Cuando lo haces lo mejor que puedes, pero no tienes éxito,
cuando consigues lo que quieres, pero no lo que necesitas,
cuando te sientes tan cansado, pero no puedes dormir,
atascado en la marcha atrás 

Y las lágrimas bajan como un torrente por tu cara,
cuando pierdes algo que no puedes remplazar,
cuando quieres a alguien pero se echa a perder,
¿podría ser peor?

Las luces te guiarán a casa,
y encenderán tus huesos
y yo trataré de curarte 

(Fix You - Coldplay)

Empecé a prepararme para el concurso, Chanyeol insistió en que fuera a clase de canto para mejorar mi afinación y eso hacíamos. Cada tarde me acompañaba hasta el centro cultural en donde un estricto profesor llamado Jonghyun me regañaba si desafinaba muy mal.

—No, debes mantenerlo — puso sus manos en el centro de mi pecho, dándole un golpe a mis pulmones y así la nota llegó más alto — Así, eso

Te daré tu eso...

Chanyeol miraba todo sentado en el pequeño balcón que había en el salón, a veces llevaba consigo la guitarra y ese día era uno de esos. Se veía muy guapo con los rayos del sol entrando por la ventana y haciendo que su cabello brillara. Jonghyun le pedía que tocara alguna pieza y yo cantaba, eran días muy bonitos en los que no parecía preocuparnos aún el concurso.

—Cada día mejoras, Baek — alcé la vista para encontrarme con Key entrando al salón, se puso rápido a lado de su novio, mi maestro de canto Jonghyun.

—No le digas eso, se lo creerá — le reprochaba, Key lo miraba con el ceño fruncido.

—Tú eres muy cruel — respondió cruzándose de brazos — No le hagas caso, tienes una voz preciosa

—Gracias — sonreí.

A pesar de que Jonghyun no me halagaba como Key, a mí ambos me agradaban mucho porque se portaban de manera normal conmigo. Mi maestro era estricto, no tenía consideraciones y poco le importaba mi discapacidad, luego Key...él simplemente era amable con todo mundo, hasta con las plantas. Y ambos se completaban de manera perfecta, me gustaba verlos juntos y me preguntaba si así nos veíamos Chanyeol y yo.

—¿Ya has decidido una canción? — Negué con la cabeza, realmente la tenía difícil,

No importaba cuanto revisara mi biblioteca musical, ninguna me convencía lo suficiente, por eso seguía igual y quedaba una semana para las audiciones. Unos acordes se escucharon de repente, todos volteamos a ver al causante. Chanyeol tocaba una pequeña melodía con su guitarra, me acerqué a él lentamente mientras los otros dos se iban en su propio mundo.

Veía a sus dedos raspar las cuerdas, pocas veces usaba una plumilla y eso le daba un toque más acústico en mi perspectiva. Tarareaba algo que no entendía muy bien, igual me quedé embobado escuchándolo.

***

No me gustaba regresar a casa porque cada que lo hacía, sentía que extrañaba a Chanyeol, comenzaba a tener la fantasía de dormir un día con él y despertarme viendo su gran sonrisa. Supongo que por eso siempre tomaba el camino más largo y me distraía todo lo posible, porque ninguno quería irse.

—¿Qué clase de canción quieres cantar, Baek? — Preguntó mientras tomábamos un helado.

—Algo que me identifique, no quiero algo banal — me encogí de hombros, no sabía qué canción debía elegir.

—Bueno, realmente no sabría decirte algo que te defina, eres muy inusual Byun Baekhyun — lamía su helado y la verdad yo tenía pensamientos impuros por verlo así.

—Ya sé, soy único y diferente — agité mi mano como una diva, él comenzó a reírse y le seguí.

Justo en ese momento la puerta de la heladería se abrió, entró al lugar Taeyeon e iba con una cara medio preocupada. Levanté mi mano para que me viera y enseguida lo hizo.

—Baek, es Kai, está en el hospital — dijo de inmediato al llegar hasta a mí.

Y todo sucedió demasiado rápido.

Al llegar al hospital nos mandaron al cuarto donde tenían a Kai en reposo, mis padres ya estaban ahí. Taeyeon me contó en el trayecto sobre cómo habían sido asaltados Kyungsoo y él, al parecer estaban discutiendo primero, cada quien tomó su lugar, pero un hombre quiso asaltar a el enano, mi hermano se metió y terminó con un cuchillo en la pierna.

