiera.
-¿Cómo que no puedes?
-Como lo oyes, no quiero poseerlo pero no tengo opción, estoy en su cuerpo porque él lo aceptó, sólo que él no lo recuerda.
-Explícate mejor.
-No debes saber de esto. Esto solo nos incumbe a nosotros.
-Y si no permito que él desaparezca ¿qué?
-¿Por qué te importa lo que le pase? Siempre discuten, eres más grosero con él que con el resto. Y además no te das cuenta cuanto lo lastimas.
-No sé de qué hablas.
-¿Ves? Ni siquiera sabes por qué o cómo lo dañas.
-Y supongo que tu si lo sabes.
-Sé más de Allen que el mismo. ¿Qué quieres de él?
-Salvarlo.
-¿Por qué?
-...
-Te gusta... ¡Cielos! ¿Cómo no me dí cuenta antes? Por eso lo ayudas y te importa, pero no sabes como demostrarlo más que entrenandolo para dominar mis poderes y que yo no lo consuma.
-¿¡Pero qué... de dónde sacas semejante basura como esa!?
-No lo niegues. Ambos son tan obvios. Es verdad que del odio al amor solo hay un paso.
-¿Amor? Ni de puto chiste me fijaría en un moyashi.
-Si claro y yo soy Juana de Arco.
-¿Quién?
-Olvídalo. Debes despertar o a "tu" moyashi le dará un colapso. Llora como niña cuando estás involucrado.
-Que llora... de qué estás...
-'Kanda... despierta... Kanda...'
-Ves, te dije que le dará algo si no despiertas.
-*No me jodas, no puede estar llorando por mi, ¿o sí?... espera ¿y eso a mi que me importa?*
-¿Sabes que oigo tus pensamientos no? nuestras mentes están conectadas de cierta manera. Ahora ya despierta niño cara bonita, 'o mejor dicho moyashi...'
P.O.V. Narrador
-¡Kanda!
-¡Maldito noah! ¿Eh?
-Kanda...- sus ojos estaban rojos y tenían lágrimas contenidas en ellos. -creí que no despertarias...
-Tsk. ¿Acaso estás llorando como una niña?
-¡Baka! ¡no sabía qué hacer, te desmayaste y no despertabas! ¡además aún no controlo tu cuerpo y así pesas mucho para quitarte sin lastimarte!
-¿Que peso? ¿En este cuerpo tan enano? No me hagas reir porq...- prestó atención a los detalles, sus ojos se abrieron desorbitados, estaban tirados, en el suelo, viéndose de frente, y él aplastando al moyashi dentro de su cuerpo, este último con un notable sonrojo ahora que estaban serios. -Tsk.
Se levantó lo más rápido posible e hizo como si nada, le enseño donde estaban sus cosas y se dispuso a marcharse, cuando sintió un jalón leve de sus ropas.
-Y ahora ¿qué?
-Etto... Kanda, ¿cómo me bañaré en la mañana?
-Pues en la ducha claro.
-Me refería a tu cuerpo, Bakanda, no me gustaría verte desnudo aunque este dentro de tu cabeza.
-'Sin embargo no le importa que yo sepa hasta como se ve'...*¿qué fue eso?*...'soy yo afeminado, recuerda que oigo lo que piensas cuando quiero, y esta conversación se pondrá interesante'...*¿de qué hablas?*...
-Kanda...
-'¿Eres imbécil o qué? A claro, tú si quieres ver el cuerpo de Allen desnudo...' *...*- se puso notablemente rojo.
-Kanda...
-'Pareces loco, contesta'... Tsk. ¿Qué quieres? ¿Que te bañe y tú a mí para que no te vea?
-Ka-ka-ka-¡Bakanda!- sus mohines solían divertir en sobre manera al japonés pero verse a sí mismo así lo hacía recordar los tiempos en que reía con Alma, y así recordar la promesa que le hizo al moribundo Alma antes de convertirse en polvo.
-Ha... ha ha... ha ha ha...
-¿Te estás burlando de mí? espera ¿tú te ríes?
-Estúpido brote de habas- dijo riendo aún -solo vendate los ojos e imagina que eres tú mismo.
-No sabía que tenías sentido del humor, ¡un minuto! Ahora lo recuerdo ¡Estamos en este embrollo por tu tonto sentido del humor!
-¿Y ahora es mi culpa ser un desorientado? Oh, ¡cierto! No lo soy, eres tú. Inútil.
-...- no cruzo ni media palabra más, sus ojos mostraban unas mínimas lágrimas que amenazaban con salir despavoridas de sus ojos y él no permitiría que lo vieran derrumbarse de nuevo como aquella vez...
