THE SURVIVORS ch 1


Buenos días o noches damas y caballeros, ¿Cómo están en este Día de las Madres? Yo bien gracias a Dios porque las manifestaciones en mi ciudad son mucho menos destructivas que las ocurridas en otras ciudades en mi país Colombia. Gracias a todos los que me han apoyado a mí y a mis demás compatriotas en estos momentos tan cruciales ;)

Pero no enfocándonos en eso, pasemos a esta historia que he querido hacer desde hace mucho tiempo y que al fin puedo llevar a cabo. Como lo pueden ver en el Sumary, esto se enfocará en las chicas Loud y las trágicas vidas que han tenido por culpa de una encarnizada guerra que ha arrasado con todo a su paso.

Advierto que aquí podrá haber escenas y situaciones muy subidas de tono que tal vez lleguen a "incomodar" al lector, así que les recomiendo tener cuidado cuando se topen con esa clase de escenarios (No me hago responsable de posibles daños a la salud mental)

También aclaro que este Fic puede que no sea muy largo, y si se preguntan el porqué, eso claramente lo sabrán más adelante.

Dicho todo esto, iniciemos. The Loud House es propiedad de Nickelodeon y su creador original fue Chris Savino y cualquier aparición o cameos de personajes de otras series son propiedades de sus respectivos dueños, pero esta historia y cualquier OC que aparezca es de mí invención.

CAPÍTULO UNO: UN DÍA COMO CUALQUIER OTRO

Todas estábamos ocultas, inmóviles en nuestras posiciones viendo fijamente como un batallón de esos malnacidos se desplazaban lo mejor que podían entre la espesa nieve sin saber que pronto su sangre la teñirá por completo de rojo acabando con la tranquilidad y paz del panorama.

Cuando se detuvieron por órdenes de su líder, que claramente no sabía ni dónde está parado y los guiaba a pasos de ciego, oímos un chiflido disfrazado del canto de un ave proveniente de Luna con el que nos decía que sus acompañantes también están preparadas para hacer su movimiento.

Le respondí silbando del mismo modo para luego usar unos binoculares y ver a Lucy a la lejanía que desde su lugar hizo unas señas con las manos afirmando estar igual de lista.

-Muy bien. Parece que este grupo es uno de exploración y no cuenta con el apoyo de armas pesadas y de sus bestias de ataque, ¿Todas listas?- pregunté a quiénes están conmigo.

-Sabes que siempre lo estoy para hacer añicos a esos malditos, Lori- me contestó Lola sujetando con fuerza su arco que dispara flechas explosivas, siempre ansiosa por matar a cuántos de esos desgraciados pueda.

-Perfecto- tomé los binoculares para ver a Lynn, qué también haciendo el lenguaje de señas, dijo que está preparada y le apuntó al líder de esos idiotas con su pesado rifle de francotirador One-Shot -entonces arrojen Granadas de Tinta en tres... dos... uno, ¡YA!

Las que se hallaban ocultas en las dunas y montículos de nieve más cercanos a ese grupo de descerebrados surgieron para lanzarles granadas venenosas que crearon una intensa nube de humo verde tomándolos por sorpresa y que tosieran desesperadamente al ser intoxicados no sabiendo que hacer o cómo reaccionar en un inicio.

-¡PAWM!- el poderoso disparo del One-Shot de Lynn no solo despedazo al líder de todos ellos, sino también a casi todos los que estaban a las espaldas de él manchando con los trozos de su cuerpo a los más próximos a su posición.

-¡AHORA, ACABEN CON ELLOS!- ordené después de que mis compañeras y las de Luna también arrojasen sus propias granadas venenosas para que no pudieran ver por sus flancos y sumergirlos aún más en la confusión, siendo tan imbéciles, que se dispararon entre ellos mismos por error.

Todas salimos de los escondites abriendo fuego creando diversos tonos de tiros y explosiones que se combinaban con los de ellos que no sabían por dónde eran atacados y con sus gritos de agonía al ser abatidos manchando la blanca nieve de su inmunda sangre tal y como lo predije.

Algunos de ellos intentaron retroceder, pero en la confusión y desesperación que tuvieron al inicio, no se percataron de como Lucy se les acercó con el sigilo de un gato por atrás y colocó varias minas que al pisarlas les hicieron volar en mil pedazos.

-¡BOMBAS FUERA!- desde la lejanía pude oír este grito recargado de sadismo por parte de Luan justo antes de que una lluvia de misiles disparadas por un Mortero cayesen sobre nuestros enemigos cuando la intensa humareda verdosa que los rodeaba empezó a dispersarse.

No hace falta detallar como casi todos fueron reducidos a meros trozos de carne humeante y maloliente, y los que quedaban trataron de huir para salvar sus miserables vidas revelando qué en el fondo, por más "fieros guerreros" que sean afirmando que no le tienen miedo a la muerte, en verdad son unos completos cobardes que ante el primer problema inesperado y que no sepan cómo solucionar a base de fuerza bruta escapan.

-Que ninguno huya- viendo como los que quedaban trataron de retirarse, le indiqué a las que estaban más lejos que dejasen sus posiciones y todos nos acercamos sin dejar de abrir fuego.

-No tienen escapatoria alguna- con admirable puntería, Lola les disparó flechas a los que más lejos pudieron huir y que después de unos segundos explotaron como si tuvieran granadas dentro del estómago -de seguro se sintieron muy airosos, ¿No?- soltó una pequeña risa maliciosa.

-Enfócate y no empieces a comportarte como Luan- la regañé y ella refunfuñó haciendo un leve puchero como si de una niñita aún se tratase.

Ciertas cosas nunca cambian...

