Capítulo 16. Promesas rotas
Dedicado a:
Inufan4rever, Alinino, VarelaDCampbell, AlemanyReyna, CarolinaAlfaro024, EvelynJoanyMendez, natsumidragonil, DarKiara, adriananaus, Naomi_Martinez16, Yuki_Is_Love, Chema_D_Lois, Hidamarilossi15, Anabell_Martinez y a moyashisa16 que la adoro igual que a su fic. :-)
-¿Kanda?
-Oh, Kanda-kun, bienvenido, ¿así que eres tú eh? superaste el récord en deshacerte de mis cuervos, claro que no son como los primeros, pero bueno, eso no es lo importante aquí. Me sospeche que podrías ser tú el padre de la criatura que espera Allen, pero él no me quiso decir una palabra ¿puedes creerlo?
-Aléjese de él.
-¿Acaso me estás amenazando?
-Tómelo como desee.
-Kanda cálmate- dijo el albino muy tranquilo y frunciendo el ceño por la intromisión.
-¿Hah?- el azabache no comprendía porque debía calmarse, analizó un poco la situación ya que entró ensimismado en 'rescatar' a Allen; el albino estaba sentado comiendo uno de esos dulces que Leverrier siempre trae consigo, sentado a un lado de él está el inspector Link bebiendo una taza de té del cual el albino y Leverrier también tienen una, Link acariciando el vientre de Allen y finalmente Leverrier tomando fotos del albino con su pequeño vientre al descubierto -¿qué demonios están haciendo con el moyashi?
-Ya que está aquí ¿por qué no toma asiento general Kanda? ¿le gustaría un té verde y un trozo de pie* de manzana?
-No- era obvio que no aceptaría nada de ese hombre, aún le sorprendía cómo es que Allen confía en él por 'haber descubierto su máscara de maldad' en un pasado donde solo lo utilizó como chivo expiatorio para desbancar al vaticano.
-Leverrier-san, si me disculpa me gustaría retirarme.
-¿Qué pasa? ¿acaso te sientes mal Allen?
-Un poco, nada que no se remedie con una siesta, gracias por el pie, estuvo delicioso.
-Te dejaré otro hecho antes de irme, lo enviaré más tarde con Link.
-Se lo agradezco- el albino se puso en pie y se retiró de la oficina sin siquiera voltear a ver al nipón, el azabache, quien había permanecido a un lado de la puerta mirando todo, dio un giro sobre sus propios pies con la intención de retirarse tras el albino, cuando la voz del antiguo secretario de la central, ahora dirigente y parte del consejo del nuevo vaticano, llamó su atención.
-Y dígame general, ¿como va el progreso de su estudiante?
-Excelente- contestó aún de espaldas -si sigue así pronto me desharé de ella, un año o dos.
-Que bien, por otra parte, tengo por entendido que su arma anti-akuma ya está siendo forjada, lo que significa que pronto podrán volver a su expedición a por nuevos acomodadores, un mes o dos...
-¿Qué está insinuando?
-Lo que es obvio, no veo más motivo para que usted permanezca aquí mucho tiempo después de que su alumna tenga su arma lista, ya sabe, es mejor aprender en la práctica.
-Yo decidiré cuando Mariko esté lista para salir al campo de batalla, no usted.
-Es eso o... ¿será que se ha encariñado con el feto que lleva Allen en su vientre? después de todo fueron sus genes los utilizados para la inseminación. Y supongo que usted lo viene sabiendo desde hace algún tiempo lo cual lo hace creer que tiene algún derecho sobre este o sobre Allen Walker.
-...- prefirió guardar silencio, sabía que ese hombre se traía algo entre manos y si decía algo de más él pondría más atención en el asunto -creo que está teniendo una idea errónea de mi, me importa muy poco el mocoso ese, en cuanto a lo que lleva dentro de sí, si en una parte de mi es lógico que quiera sus manos lejos de ese feto, después de todo, no he olvidado lo que le hacen a sus experimentos, solo le advierto que espero que no sea compatible con la inocencia y así lo dejen en algún orfanato, lejos de su maldad.
