Cambios.

The Spectacular Spider-Man.

-Hola- Persona hablando.
-(Maldición)- Persona pensando.
-Hola- Criatura y/o Monstruo hablando.
-(Corre)- Criatura y/o Monstruo pensando.
-[Hola/hola]- hablando por teléfono, comunicador, video llamada, micrófono, Etc.
《Hola》texto en carta, mensaje, nota.
*Onomatopeya de sonido*
X-XX-XXX-XX-X cambio de ubicación y/o lugar.
<Takashi> Punto de vista de cierto personaje.
~Sum~ Sentido Arácnido.

Arco 01: ¡¿Qué me está pasando?!

Capítulo 01: Cambios.

X-XX-3 PM, Ciudad de Tokonosu-XX-X

*Dong, ding, dong*

-¡¡Yeeeaahhhh!!- gritaron al unísono un grupo de jóvenes al escuchar la campana que señalaba el final de las clases.

-Bueno jóvenes, parece que sea terminado el tiempo de clase.- comentó un hombre de unos treinta y cinco años. Tenía un alborotado cabello gris, con unos mechones que cubrían su ojo izquierdo.

Su ojo derecho tenía el iris negro. Mas el resto de su rostro lo mantenía cubierto por un cubre bocas. Vestía una camisa blanca con pantalones negros y zapatos del mismo color.

-Pero que no se les olvide...- habló con un tono completamente gélido. Todos se quedaron callados y estáticos en sus lugares e incluso en las posiciones en las que se encontraban -Esta es nuestra última clase de la semana, pero recuerden que tienen una tarea que vale el 60% de su calificación para su examen final... Espero ver sus tareas en mi escritorio el lunes.-

-Hai, Hatake-Sensei...- dijeron todos con los ánimos por los suelos. Sin más el maestro salió del salón.

Cierto joven de 1.65 metros con cabello castaño rojizo y ojos cafés, veía todo lo ocurrido con diversión. Guardando sus cosas en su mochila y colocándola en su hombro para después levantarse de su lugar y dirigirse a la salida del salón.

(N/A: Lo del cabello es solo para diferenciarlo del Takashi de la historia original. Lo mismo que hicieron en Into The Spider-Verse para diferenciar a Peter ultimate de Peter B. Parker.)

Pero mientras caminaba por los pasillos de su escuela en dirección a la puerta principal, alguien lo llamó.

-¡Takashi!- el castaño se detuvo, pero antes de poder dar siquiera media vuelta, un brazo lo toma del cuello sorprendiéndolo. Más no se alarmó ya que conocía muy bien al dueño de la voz.

-Hola Hisashi.- responde con una sonrisa alegré al ver a su mejor amigo.

Se trataba de un joven de cabello gris y ojos marrones. Era unos centímetros más alto que el castaño.

Ambos empezaron a platicar de como estuvo el día de cada uno. Y así siguieron hablando hasta que el ojimarron toco cierto tema en específico.

-Mañana es la excursión, ¿verdad?- preguntó el peli gris mirando al cielo.

-Si... Todavía no entiendo por qué tenemos que ir a esa corporación, ¿cómo se llamaba...?- contestó el castaño, que no recordaba bien el nombre del lugar al que irían.

-Oscorp.- aclaró Hisashi -Aunque he de admitir que es raro que una corporación multinacional, que tiene sede en Nueva York, venga una ciudad como esta... Incluso si es solo de manera temporal.-

-Quién sabe... lo bueno es que es la excusa perfecta para no tener que escuchar las aburridas platicas de los maestros.- Hisashi soltó una carcajada ante el comentario de su mejor amigo.

-Y lo dice el que tiene el promedió más bajo de todo tu salón.- se burló el más alto. Takashi se tambaleó un poco, mas recobró el equilibrio dándole una mirada molesta -De todos modos, ¿sigue en pie el plan para la próxima semana?-

Ante aquella pregunta el peli castaño parpadeó confundido, mas sus ojos se abrieron con sorpresa al recordar lo que habían ideado.

-¡Maldición, me había olvidado completamente de ello!- grito mientras se rascaba la cabeza con desesperación.

-Entonces deberías decírselo a él. Estoy más que seguro de que tu hermano se alegra al enterarse.- las palabras de Hisashi lograron sacarle una sonrisa al ojicafé, además de ayudar a tranquilizarlo.

-Tienes razón. Sabes que le diré en cuanto llegue a casa.- decidió.

El peli gris asintió satisfecho con la decisión. Mas una sonrisa pícara apareció en su rostro.

-También invitarás a esa chica... ¿Me repites su nombre?- la actitud de Takashi dio un giro de 180 grados con esas simples palabras. Su mirada llena de confianza se transformó en una completamente nerviosa.

-R-Rei, Miyamoto Rei...- murmuró mientras en sus mejillas se hacía presente un pequeño carmín -E-en todo caso, también le avisaré mañana a Morita y a Takagi si quieren ir con nosotros.-

Hisashi veía divertido el intento por desviar el tema de su amigo, mas decidió no seguir insistiendo con eso.

Pronto estaban en la estación del metro y tomaron uno. Al cabo de 50 minutos de viaje llegaron a la estación más cercana a sus casas. Al bajar en una esquina se separaron en direcciones diferentes para llegar a sus respectivos hogares.

Takashi no pudo reprimir una sonrisa al ver la casa que sus padres construyeron con mucho esfuerzo. No era la más grande, pero tampoco era pequeña, se podría decir que era del tamaño adecuado para sus padres, su hermano y el. Sin olvidar que había espacio más que suficiente por si un día tenían a un huésped.

Y había llegado justo a tiempo, ya que dentro de poco seria la hora de comer.

X-XX-XXX-XX-X

-Hmm... hmm...- tarareaba una hermosa mujer que tenía el cabello de un tono castaño, manteniéndolo atado en una cola de caballo, con dos mechones que en marcaban su hermoso rostro.

Vestía una simple blusa blanca de manga corta, la cual parecía que estaba apuntó de reventar por contener sus pechos de gran tamaño. Un ajustado pantalón negro cubría desde su cintura, pasando por sus caderas y sus torneadas piernas, hasta sus tobillos. Al encontrarse en la comodidad de su hogar decidió estar descalza.

Sin embargo la mayor parte de su ropa se encontraba cubierta por un delantal rojo.

Sus ojos cafés se encontraban concentrados en la estufa. Por el rabillo del ojo noto la hora en el reloj. Sonrió al ver que dentro de poco llegaría su hijo mayor de la escuela y de seguro se alegrará al ver lo que estaba cocinando.

*Gachan*

-Tadaima (1).- se escuchó desde la puerta. La castaña disminuyó la intensidad del fuego y salió de la cocina para encontrase con su hijo.

-Okaerinasai (2), Takashi-Chan.- lo recibió su madre con un cariñoso abrazo.

-Ya te he dicho que dejes de llamarme así Okaa-San.- se quejó el joven, mas correspondió el abrazo.

-Hai, hai... La comida ya casi esta lista así que lávate las manos y siéntate de una vez.- vez.- ignorando las quejas de su hijo mayor, volteó hacia las escaleras que conducían al segundo piso -¡Takato-Chan! ¡Ya llego tu hermano, ven a comer!-

Mientras tanto Takashi, quien había realizado el pedido de su madre, procedió a pasar los platos y vasos necesarios antes de sentarse en una de las sillas. A sus fosas nasales llego del delicioso aroma de la comida y la pudo reconocer sin problema alguno.

-¿Oyakodon? (3)- preguntó sorprendido. Por lo general ese platillo lo preparaban en ocasiones especiales. Más eso no evitaba que fuera el favorito de esta familia.

