Capítulo 19 (KaiSoo)

Con los días veo como la persona que más quiero se apaga lentamente, cuando lo llegué a conocer pensé que brillaba enormemente en donde quiera que estuviese y aunque anduviese solo. Recordaba la primera vez que lo vi, no tanto como la segunda, quizá porque al principio me pareció un niño. El afán de Baekhyun de juntarme con su hermano no lo comprendía, más por la diferencia de edad, que yo pensaba era demasiada, dos años. A mis ojos eran un niño y no lo tomé en cuenta.

Entonces llegó aquel suceso. Byun Baekhyun era la clase de persona que a donde fuese se hacía notar, él no se daba cuenta de lo que causaba en todos y cómo las personas lo querían a su alrededor, porque muchos querían algo de su brillo, quizá es esa familia la que tiene algo especial, porque también así son sus hermanos, en fin. El día que creyeron que Baekhyun se apagaba, ese día también se fue marchitando lentamente Byun Jongin.

El hermano mayor de los Byun no quería ver a nadie, realmente se metió en un profundo hoyo y por ello no me puede acercar a él hasta tiempo después, en una ocasión en la que buscaba verlo en el hospital, lo vi. Sentado en una silla, con tan solo 14 años de edad, un pequeño Jongin temblaba y lloraba.

Nunca he sido bueno con las personas que lloran, porque nunca sé qué hacer o decir para calmarlas.

—¿Qué pasó? — Pregunté a duras penas sentándome a su lado sin pedirle permiso, creí que no contestaría.

—Baekhyun no caminará nunca más por mi culpa — yo en ese momento no sabía de eso, creí que tal vez mi amigo estaba exagerando con su caída — Yo no debí jugar ese día y mejor debí ir con él — seguía sollozando, sobé mi cuello con desesperación, realmente no me gustaba ver a la gente llorar.

Tallaba sus ojos con sus muñecas, intentando quitarse las lágrimas del rostro y a mí eso me desesperaba más. Lo agarré de las manos en un impulso.

—Si vas a llorar, llora bien y no te estés picando los ojos — solté, a lo que él se me quedó viendo con cierta sorpresa, fruncí mi ceño y justo en ese momento se me pegó como garrapata.

—Papá dice que los hombres no deben llorar — dijo pegado a mi hombro.

—Con respeto, pero, tu papá no sabe lo que dice, maldito cretino, sólo eres un niño — pasé mi mano por su cabellera y terminé haciendo lo que jamás creí hacer.

Consolar bien a alguien mientras lloraba.

Pocas veces volví a verlo desde entonces, hasta que un día lo vi en los pasillos de la escuela cuando estaba en mi último año. ¿Cómo no notarlo? El maldito era más alto, había crecido bastante y su cuerpo cambió a uno bien proporcionado.

Sin embargo, se había vuelto alguien muy callado, silencioso y que no hablaba con nadie a pesar de ser muy popular, ¿por qué? Baekhyun había regresado a ser quien era, o algo así, en sus ojos podía ver aún el dolor rezagado.

Pero Kai, como comenzaron a decirle, había cambiado. Un día en la cafetería, me cansé de verlo solitario y me senté enfrente.

—Hola — saludé, alzó la vista y me regaló una sonrisa, la única que le había visto ahí.

—Kyungsoo hyung — ladeé mi cabeza, de repente esa muestra de respeto me molestaba.

—Sólo Kyungsoo — pedí.

El sentarnos juntos a comer se volvió algo normal, mucho. Así como vernos en los pasillos, salir al cine, ir a comer, que lo pasara a traer a su casa en mi auto, caminar por la ciudad y cuando vine a ver, pasaba todo el tiempo a su lado, como si el estar juntos se hubiese vuelto algo natural. E igual, el besarnos, al principio fue raro, estábamos probando algo nuevo y no sabíamos si nos gustaría, terminó encantándonos porque no lo dejamos de hacer y pronto tuve a Jongin debajo de mí.

Ah sí, muchos pensarán que el que me domina a mí es él, por la altura, porque juega fútbol y esas cosas molestas, ¿adivinen a quien le gusta montarse a Kai? Sí, a mí. Igualmente era alguien pequeño sin mucha experiencia, yo tampoco sabía gran cosa, ahora creo que es como lanzar una moneda en nuestros humores, a veces dejo que él haga todo y sólo me relajo. Aquí el punto es que, entre más entraba a su vida, más veía la clase de cosas a las que estaba sujeto.