-Oh no, mi querido general Kanda, si ese fuera el caso me lo llevaría conmigo, después de todo no tengo herederos de mi apellido, esa criatura podría ser quien lleve mi apellido a trascender.
-Se lo advierto, aléjese de ellos.
-Podrás decir que no te importa ni un poco, pero se nota que estás ansioso por la llegada de ese bebé al mundo, tanto como lo está Walker. Bueno, tengo un pie que preparar antes de partir, con su permiso, general.
El hombre se retiró de la oficina seguido de Howard Link, el azabache estaba que echaba chispas, ¿qué le habrá dicho el moyashi a ese hombre para que crea que fue inseminación? entendía que era por el bien de ambos y por eso le siguió el juego en esa parte, por el bien de los tres, ese tipo insinuaba que él debía seguir con su expedición lo más pronto posible, para dejar a Allen solo los últimos meses de su embarazo, y solo Dios sabe que podría pasarles, ¿pero que tal si empezaban a vigilarlos? ¿y si todo se empeoraba por quedarse juntos? después de todo faltaban unos cinco meses para que Allen diera a luz, lo único que debía hacer era volver antes de que esas fechas llegaran para estar al lado del albino y protegerlo de todo y de todos, ¿no?
Salió de ahí decidido a hablar con su moyashi, pensó en que primero debía ir a su habitación, estaba cerrada, dedujo que lógicamente eso significaba que estaba dentro pero que no estaría dispuesto a abrir. Toco varias veces en silencio, pero no le daba respuesta, supuso que el albino sabía que era él quien tocaba y estaba en lo cierto, convenientemente el noah del placer merodeaba por ahí en esos momentos.
-Espadachín-kun~ ¿qué pasa? ¿el shōnen no te deja entrar aún?
-Tú... entra y abreme la puerta.
-¿Por qué debería? seguramente el shōnen me matará o me hará algo peor si te dejo entrar.
-Porque si no lo haces o te haré algo mucho peor- dijo con la peor de las auras que ha tenido nunca, con inocencia en mano y activada, dirigida al cuello del emblemático noah del placer.
-Ok, ok, baja tu arma, no lo haré por ti sino por el shōnen, él ha está muy decaído últimamente, además deberías recordar que la única inocencia que me hace daño a mi es la de él.
-Cállate y abre de una vez.- el noah haciendo uso de sus habilidades para traspasar cualquier cuerpo u objeto entró a la habitación.
-Yo me largo- dijo una vez abrió la puerta y salió -y ni se te ocurra decir que te ayude.
-De ninguna manera.
Dentro, la habitación estaba casi a oscuras, la única luz provenía de la que era su habitación con el albino, abrió la puerta para encontrarse con la luz encendida pero el lugar vacío, en su lugar había una puerta del arca abierta en la cual no dudo en entrar, esta lo llevó al salón del músico, ese que solo Allen puede encontrar dentro del arca, la música del piano inundó sus oídos acompañada de un leve canto, era esa clásica canción de cuna de tonos tristes cantada en su idioma, la misma que escuchó en la batalla de Edo cuando no supo cómo llegó al arca junto con Krory quien y el conejo, por quien supo que a ambos, él y el tipo con complejo de vampiro, habían muerto en las habitaciones en las que habían permanecido y que Allen los había devuelto a la vida de manera misteriosa hasta para el mismo, solo por su deseo de que así fuera.
-¿Qué haces aquí?- la voz melodiosa de Allen detuvo su canto en abrupto al notar la presencia del nipón en la habitación.
-Deja de evitarme, moyashi.
-Es Allen, y sigo molesto contigo.
-Ya, pero estás llevando tu molestia muy lejos, no quiero dormir en tu antigua habitación otra vez.
-¿Sacaste a Anel de mi vieja habitación?
-No tenía opción, era él o la kobito-chan.
-Sigo sin saber ¿qué haces aquí?
-Vine por ti, ¿qué pasó con ese maldito perro del vaticano?
-Nada, no saben nada de nosotros, solo piensan que hicimos la inseminación de manera artificial y que tú no te enteraste hasta después de realizada.
-Ellos lo ven como un experimento, ¿aún confías en ese tipo?