Creo que nos tomó alrededor de 10 o 15 minutos erradicar a este grupo de búsqueda. Solo eran puros soldados rasos, que al no contar con guerreros de élite o sus estirpes más grandes y fuertes, eran solamente pura carne de cañón y nada más que dan bastante lástima y pena.

-Asegúrense que todos estén muertos. No podemos dejar a ninguno con vida- indiqué cuando caminamos entre los muertos, y partes de cuerpos, viéndolos detenidamente uno a uno teniendo que tragarme su asqueroso olor para corroborar que todos no tengan vida y no haya alguno que nos quiera atacar por sorpresa.

-Oh, ¿Pero qué tenemos aquí?- al oír este comentario de Luan con un tono muy meloso, vi que delante de ella habían un par de moribundos que gemían en agonía e intentaban moverse mientras temblaban tanto por el frío, como por el dolor de sus heridas y pérdida de sangre.

-¡Una pareja de sobrevivientes que tratan de darse calor para no morir congelados! Que tiernos se ven así- continuó hablando de ese modo (Que sonaría de lo más inquietante para cualquier persona) y se quitó el casco que le cubría toda la cabeza para poder verlos mejor.

Teniendo esa mirada y sonrisa de incontenible locura que siempre salen a relucir cuando tiene a su completa merced a desafortunados enemigos como estos desdichados estúpidos.

-Homínidos... malditos... y débiles- dijo uno de esos dos idiotas escupiendo sangre y tratando de incorporarse para atacar, siéndole imposible debido a que perdió ambas piernas.

-Pero no se angustien, aquí tengo justamente lo que necesitan para entrar en calor- mi hermana empuñó un lanzallamas y sacó la lengua cerrando el ojo derecho para apuntarles bien.

Y aquí vamos de nuevo...

Su arma expulsó una larga y ancha llamarada que los envolvió por completo y se retorcieran tratando en vano en apagar las brasas que los recubrieron soltando alaridos de dolor puro, como si el fuego del Infierno recorriese su interior, antes de morir calcinados creando una nube de humo que se combinó con los cuerpos de sus compañeros que murieron de forma más rápida y menos dolorosa.

No todos tienen esa misma suerte.

-De nada, no me lo agradezcan tanto- Luan sopló el extremo de su arma como si de una pistola se tratase haciendo que Lola riese levemente.

-Esos parecieron ser los últimos con vida. Ya hemos terminado aquí- comentó Luna después de cortar el cuello de otro moribundo y ver desaprobatoriamente lo que nuestra hermana hizo.

-Entonces revisen los cuerpos y quítenles lo que pueda sernos útil. Regresemos a ca...

-¡HUMANOS INSIGNIFICANTES!- sorpresivamente, uno de esos malditos se incorporó y nos apuntó con una escopeta.

-¡MALDICIÓN!- yo fui la primera en reaccionar y alce el cañón de mi rifle para dispararle.

Pero justo cuando iba a jalar el gatillo, ese infeliz se quedó tieso en su lugar soltando un débil gemido antes de caer de boca a la helada nieve revelando que alguien le arrojó un cuchillo que se incrustó en su nuca que no se demoró en expulsar sangre.

-Suspiro... ¿Qué es lo que siempre nos dices sobre nunca bajar la guardia, Lori?- tal y como lo sospeché, la responsable de eso fue Lucy que con toda calma se acercó a ese muerto pasando por encima de los otros cadáveres y desclavó su puñal para guardarlo dentro de su capa blanca con capucha que había usado antes para camuflarse en la nieve y no ser divisada.

-Cualquiera se distrae cuando ve a alguien pasándose de la raya al hacer chistes estúpidos- dije dedicándole una dura mirada a Luan pese a que tengo mi casco puesto y ella se encogió de hombros como si nada.

-Mejor larguémonos de esta mierda antes de que suceda otra desagradable sorpresa- apuró Lynn pateando levemente la cabeza del imbécil que Lucy mató.

-Andando, chicas- volví a ordenar y nos retiramos de este campo de exterminio.

Una vez que nos subimos a nuestros vehículos adaptados para la nieve, me despoje de mi casco para poder respirar libremente dejando que el frío aire sacudiese mi abundante cabellera rubia y golpease la grotesca cicatriz que comienza desde mi mejilla derecha, pasa por arriba del morro de la nariz y llega la parte izquierda de mi frente.

Gemí pasándome una mano por el pelo y lo último que vi antes de disponerme a descansar la vista fue los restos de esos monstruos que son peores que una plaga de langostas al momento de arrasar todo lo que se encuentre en su camino sin ningún tipo de miramiento.

Locust... malditos Locust. Esas jodidas bestias reptiles caminan como hombres, siendo un poco más estúpidas que estos e igual de crueles y despiadadas. ¿En serio nunca se cansan de hacer de las suyas creyendo que pueden ir a dónde quieran sin restricción alguna? Al menos los otros monstruos tienen algo más de sentido común y son más cautos a la hora de adentrarse en terreno desconocido.

Claro, siempre y cuando la soberbia de estos que les hace creerse superiores a los demás no los dominan e ilusamente hagan que se consideren intocables para que a final de cuentas terminen con un lamentable destino como el que acabamos de darles a ese batallón.

Igual que a muchos otros escuadrones de Locust y soldados Gears con los que hemos cruzado caminos en más de una ocasión.

Bueno, mientras que ninguno de ellos encuentre nuestro hogar es lo único que importa. Cualquiera, ya sea soldado de la CGO o perteneciente a la Horda Locust, que intente apoderarse de nuestro pequeño espacio en este nefasto campo de batalla sin fin al que llamamos mundo experimentara por mis manos o por las de mis hermanas y compañeras un pedazo del Infierno que ellos han creado.