-A tu padre le dieron el ascenso.- fue lo único que comentó -Y para celebrarlo esta noche saldremos a cenar los dos. Pero creo que es un poco injusto que solo nosotros disfrutemos, así que les prepare su favorito.-

-Eso explica por qué estabas tan contenta.- ambos castaños voltearon en dirección de donde se originó esa voz.

Era un niño de quizás unos 9 o 10 años. Al igual que los presentes que estaban en el comedor él tenía el cabello castaño y ojos cafés, más los suyos era de un tono claro. Usaba solo una playera blanca y un pantalón cortó de color azul.

-Okaeri, Nii-san.- saludo el pequeño.

Takashi no respondió verbalmente, solo estiró su mano alborotando el cabello de su hermano. El castañito le dirigió una mirada ligeramente molesta pero no hizo nada.

Mientras tanto la castaña veía la interacción de sus hijos con una sonrisa. Entonces sus ojos se fijaron en el reloj notando la hora. Acercándose a sus hijos, se despidió con un beso en la frente a cada uno.

-¿Otra vez tienes que regresar a tu trabajo?- preguntó el hijo mayor.

-Por desgracia sí. Como son las últimas semanas de los de sexto grado tengo que darme prisa en sacar sus calificaciones.- explicó tratando de resumir lo más posible -De todos modos, llegaremos tarde así que no nos esperen. ¡Cuida a tu hermano Takashi!-

Ambos hermanos se asomaron por el pasillo para despedirse de su madre mientras se ponía unos zapatos de tacón alto. Seguidamente de que ella salió se escuchó el inconfundible rugido del motor del coche al ser encendido antes de perderse a la distancia.

-¿Ya se fue?- preguntó el pequeño.

-Si...- le respondió el castaño mayor antes de darle una sonrisa traviesa a su hermano -¿Ya acabaste tu tarea?-

-Por supuesto que si.- reclamó sintiéndose ofendido por aquella pregunta. Su enojo fue sustituido por una sonrisa igual a la de su hermano -¿Vas a ir?-

-Claro que no... Vamos a ir los dos.- con eso dicho ambos regresaron a la cocina para terminar su comida y lavar los trastes.

Takashi subió las escaleras a toda velocidad y algunos minutos después volvió a bajar. Ahora vestía ropa deportiva verde.

-Andando entonces.- sin necesidad de decir nada más ambos hermanos de colocaron sus zapatos. Un par de zapatos cafés para Takato y unas zapatillas blancas para Takashi. Y a paso veloz salieron de su hogar.

X-XX-Parque Central de Tokonosu.-XX-X

El parque central de la ciudad de Tokonosu, un lugar construido para el uso de todos los habitantes de la ciudad. El lugar fue construido por idea del anterior alcalde de la ciudad, quien ahora es candidato para primer ministro, Shido Ichiro.

Si bien el hombre tenía acusaciones de estar metido en cosas ilegales, los jóvenes no le tomaban mucha importancia a eso. Ellos estaban agradecidos con el hombre por haber construido un lugar en el que podían divertirse sin ninguna preocupación.

-¡Yeee-haaa!- gritó con notable alegría un joven de cabello castaño y ojos verdes mientras se deslizaba en patineta hasta una rampa de tamaño considerable.

Estando a escasos dos metros utilizó su pie para impulsarse y ganar velocidad. Las ruedas delanteras abordaron la rampa, el joven volvió a colocar los pies sobre la patineta y doblo ligeramente las rodillas. Y antes de llegar al borde dio un pequeño salto.

Sus pies se separaron de la patineta mientras esta última daba uno, dos, tres vueltas en el aire. Sin poder contenerse comenzó a reír por la alegría que sentía. Más al notar como iba descendiendo volvió a colocar sus pies en la tabla de manera correcta.

*Tam*

-¡Lo logré!- exclamó con alegría el castaño. Tanta era su felicidad que cerró los ojos y levantó los brazos, y gracias a eso no logro notar que el cemento del piso frente a él estaba disparejo -¡Ahh!-

Y la suma de estos factores causó que la patineta frenara abruptamente. Al no haber esperado algo así, el ojiverde perdió el equilibrio cayó al piso y rodo por el mismo.

-Eso dolió...-

-Se nota a simple vista... Por lo menos ya mejoraste un poco con la patineta.- el joven de cabello negro parpadeó sorprendido al escuchar esa voz.

Volteando en dirección de dónde provino esa voz. Reconoció fácilmente la cabellera castaña de aquella persona.

-¡Takashi...! ¿Y Takato...?- dijo con alegría, pero esta cambió a confusión al notar a un pequeño a lado del ojicafé mayor. Ambos hermanos se acercaron al caído y lo ayudaron a levantarse -No sabía que traerías a tu hermano.-

-Mis padres no están en la casa y tampoco podría dejarlo solo en ese lugar.- comentó -Además de que lo último que quiero ver al regresar es encontrar parte de la casa hecha un desastre.-

Ante aquellas palabras el pequeño castaño frunció el ceño y apartó la mirada.

-*Suspiro*...Has un reguero en la cocina la primera vez que te dejan solo en la casa y jamás conseguirás que lo olviden.- murmuró molesto el pequeño.

Los de mayor edad se rieron de la actitud del menor. Cuando Takashi se calmó su actitud dio un giro de 180 grados.

-Takato...- habló con un tono serio el hermano mayor -¿Qué tienes que hacer si alguien te ofrece cigarros?-

-Lo pateó en la espinilla.- fue la simple respuesta de Takato.

-¿Y si te ofrece cerveza?-

-Lo pateó en la espinilla.-

-¿Y si está sentado?-

-Lo pateó entre las piernas y vengó corriendo con ustedes.-

-De acuerdo... Morita, te lo encargo.- Satisfecho con las respuestas de su hermano y dejarlo al cuidado del ahora identificado Morita, el mayor de los Komuro se apartó a una buena distancia de ellos. Ambos veían como su amigo y hermano respectivamente, se acercaba a una bicicleta de color negro con franjas celestes y una ruedas de 20 pulgadas de diámetro.

-Y entonces... ¿Qué quieres hacer?- preguntó Morita. El castañito adoptó una pose pensativa. Estuvo así unos minutos sin llegar a una respuesta clara. O al menos así fue hasta que noto la patineta que estaba en el piso.

El ojiverde no pudo evitar sonreír al notar que es lo que atrajo la atención de pequeño.

-O quizás podría enseñarte a andar en patineta, ¿Qué dices?- ante la pregunta los ojos del niño brillaban llenos de alegría.

X-XX-XXX-XX-X

-¡Vamos tu puedes hacerlo!- animaba Morita.

Takato por su parte se deslizaba por el suelo sobre la patineta. Pero se notaba que tenía un poco de dificultad ya que se movía mucho tratando de mantener el equilibrio. Sin que se diera cuenta o pudiera evitarlo, una de las ruedas paso por encima de una piedra. Y si antes le costaba mantenerse, ahora definitivamente perdió el equilibrio cayendo de la patineta.

Al ver esto Morita corrió logrando atrapar al pequeño antes de que tocara el suelo.

-¡¿Te encuentras bien, Takato?!- cuestionó.

El pequeño asintió mientras soltaba un sus piro de alivio.

-Creo que suficiente por un día.- declaró el pequeño ojicafé.

*Trum*

Ambos voltearon al escuchar un golpe seco. Se trataba de Takashi quien se había caído de la bicicleta. Levantándose el castaño se sacudió el polvo de la ropa, más volvió a pedalear por la pista hasta llegar al borde y realizó un Bunny Hop (4).

Estando en el aire soltó el manubrio e hizo girar la bici, ante de volver a sujetarse y caer sobre las dos ruedas.

-¿Por qué Nii-san se esfuerza tanto?- preguntó Takato alzando una ceja.

-¿No te lo ha dicho...? Dentro de un mes se llevará cabo un torneo de... Llamémoslo "BMX Callejero" y el participará.- explicó Morita sorprendiendo al Komuro menor.