-Confió hasta donde es seguro, siempre guardo mis desconfianzas para mi.
-¿También desconfias de mi?
-No dije eso.
-Pero no me quieres cerca ¿acaso eso no es un comportamiento 'infantil'?
-Pero Yu...
-¿Te parece justo que me alejes de mi familia?
-Eso no es...
-¿Cierto? ¿eso ibas a decir? sabes, tu querido Leverrier no se cree eso de que no tengamos nada que ver, me dió instrucciones de partir cuanto antes para seguir con mi expedición, tan pronto Mariko se acostumbre a su nueva arma anti-akuma me tendré que ir ¿en verdad aprovecharás ese tiempo para tenerme fuera de este cuarto y lejos de ti por una tonta pelea?
-Yu... ¿te irás?
-Tendré que hacerlo en algún momento- la mirada violácea del albino se nubló ante la presencia de las lágrimas amenazantes por salir de su cauce sin piedad ni contemplación -pero volveré a tiempo para recibir al bebé.
-Yo quiero ir contigo.
-Ni hablar, te traje de regreso porque temo que les pase algo, llevarte conmigo nuevamente sería como declararme loco, y eso no lo estoy. Mi modo de protegerte será ese, a la distancia hasta que sea necesario que vuelva.
-No quiero que te vayas- los fuertes brazos de Kanda rodearon al albino, él tampoco deseaba dejarlo pero era inevitable si quería que él y su retoño estuvieran bien -prometemelo Yu, promete que no me dejarás solo en ningún momento, podemos enfrentar todo juntos.
-Allen...- las lágrimas ya corrían sin permiso por el rostro del albino y eso le partía el alma, no podía dejarlo solo sin que se desmoronara -está bien, no te dejaré solo, lo juro.
~{3 meses después, siete meses de gestación}~
El sol se abría paso por los enormes ventanales de la habitación, pero el albino se rehusaba a salir de la cama y se volvía a enrollar entre las sábanas, por el tamaño de su vientre se apreciaba que estaba en esa etapa donde su bebé estaba creciendo rápidamente; cansado de ver a su amo dar vueltas revolviendo la cama más de la cuenta como era su nueva costumbre, el golem de alas y cuerpo dorado mostró a la luz del sol sus afilados dientes los cuales encajó en la oreja del albino, terminando de despertarlo definitivamente.
-¡Ouch! ¡Tim! itai~, ya voy, ya voy, ya estoy despierto...- Allen se levantó acariciando su oreja, últimamente el golem tenía que cumplir la función de despertador de su amo desde la ausencia del azabache -cielos, ya han pasado casi dos meses ¿eh Timcampy?- dijo con nostalgia recordando la partida del nipón de la Congregación de las Sombras, ese día había llorado a mares y se habría deprimido de no ser por el apoyo de sus amigos, que aunque fueran y vinieran de misión en misión mientras él estaba casi 'recluido en casa' por así decirlo, por su estado, siempre se turnaban para apoyar al albino en su sentimiento de seguridad.
~{Flashback}~
-Allen...
-¿Qué sucede Yu?
-¿Por qué crees que sucede algo?
-Me acabas de llamar por mi nombre...
-Está bien, iré al grano, debo partir de la Orden esta noche.
-¡Pero Yu tú dijiste que...! dijiste que... que no me dejarías solo... ¡lo prometiste!- el albino rompió en el llanto siendo algo inevitable para él.
-Lo sé moyashi, pero no me queda opción.
-¡Pudiste negarte!
-¡Allen reacciona! hice lo posible pero ya no puedo ocultar los avances de la kobito, te seguro que volveré a tiempo antes de que des a luz...
-¿Cómo puedo creerte?
-Te llamaré siempre, pero recuerda que alguien podría oír nuestra llamada a través del golem, así que no vayas a ponerte cariñoso.
-¡Yu! moo~- dijo aún llorando como un niño pequeño al que tratan de hacer reír sin lograrlo del todo -wakatta*, pero no olvides llamar o te castigaré.
-Lo haré, la tarea de la kobito será recordarmelo si lo llego a olvidar.- dicho eso le planto un beso, debía empezar con sus maletas, pero Allen prefirió darle una buena 'despedida' a su pareja.