Y por el que nosotras tuvimos que pasar en dos ocasiones hace mucho tiempo... y cuyas secuelas nos siguen pesando hasta el día de hoy.

(...)

-¡NO, BOBBY, NO VOY A DEJARTE!- al abrir los ojos vi que estaba rodeada por pura candela y un terreno devastado oyendo toda clase de gritos, súplicas y demoniacas risas provenientes de distintas direcciones sintiendo que me traspasaban como un millar de balas.

Y en frente mío se hallaba una versión más joven de mí misma que se aferraba al brazo mi único y verdadero amor negándose a abandonarlo no importándole recibir uno de los muchos disparos que se producían y que se combinaban con esos lamentos dignos de almas en pena.

-¡Piensa en tu futuro hijo, en tu familia y en mí! ¡NO PUEDES HACER ESO!- mi otro Yo se negaba a dejarlo y las lágrimas que soltaba se evaporaban apenas tocaron el ardiente terreno.

-¡Pues es justamente por ti y por los demás que debo hacer esto!- él la aparto con brusquedad y sacó unas granadas de humo -¡MUÉVANSE YA, YA!- las arrojó a los causantes de todo este caos demencial para que se enfocaran solamente en su persona.

-¡NO, BOBBY, BOBBY, SUÉLTENME, SUÉLTENME, NO!- mi homónima fue sujetada por varias manos que la alejaron de él aún por más que forcejeaba.

Otra vez esto... ¡NO OTRA VEZ ESTO, MALDITA SEA, NO OTRA VEZ ESTO!

-¡BOBBY!- quise acercármele para salvarlo como sea y sin importarme lo que me llegase a pasar, pero inesperadamente, unas cadenas ardiendo al rojo vivo surgieron del suelo y me envolvieron los brazos, piernas y cuello obligándome a arrodillarme y uniéndome a esos demás gritos por el dolor que me generaban las quemaduras.

-¡DÉJENME, DÉJENME!- traté inútilmente de soltarme, pero solo conseguí que mi cuerpo expulsara un vapor rojo porque la sangre de las heridas que estas putas cadenas me creaban se evaporaran.

Pero pude contener las lágrimas y al alzar con dificultad la cabeza rugiendo vi como el dueño de mi corazón siguió batallando con admirable valor disparando todas las balas de su arma matando a los putos demonios responsables de toda esta barbarie hasta que cayó en un charco hirviendo creado por la sangre de otros soldados debido a un disparo en su costado derecho.

-No... ¡NO, NO VOY A PERDERTE DE NUEVO!- rugí apretando los dientes y todo el cuerpo me temblaba al tratar de liberarme, ¡Pero estos malditos eslabones solo me apretaban más!

-Lori...- a pesar de la lejanía pude oír este susurro de su parte extendiendo una mano no en dirección a mi otra Yo que seguía gritando su nombre, sino a mí justo antes de que una Granada de Fragmentación cayera a un lado de su cabeza y... y...

-¡LORI!- volví a abrir los ojos descubriendo que me quedé dormida en la camioneta que compartía con Lola, Lucy, Lynn, Luan y Luna siendo esta última la que me despertó -¿Estás bien?- pasó una mano por mi dorada cabellera viéndome con gran preocupación.

De nuevo esa maldita pesadilla... ¡¿JAMÁS DEJARÁ DE ATORMENTARME?!

-Descuida... no me pasa nada. ¿Ocurre algo?- froté mis ojos con la mano izquierda para limpiar las lágrimas que casi se me escapan por culpa de esos recuerdos que nunca dejan de acecharme.

-¿Nada? Por la forma en como ahorita agitabas las manos parecía que estabas peleando contra un ejército de moscas. Aunque tú ya eres toda una experta en exterminar a toda clase de bichos, ¡WAJAJAJAJA! ¿Entiendes?- Luan no se mordió la lengua para dedicarme esta broma recibiendo un golpe por parte de Luna, Lucy suspiró negando con la cabeza, Lynn rodó los ojos y Lola fue la única a la que le dio risa tal estupidez.

Si no fuera porque es mi hermana... ¡YA LE HUBIERA DADO UNA BUENA...!

-Solo quería avisarte que ya llegamos- siguió hablando mi otra hermana castaña y solo hasta ahora me percaté que estábamos cerca de la ruta secreta que conducía a nuestro hogar oculto y que ningún extraño conoce y jamás debe conocer.

-Al fin. Ya necesitaba darme un verdadero descanso- resoplé fingiendo estar ofuscada y aparentar que malo me pasaba; no podía mostrar esta clase de debilidad ante mis hermanas y compañeras.

El pasaje está en un bosque a los pies de unas montañas, escondido por la densa vegetación cubierta de nieve y si no supiéramos como sortearlo nuestros medios de transporte se quedarían atascados sin forma de liberarlos perdiéndose para siempre en medio de la naturaleza que odia a nuestros enemigos tanto como nosotras a ellos.

Una vez que recorrimos el camino, divisé nuestra morada: una vieja fábrica metalúrgica que en los tiempos de nuestro abuelo Pop-Pop le perteneció a la CGO, unida a una de las colinas que antes mencioné desde la cual saca su fuente de energía y que modificamos para que fuese lo más cercano a un pueblo pequeño amurallado teniendo varias viviendas.

No será lo más bello o agradable a la vista, pero con todo orgullo puedo decir que es el hogar que a base de sudor y sangre mis hermanas, camaradas y yo levantamos hace 10 años y en el que nos hemos mantenido relativamente a salvo de los monstruos que a todo momento causan destrozos en el resto del planeta.