~{Flashback, P.O.V. Allen}~
Estaba en la plaza de un pueblo algo grande cerca de la zona mercantil, me había perdido como siempre pero gracias a un buen anciano logré llegar a esa plaza para hacer un show de los que aprendí en el circo con Maná y en equipo con aquel hombre mayor comenzamos el show, usaba el viejo traje de payaso de Maná y tenía el rostro todo maquillado desde que entré al pueblo, así me escondía siempre y lograba conseguir dinero para comer y dormir. Luego de un rato habíamos logrado atraer un buen público, el hombre con la música de su pequeño instrumento y yo con mis acrobacias, Timcampy me hacía cosquillas de vez en cuando al estar metido entre mis ropas. Entre mi mi acto pude notar una fría mirada que hacía que me dieran escalofríos, el sentir me era extrañamente familiar, luego de unos segundos más noté de donde provenía aquella mirada pesada, siendo de un par de ojos zafiros muy conocidos para mí, ojos que pensé no volver a ver desde que lo deje en Martel y ahora resulta que volvió a la orden, el causante de muchos de mis insomnios aunque desconocía el motivo, pero ver a Yu Kanda ahí me ponía los nervios de punta.
Noté que se me quedaba mirando, fijamente, me puse más nervioso si se podía y empecé a sudar frío. Noté también que Johnny venía con él, me alegraba saber que está bien, pero todavía me pregunto qué hace ese par juntos.
-¡Kanda! ¡Por aquí hay otro al que no hemos ido a preguntar por Allen!
-Tsk. Vamos.
Me buscaban a mí. Entiendo que Johnny quiera encontrarme, ¿pero Kanda? Eso no lo entendía ni un poco. Estaban alejándose para mi suerte pero entonces pasó lo que no debía pasar, una mancha distorsionada se dibujó en el suelo simulando ser agua y de ella emergieron un grupo de akumas de varios niveles, atacando a los pueblerinos por haber sentido mi presencia, me descuide.
Uno de ellos siendo el último que quedaba en pie quiso atacar a una pequeña y fui en su ayuda, nos tragó a ambos, no tuve más remedio que activar mi inocencia y destruirlo desde dentro para salvar la vida de la pequeña, perdí mi peluca de payaso en el proceso.
-Lamento que tuvieras que ver la cara fea de este payaso pequeña.
La devolví a sus padres mientras todos corrían despavoridos por el miedo, al disiparse la cantidad de gente pude ver al par de antes mirándome fijamente, en especial Kanda, Johnny se lanzó a mi encuentro llorando con los brazos abiertos, le deje ser, al fin y al cabo yo también lo había extrañado, luego retrocedí mirando muy serio a Johnny, lo aparte y me eché a correr, o eso intente, Kanda era más veloz que yo como de costumbre y me tumbo, bueno, prácticamente se me tiró encima para que no escapara. Tomó unos minutos mirándome hacer mi clásico mohín, el cual él sacaba muy fácilmente de mí, luego de mirarme con enfado un rato llamo a Johnny y le pidió una toalla o pañuelos, a lo que él le dió una toalla pequeña y áspera, Kanda la tomó y comenzó a frotar desmesuradamente el pedazo de tela rústica contra mi rostro hasta que me ardía, me quejaba de dolor obviamente, cuando se detuvo al fin habló.
-Ahora sí, este es el moyashi que conozco. Sabía que tenía ganas de partir en pedazos al payaso por algo.
Sus palabras fuera de molestarme me sorprendieron, él también me extrañaba de cierta forma. Por culpa de otro grupo de akumas cambiamos de posición al fin y luego de exterminar a varios sin éxito decido escapar para que los dejaran a ellos en paz, y lo logré, me escondía debajo de un puente sufriendo la agonía de tener que alejarme y luchando contra el rechazo a mi inocencia que en mal momento me atacaba. Y gracias a ese ataque me volvieron a encontrar, querían que volviera con ellos a la orden, y vi a Kanda, su mirada casi inexpresiva mostraba sinceridad y melancolía al mismo tiempo, no pude más y me desmorone. Nunca había llorado así desde lo de Maná, ni siquiera cuando perdí a Cross. Lloré porque en verdad no quería alejarme de ellos, no quería alejarme de él, no quería que salieran lastimados por mi culpa...