~{Fin del flashback}~
A pesar de la ausencia del azabache, este se mantenía en contacto con Allen a diario, siempre le llamaba a través del golem aunque sus conversaciones no eran para nada íntimas sino de temas triviales, a sabiendas de que cualquiera pudiese interceptar su conversación, el fin era oír la voz del otro. Por otra parte los entrenamientos con el moreno de ojos color menta iban progresando poco a poco, aunque a Allen no le convencía, para ser del tipo parásito había tenido varios problemas con el dominio de su poder, ya que en aquella ocasión en que derrotó al akuma en su tierra natal no fue más que bajo el dominio de su ira contra este. Ahora se encontraba dando su entrenamiento semi-matutino al moreno, luego de desayunar claro está.
-Mal. Hazlo otra vez...
-Pero, Allen-sama, no entiendo que es lo que hago mal.
-No tienes equilibrio, debes dominar tu equilibrio bajo cualquier circunstancia, Lavi, atacalo de nuevo.
-¡Hai, moyashi-chan!
-Lavi... cuando estamos entrenando ¿puedes dejar de decirme así? me desconcentras- la realidad era que le hacía recordar a Kanda, pero nunca lo decía para no preocupar de más a sus amigos.
-Gomen, bien, aquí voy Anel-kun.
-Sí
Mientras los chicos se daban batalla y Allen les observaba sentado en un rincón del salón de entrenamientos, el albino se dio cuenta de que desde hacía unos minutos no se sentía del todo bien, un dolor de barriga leve, nada grave, seguramente le había caído mal algo de lo que se comió, pero eso le resultaba extraño, nunca la comida de Jerry le había caído mal. A los pocos minutos dejó de molestar su estómago y terminó por dejar esa molestia de lado, debía concentrarse en volver a Anel un exorcista competente en el uso y dominio de su inocencia tipo parasitaria, desde que esta se activó aquella vez en la isla, el chico empezó tener ese apetito característico de todo acomodador de una inocencia tipo parásito. Una hora más tarde, el albino detuvo el entrenamiento.
-Bien, ya fue suficiente chicos.
-Pero yo aún no me canso Allen-chan~- dijo Lavi con una enorme sonrisa, estaba teniéndola fácil con el chico de ojos menta.
-¿Hah? yo estoy agotado, ¿acaso tienes algo en mi contra Lavi?- protesto el moreno ya cansado, lo que le faltaba por dominar era mínimo pero le tomaba mucho esfuerzo y aún no se había terminado de acostumbrar a la lucha cuerpo a cuerpo ya que antes del encuentro con Allen, Mariko y Kanda, nunca había tenido la necesidad de combatir así, a lo mucho una pelea en un bar que no pasaba a mayores.
-Para nada, solo que mi resistencia también mejora con los entrenamientos de Allen, no es como el Panda o como Yu, ellos son muy severos y te dejan todo a tu juicio sin decirte en donde debes mejorar, tienes un gran general Anel-kun.
-Hmm- asintió el dominicano -en eso tienes toda la razón, pero...- el sonido de su estómago hizo un eco muy sonoro en toda la sala -me temo que ya agote mis reservas de energía.
-Ha ha ha- rieron Lavi y Allen hasta que el estómago de Allen se unió al coro con el de Anel.
-Bueno, supongo que por eso detuviste el entrenamiento justo ahora.
-Pues ya que lo sabes andando, quiero comer algo pronto- mientras se ponían en marcha al lugar, el dolor regresó al albino con un poco más de fuerza que la vez anterior, siendo ignorada igual que la primera vez -*ya entiendo, es porque tengo hambre que me viene doliendo desde hace rato...*- pensó el albino mientras apresuraba el paso al comedor al lado de su estudiante y su amigo.
Pocos segundos después una mesa estaba por completo repleta de platos, parecía un banquete, no se diferenciaba donde empezaba la comida de Allen que estaba sentado al medio o donde terminaba la de Anel y Krory, este último acababa de volver de una misión junto a Lenalee y la misma no había tenido novedades mayores, Lavi y Lenalee miraban con un tono azul en sus rostros en toda dirección buscando donde poner sus únicos platos para poder acompañar a los otros tres, claro que la cantidad de platos fue disminuyendo muy pronto, dejando espacio para que estos se sentaran, había menos platos donde estaba Anel y Krory, por otra parte, en el medio, donde estaba el albino,seguía casi igual.