Por lo que tiene bien merecido el nombre que le dimos: EL REFUGIO

-¡HAN REGRESADO, DÉJENLAS PASAR!- gritó uno de los vigías para que abrieran las enormes y pesadas puertas dobles y el puente levadizo unidos a cadenas para que pasásemos por encima del delgado y frágil suelo de hielo sin que este se rompiese y nos tragase a una tumba de agua helada que hemos alistado para invitados indeseados.

-¡VOLVIERON! Comenzaba a extrañarlas- apenas nos bajamos fuimos recibidos por CJ, uno de los pocos hombres que viven en nuestra modesta comunidad, y que como casi siempre tenía una sonrisa muy... "lela" por no decir una palabra más fuerte y trajo consigo una carreta.

-Sí, sí, también te echamos mucho de menos, zopenco- Lynn lo apartó de un fuerte empujón no teniendo ganas de lidiar con él (Como siempre) y comenzó a despojarse de las protecciones que tiene por el cuerpo para estirarse flexionando sus músculos y tronándose los huesos.

-¿Y dónde anda Lana? ¿Sigue ayudando a las Lisa's a reparar el tanque?- le preguntó Lola, que a diferencia de nosotras, no se despojó de sus defensas y demás prendas adecuadas para la nieve.

-¡Claro, claro! Me dijeron que les avisara cuando volvieran que ya casi terminan de arreglarlo- él no dejó de sonreír cuando subió en su carreta las cosas que le dimos para llevárselas.

-Excelente. Lo requeriremos cuando los Locust aparezcan con sus monstruos más grandes. ¿Y el grupo de Sam y el resto? ¿Han vuelto?- quiso saber ahora Luna.

-Oh, aún no han regresado. ¿Quieren que les mande un águila para preguntarles si se demoraran mucho?- cerré los ojos reuniendo paciencia para no responder de mala manera a su inocente y estúpido comentario.

-Descuida, cabeza hueca, no hace falta- le dijo Lynn dándole unas para nada amistosas palmaditas en la espalda que casi lo tumban, pero él solo siguió sonriendo y asintió para irse con nuestras cosas canturreando de lo más alegre una canción.

Ese torpe bobalicón... como lo dije antes, algunas cosas nunca, pero NUNCA, cambian.

-¡TÍAS!- todas dejamos de lado ese mal sabor de boca cuando se nos acercaron un niño y una niña mellizos de solo una década de vida, de pelo rubio platino y sumamente alegres que saltaron a mis brazos haciéndome caer sentada al piso -¡LAS EXTRAÑAMOS MUCHO!- se apegaron a mi cuerpo.

-Ay, mis sobrinitos... ¡YO TAMBIÉN LOS EXTRAÑÉ MUCHO!- su recibimiento fue lo único que necesité para esbozar una genuina sonrisa en lo que llevaba todo el día y besé sus frentes.

-¡LORI, CHICAS!- cuando me paré cargándolos, se nos acercó su madre acompañada de otros niños que nos rodearon para también saludarnos de lo más felices -¡Gracias al cielo que regresaron! ¿Están todas bien? ¿Les pasó algo?- nos miraba de arriba abajo para corroborar que estuviéramos enteras y en una sola pieza.

-Descuida, Leni. Literalmente solo fue otra jornada rutinaria- afirmé una vez que dejé suavemente en el piso a sus hijos y palmeé sus cabezas llenas de puros pensamientos alegres e inocentes, totalmente ajenos a la crueldad del mundo exterior.

-¿Y las cosas por acá cómo andan? ¿No ha pasado nada malo en la fundidora?- preguntó Lynn, que había flexionado el bíceps derecho para que uno de los pequeños se colgase de él como si de un poste se tratase y se divirtiera un poco.

-Todo bien por aquí, nada nuevo que contar- le respondió mi hermana menor directa y le sobó el pelo a una niña que había estado llorando por una fea raspadura en su rodilla derecha y para calmarla le regaló una linda flor.

-Nos alegra oír eso- sonreí hasta que noté cierta ausencia -Carla, Ronalda, ¿Y Robert? ¿Dónde está su primo?- interrogué a unas niñas gemelas de también 10 años, pelinegras y piel trigueña.

-Está ayudando al Tío Carl que también ayuda a las Tías Lisa y Lana con sus cosas- arrugué un poco el entrecejo al oír esto.

-Ahora si nos disculpan, íbamos a ver como las mariposas volaban encima del lago congelado creando bellos espectáculos coloridos con el brillo de sus alas- retomó la palabra Leni.

-Como quieras, Sister. Que se diviertan mucho- le dijo Luna sonriendo levemente por su actitud infantil que se supone no debe ir acorde con su edad actual -¿No quieres acompañarlos, Luan?

-¿Yo? Pues no sé... ¿Qué dice usted, Señor Cocos? ¿Les hacemos compañía a estos pequeños y los entretenemos con nuestras increíbles habilidades de comediante?- mi hermana de cuestionable sentido del humor extendió su brazo derecho como si estuviese rodeando los hombros de otra persona.

-Claro que sí, amiga. Mientras más público haya, más divertido será- habló ahora apretando los dientes cambiando su voz a una varonil, como siempre lo hacía cuando usaba su títere, haciendo reír a varios de los niños por ese modo de expresarse.

-Me parece de maravilla. Linka, Linky, despídanse de sus tías. Las veo más tarde, chicas- Leni tomó las manos de sus hijos que exclamaron un "¡ADIÓS!" y se retiraron con ella, qué igual que CJ también canturreó una bella canción, y los demás menores de edad la siguieron riendo por el modo en como Luan seguía hablando al contar un chiste tonto.