-¿Enserio va a participar...? Siempre me lo decía antes, pero no creí que realmente lo fuera a hacer.- viendo a su hermano entrenar arduamente lo preocupó.

No era ningún secreto para su familia que el hiciera eso. De hecho sus padres lo alentaron a continuar ya que lo consideraban una excelente práctica deportiva. O al menos así fue hasta que a Takashi se le ocurrió la brillante idea de inscribirse a un torne callejero sin decirle nada a nadie.

Supuso que su hermano quería sorprenderlos al llegar a casa con el premio del primer lugar. Pero en lugar de eso terminaron llamándolos del hospital para que fuera a recogerlo, ya que en medio de la competencia tuvo un accidente y terminó rompiéndose un brazo.

Tal fue el enojo de sus padres por aquello que lo terminaron castigando por casi medio año. No podía creer que volvería a intentarlo otra vez, debía de hablar con el y con suerte lograría disuadirlo.

Más una mano lo sujetó del hombro deteniendo su andar.

-Se lo que estás pensando y déjame decirte que te detengas.- sorprendido el pequeño ojicafé estaba listo para reclamar pero se quedó callado al ver la mirada seria del ojiverde, una muy poco usual en su persona -Sé que estas preocupado y que no quieres que se repita lo de la otra ocasión. Pero desde aquel entonces él tenía el sueño de ganar ese torneo. Las semanas siguientes él estaba tan deprimido, no solo por el castigo, sino también por haber fracasado.-

Haciendo una pequeña pausa ambos observaban a Takashi. El castaño rojizo se encontraba manteniendo el equilibrio con la llanta trasera.

-Por eso se ha estado esforzando tanto. Esta vez quiere ganar y tú lo conoces, cuando se le mete algo en la cabeza difícilmente lo olvidará.- el pequeño chasqueó la lengua con resignación.

-Bien... No diré nada.- dijo de mala gana -Pero si algo le pasa a Nii-san, tú serás el que hable al respecto con Kaa-san.-

Morita se volvió extremadamente pálida ante esas palabras. Era algo que solo era conocido entre los familiares y amigos cercanos, pero durante sus años de juventud la madre de los hermanos Komuro fue una mujer que era temida a pesar de su joven edad. Y todo debido a que desde temprana edad fue entrenada en artes marciales.

Y era tal su habilidad para el combate que fue considerada una prodigio. Durante los siguientes años se ganó la reputación por acabar con algunas pandillas que tenían el atrevimiento de proclamar la ciudad como su territorio. Gracias a su habilidad en las peleas y su increíble belleza, se ganó el sobrenombre de Buraddirozu (Rosa Sangrienta).

Pero no todo fue color de rosas. En especial cuando a la ciudad llego una joven que se auto nombraba Fukutsu no Raion (Leona Indomable), que rápidamente formó su pandilla de mujeres. Fue solo cuestión de tiempo para que ambas mujeres se encontraran cara a cara, y el día que eso pasó, se desató el infierno.

Morita todavía recordaba como en palabras de su padre, fue un combate brutal. La madre de su amigo tenía la ventaja en cuanto a estilo de pelea, más "La Leona" ganaba terreno en el manejo de armas como navajas, cadenas, y de forma sorprendente, también un bastón Bo. Al final todo terminó en un empate, las dos tenían una buena cantidad de moretones en el cuerpo. Y esa fue solo la primera de muchas peleas que tendrían.

Un intenso estremecimiento recorrió su cuerpo. La castaña dejó las peleas desde hace años, mas eso no significa que haya perdido práctica.

-(Nota mental: llamar una ambulancia para mí, si algo malo pasa ese día.)- pensó recuperando el color de a poco en poco. Pero el nerviosismo aún permanecía en su interior manifestándose en una gran cantidad de gotas de sudor -(Y quizás un pantalón y ropa interior limpia)-

X-XX-Al día siguiente-XX-X

Takashi observaba el paisaje pasar desde su asiento con aburrimiento. La escuela contrató unos autobuses para llevarlos a los laboratorios Oscorp. Por desgracia pidieron uno para cada grupo por lo que no podía hablar con Hisashi, por lo menos todavía podía hablar con Morita.

-¡¿Me estás escuchando?!- gritó/preguntó la persona que estaba sentada junto a él.

Así, también está ella...

-Te estoy escuchando, Takagi.- contestó con aburrimiento.

Volteando en su dirección, fue entonces que la vio. Era una joven de su misma edad, tenía el pelo de tono rosado atado en dos largas coletas. Unos ojos dorados que llamaban la atención de cualquier persona que los viera. Su piel era de tez blanca y al igual que muchas de sus compañeras, su cuerpo se desarrolló mucho a pesar de su edad.

-Se nota por la cara que tienes, baka... ¡Además te he dicho que me llames por mi nombre!- le reprocho la peli rosa cruzando los brazos debajo de su prominente pecho resaltando su tamaño.

Los ojos de Takashi se concentraron en el pecho de su amiga viendo como subían y bajaban con su respiración. Apartó la vista rápidamente al darse cuenta de lo que hacía. Ella era su amiga desde el preescolar, no podía aprovecharse de la confianza que tenía el uno en otro para hacer algo así.

Desconocido para el castaño, su amiga de ojos dorados frunció el ceño.

-(Si claro... Si soy yo volteas la mirada, pero si fuera Miyamoto capaz de que podrías quedarte así por horas.)- pensó fastidiada -(¡Pero no me rendiré! ¡Soy Takagi Saya, y yo nunca descansaré hasta no lograr que este baka se fije en mí!)-

Una gota de sudor se deslizó por la nuca del castaño al ver a Saya apretando el puño frente a su rostro con convicción y la mirada apuntando a cielo. Tenía que hacer algo para sacarle de ese estado. Y por suerte tenía un tema perfecto para eso.

-¿Tienes algún plan para el sábado de la próxima semana, Saya?- preguntó ganando la atención de la ojidorada -Una pista de patinaje vendrá y esperaba contar contigo ese día.-

-¿So-solo nosotros dos? ¿C-como una ci-cita?- un sonrojó se manifestó en sus mejillas al imaginarse a los dos juntos patinando, tomados de las manos y quizás al terminar la llevaría a una cena romántica.

-No, en realidad Hisashi y yo planeamos esto, incluso ya invité a Morita. Y también irá Takato.-

*Crash*

Las ilusiones de Saya se rompieron en mil pedazos con esas simples palabras. Más aun así tenía la fuerza suficiente para decir...

-No tengo nada planeado. Puedes pasar a mi casa para recogerme.- murmuró, por lo menos irá el castañito. Takashi no pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro ante la confirmación. Mas una nueva duda se manifestó en la mente de la ojidorada -¿También ira Miyamoto?-

Takashi parpadeó confundido ante la repentina pregunta. Alzando los hombros restándole importancia. Rei, Saya y él han sido amigos desde pequeños, era normal que los tres salieran junto, seguramente no quiere que la dejemos fuera de esto. Si, seguro es eso.

-Ayer no tuve oportunidad de hablar con ella. De hecho todavía ni le preguntó.-

-(¿Me dijo a mi primero en lugar de Miyamoto? ¡Qué bien, punto para mí!)-

Otra gota de sudor se volvió a deslizar por su cabeza, así como las de todos sus compañeros al ver a la peli rosa otra vez con una mirada soñadora al cielo. Y para hacerlo todavía más raro un rayo de luz la iluminaba.

-¡Muy bien jóvenes, hemos llegado!- por suerte fueron salvados de seguir viendo tan raro suceso por una maestra -¡Bajen uno por uno, con calma y sin empujar!-

Todos hicieron caso a lo indicado por la maestra. Una vez abajo, Takashi se sorprendió al ver el enorme edificio al que llegaron.