Jongin se veía bien, algo cansado, pero tranquilo, seguía sorprendiéndome sus nervios de acero para cosas así. Kyungsoo parecía sentirse culpable por lo sucedido ya que no se despegaba de su lado, sin embargo, estaba en silencio

—Es un alivio que esto no afectara su desempeño en el fútbol — comentó mi padre de repente rompiendo el silencio tenso para dar a otra tensión peor — Espero te des cuenta muchacho, que es tu culpa que él esté aquí — habló nuevamente refiriéndose a Kyungsoo.

Estaba a punto de contestarle para que se callara cuando Kai alzó la voz.

—Te pido que no hables de mi novio, puedes decirme lo que sea, pero a él no...— lo miré detenidamente, parecía molesto y eso pocas veces lo reflejaba.

—No, Kai, nuestro padre no tiene derecho a decir nada de nadie aquí, primero debería estar agradecido de que su hijo esté bien y no que pueda jugar fútbol, ¡¿acaso es eso lo único que te importa?! — Alcé la voz y lo reté con la mirada, estaba cansado de todo eso, pero él parecía indiferente.

—Sí, porque la vida de Jongin es el fútbol — afirmó tranquilamente, me removí en mi silla.

—¡Y si es así, ¿dónde está mi vida?! ¡¿No tengo?! — Apartó la mirada, fruncí el ceño molesto, sin apartar la mirada de él.

—El día que me dijeron que ya no podías caminar...para mí, ese día moriste — y se fue de la habitación.

Como había agachado la mirada, sólo vi las piernas de mi madre irse. No escuché por lo que fueron varios segundos, todo pareció desaparecer a mi alrededor, morir debía sentirse igual.

—Baek...Baek — alguien decía mi nombre, podía escucharlo, pero mi mente no comprendía — Lo siento, Baek, siempre es mi culpa que te hagan daño...

Sólo cuando escuché el llanto pude alzar la mirada, delante de mí estaba mi hermano llorando y parecía realmente dolido. Negué con la cabeza.

—No es tu culpa — mi tono de voz fue bajando hasta desaparecer.

A duras penas tomé mis ruedas y me fui de ahí. Quería llorar, pero no podía, jamás pude... algo dentro de mí se estaba rompiendo y no es como si aquello no lo supiera, lo sospechaba. Que para mi padre yo era sólo el fantasma de lo fui, vagando en una silla de ruedas y recordándole a todos que era el fracaso de la familia.

—Baek, alto — sabía que era Chanyeol, pero no quería detenerme — por favor, Baek, detente

Seguía adelante por todo el pasillo, realmente no podía parar.

—Lo que piense tu padre de ti, no debe importarte... ¡Eres Byun Baekhyun, mi estrella! — Gritó, yo sabía que debía decirle algo, pero yo...

—Alto, Byun Baekhyun — delante de mí se apareció Taeyeon, tenía una mirada que hace tiempo no había visto en sus ojos — No permitiré que huyas, por años te he visto esconderte, hundirte en esta silla, ¡No eres el fantasma de lo que fuiste! Sigues siendo tú, joder, el pequeño niño que jugaba conmigo, el que me pidió que fuera su novia, el que me regaló flores en mi cumpleaños — sus ojos se fueron humedeciendo — el Baekhyun que sigo amando — soltó un ligero gemido, estaba ya llorando — y por eso no dejaré que te pierdas, no cuando hay alguien aquí que ha podido sacar lo bueno de ti nuevamente...lo que jamás pude hacer — tomó los reposabrazos de mi silla y me giró hacia donde estaba Chanyeol — Anda, desahógate

Entonces vi el rostro de Park Chanyeol delante de mí, con su preocupación mostrada en cada parte de él. No necesitaba decirme nada, porque yo sabía lo que estaba sintiendo en ese momento...luego de tanto tiempo, pude soltarme a llorar. Aquello que estaba cargando desde hace mucho tiempo, brotó al verlo a él y no comprendí por qué. Quizá tenía razón Taeyeon, él lograba sacar todo lo bueno de mí, hacía que el dolor se fuera lejos y llegar a mí tranquilidad. Terminé llorando en el pecho de Chanyeol mientras me abrazaba fuertemente a mitad del pasillo del hospital, mi corazón colgaba ahí y quizá él lo estaba sanando lentamente, porque todo lo malo comenzó a diluirse...

De reojo pude ver a una Taeyeon yéndose mientras limpiaba las lágrimas de su rostro. Con esa escena, vi de pronto la canción que iba a cantar, todo estaba más claro.

¡Hola chicxs! Voy a llorar ;u;