Esa Leni... tampoco cambia. Pero es mejor que siga así, una de las pocas almas puras y bondadosas que aún quedan en este mundo caótico habitado por demonios de todas las formas y tamaños, y no sea vuelva alguien como yo y las demás que pocos motivos tenemos para sonreírle a la vida del mismo modo en como ella lo hace.

Pero esa cálida sonrisa en su cara se borró y fue reemplazada por una expresión de desmedido dolor porque su hijo al jalarle el brazo para decirle algo hizo que se agachase de forma abrupta.

Afilé la mirada al ver esas grotescas cicatrices que recubren toda su espalda, pertenecientes a heridas que los Locust le hicieron hace catorce años atrás y que solo pueden compararse con las internas que las otras bestias malditas le hicieron por dentro hace diez años... y que le siguen afectando hasta el día de hoy.

-Vamos, Lori. Veamos lo que Lisa y Lana han hecho. ¿Nos acompañas, Lucy?- regresé a la realidad cuando Luna me tomó del hombro.

-Lo siento. Pero ahora debo meditar y consultar con los habitantes del Más Allá para saber que nos depara el mañana- la única pelinegra entre nosotras rechazó la oferta y se fue por su lado.

-Yo tampoco las podré acompañar. Voy con Meli a... ya saben qué- dijo Lola con cierto afán para también irse a atender sus propios asuntos.

-Como siempre somos nosotras tres las que debemos actuar como las adultas responsables del cuento. Veamos lo que la apestosa y esas sabiondas han hecho- refunfuñó Lynn y Luna y yo la seguimos cuando le dediqué una última mirada a Leni que ya se hallaba lejos.

Mientras caminábamos veíamos lo de siempre: a nuestras camaradas no combatientes haciendo sus quehaceres, las otras en los campos de tiro practicando su puntería disparándoles a maniquís parecidos a Locust o soldados Gears y probando nuevos tipos de armas, a menores de edad corriendo por ahí y por allá jugando o haciendo alguna travesura o figuras de nieve, a nuestras mascotas y animales silvestres también haciendo lo suyo, entre otras cosas.

Sí, es tal y como lo dije. Por afuera este no parecerá ser el lugar más acogedor o adecuado para vivir, pero gracias a todo nuestro esfuerzo en conjunto, lo hemos convertido en lo más cercano a un pequeño Paraíso totalmente ajeno del Infierno que es el resto del mundo al que debemos cuidar de toda amenaza cueste lo que nos cueste.

Manteniéndolo fuera del alcance de cualquier Locust, Soldado Gear u hombre indeseado, porque los únicos varones que viven con nosotras son en su mayoría niños que no llegan ni a los 15 años de edad y el resto somos puras mujeres o niñas.

-Vaya, hasta que al fin llegan las más "razonables" de la Familia de Locos. Se estaban demorando- gruñí porque al llegar a la fábrica metalúrgica nos topamos con uno de los pocos hombres adultos con los que convivimos y que es más irritable que mil astillas clavadas en el dedo gordo del pie.

-Cállate, Bart- le ordené a ese pendejo de piel amarillenta y cabello de picos que tuvo el descaro de reírse como si todavía fuese un mocoso malcriado -¿Tú hermana y las nuestras ya terminaron con el tanque?- fui directo al grano no queriendo lidiar con sus típicas estupideces.

-Sí, ya casi terminan de reparar los fierros que les dejaron para trabajar. Entren y procuren no romper nada de nuevo- ignorando por completo la mirada asesina que las tres le dedicamos, ordenó que abrieran la entrada de la fábrica.

-Voy a matarlo un día de estos- murmuró Lynn apenas conteniendo el impulso de ir a arrancarle la cabeza a ese grandísimo imbécil e ingresamos.

Siendo ahora recibidas por el inconfundible y sofocante olor y calor del metal fundido que nos quitó el frío del ambiente haciéndonos sudar a chorros siendo acompañado por el sonido de soldaduras y máquinas moldeando diversos tipos de aleaciones que más adelante usaremos para fortalecer las murallas y alzar nuevas viviendas o estructuras, y diferentes voces que intentaban trabajar al unísono.

Recibimos saludos de las mujeres que operaban las maquinarias y herramientas viendo también como sacaban la materia prima del monte al que está adosado la fábrica y llegamos al horno de fundición principal y que naturalmente era el que más calor emanaba.

-Con cuidado, con cuidado. Ni se les ocurra dejar caer ese cañón doble- vimos a la más inteligente y joven de nuestras hermanas guiando a otras mujeres para que bajasen despacio mediante cadenas una de las principales armas del tanque del que tanto hemos hablado.

-Muy bien, ahora conéctenlos- la hermana menor del odioso de Bart, con piel igual de amarillenta y cabello con forma de estrella, pidió que los unieran con el resto del vehículo de combate.

-Pásame la lleva de tuercas de 10 pulgadas, sobrino- situada abajo del tanque, Lana reparaba la oruga derecha teniendo a su alrededor muchas piezas y trozos de metal.

Recibiendo la ayuda de Robert... mi hijo de solo 14 años de edad.

-¡Lisa, lunáticas, ya llegaron las otras orates!- avisó Bart todavía burlándose de nosotras.

¡¿EN DÓNDE DEMONIOS ESTÁ MI RIFLE CUÁNDO MÁS LO NECESITO?!

-¡Ah, llegaron justo a tiempo, chicas! Ya casi hemos terminado de reparar el tanque- Lana dejó su posición y se nos acercó limpiándose las manos con un trapo todo sucio caminando con un leve cojeo por culpa de la prótesis que tiene en vez de pierna izquierda -¿Y Lola dónde anda?