*Clap, clap*

El sonido de aplausos llamó la atención de todos. Era su maestro de cabellos grises con gran parte del rostro cubierto

-Muy bien jóvenes... ¡Su atención por favor a los de mi grupo!- llamó el peli gris. Cierto número de alumnos, entre ellos Saya y Takashi, se acercaron a él -Recuerden que a pesar de que fue la misma empresa quien nos invitó, eso no quiere decir que podremos hacer lo que se nos dé la gana.-

Todos se estremecieron ante el tono serio del maestro, algunos se preguntaban dónde fue que aprendió a hacer eso. Excepto a Saya, cuando creces con un padre como el de ella, que aterra a cualquiera con su mera presencia, aprendes a no asustarte fácilmente.

-Ahora los llamaré uno por uno a recoger sus credenciales de visitantes.-

Uno por uno fue pasando al escuchar su nombre hasta que fue el turno del castaño. Aunque es curioso ya que fue el último en pasar.

-¿Komuro Takashi?-

-Estoy aquí Sensei.- abriéndose paso entre sus compañeros tomo la tarjeta para colgarla en su cuello, pero su maestro no la soltaba -¿Hatake-Sensei?-

Soltando un pequeño suspiro el hombre con el rostro cubierto se le quedó viendo al castaño a los ojos.

-Komuro-Kun... Sé que la materia de ciencias no es tu fuerte, pero quiero pedirte que prestes atención a lo que verás aquí. Podría ser beneficio para tu futuro.- Takashi estaba sin palabras. Era raro que su maestro tan poco expresivo se preocupara tanto por un alumno en particular -Tienes lo necesario para volverte uno de los mejores de la clase, quizás no como Saya, pero yo sé que lo puedes lograr. Solo tienes que dejar tu pereza de lado.-

El ojicafé estaba sorprendido. Siendo honesto la verdad era que si era un poco flojo en las clases, siendo esta la razón por la que era el último.

-*Suspiro*... De acuerdo Sensei. Prometo que prestaré atención a todo lo que vea.- declaró el castaño. Alegre de que al menos su alumno se comprometiera, cerró su ojo tomando la forma de una sonrisa.

-(¿Cómo rayos puede hacer eso?)- se preguntó en pensamientos. Alejando aquella duda volteó la vista en dirección del letrero con la palabra "Oscorp" en grandes letras verdes -(Veamos que puede ofrecer este lugar. Aunque no creo que pueda sorprenderme.)-

X-XX-XXX-XX-X

-Ok, retiro mis palabras... ¡Este lugar es increíble!- dijo el castaño con la misma emoción que tendría un niño en una dulcería.

Al igual que cualquier persona de su edad, a Takashi le gustaba la tecnología. No a tal grado de ser considerado un tecno-maniaco pero sabía lo necesario. Incluso le gustaban las cosas retro.

Todas las cosas que tenían en este lugar eran fabulosas. Había prácticamente de todo desde un traje tan delgado, que parecía una segunda piel, que resistía grandes temperaturas y al fuego directo sin que la persona que lo utilice sea afectada. Una plataforma que al pararte encima te volvía invisible.

Pero lo más genial fue cuando les mostraron un traje/exoesqueleto que dotaba al usuario de varias capacidades, tales como aumento en la fuerza, velocidad y reflejos. Incluso contaba con un sistema que curaba las heridas del usuario, o estabilizar en caso de que sean heridas de gravedad.

*Puzz*

Alzando la mirada distinguió un planeador acercándose y cuyo diseño era similar a las alas de un murciélago. El planeador descendió hasta estar a dos metros del suelo, el hombre con el exoesqueleto aprovechó para subir de un salto. Los pies conectaron con dos pequeñas plataformas y Takashi jura haber escuchado un pequeño "click"

El hombre se inclinó un poco hacia delante y en respuesta su medio de transporte avanzó dando vueltas por el lugar. En cierto momento hizo lo mismo salo que estando de cabeza, confirmando las sospechas del castaño de que aquel sonido era alguno tipo de seguro que lo mantenía sujeto al planeador.

-Odio admitirlo, pero por esta vez te daré la razón.- exclamó Saya igual de impresionada que él, solo que ella lo disimulaba mejor -(Pero no solo desarrollan aparatos mecánicos. También tienen programas de encriptado de archivos e incluso artículos armamentistas.)-

Los ojos de la peli rosa se posaron en una vitrina en la cual se encontraban varias tipos de misiles. Según lo que decía la proyección estaban pensados para ser de uso militar y un poco policíaco.

-(¿Tendrán más armas?)- se preguntó dudando de esas son las únicas armas que tiene esta corporación -Admito que es impresionante que esta compañía esté a la vanguardia con las nuevas tecnologías.-

-Me alegra escuchar que los jóvenes piensen eso de mí compañía.- los dos se sobre saltaron ante la desconocida voz.

Volteando, se sorprendieron al ver a un hombre de unos cuarenta años. Era alto, tenía el cabello corto de un tono cobrizo y ojos azules. Vestía un elegante traje de negocios negro, camisa blanca debajo del saco y una corbata roja con líneas naranjas. Se notaba por sus fracciones que era de nacionalidad Americana.

Junto a este hombre se encontraba su maestro de cabellos grises.

-Komuro-Kun, Takagi-San, quiero presentarles a el fundador y director de esta corporación...- las palabras del peli gris fueron cortadas cuando el hombre de nacionalidad Americana extendió la mano para saludar a los jóvenes.

-Norman Osborn. Es un placer conocerlos.- se presentó el americano.

-Es un placer conocer al fundador de tan increíble lugar, Osborn-San.- Takashi fue el primero en saludar al hombre. Estrechando las manos, Norman sonrió ante el entusiasmo del joven.

-Es un placer...- fueron las secas palabras de la peli rosa.

-Disculpe la actitud de esta amargada. Por desgracia ella es así.-

-¡¿Que se supone que significa eso?!-

Norman soltó una pequeña risa al ver la interacción de ambos jóvenes, incluso se preguntaba si eran pareja.

Se aclaró la garganta cuando el maestro reunió a todos sus alumnos, los cuales lo observan, unos con interés, otros con aburrimiento y a algunos les daba igual.

-Bienvenidos sean todos ustedes a las industrias Oscorp, jóvenes. Soy Norman Osborn, ahora estoy seguro de que alguno de ustedes tienen preguntas para mi.- apenas terminó de pronunciar esas palabras varios estudiantes levantaron la mano -Empiece usted señorita.-

Le concedió la palabra a una joven de cabello marrón que está atado en un moño de estilo chino y sus ojos tenían un tono similar. Algo destacable de ella era que su busto es notablemente más pequeño que otras chicas de su edad y que sostenía una pequeña libreta en la cual hacía rápidos apuntes.

-Gracias por su amabilidad, Osborn-San. Me llamo Misuzu Ichijou y formo parte del periódico escolar.- se presentó la castaña mientras le daba un rápido vistazo a libreta -Mi pregunta es simple, ¿por qué decido traer su compañía a nuestra ciudad? Existen muchas otras ciudades que matarían porque una corporación como esta se ubique en ellas.-

-Tiene razón señorita. Antes de venir a este lugar habíamos recibido propuestas de distintas ciudades. Incluso tuvimos uno desde Inglaterra firmado por la misma reina.- la declaración sorprendió a los presentes. Para que la mismísima reina de dicho país pidiera formalmente eso, significaba que este lugar realmente era algo -Pero tuvimos que rechazar esa última.-

-¿Por qué rechazaron un pedido personal de la reina de Inglaterra?- preguntó sorprendida una joven que sostenía una cámara.