-Allen-kun, ¿estás bien?- preguntó la china que estaba más próxima a este, justo frente a él.
-¿Eh? no, nada, ¿por qué lo preguntas?
-Es que no estás comiendo como de costumbre.
-Ahora que lo mencionas, no tengo apetito Lenalee-chan.
-¿¡En serio!?- preguntaron todos sus acompañantes, la verdad ahora seguía con ese dolor en la panza y ahora también sentía dolor en la columna, más específicamente cerca de la espalda baja.
-Hmm, creo que iré a dormir un poco por hoy, gomen Anel-kun, creo que tendrás que seguir solo con Lavi o lo dejamos todo para mañana ¿sí?- dijo levantándose de la mesa dejando toda su comida, solo se había tomado un plato de soba a medio terminar y nada más.
-Allen-chan...
-¿Sí, Lavi?
-Puedo equivocarme pero, ¿acaso te duele el cuerpo de alguna manera?- preguntó tomando por sorpresa al albino.
-*¿Cómo lo supo?* bueno, la verdad es que sí, pero, no sé porque.
-Es que te he visto hacer esa mueca de dolor desde antes del desayuno.
-¿En serio? no me di cuenta de que me doliera algo en la mañana ni de que estuviera haciendo ningún gesto.
-Soy un bookman, es mi trabajo observar todo y notar el más mínimo cambio en mi entorno, además las personas no siempre se dan cuenta de los gestos de hacen con su propio rostro, incluso yo.
-Pues ahora que lo dices, la verdad me viene doliendo la panza desde hace un rato y ahora también la espalda baja.
-Debemos ir con nii-chan cuanto antes- la sugerencia de la china fue aceptada por todos sin objeción alguna.
-Ah, pero no es necesario que todos vengan, seguro y no es nada grave.
-Tonterías, deja que tus amigos te concientan ¿sí?- dijo Anel con una enorme sonrisa para convencer al albino, siendo así como todos fueron a la oficina del supervisor.
-Komui-san- llamó Lavi al supervisor, quien como de costumbre se había quedado dormido acostado sobre su escritorio en posición fetal sobre una cama de documentos por firmar, dejando al pelirrojo sin respuesta.
-Oe, oe, haga su trabajo que aún hay mucho por firmar Komui-buchō- dijo Reever entrando a la oficina con una carga de documentos por firmar.
-Komui-san... Lenalee se va a casar con Anel-kun...- susurró el bookman jr. al oído del supervisor haciendo que por fin despertara.
-¡NOOO! ¡MI LENALEE CON ESE PULPO NOO!- grito llorando dramáticamente avergonzando a la chica y de paso al moreno que había sido involucrado en la situación.
-¿Por qué me involucras a mi?
-Gomen Anel-kun, solo era para despertarlo- dijo Lavi riendo cínicamente.
-Era una broma nii-chan, basta que me está dando vergüenza.
-¿Heh? ¿y que se debe su visita chicos? ¿paso algo acaso?
-Nii-chan, ¿puedes revisar a Allen-kun? no se siente bien, le duele el cuerpo.
-Eso no es bueno- dijo el supervisor y científico poniéndose serio -Allen-kun, vamos a la enfermería de inmediato. El resto quédense aquí.
Las palabras decididas del supervisor solo hicieron entrar en preocupación al albino, ¿que estaba pasando con él? ¿acaso le pasaba algo a su bebé? pronto llegaron a la enfermería donde Komui le pidió a Allen que se acostara, mientras le pedía asistencia a la jefa de enfermeras en enviar por la doctora que atendía al albino; comenzó a palpar su vientre, este estaba duro al tacto, Allen ni siquiera lo había notado.
-Allen-kun, siéntate un segundo y dime, ¿ves manchas negras en el aire?- hizo lo solicitado y hasta se mareo por levantarse tan de improviso.