-Ya sabes, con Meli lamiéndose las heridas- contestó Lynn no despegando su mirada matadora de Bart que también fue a dedicarle una burla a su hermana, que casualmente tiene el mismo nombre que la menor de nosotras, ofuscándola de igual manera.

-¡Mamá!- también dejando su lugar, mi hijo vino hasta mí para abrazarme -te extrañé mucho, mamá. ¿Todo bien? ¿Nada les pasó?- en otras circunstancias estaría de lo más dichosa por su gran y sincera preocupación por mí, pero este no era el caso.

-Por suerte todas estamos bien. Ahora dime, ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No te había ordenado que te quedaras con tu tía Leni y la ayudaras con tus primitos y demás niños?- lo regañé con tono firme y me crucé de brazos esperando su respuesta a lo que él agachó la cabeza.

Tal vez mi hermana sea todo amor y dulzura y se lleve bien con los más infantes de nuestra comunidad, pero debido a sus lesiones, necesita de ayuda para lidiar con tantos niños revoltosos y por lo general cuando el resto de nosotras no podemos estar con ella, le encargo a mi hijo que le eche una mano al ser de los jóvenes más grandes de todos.

-No seas tan dura con el chico, Lori. Yo le pedí que viniera a echarnos una mano. ¿No quedó de lo más genial el tanque?- solo hasta ahora me di cuenta de que debajo la oruga izquierda del carro de guerra estaba Carl y también se nos acercó limpiándose las manos para posicionarse al lado de mi hijo y palmearle un hombro.

Debí suponerlo desde un inicio... más tarde tendré otra seria charla con él.

-¿Si le hicieron las mejoras necesarias para que no se vuelva hacer añicos con el más simple golpe?- les preguntó Lynn una vez que se terminó por acoplar el cañón doble.

-Afirmativo, Quinta Unidad Fraternal. Ahora el blindaje del tanque podrá soportar mucho más daño, sus orugas aguantaran fuertes caídas sin despedazarse y con el nuevo motor su velocidad máxima aumentara a 70 kilómetros por hora en campo abierto- contesto la "cerebro" de nuestra familia descendiendo en una plataforma y quitándose sus gafas de soldador para secarse el sudor con el dorso de su mano derecha.

-Solo procuren no volverlo a arrojar directamente a los brazos de un Corpser- miró seriamente a Lynn, que como Luan hizo antes, se encogió de hombros riendo con burla.

-¿Y el planeador? ¿También pudieron repararlo?- les preguntó Luna y Lana iba a decirle algo.

-¡SEÑORAS LOUD!- pero antes de que pudiera articular palabra alguna, se nos acercaron unos chicos de 12 años traspirando por haber estado corriendo sin parar.

-¿Naruto? ¿Sasuke? ¿Qué pasa?- si ellos están así es porque algo grave pasa o ha pasado.

-¡Recibimos un mensaje del otro grupo de exploración! ¡ESTÁN EN PELIGRO MORTAL!- el primero, que tiene un peinado como la hermana de Bart, pero no es de piel amarilla y posee unos raros pelos en sus mejillas, nos mostró a una paloma mensajera.

-¡¿QUÉ?!- gritamos todas a la vez y Luna tomó al ave para leer el mensaje que tiene amarrado en su pata derecha y lo leyó en voz alta para que todas pudiéramos escuchar.

-"Los Locust nos emboscaron cuando regresábamos y nos hayamos escondidas en el viejo buque encallado del Río Skull. Tienen un Brumak y armas pesadas ¡Deben venir cuanto antes, no sabremos por cuánto más podamos resistir!"

-¡TENEMOS QUE IR A SALVARLAS YA!- gritó Luna una vez que terminó de leer la carta.

-¡Saquen el tanque de la fábrica y díganles a las demás que se alisten! ¡NO HAY TIEMPO QUE PERDER!- grité a las obreras que de inmediato fueron a buscar a las guerreras que nos ayudaron a erradicar al batallón de Locust que enfrentamos hoy.

Así qué sin demora alguna, todas las combatientes nos alistamos para ir por nuestras amigas y rescatarlas de las garras de esos monstruos sedientos de sangre que no duraran en aplicarles las forma de morir más grotescas que sus mentes demoniacas puedan maquinar.

-¿Pasa algo, Tías?- Linka, Linky y los más pequeños nos veían sin comprender el porqué de nuestra actual conducta.

-Nada, mis lindos sobrinitos. Solo... iremos a ayudar a nuestras amigas para que puedan volver a casa- acaricié sus cabezas sonriéndoles lo mejor que pude para no asustarlos.

-Por favor, tengan mucho cuidado y tráiganlas a todas sanas y salvas- pidió Leni tomándome la mano derecha con ambas manos ya casi derramando lágrimas de angustia.

-Confía en nosotras. Lo haremos- afirmé correspondiéndole el gesto.

-¡YA DEJEN DE HABLAR MIERDA Y VAMOS, VAMOS, VAMOS!- apuró el jodido idiota de Bart montado sobre uno de los muchos vehículos adecuados para la nieve que nos acompañaran.

-¡TÚ CIERRA ES PUTA BOCA! Ya larguémonos, Lori, antes de que esos malparidos terminen por joder a las demás- solicitó Lynn igual de impaciente que él.

Así qué sin más demora, Luna, Luan, Lynn, Lola y yo nos subimos al tanque reparado por Lana y Lisa. Era el principal vehículo de ataque que tenemos a disposición, conducido esta vez por mí, y éramos seguidas por Lucy y las demás que usaban transportes modificados para combatir, pero con mucho menos poder de ataque.