La joven tenía una altura similar a la de su compañera de cabellera castaña. Su cabello era negro con unos destellos azules atado en una trenza y un fleco peinado hacia el lado derecho de su cara. Y ojos azul oscuro. Ella era Toshimi Niki, la fotógrafa estrella del periódico escolar y mejor amiga de Misuzu.

-Eso es simple. No quiero que la compañía por la que he sacrificado tanto este en el lugar donde a otros les combine, quiero que este donde la necesitan.- todos los alumnos y maestro incluido alzaron una ceja ante dichas palabras -Estoy seguro de que se anda dado cuenta de que los crímenes en su cuidad ha aumentado. ¿Verdad?-

Nadie dijo nada. No por qué no quisieran, sino porque no tenían argumentos para contradecir al hombre americano.

-Reconozco que la policía de esta ciudad es, en palabras simples, excepcional. Pero puede mejorar todavía más.- comentó Norman -Miren, cuando fundé Oscorp observe el mundo que me rodeaba y dije: "Podemos mejorar, debemos mejorar". Einstein dijo: "Que no era posible cambiar el mundo sin cambiar nuestra mentalidad", pero el cambió no es solo un eslogan, empieza con trabajo duro. El cambió comienza con perseverancia y compromiso.-

-...- el silenció reino entre los estudiantes. Ninguno sabía que hacer o decir ante tales palabras.

*Clap, clap, clap*

El silencio ligeramente incómodo fue roto por unos aplausos. Toda la clase veía sorprendidos a su maestro, ya que era el responsable de los aplausos.

*Clap, clap, clap*

Secundo Takashi. En su opinión fue un buen discurso. Uno a uno los demás estudiantes fueron uniéndose a los aplausos para satisfacción de Norman.

Un hombre de piel morena y cabeza rapada, que vestía un traje de color vino y cuyos sus ojos permanecían cubiertos por unos lentes negros y no permitían ver de qué color eran. Se abrió paso entre los presentes acercándose a norman para susurrarle algo al oído. El hombre de cabello cobrizo solo asintió.

-Perdón jóvenes pero me llaman para una junta, así que solo contestaré solo una última pregunta.- Para sorpresa de Takashi el primero en levantar la mano y a quien le concedieron la palabra fue su amigo de ojos verdes.

-¿Creará una armadura como la de Iron Man?-

*Sonido de disco rayado*


*Paf*

-¡Ahh! ¡¿Y eso por qué?!- preguntó/gritó el castaño de ojos verdes cuando recibió un zape en la parte posterior de la cabeza.

Takashi se cubrió la cara con la misma mano que usó para golpear a su amigo. Y en un tono de murmullo dijo: "Amigo, no menciones a la competencia". Norman por su parte mantuvo una sonrisa forzada en su rostro ante la mención de aquel héroe.

-Lo siento joven pero en Oscorp siempre tratamos de Innovar. Nunca nos atreveríamos a copiar algo que ya inventó la competencia.- tras aquella declaración el fundador de Oscorp se hizo a un lado y apuntó con sus manos a una compuerta, la cual se abrió revelando un pasillo -Ahora por favor, pasen a nuestros laboratorios.-

Avanzando en la dirección señalada, el grupo de alumnos desapareció de la vista de Norman cuando la compuerta se volvió a cerrar.

-Tenías que mencionar a ese maldito de Stark.- murmuró con veneno mientras fruncía el ceño. Soltó un suspiro para calmarse -No importa de todos modos. Solo necesito alejarme a un lugar donde todos esos "héroes" mantengan sus narices alejadas de mis asuntos.-

Podría pensar en eso después. Por ahora tenía que dirigirse a su sala de juntas para ver qué querían los inútiles directivos que se arrepentía de haber contratado.

X-XX-XXX-XX-X

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Hambre.

Era el sentimiento que predominaba en su ser. Desde hace horas que nada caía en su red. Tal era su deseo que se vio en la necesidad de abandonar su trampa/hogar, iba bajando con ayuda de un hilo de su seda y dos de sus ocho patas.

*Tumb*

Un extraño sonido le hizo detenerse. Con sus seis ojos buscó en todas direcciones pero no entró nada, o así fue hasta que pasó. El suelo se abrió y del mismo emergió un largo artefacto similar a una de sus patas de color azul con una esfera roja en la punta.

*Tumb*

Sus ojos del lado derecho de su cabeza voltearon al ver otro de esos artefactos igual al que tenía al frente. Esto lo estaba asustando, era mejor que volviera a subir.

Pero fue muy tarde.

Las esferas emitieron un brillo verdoso antes de que un Rayo del mismo verde con destellos amarillos saliera disparado. Del otro surgió uno igual.

Ambos rayos colisionaron a medio camino, por desgracia "el" se encontraba en el área del impacto. Duro solo unos segundos y los rayos secaron.

Aunque confundido volvió a subir pero había un problema. Su cuerpo dolía, y eso era quedarse corto, era como si en su interior se encontrara un fuego que se forzaba a salir derritiéndolo. Necesitaba sacarlo ya y por suerte sabía cómo hacerlo, pero requería la ayuda de algo.

Sus ojos se enfocaron en los humanos que estaban tras el cristal que les impedía entrar al cuarto, ellos eran lo que necesitaba. Metiéndose a un ducto de ventilación avanzo lo más rápido que sus patas le permitían hasta salir al pasillo. El grupo de humanos parecía estar concentrado en uno en específico que predominaba el blanco en su ser.

No sabía si fue suerte o algo más, pero uno de los humanos se separó del grupo y se recargo contra la pared. Esta era su oportunidad y no la iba a desperdiciar.

*Thwip*

Pegando uno de sus hilos al techo descendió lo más rápido que podía antes de que su objetivo se diera cuenta. Al llegar a la altura necesaria, con ayuda de sus patas delanteras se sujetó se la mano de aquel humano y después pasó las otras seis.

*Swaf*

-¡Ahh!-

Sin perder más tiempo mostró sus colmillos y los clavó en la piel de aquella persona. La extremidad en la que se encontraba parada realizó un movimiento brusco, pero a pesar de eso se aferró como si su vida dependiera de ello, literalmente.

Una sombra se posó sobre su ser, más no alcanzó a ver de qué se trataba cuando todo se volvió negro.

<?? Fin>

X-XX-XXX-XX-X

*Paf*

-¡Carajo!-maldijo Takashi al aplastar aquella araña que lo picó.

Recapitulando hasta ahora, después de haberse separado de Norman el grupo de Takashi accedió a los laboratorios del lugar. Y como el castaño se lo había esperado en menos de 15 minutos perdió todo el interés y emoción que tenía hace poco.

Y como si fuera una señal, algo en el bolsillo de su pantalón vibró. Alzó la mirada agradeciéndole a Kami-Sama por haberlo escuchado, sacó su teléfono y al revisar que decía "Rei" en la pantalla se alegró. Y fue en ese momento cuando la araña lo mordió.

-[¿Estás bien Takashi?]- preguntó la persona del otro lado de la línea. Por su voz era claro que se trataba de una mujer

-Si... S-solo me picó un insecto.- respondió el mayor de los hermanos Komuro. Sosteniendo su teléfono con su mano libre y agitando la afectada para apaciguar el dolor -¿En qué estábamos?-

-[Como te decía, la próxima semana tengo un examen de historia y me preguntaba, ¿si podrías venir para ayudarme a estudiar mañana?]- el dolor desapareció de su cuerpo al escuchar aquellas palabras. Estuvo a punto de soltar un gritó de emoción, pero se contuvo al recordar dos cosas. La primera; donde estaba, y la segunda; por qué recién recordó que tenía algo importante ese día.