~{Fin del flashback, P.O.V. Narrador}~
El albino salió despavorido de la habitación, corría, no sabía hacia donde, pero corría realmente rápido, era muy cierto que el cuerpo del japonés era veloz, no sabía que tanto pero llegó a la azotea de la orden y estaba solo al fin. Hayi soltó sus debilidades al aire y como testigo la luna, no quería ser un llorón pero algo le dolía, algo en su pecho molestaba y no encontraba descripción para aquello. Antes de notarlo sus mejillas estaban cubiertas por lágrimas que salían de su alma, no podía más, había llegado a su límite.
-Tsk. Había olvidado lo lento que es tu cuerpo comparado al mío. De haberlo recordado te habría det... ¿estas llorando?
-Vete, Kanda. Dejame solo.- el albino mantenía la mirada baja para esconder inútilmente su estado de ánimo.
-Para eso no tengo que irme. Siempre lo estas.
-No necesito que me lo recuerdes, lo sé muy bien.- eso lo lastimó aún más, era la segunda vez en un año que notaba lo solo que había estado siempre.
-¿Y? ¿lloras por eso?
-Soy un inútil que no puede hacer nada solo, que se pierde en un lugar donde hace meses vive, que no puede usar sus poderes sin atraer akumas por todas partes. Soy completo inu...
-¡No lo eres! Tsk... ¿quién es el que nos sacó a mí y a Alma de la orden y nos dio libertad? ¿quién ayuda a todos con una estúpida sonrisa en su rostro todo el tiempo? ¿quién es el destructor del tiempo? ¡No me vengas con esa mierda de que eres inútil por no saber controlar tus demonios interiores!, además ahora no es momento de preocuparse por eso, sino por volver a la normalidad, pero mientras seguiremos con las meditaciones, te aseguro que el noah idiota de tu interior está controlado por ahora...'oye eso dolió'... Tsk. Cállate.
-¿Hablas con Neah?
-Para mi mala suerte, sí.
-¿Pu-puedo hablar con él, un momento?
-¿Lo extrañas? bien, solo será un momento. Sal, *idiota con complejo de cupido*
-¿Kanda?
-Hola Allen-kun, ¿cuánto tiempo?
-Neah... Solo han pasado un par de horas. ¿cómo es que tú...?
-Él niño cara bonita me dejó salir un rato... Ya sé, ya sé, seremos breves pero déjanos a solas.
-Ustedes ¿se hablan?
-Si, pero no me hace caso casi nunca. Ya no nos oye, ahora cuentame Allen ¿de qué querías hablar conmigo?
-¿Seguro no nos oye?
-Sip.
-Ok. Neah debo hallar la manera de remediar esto, debo volver a mi cuerpo, y sobre todo debe ser antes que el conde se entere.
-Lo sé y te entiendo, no es divertido estar en el cuerpo de la persona que te...
-¡No digas idioteces Neah! No estoy de humor para esto.
-Solo digo lo que es cierto pero te empeñas en negar. Además deberían intentar besarse al menos.
-¡Eres un idiota pervertido!
-No estoy bromeando, en primer lugar fue lo último que hicieron antes del baño de menjurjes que se dieron.
-No quería recordar eso, además él parece no recordarlo. Lo sabía, que había pasado y Komui lo confirmó pero... Él jamás dijo nada, supongo que no lo recuerda por el golpe...
-O no lo quiere decir por vergüenza- dijo hecho risas.
-Tal vez...
-Y es que claro, ¿quién lo admitiría frente a la persona que...- se quedó en blanco un rato, sus ojos dorados se tornaron en zafiros y su expresión pasó a una más estoica con el ceño fruncido levemente. -se les acabó el tiempo.
-¿Estabas escuchando?
-¿De qué hablas? ¿sobre volver a nuestros cuerpos? ¿o sobre intentar con el último contacto que tuvimos antes del "baño de menjurjes"?
-¡Nos estabas espiando!
-Qué quieres que haga si eres tan escandaloso. Tsk, ven vamos, mañana tenemos mucho que hacer.
El ahora azabache solo asintió y siguió al estoico japonés frente a él. Llegaron a la habitación de este y entraron, observó por segunda vez el reloj de arena sobre la mesa, lo había visto antes, pero nunca había notado la flor de loto bajo la arena que caía. Decidió dejarse la ropa que llevaba puesta para dormir, al fin y al cabo estaban a un par de horas de que saliera el sol y ya había sido mucha información que procesar para un día. Notó que Kanda se sentaba en un sillón que estaba frente a la cama con una frazada en manos mirando hacia el reloj de arena que él veía antes.
-Kanda, ¿qué haces?
-Prepararme para dormir, obvio.
-No te irás a mi habitación.
-No descansaré fuera de mi cuarto, solo descanso bien cuando estoy aquí.
-¿Y en las misiones?