El corazón me aceleraba tan fuerte que literalmente podría estallar en cualquier momento. No podemos perder a nadie más... ¡NO PODÍAMOS PERMITIR QUE NINGUNA DE NOSOTRAS VUELVA A MORIR!

No sé por qué en estos últimos tiempos los Locust han puesto más empeño en encontrar nuestra fábrica metalúrgica oculta, pero si siguen así, ¡SOLO SERÁ CUESTIÓN DE TIEMPO PARA QUE HALLEN NUESTRO PEQUEÑO PARAÍSO Y LO VUELVAN UNO DE LOS PEORES INFIERNOS!

Estuvimos en marcha alrededor de media hora hasta que oímos el inconfundible sonido de la guerra y vimos como una gran explosión se produjo a la lejanía.

-Ya estamos llegando. Estén listas todas y apéguense a la estrategia que siempre usamos para este tipo de situaciones- ordené llevándome el dedo índice al comunicador de corto alcance que tengo en mi oído derecho recibiendo un comentario grosero por parte del Bartolo.

Lo primero que vimos al llegar al congelado Río Skull fue ese gran buque tumbado de medio lado y que ha estado ahí desde mucho antes de que formáramos nuestro refugio y que era asediado por un batallón de Locust mucho más grande que el anterior... teniendo no un Brumak como el que decía la carta, ¡SINO DOS!

Estos monstruos son unas enormes moles reptiles con la suficiente fuerza bruta para despedazar cualquier tanque de un solo puñetazo, caminan a dos patas y en su espalda y grandes brazos llevan artillería pesada como torretas y cañones, y siempre son operados por un jinete porque sin éste su salvajismo les haría atacar a sus propias tropas; debíamos deshacernos de ellos primero.

-¡Lynn, usa munición sólida para acabar con el Brumak más cercano al buque! Lola, usa la ametralladora para despejar el camino delante nuestro, Luna prepara las Granadas Venenosas y Luan ten listo el lanzallamas, ¡¿Entendido?!- rápidamente di mis órdenes.

-¡ENTENDIDO!- afirmaron mis hermanas a la vez.

-¡Aquí les va un regalo de mi parte!- Lynn tomó dos pesados misiles y los colocó en el doble cañón de nuestro tanque -¡FUEGO!

El disparo tuvo tanta potencia que al dar contra la cabeza de ese Brumak se la reventó por completo y su cuerpo se tambaleó hasta caer de espaldas aplastando a algunos Locust y el resto dejó de atacar el buque debido a la impresión.

-¡Mi turno!- Lola se situó en la cabina desde el cual podrá manejar la poderosa ametralladora que está afuera en la parte superior de nuestro vehículo y comenzó a disparar.

Esos imbéciles solo notaron nuestra presencia cuando varios de ellos comenzaron a ser hechos añicos por sus tiros y no tuvieron tiempo de contraatacar porque yo seguí conduciendo en línea recta el tanque arrollando a todo aquel que estuviera en mi camino, pasando peligrosamente cerca del otro Brumak que casi nos aplasta con su puño izquierdo creando un fuerte temblor.

-¡AHÍ VA EL VENENO!- Luna operó una ametralladora modificada que está en el costado derecho, y en vez de disparar balas, expulsaba unas bombas de tinta iguales a las Granadas Venenosas que utilizamos en la batalla anterior envenenándolos y nublando su visión.

-¡HORA DE UN BELLO ESPECTÁCULO DE FUEGOS ARTIFICIALES!- finalmente, Luan manejaba un lanzallamas mucho más grande que el que usa normalmente adosado en el costado izquierdo.

El fuego que expulsó apenas tocó esa intensa nube de gas venenoso creó un fuerte estallido que mató a por lo menos la mitad de ese pequeño ejército y dejamos tras de sí una estela.

-¡AAUUAARRGG!- pero el Brumak pudo sobrevivir a la explosión gracias a su increíble resistencia y disparó una andanada de misiles en dirección nuestra.

-¡TODAS, SUJÉTENSE!- tuve que hacer un giro cerrado a la izquierda evitando por poco todos esos explosivos voladores, excepto uno que dio contra la parte superior del tanque casi volcándonos.

-¡PERDIMOS LA AMETRALLADORA!- informó Lola teniendo que dejar la cabina debido a las muchas chispas y humo que esta comenzó a expulsar. Si no fuera por los cascos, nos asfixiaríamos.

-¡LYNN, PREPARA OTRO DISPARO!- indiqué una vez que volví dirigir el tanque en dirección a ese coloso y al resto de los engendros que lo acompañaban y que aún podían seguir peleando.

Debido a que nuestro tanque no tiene torreta, su cañón doble es fijo y si queremos apuntar en una dirección tenemos que moverlo todo hacia dónde queramos disparar.

Pero justo cuando mi hermana se dispuso a abrir fuego, el Brumak disparó otra ráfaga de misiles en dirección nuestra, así que tuve que hacer apresurados movimientos en zigzag evitándolos por poco sintiendo como casi se me rompen los oídos por las explosiones que ocurrían a nuestro alrededor y por el otro monstruoso rugido que esa abominación soltó.

Para su desgracia, tanto él como los otros diablos cayeron en nuestra táctica al hacer que se enfocaran tanto en aniquilarnos que olvidaron al resto del convoy que nos acompañaba y no tuvieron tiempo de defenderse de sus ataques. Así que al girarse para intentar responder al fuego, le dio a Lynn la oportunidad de conectarle un potente cañonazo que le dio justo en el centro de la espalda reventándole casi por completo la parte superior del cuerpo y lo poco que quedó de este cayó de boca a la densa superficie helada del Río Skull.