-Lo siento Rei, pero no podré ayudarte mañana.-

-[¡¿Qué!? ¡¿Y eso a qué se debe?!]-

-Lo que pasa es que Saya, Morita y yo, estaremos ocupados trabajando en nuestro ensayo para Hatake-Sensei.- informo Takashi con desgano. Hasta que se le ocurrió una mejor idea -¿Pero qué tal si voy a tu casa el sábado? Así podremos estudiar tranquilos.-

-[No parece tan mala idea.]- estuvo de acuerdo -[Entonces nos vemos el sábado. No se vaya a olvidar.]-

-Tranquila, hay estaré.-

*Bip*

Colgando la llamada, se sorprendió al no ver a su grupo.

-¡Takashi!- el nombrado volteó para ver a su amigo castaño practicante de Skate haciéndole señas.

-¿Dónde está todo mundo, Morita?-

-¡Baka! ¡El grupo está en dirección de la siguiente sala! ¡Yo me regresé porque no te encontraba por ningún lado!-

Maldiciendo por lo bajo ambos jóvenes apresuraron el paso para alcanzar al resto de sus compañeros. A medio camino Takashi abrió el sacó de su uniforme mientras se secaba la frente con la manga del mismo.

-(¿Qué raro...? ¿De pronto hace más calor...?)- se dijo en pensamientos. Si el ojiverde hubiera visto más detalladamente se habría dado cuenta de que su amigo parecía que había corrido un maratón. Ya que su rostro se encontraba rojo y tomaba grandes bocanadas de aire.

X-XX-Hogar de la familia Komuro-XX-X


*Ding, dong*

-Hhmm.- musitó un hombre alto y musculoso, con el pelo negro y corto, ojos igual de oscuros y barba de pocos días. Vestía un traje de negocios gris.

Curioso de quien podría estar tocando la puerta a estas horas abrió la puerta. Sus ojos se abrieron al ver a un cierto joven de cabellos rojizos.

-¡¿Takashi?!-

-H-hola... Otou-San...-

Le saludó con una débil sonrisa. El hombre veía con mucha preocupación a su hijo, ya que su rostro estaba completamente rojo. Ligeras gotas de sudor se deslizaban por su cara.

A los lados del castaño de encontraban Hisashi y Morita sosteniéndolo, detrás de ellos esta Saya y hasta la calle se encontraba una limusina. Los tres jóvenes se tenían expresiones de preocupación por su amigo.

-¡¿Qué fue lo que pasó?!- cuestionó tomando a su hijo en brazos. Con ayuda del peli gris, quien sujetaba a su amigo de las piernas, llevaron al afectado hasta su habitación.

-No lo sabemos Komuro-San. De pronto se empezó a sentir mal y luego se desmayó. Fue idea de Takagi-San llamar a su chófer para traerlo aquí.- explicó Morita al abrir la puerta de la habitación de los hermanos.

El padre de Takashi depositó a su hijo en la cama y procedió a colocar la mano en su frente para medir su temperatura.

-(Su temperatura está por los cielos.)- analizó el estado de su hijo. Quería llamar un médico para que lo revisara, pero se percató que su primogénito se quedó dormido -Por ahora dejémoslo descansar. Le contaré a Mai-Chan para que llame a un doctor en cuanto llegue. Y si no me equivoco, ustedes tienen que volver a la escuela ya que abandonaron la excursión.-

La declaración del peli negro causó que Morita soltara un gruñido de molestia. El esperaba poder irse a su casa y jugar videojuegos el resto del día.

-¡¿Qué esperabas, baka?! ¡Solo nos dieron permiso para venir a dejar a Takashi!- recriminó la chica con coletas al entrar a la habitación sosteniendo una bandeja con agua. Acercándose hasta el castaño saco un pequeño trapo, el cual sumergió en el agua para después exprimirlo y colocarlo en la frente de Takashi.

Mientras tanto el peli negro veía aquella acción con una sonrisa. No podía evitar sentirse orgulloso de su hijo, quien diría que su primogénito lograría que dos chicas se interesaran en él.

-Es-toy... Bien...- la atención de todos regresó al que estaba mal de salud -Me desperté... Por los... Gritos de Saya...-

-Tranquilo muchacho.- le dijo su padre obligando a su hijo a volver a acostarse -De momento duerme hijo. Quizás eso te ayude aunque sea un poco.-

Sintiéndose demasiado débil para alegar dejó que su cabeza se apoyara en la almohada. El peli negro aprovechó para cubrirlo con las cobijas.

Con solo una mirada del hombre de mayor edad los adolescentes salieron de la habitación procurando hacer el menor ruido posible.

Lo último que escuchó Takashi antes de caer profundamente dormido fue el sonido de la puerta ser cerrada.

X-XX-Al día siguiente-XX-X


*Bip, bip, bip*

Era el sonido proveniente de un reloj que marcaba las 5:30 AM para que cierta persona se despertara.

*Crash*

Pero la alarma se apagó de forma abrupta cuando un brazo se estiró y silencio el reloj... Además de hacerlo añicos.

-Tengo que darme prisa.- comentó al aire. Se estiró soltando un gemido de satisfacción al oír sus huesos crujir. Pero algo lo desconcertó, podía ver todo su cuarto claramente -¿La luz se quedó encendida toda la noche?-

Era raro, todas las noches antes de dormir él o su hermano se encargaban de apagar las luces. Pero se encogió de hombros. Quizás se olvidaron de hacerlo, eso no era ningún problema mientras no se vuelva algo constante.

Quitando las cobijas se levantó y le dirigió una rápida mirada a la parte superior de su cama, donde se encontraba la de su hermano. Ambos compartían una litera.

Sonrió aliviado al ver a su hermano todavía dormido. Con todo el cuidado del mundo avanzó hasta su ropero para sacar su ropa limpia y posteriormente se metió al baño. Agradecía que cuando se construyó la casa a su padre se le ocurriera la idea de brindarles baño propio. Lo último que quería era que a su hermano le diera ganas de ir al baño en la noche y se encuentre con un espectáculo que lo dejé traumatizado de por vida.

Estaba por darse una ducha y apenas se había quitado la remera cuando le robó una rápida mirada al espejo para quedarse estático. Con movimiento casi robótico volteó para confirmar que no estaba alucinando.

Se trataba de él mismo pero tenía el cuerpo más trabajado, no al nivel de un fisiculturista, más bien el de alguien que hacía ejercicio de manera constante. Inseguro de lo que veía era realmente cierto llevo su mano hasta sus nuevos abdominales sorprendiéndose por la dureza de los mismo.

*Riiinnnggg*

La alarma de su teléfono lo sacó de su asombro. Era la misma que él había activado para recordarle que tenía poco tiempo. Alejando aquellos pensamientos por el momento entro a la ducha.

Cerca de treinta minutos después, el sonido del agua cayendo dejó de escucharse para que del baño saliera un Takashi ya vestido con su uniforme y el cabello mojado.

Después de darle una rápida peinada a su cabello tomo su mochila y reviso que llevará las cosas necesarias, ya solo le faltaba su celular. Avanzo hasta llegar al buró junto a su cama y se extrañó de que aquel medio de comunicación y entretenimiento no se encontrará ahí, más una pequeña luz que sobresalía detrás de muebles le dio una pista.

-Debió haberse caído cuando sonó la alarma.- analizó. Movió un poco el buró para tomar su celular, incluso necesito recargar su mano izquierda en la pared para alcanzarlo -Un poco más... Un poco más... ¡Lo tengo!-

Exclamó feliz.

Pero fue entonces que pasó.

Cuando estaba por ir a tomar su mochila para bajar a desayunar un repentino tirón lo hizo detenerse.

-¿Pero qué...?- preguntó extremadamente confundido al ver su mano pegada a la pared, literalmente. Era como si le hubieran cubierto la mano con pegamento extra fuerte. Inseguro colocó su otra mano y empezó a tirar con fuerza.

