Capítulo 8

Había un límite para todo, para todos y, sobre todo, para mí. Por eso no podía dejar de ver a Chanyeol pensando que quizá sólo se estaba burlando de mí. ¿Me creía imbécil?

—Oye gigante, creo que es hora de que uses anteojos porque al parecer no has captado que estoy en silla de ruedas — él sólo me volteó a ver con una media sonrisa.

—Y yo estoy seguro que estar en silla de ruedas no te hace alérgico al agua — contestó, me acerqué un poco más, si era posible y le pegué con una de mis ruedas en la pierna, él se quejó en el acto.

—No, no me hace alérgico pero seguro que sí me hace hundirme como el Titanic y créeme que tú no eres tan guapo como Leonardo Di Caprio como para querer morirme contigo — creí que se enojaría, pero no, ladeó la cabeza.

—En todo caso tú serías Di Caprio y yo Rose — aseguró — porque yo sé nadar bien — le fruncí el ceño — porque tengo piernas — añadió

—Realmente me estoy preguntando si me estás ofendiendo o simplemente estás imitando mi humor de una pésima manera — entrecerré los ojos para luego abrirlos de golpe — en todo caso, déjame decirte que no me meteré a esa piscina

—Al menos inténtalo, ¿desde cuándo no nadas? — era una buena pregunta, no recordaba aquello.

—No recuerdo — contesté sinceramente.

—Pues entonces hay que meternos — resolvió rápidamente sin ponerlo en duda.

Era sábado y Chanyeol había llegado a mi casa sin darme muchas explicaciones, sólo dijo que debíamos ir a saber dónde. Me llevó a rastras, bueno no es como que le costara demasiado, sin decirme lo que tenía planeado y cuando íbamos llegando a la piscina publica, sentía que algo estaba mal, no sabía para qué estábamos aquí, sólo cuando vi que me llevaba hacía allí supe sus intenciones.

—No dejaré que te hundas, además mira — señaló la piscina que estaba repleta de chicos incapacitados nadando — muchos lo hacen así que tú también puedes

—Bueno, sí — miré a varios niños que eran ayudados por los que suponía eran sus padres, no creía que fuera bueno para mí aquello...— no sé Chanyeol, ¿nadar de qué me serviría? — se rascó la nuca.

—Bueno, es un deporte

El sol estaba dando todo de sí en esos momentos, lo único que quería era irme a casa, al parecer no había sido buena idea dejarle aquello a Chanyeol.

—Al menos entra para divertirte, verte siempre desanimado no es algo que me guste — alcé la vista para verle, ¿yo me veía desanimado?

—Lo hago sólo porque quiero verte en traje de baño — terminé diciendo mientras me movía hacia los vestidores.

Chanyeol me siguió de cerca y no necesitaba ver su cara para saber que llevaba dibujada una sonrisa. Cuando llegamos a los vestidores me dirigí al clásico baño para discapacitados que estaba hasta lo último, me metí sin problemas y ahí Chanyeol se quedó parado sin saber qué hacer.

—Emm — carraspeó — ¿Debo ayudarte a vestir? — Preguntó levantando la mochila que le había dado Kai, al parecer se habían puesto de acuerdo ambos.

—No, yo puedo — estiré mi mano para que me diera la mochila, me sentía raro en aquella situación, con cierta vergüenza.

—No me molestaría ayudarte — dijo de repente guiñando de una pésima manera su ojo derecho, ambos ojos se le cerraron y yo me comencé a reír de él.

—Está bien, yo puedo — dicho eso me dejó en paz.

Realmente vestirme tenía su truco, era complicado subirlo hasta mis caderas pero con forcejeos lo lograba, mis manos hacían maravillas. Me quité la playera que andaba, me puse la blanca de tirantes que me habían metido y así hasta que estaba subiendo mi traje de baño hasta mi cintura. El sonido de yo golpeando la silla por los embistes raros que hacía, impulsándome con mis manos, era lo que se escuchaba en todo el baño.