-Ahora que me levante sí, ¿que está pasando Komui-san?
-No quiero apresurarme ya que esta no es mi especialidad ni quiero que te vayas a alterar Allen-kun, pero creo que estás entrando en labor de parto.
-¿Qué? no, aún es muy pronto para...
-Lo sé, pero hay ocasiones en que los partos comunes se adelantan por hasta uno o dos meses, y tomando en cuenta que tu embarazo no es común pues...- en eso la puerta se abrió con algo de brusquedad, era la doctora que había llegado ahí muy, muy rápido, al parecer venía camino a revisar la salud de Allen y del bebé cuando se topó con la enfermera que la había ido a buscar justo en la entrada de la orden.
-¡A un lado! déjame revisarte Allen-chan.
-Hai...- con solo repetir la acción de Komui notó que la dureza de su estómago no era más que la reacción del cuerpo al inicio de la preparación para las contracciones venideras.
-¿Sientes dolor aquí y aquí?- preguntó a la vez que palpaba la espalda baja del albino y el punto justo sobre su vejiga, recibiendo una respuesta positiva del albino confirmó lo que debía hacer -es lo que me temía, Komui-san, salga por favor, señoras- dijo dirigiéndose a las enfermeras y la matrona -necesitaré de su ayuda, debemos traer al mundo a este bebé cuanto antes.
-Espere... Kanda no está aquí...- dijo el albino dejando escapar unas finas lágrimas por el regreso del dolor y por la ausencia de su pareja, quien prometió estar con él es ese momento especial.
-Yo le avisaré a Kanda-kun, pero por ahora deben empezar, Allen-kun- dijo el supervisor entendiendo su tristeza.
-¿Dónde está él?
-En alguna parte de Alemania.
-He estado ahí, dígale que use el arca, dejaré un portal para él abierto... Tim...- el golem salió de entre sus ropas después de su larga siesta al oír el llamado de su amo -búscalo a través del arca y traelo de vuelta ¡rápido!- el pequeño ser alado empezó su vuelo a velocidad desapareciendo de la vista de los presentes, atravesó departamento por departamento hasta llegar al área científica, más específicamente a la sala de control del arca donde el portal se abrió de inmediato ante el asombro de los presentes, al ver la acción del golem, Johnny que estaba ahí, comprendió que algo le pasaba al albino para abrir una puerta sin que los demás estén enterados de antemano. El golem se perdió de su vista al atravesar la sombría entrada del portal, apareció dentro del arca donde de alguna manera ya la puerta que debía de atravesar estaba lista; en otra parte, aún en la Orden, el chino trataba de contactar con el nipón con urgencia sin éxito alguno, el chico no contestaba el golem, luego intento con el golem de su aprendiz, está contestó algo agitada y sonaba preocupada. La pregunta de Komui era más que obvia ¿dónde estaba Kanda?
Glosario
Pie*: en español: es una tarta, también llamada torta o sencillamente pastel, es un tipo de pastel tradicionalmente redondo compuesto de una o más capas de masa dulce cocida al horno, decoradas con fruta, chocolate, cremas u otros ingredientes.
Wakatta*: significa entender o comprender, se podría traducir como "entendido" o "comprendido", pero con cierto tono informal; también se puede traducir como "Yo entiendo", "Entiendo", o "Lo tengo".
Holis holis mis bellos exorcistas, esto se esta poniendo fuerte, y las preguntas son las siguientes:
¿por qué Kanda no contesta?
¿por qué Mariko sonaba así?
¿encontrará Timcampy al espadachín?
¿llegará a tiempo para cumplir su promesa esta vez?
No me aturdan por esto, es necesario para el desenlace de este fic, a los que ven lo que publico en mi perfil, sabrán que anuncie que este fic ha durado más de lo planeado, pero no pretendo que supere los 20 capítulos, este era un short-fic que debía tener entre 12 y 15 capítulos como máximo, pero como verán me inspire de más y miren por dónde vamos.
No olviden votar, comentar y añadir a la biblioteca, sigueme si quieres enterarte de datos curiosos, horarios de publicación, anuncios y nuevos proyectos. No olviden que los quiero de gratis...
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