*Smack*

-Si...- se alegró, pero aquella felicidad se esfumó. Si bien su mano izquierda ahora era libre, la mano derecha era la que se encontraba pegada -¡¿Es una broma?!-

Casi gritó pero logró contenerse para no despertar al pequeño. El proceso se repitió varias veces ya que cuando despegaba una la otra se pegaba. Sin darse cuenta o simplemente le restó importancia, empezó a subir por la pared utilizando también sus piernas.

Cuando estaba a punto de llegar al techo tenía sus dos Manos pegadas a la pared por lo que solo hacia fuerza para despegarse con las piernas.

-Vamos... Una última vez... 1... 2... ¡3!- gritó al final. Parecía sus súplicas fueron escuchadas ya que sus manos se desprendieron -¡Si!-

Más se olvidó que ahora se encontraba paralelo al suelo y eso sumado a la gravedad dio un obvio resultado.

*Tum*


*Bam*

-¡Aarrhhhgg!- gritó, esta vez de dolor al chocar contra su buró, rodando por el mismo para terminar en el piso adolorido.

*Gachan*

-¿Qué está pasando?- preguntó la inconfundible voz de su madre al abrir la puerta, la cual solo traía puesta una bata rosa.

Una deslumbrante luz lo encegueció a tal grado que se vio forzado a cerrar los ojos. Cuando se adaptó a la luz se mostraba confundido ya que todo estaba igual.

-¿Estás bien... Nii-san...? *bostezo*- hablo Takato asomándose desde su cama.

-Si... Solo me... Me tropecé con el mueble.- dijo inseguro. No creía que fuera conveniente contar lo que pasó, ni siquiera el mismo sabía si fue real o solo su imaginación.

-Eso te pasa por caminar con la luz apagada.- el castaño mayor levantó la cabeza y sus ojos se abrieron en shock. ¿Había estado moviéndote por su habitación con la luz apagada? Pero si él podía ver claramente como si fuera de día.

*Riiinnnggg*

La alarma volvió a sonar haciendo reaccionar a los tres, en especial a Takashi.

-¡Maldición! ¡Se me hace tarde!- gritó casi histérico y a una velocidad que no sabía que tenía tomó su mochila apresurándose para bajar al cocina.

Mai apenas y se hizo a un lado para que su hijo pasara, pero sabía que por la velocidad que iba terminaría estrellándose contra la pared. Imaginen su sorpresa cuando su hijo, apenas pasando la puerta, daba un pequeño salto sujetándose del marco de la misma, y con un ligero balanceo de sus piernas cambió de dirección.

La castaña se quedó sin palabras al ver el movimiento. Ella podía hacer eso sin ningún problema, pero no creía que fuera posible que su hijo hiciera eso. No es que lo menosprecie, era solo que él nunca estuvo interesado en tener algún tipo de entrenamiento físico y eso la decepcionaba un poco.

-¡Espera! ¡El doctor dijo que te quedaras en cama si todavía no te sentías bien!- gritó preocupada.

Ayer cuando su esposo le llamó explicando el estado en el que se encontraba su primogénito casi mandaba al diablo las clases para ir a verlo, más su cónyuge logró tranquilizarla. Y una vez terminadas las clases se fue sin escuchar palabra alguna de sus compañeros docentes. Al cabo de unos minutos buscó al doctor más cercano que pudo encontrar y le pidió amablemente, por no decir que lo tomó de cuello y lo arrojó dentro de su coche, que revisará a su hijo.

Por desgracia el hombre con conocimientos sobre la salud no pudo encontrar una razón para la condición del joven, aunque lo atribuyó a un resfriado. El peor y más intenso que había visto en su vida.

-¡No te preocupes, ya me siento mejor! ¡Si algo pasa te llamarán de la escuela!- gritó al ir bajando las escaleras.

Robándoles una última mirada a sus hijos, Takato ya estaba durmiendo nuevamente mientras Takashi se perdía en el piso inferior. Con resignación se masajeo la frente.

-Estos niños van a sacarme canas verdes.- comentó para después soltar un suspiro de cansancio.

Con eso dicho y hecho procedió a regresar a su cuarto, y quizás con algo de suerte, podría volver a dormir un poco.

X-XX-Horas Después, Comedor Escolar-XX-X

El comedor escolar, un lugar muy querido por los alumnos ya que aquí se podían despejar momentáneamente de las clases de los maestros, los trabajos y tareas. Y también disfrutar de los alimentos que la escuela ofrece.

Uno de ellos era Takashi quien comía se tercer plato de Yakiniku. Junto a él se encontraban Saya, Hisashi y Morita, los tres veían con asombro a su amigo ya que a pesar de los años que llevaban de conocerse no sabían que él podía comer tanto.

-¿Seguro que te encuentras bien, Takashi?- fue Hisashi el primero en hacer la pregunta que compartían todos.

-Hmm.- dejó de masticar el ojicafé para tragar lo que contenía su boca -Estoy bien. Solamente estoy comiendo todo esto por qué ayer me la pasé durmiendo casi todo el día... Y en la mañana debido a "ciertas cosas" se me hizo tarde y apenas y desayuné.-

Tras esa explicación decidieron dejar de preocuparse y seguir disfrutando de sus alimentos.

-¡Igou-Senpai!- el peli gris levantó la mirada de su comida buscando a la persona que lo llamó.

Un joven de un año menor que ellos se acercaba a toda velocidad a su mesa. Tenía el cabello negro con un corte en forma de tazón y unos grandes ojos negros. Lo único que diferenciaba su uniforme de los demás eran un par de calentadores naranjas en las piernas.

Pero sin duda alguna lo que más llamaba la atención de quien lo viera eran sus cejas. Eran tres veces más grandes que las cejas de alguien. Casi parecían estar vivas.

-¿Ya es hora?- preguntó recibiendo un asentimiento del peli negro. Terminando los últimos bocados de su comida se levantó llevando consigo su charola.

Los demás no preguntaron nada ya que como él era capitán del club de karate tenía ciertos asuntos que atender.

-¿Quieres buscar un trabajo?- le preguntó Misuzu a su mejor amiga.

Ambas chicas se encontraban caminando rumbo a una mesa después de comprar sus almuerzos.

-Si... *Suspiro* Otou-Chan está teniendo problemas últimamente. Lo que gana apenas y nos alcanza.- declaró Toshimi -¿Alguna idea?-

Por desgracia la castaña no tenía nada que pudiera ayudarle. Decepcionadas siguieron su camino pensando en algo que podría ayudar a la peli azul. Iba tan concentrada que no notó un pequeño charco de lo que parecía ser jugo en el suelo.

Las amigas inseparables pasaron junto a la mesa en la que se encontraba Takashi. El castaño rojizo estaba por llevarse un trozo de carne a la boca, pero se detuvo a medio camino cuando pasó algo que nunca antes había sentido en su vida.

~Sum~

-¡Kyah!-

Un extraño zumbido asalto su cabeza. No sabía que era lo que pasaba pero en menos de un segundo se levantó de su asiento y atrapó a la persona que soltó aquel grito. La reconoció inmediatamente como la fotógrafa del periódico escolar, pero los ojos de ella se encontraban fijos en otra cosa.

~Sum~

Otra vez volvió a sentir ese zumbido y sin despegar sus ojos de la chica levantó la mano atrapando la charola.

Seguidamente cayó un plato de Ramen en el centro, del lado izquierdo una lata de refresco y una gelatina. Del lado contrario un sándwich, una manzana y los cubiertos. Todo perfectamente equilibrado sin derramar nada.

-¿E-éstas bien?- preguntó vacilante.

La peli negra se encontraba muda y completamente nerviosa. El rostro de la chica parecía un tomate debido a lo rojo que estaba por la vergüenza, era la primera vez que un chico la sujetaba de ese modo. Incapaz de confiar en su voz solo asintió.