—Baekhyun, ¿en serio no quieres que te ayude? — era la voz de Chanyeol, al parecer él ya había terminado.

—Estoy bien, espera — contesté, pero ciertamente me estaba costando subirme esa cosa y era un amarillo patito que odiaba.

—No tengas pena de pedirme ayuda — volvió a alzar su voz desde el otro lado de la puerta del baño.

Aquello comenzaba a fastidiarme, saber cómo me alcé de más y terminé cayendo a un lado. El golpe de mi cuerpo, un pequeño grito que solté y la silla se escuchó seguido por la puerta abriéndose.

—¡No entres! — grité al saber que él estaba del otro lado.

—Pero Baekhyun...

—¡Vete! — volví a gritar intentando hacerme bolita en el suelo.

No quería que me viera en ese estado, mostrándome tan lastimero, tirado en el suelo tenía ganas de llorar de rabia, porque odiaba eso. Odiaba que la maldita silla no me dejara hacer algo tan simple.

—A ver, vamos — de repente las manos de Chanyeol me levantaron del suelo.

Temblé ante el tacto de él, me cargaba como si yo no pesara nada y con su pie movió la silla hacia arriba. Estaba impresionado de eso, me quedé en silencio observando con detalle cómo me dejaba en la silla de ruedas de nuevo y luego subía el trae de baño.

Me estaba muriendo dela vergüenza ahí, de ver cómo sus manos iban subiendo hasta tomarme de las nalgas y levantarme para terminar de subir el traje de baño. El muy abusivo apretó mi nalga derecha antes de dejarme. Chillé como nunca, así el enojo se evaporó rápidamente y dio paso a la vergüenza de verme así delante de él.

—Dios Baekhyun, no tengas vergüenza delante de mí, sólo pide mi ayuda y ya, no tiene nada de malo — dijo mientras se iba hacia atrás para empujar mi silla.

Agradecí que me moviera él porque estaba todo aturdido como para hacerlo yo.

¡Claro que no tiene nada de malo pedir ayuda, pero tú me gustas, idiota! Quería gritarle, porque no quería mostrarle ese lado de mí a él, yo sólo quería que se enamorara de mí sin que mi discapacidad estuviera molestando, por eso hacía tanto chiste sobre eso.

Llegamos hasta donde estaban las escaleras de la piscina, él dejó la silla a un lado y se dispuso a cargarme de nuevo. Me hice hacer como un muñeco de trapo, me dejó en una baldosa y luego él corrió a dejar la silla donde estaban las demás de otros niños.

Me sentía raro estando ahí, rodeado de niños y yo con...¿mi amigo? Muchas personas nos quedaron viendo, pero supongo que asumieron que era mi hermano o algo así porque dejaron de notarnos.

—No siento nada en las piernas — dije cuando él se sentó a mi lado. El agua me llegaba a la cintura estando ahí, pero a él le cubría a duras penas su regazo, mojando ligeramente su traje de baño rojo, maldito gigante.

—¿En serio? — asentí.

Ambos clavamos la vista hacia mis pies que estaban ahí sin hacer nada, de repente comenzaron a moverse y nos quedamos extrañados.

—¡Mis pies se mueven! — exclamé y Chanyeol parecía igual de sorprendido que yo. — Bueno, es el agua, pero...— me quedé embelasado viendo como mis dos piernas se movían y yo no sentía nada.

—Tus piernas son bastante blancas, tienes la piel muy pálida — señaló de repente él.

—Umm sí, hace tiempo que no me da el sol para nada — miré hacia el techo, estábamos en una piscina de techo cubierto, así que no había sol y sólo el sonido de los niños jugando se escuchaba.

—¿Vamos? — él se adentró a la piscina y se puso enfrente de mí, tendiéndome sus dos manos para que fuera.

—Está bien — agarré sus dos manos y él me jaló con fuerza.