Jongin odiaba el futbol, deseaba dejarlo y hacer lo que realmente amaba, bailar. Pero no lo hacía por dos grandes motivos, por sus padres y por Baekhyun, porque no importaba cuanto tiempo pasase, seguía pensando que aquello era su culpa, que su hermano no se habría distraído si sus padres hubieran elegido a Baek y no a él. Por lo que, sentía la obligación de seguir jugando a pesar de que no quería.

Obviamente detestaba eso, cada que podía intentaba convencerlo de que su hermano no se molestaría por eso, que debería hacer lo que más quisiera. No me hacía caso y muchas veces peleamos, hasta que apareció el poste con orejas.

Supe de inmediato que, si había alguien que podría levantar al pequeño Baek, ese sería Chanyeol, lo veía en la forma en que se miraban, como lo contemplaba y que parecía que el aire se le fuese de las narices cuando le hablaba, exageraba, pero las cosas sí pasaron como pensé.

—¡Estoy harto de ti y de tu insistencia! — Gritó en cuanto lo jalé del brazo para que volteara a verme — Entiende, jamás dejaré el fútbol

—¡Pero no es lo que te gusta! ¿Crees que no veo lo infeliz que eres? — Aquello se había convertido en una pelea de pareja en la calle.

—¡Eso no te incumbe! ¡Nada de mí te incumbe! — fruncí el ceño irritado, tampoco me gustaba que me gritaran aún fuese él.

—Púdrete entonces, pero no me hundas contigo — espeté antes de largarme molesto.

Supongo que era lo más cruel que le había dicho, porque era considerado siempre, todo el tiempo me preocupaba de Jongin, de su estabilidad emocional, de darle tanto cariño como fuese posible, teniendo aquellos padres que sólo exigían y no daban gran cosa a cambio, debía al menos mimarlo, pero todo tiene un límite.

Estaba yendo hacia mi automóvil cuando alguien llegó a jalarme, creí que sería Jongin pidiendo disculpas, no fue así. Un hombre mucho más alto que yo estaba apretando una navaja contra mi pierna, lo cual me espantó por la impresión.

—Tu billetera — pidió tan tozudamente, al parecer me estaban asaltando.

—Yo — mi gran respuesta fue una divagación, bien por mí.

—¡Kyungsoo! — Y justo le dio un puñetazo a mi asaltante, volteé a ver al maldito niño que me estaba salvando.

Parecía igual o más asustado que yo, me estaba viendo con miedo y me preguntaba si era por lo que sucedía o porque nos habíamos peleado. Justo en ese momento en que nos embobamos por no saber qué decirnos luego de nuestra pelea del siglo, el hombre ese le insertó su navaja en la pierna.

—¡Jongin! — Corrí a atraparlo antes de que se cayera, pedí a gritos una ambulancia — Dios, es tu pierna derecha, con esta de apoyas para lanzar — fue lo primero que se me ocurrió decir.

—Bailo mejor con la izquierda — soltó a decirme mientras me guiñaba el ojo y luego se quejaba del dolor.

—Ah... ¿alguien te ha dicho que te ves muy guapo cuando estás herido?

—No, creo que sólo el psicópata de mi novio me diría eso en un momento así

—Eh — y le di un beso, cuando llegaron los de la ambulancia encontraron una escena diferente a lo que dijeron.

Cuando llegamos al hospital nos preparamos para todo el desastre, ya me imaginaba la cara del padre de los Byun, todo amargado el vegete ese. Y sí, eso pasó, sólo que también apareció Baekhyun y lo vi alzar la voz a su padre, luego este le dijo algo que sólo me dio ganas de partirle la cara.

Jongin llorando y yo consolándolo.

—Baek, dile que lo siento a Baek— me pedí mientras jalaba mi playera y la llenaba de mocos.

—Si me tienes agarrado así no puedo ir — murmuré, sin embargo, ninguno se solto — Anda, que Chanyeol ya está con él para que no sienta mal...— intenté calmarlo con eso, aunque yo también me encontraba preocupado.

Suspiré, lo realmente jodido de los Byun era que no importaba cuánto brillo tuvieran, algunas personas no podían verlo y terminaban por hacerles daño.

Lo abracé más, las cosasdebían cambiar ya. 

i'm back beibis 7u7r

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