-¡Lynn Loud 2, Locust 0!- presumió haciendo reír a Luan y Lola.

-Concéntrense en acabar con los demás hijos de puta. Ahora utiliza el Misil de Red- ordené.

El tipo de munición que ella usó ahora era una invención de Lisa que consistía en disparar una red de metal de diez metros de diámetro que al dar contra los cuerpos de los Locust los partía en cubos de carne debido a la velocidad con la que viajaba.

-¿Tan rápido se van? ¡PERO SI LA FIESTA APENAS ACABA DE LLEGAR A LA MEJOR PARTE!- al ver como algunos intentaron huir, Luan volvió a usar el lanzallamas quemando completo las partes superiores de sus cuerpos mientras reía como la maniática que es.

-No te lleves toda la diversión, ¡Déjame un poco para mí!- se quejó Lola y la quitó de su puesto para operar el lanzallamas iniciando una discusión.

Este par de locas sin remedio... ¡CÓMO LES GUSTA SACARME DE QUICIO!

Sin esos dos gigantes, nos resultó relativamente fácil vencer al resto de los Locust y una vez hecho esto fuimos hasta el buque encallado del que comenzaron a salir las que nos pidieron ayuda.

-¡SAM!- apenas se bajó del tanque, Luna se acercó a la mujer que tanto ama, una rubia parecida a mí o a Leni pero con un mechón pintado de azul claro -¡¿Qué le pasó a tu pierna?! ¡¿Estás bien?!- luego de abrazarle y besarla, notó una herida que ella tenía en la pierna derecha.

-Descuida, Luna... he sobrevivido a cosas mucho peores y lo sabes- afirmó ella riendo un poco y palmearse esa lesión solo para enseguida gemir muy adolorida.

-¡Milhouse, jodido narizón idiota! ¡¿Cuántas veces más debo venir a salvarte el culo?!- por su parte, Bart fue a reclamarle a su mejor amigo. Un pelele de gafitas rojas y curioso cabello azul.

-Wendy- yo fui hasta la líder de este grupo, una pelinegra con boina rosa, que tenía lastimado el hombro izquierdo -¿Todas están bien? ¿Ninguna murió?- esto era lo más importante para mí.

-Descuiden, Loud's. Todas por fortuna logramos sobrevivir, gracias a ustedes- afirmó mientras una amiga suya le ponía una venda para detener el sangrado.

-¿Qué pasó? ¿Cómo los emboscaron?- preguntó Lucy cuando se alejó de Luan que empezó a quemar los cuerpos Locust con su lanzallamas personal y asegurarse de que estén muertos, esta vez sin distracción o chistes tontos, mientras chiflaba una canción.

-Luego de que termináramos nuestro patrullaje íbamos a regresar, pero fuimos interceptadas por este batallón de Locust que al parecer merodeaban por los alrededores como si estuvieran buscando algo. Afortunadamente estábamos cerca del buque encallado cuando eso pasó y pudimos refugiarnos aquí y mandar la paloma para que vinieran a salvarnos- nos explicó Wendy.

-Esos hijos de puta... cada vez están más cerca de nuestro hogar- pude oír este susurro de Lynn que representaba la preocupación que crecía dentro de cada una de nosotras.

-Mejor larguémonos antes de aparezcan más de esos infelices, o peor, nos topemos con soldados Gears. No estoy de humor para lidiar con estos idiotas también- apresuró Lola ahora teniendo cierto miedo en su tono de voz.

-Correcto. Ya discutiremos esto en casa. Vámonos, chicas- solicité una vez que Luan terminó de "freír" los cuerpos Locust y las que salvamos se subieron a nuestros transportes para irnos.

Volviéndome a quitar el casco, solté otro pesado suspiro al dejar que Lynn condujera esta vez y vi el otro campo de matanza que generamos y que se hacía más y más pequeño a medida que nos alejábamos.

¿Cuántas veces más veremos ese mismo escenario?

-"Un día como cualquier otro"- dije para mis adentros con gran ironía y de nuevo cerré los ojos pare relajarme e intentar despejar mi mente de todo lo que me afligía.

Capítulo uno completado el 09/05/2021.

Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta nueva historia. Sé que hay algunas partes que pueden ser medio confusas, pero les aseguro que todo será revelado más adelante al igual que el trágico pasado de las chicas Loud y el por qué son como son y porqué tienen ese estilo de vida.

Como lo dije en las notas de autor de arriba, desde hace mucho tiempo que he querido retratar a Lori y las demás como fieras guerreras peleando contra diversos tipos monstruos y lidiando con toda clase de peligros. Es que me he dado cuenta de que hay pocos fics en donde ellas estén metidas en un conflicto bélico en dónde deban pelear para sobrevivir otro día y como a mí me gusta escribir cosas diferentes a las de siempre, era cuestión de tiempo para que intentara hacer algo así con ellas.

Y si tienen buen ojo observador, habrán notado las apariciones de ciertos personajes de otras series y que creo que no hace falta explicar de quiénes se tratan, ¿Verdad? XD pero eso sí, los personajes ajenos a TLH que puedan aparecer aquí serán personas normales y no tendrán súper poderes ni ese tipo de habilidades sobrehumanas.

Pero entonces... ¿Dónde está Lincoln, Lily y los Señores Loud? ¿Qué fue ese sueño que Lori tuvo? ¿Qué le pasó a Leni para que sea cómo es y no una guerrera tenas cómo sus otras hermanas? (Aparte de que me resulta casi imposible imaginármela a ella como alguien violento)

Pues eso lo verán más adelante y si creen que aquí hubo mucha acción intensa, es la punta de iceberg comparado a la vida tan sufrida que todas ellas han tenido aquí :O

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