-Lo mismo. No puedo dormir más de una hora *¿por qué le cuento esto?...* 'será que te gusta...' *Te rebanare si vuelves a decir otra estupidez como esa...* 'ni que pudieras...'
-¿Kanda? ¿Discutes con Neah?
-Tsk. Es insoportable.
-Lo sé, pero no es tan malo. Solo ignoralo y se cansara de intentar hablarte. Aunque a veces sus consejos son útiles.
-Tsk. Ya duermete, hablas más que una cacatúa.- Allen hizo un par de mofletes acompañados por un tierno mohín, mientras se daba vuelta para acostarse, a lo que Kanda se levantó y se aproximo a su cama.
-Si no haces esto te dolerá la cabeza mañana- dijo llevando sus manos a su cabello y soltando la liga que lo sostenía dejando libre los mechones azabaches dispersos en la almohada.
Allen no musitó palabra alguna, la acción de Kanda le sorprendió tanto como haber despertado en su cuerpo, definitivamente debía estar rojo, sentía su cara arder y la escondió bajo las sábanas musitando un leve y muy a duras penas audible gracias, que tal vez no eran por lo del cabello si no por el consuelo de antes, entonces se dió cuenta al fin, porque cuando se trataba de Kanda le dolía el pecho, porque le seguía la discusión a extremos como casi matarse a golpes, porque su opinión tenía tanto peso, porque no sonreía durante su ausencia y porque pensaba tanto en él, se sentía un ciego y un ignorante, todo este tiempo hubo una razón simple detrás de todo aquello y de su notable sonrojo en ese momento. Se había enamorado del estoico, grosero y conflictivo japonés. -*Definitivamente soy masoquista...*- pensó.
A la mañana siguiente, Kanda despertó temprano siendo algo de peso sobre parte de su cuerpo, más directamente sobre las piernas, al fijar la mirada torpemente distinguió a Allen recostado sobre sus piernas dormitando. Le llamó la atención saber que su cara lucía así cuando dormía, pero mucho más entender ¿qué hacía el brote de habas ahí?
-Oe, ¿qué carajos haces, brote de habas? oe, despierta, ¡oe!- empezó a preocuparse.
-Hmm... no... no te lo lleves...- al parecer tenía una pesadilla -dame mi último dango...- la gota que derramó el vaso, estaba por patearlo lejos cuando -Kanda... no te... vayas... de nuevo...
-Oe, Allen, mira un dango del tamaño de la cabeza del conejo idiota.
-¡Eh! ¿Dónde?...- se levantó frotando sus ojos, y al darse cuenta su posición brinco hasta el otro lado de la habitación -¿pero qué rayos?
-Eso quiero saber yo ¿que tengo cara de almohada o qué?
-¡Go-gomen! ¡A veces cuando estoy muy cansado camino dormido!.
-No te creo- 'creele, es muy gracioso cuando despierta sin saber cómo llegó a donde está...' *hasta dormido eres despistado...* -ok, te creo por esta vez.
Holis holis mis bellos exorcistas, es viernes y ustedes lo saben! Es viernes de actualización! Y como lo prometí este capítulo quedó más largo que el primero ya que el anterior incluía el prólogo y en este es pura trama.
Allen recuerda eventos pasados de su reencuentro con Kanda y Johnny (hechos reales del manga) y pronto recordará un hecho trágico para él que lo devastó en el pasado y que atribuyó a su soledad. Tienen idea de cuál es?
El camino hacia el Yullen se está cocinando apenas, tengan paciencia. Mucha. Bueno no tanta (o si?😉)
Ahora un extra muy especial que se me ocurrió.
Teatro Omake
En el salón de clases sale Allen en el cuerpo de Kanda con el rostro apoyado sobre el pupitre y Lenalee está de pie a su lado con Lavi sentado al frente de él.
-Nee Yu~, digo Moyashi-chan, es que es difícil acostumbrarme.
-Moo~ que malo eres Lavi, ¿no ves que Allen no está para bromas?
-¿Y por qué? ¿Allen?
-...
-Es que Neah le ha sugerido a Allen que bese a Kanda para volver a la normalidad.
-¿¡Qué!? ¿Y Kanda que ha dicho?
-Me ha dado calabazas* antes de decirle lo que dijo Neah...
-No entendemos- dijeron Lavi y Lenalee.
-Es que me puse nervioso y en vez de decirle primero, trate de besarlo.
-¿Y saliste ileso?- dijo Lavi sorprendido.
-No- levanta el rostro del pupitre y se le ve una huella de zapato estampada en la cara.
Fin.
Dar calabazas: rechazar, más oportunamente hablando, cuando te rechazan al confesar tus sentimientos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top