Terminé bastante pegado a él, su mano izquierda se trasladó hacia mi cintura agarrándome firmemente para que no me hundiera. Mi rostro estaba totalmente pegado a su pecho y veía su barbilla y la media sonrisa que tenía.

—Esto es extraño — comenté mientras él se movía por el largo de la alberca, el agua se movía y no estaba nada fría, confiaba en que no fuera por los meados de los niños.

—Lo es, algo — dijo.

Puse mi mano izquierda en su hombro, tocando esa parte de su piel expuesta y algo mojada, sólo la parte de mi cintura sentía el cuerpo de Chanyeol así como mi pecho pegado al suyo. Luego de andarme como un trapo de aquí para allá, pegado a él, cosa que no me disgustaba, me comenzó a enseñar a nadar o más bien me ayudaba a moverme por ahí.

Mantenía sus manos en mi abdomen mientras yo flotaba, según él debía aprender a flotar, aunque mis piernas no se movieran. Lo intenté bastante rato, era de cierta forma divertido si no te hundías y tragabas agua, que posiblemente tenía meados de niños paralíticos.

—¿No deberíamos usar un flotador? — Comenzaba a pensar que era cansado estar así

—No, me gusta tener mis manos sobre ti — soltó sin más.

El coqueteo comenzaba a ser cada vez más descarado y yo no sabía cómo actuar, digo, jamás había estado en una situación así.

—Espera, hagamos algo — dijo de repente jalándome hacia él — vamos a hacer buceos

—No, no quiero tragar más agua

—Por eso es buceo, mantén la respiración y no te preocupes, yo te ayudo a subir — luego de tanto practicar mi flote, podía sólo mantenerme agarrado a Chanyeol de las manos, asentí aceptando su idea — En 3, 2...1 — tomé aire y fui jalado por él.

Tenía los ojos cerrados cuando bajé y sentía como él movía mi mano para que los abriera, así que lo hice y me encontré con su cara debajo del agua. Había algo mágico en verlo ahí, sonriendo a duras penas para no abrir la boca, con sus ojos sonrientes y agitando sus manos junto a las mías, su cabello se movía a todos lados por el agua y yo sólo quería que ese momento durase para siempre.

***

Al final del día, de ver que nadar no era lo mío ya que odiaba que mi cabello se pusiera tieso por el cloro y de otra travesía para cambiarme, esta vez él no me dejó decirle que no y me ayudó. De nuevo apretó una nalga mientras lo hacía y se hacía el desentendido, pero no dije nada, por dentro estaba feliz, no de que me tocara la nalga sino de que sentía que yo le gustaba. Íbamos caminando los dos por la calle, él a mi lado y yo moviendo las ruedas, faltaba poco para llegar a casa y eso me ponía algo triste.

—¿Y qué haremos la siguiente vez? — se encogió de hombros ante mi pregunta.

—Puedes elegir tú, ¿hay algo que te gustaría probar? — lo pensé por unos segundos hasta que pensé una forma de molestarlo.

—Sí, pero será sorpresa — sonreí de lado y él asintió con la misma sonrisa de siempre, ya estaba enfrente de casa — Gracias Chanyeol, me la pasé muy bien, fue divertido

—Me alegra escuchar eso — nos quedamos ahí, viéndonos sin saber qué hacer — ¿Nos vemos mañana?

—Claro — dije rápidamente, se movía de un lado a otro, indeciso de lo que haría y cuando menos me lo esperé se inclinó para dejarme un beso en la mejilla.

—Adiós — se fue prácticamente corriendo.

—Aww — dije mientras me tocaba la mejilla y lo veía irse — yo quería uno en la boca, tonto

Y entré a casa, suspirando aún por lo raro que era Chanyeol, atrevido y tierno. Me gustaba.


¡Hola chicas! lamento la espera y eso ;u; a partir de ahora subiré los domingos aquí así que ya tienen horario para sintonizarnos (? ajaja comenten y voten:3 nos leemos luego

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top