Una vez de pie ambas le dieron una reverencia de agradecimiento antes de irse. Una completamente avergonzada y la otra divertida.

-¡Viejo! ¡¿Cómo rayos hiciste eso?!- el otro castaño se sentía intrigado por la reacción de su amigo. El apenas iba despegando la mirada de su plato cuando escuchó el grito. Sus ojos casi se salen de sus cuencas al ver como su amigo reaccionó a una increíble velocidad y ni se diga de cuando atrapo todo el almuerzo de su compañera.

-Yo... No lo sé...- dijo inseguro mientras volvía a tomar asiento.

-En cualquier caso, no creo que fuera necesario que la tomaras de ese modo. Entiendo que reaccionaste para evitar que le pasara algo. Pero eso último era innecesario.- reclamó ella con una mirada plana.

El castaño soltó una sonrisa nerviosa por la actitud de su amiga de cabello rosa.

-Quizás Saya tiene razón. Aunque no negaré que fue una buena forma de aprovecharse de la situa... Ción...- las palabras del ojiverde se perdieron en el aire al notar algo en su amigo de ojos cafés.

Takashi y Saya alzaron una ceja ante la actitud de su amigo.

-¿Cómo puedes sostener el tenedor de esa forma, Takashi?-

-¿Cuál tenedor?-

-El que está entre tu mano y tu muñeca.-

-¡¿Pero qué...?! ¡¿No otra vez?!- gritó al voltear a la parte indicada por su amigo encontrando efectivamente un tenedor -(¡Entonces lo que ocurrió en la mañana no fue mi imaginación!)-

-(¿Otra vez?)- dijeron ellos viendo como Takashi agitaba el brazo para que el cubierto pueda separarse de él, cosa que no estaba dando resultado.

Frustrado tomó el tenedor separándolo a la fuerza. Grande fue su sorpresa, así como la de sus amigos, al ver como unas cuerdas blancas se mantenían unidas al tenedor y estas parecían surgir de su muñeca. ¡Llámenlo loco, pero podría jurar que esas "cuerdas" eran muy similares a las telarañas!

-...- nadie decía nada. No sabía ni siquiera el cómo reaccionar ante esto. Desesperado empezó a mover la mano tratando de liberarse de aquella tela.

*Thwip*

Sin saber cómo lo hizo, otra telaraña salió disparada a la mesa de al lado pegándose a la charola de alguien.

Por instinto tomó el final de aquella tela, como si de una cuerda se tratara. Era una suerte que nadie de aquella mesa se diera cuenta de lo que pasaba. Sin querer que nada de esto se hiciera público jalo su brazo con la esperanza de esconder esa "telaraña". Con lo que no contaba era que también atraería la charola con todo y su contenido.

La ojidorada y el ojiverde se hicieron a un lado para evitarlo. Takashi por el contrario se dobló hacia atrás de modo que casi parecían una interpretación de una escena de la película Matrix.

*Pum*

-...-

El comedor enteró se quedó en silencio cuando la comida se terminó estallando contra un joven alto y cuya masa muscular superaba a la de los demás, su tez era un poco pálida. Tenía el cabello rubio pálido en punta y ojos amarillos. Usaba su propia versión del uniforme masculino de la escuela, es decir, no portaba la campera con una camisa blanca a la cual le arrancaron la mangas dejando expuestos lo brazos.

Él era Fumikage Kintarou o Genos como le gustaba que lo llamaran, uno de los bravucones de la escuela.

El rubio tenía una expresión completamente seria que aterrorizaba a Takashi. En su camisa se notaba una mancha café que cubría la totalidad de la espalda y parte de los hombros.

-...- sin decir palabra alguna tomó su pudín de chocolate y se lo lanzó al castaño, quien se agachó cuando estaba a escasos centímetros, evitándolo. Aquel postre siguió su curso hasta chochar contra un alguien más.

Y ese "alguien más" fue en joven alto y de cabello negro. Sus ojos eran de un color café claro y tez era ligeramente bronceada. El portaba el uniforme el equipo de béisbol de la escuela.

-¡Aja, ja, ja! ¿Otra vez con esto, Genos?- preguntó divertido el peli negro.

-¡Cierra la boca idiota del Béisbol! ¡Esto es algo que sólo nos concierne a mí y a ese-hmm!- las palabras del ojiamarillo fueron opacadas cuando una helado se estrelló contra su cara.

Y eso dio la señal a todos los demás.

-¡Guerra de comida!- gritó alguien entre la multitud.

Apenas se escucharon esas palabras las comidas empezaron a volar por todo el lugar. Takashi se tiró al suelo con el fin de evitar que algo le diera.

Unas manos lo sujetaron de los hombros llevándolo debajo de la mesa en la que anteriormente estaba comiendo. Era Saya quien rápidamente se escondió para que su uniforme no fuera manchado por nada. Morita solo la siguió, aunque se notaba que también quería participar.

El castaño tomó la posición de Seiza, alzó la mano de donde salía la telaraña y de un tirón la arrancó. Sus ojos de abrieron con incredulidad al ver que un pequeño orificio que se encontraba en su muñeca, justo debajo de la palma de su mano. Dos membranas de piel se cerraron cubriendo el orificio dejando apenas una cicatriz casi imperceptible.

-¡¡¿Qué demonios es esto?!!- gritó consternado. Fue una suerte que el gritó se mezclara con el de sus demás compañeros, que todavía estaban en su guerra de comida, evitando que se escuchara.

X-XX-Fin-XX-X

-¡Es la pubertad, es la pubertad, es la pubertad!- se repetía un desesperado Takashi al recorrer la calles de Tokonosu. Detrás de él estaban Saya y Morita tratando de darle alcance. Por desgracia no vio como la luz del semáforo cambiaba de rojo a verde.

-¡¡¿Te mordió una araña radiactiva?!!- gritó Saya tras escuchar el recuento de los hecho por parte del castaño.

-¡Takashi!- saludo alegremente una chica de 16 años, de un largo cabello anaranjado y ojos marrón rojizo.

-¡¡Dije que te quedaras abajo!!- fue la exigencia de un hombre de cabeza rapada que tenía varios tatuajes en el cuerpo, mientras apuntaba a un grupo de personas con una escopeta.

-Tendré que improvisar.- comento el castaño rojizo al ver a su alrededor los numeroso tendederos llenos de ropa que le podrían ser útiles.

Todo esto y más en el próximo capítulo de The Spectacular Spider-Man, llamado...

-Acción y Reacción.-

-No se lo pierdan.- dijo Takashi disparando una telaraña a la pantalla volviendo todo negro.

X-XX-XXX-XX-X

-Y corte.- Grito Dark sentado en una silla con la palabra director -Bueno y ahí lo tienen. Sé que es una idea algo loca, pero no podía sacarla de mi mente. Espero y les haya gustado.-

-Combinar los elementos de Spider-Man con Highschool Of The Dead, pero dándole las habilidades de Peter al protagonista de aquí. Tu sí que tienes ideas locas.- comento Hikari con su nueva apariencia de 19 años.

-Que puedo decir. Es una de las cualidades de mi loca mente.- dijo el peli negro con orgullo -Antes de irnos aquí les dejo unas aclaraciones.-

1 - Tadaima.

Es un saludo para aquella persona que regresa a su hogar después de la escuela o el trabajo. Significa "Ya estoy aquí o He vuelto"

2 - Okaeri (Okaerinasai).

Es la respuesta de la persona que está en casa. Significa "Bienvenido a casa"

3 - Oyakodon.

Es una bola de arroz japonés que se prepara cociendo a fuego lento pollo, huevo, cebolla y otros ingredientes juntos.

4 - Bunny Hop.

salto básico de BMX, para ésto se eleva el manillar y luego se empuja hacia delante mientras se recogen los pies para dejar que la bicicleta suba.

-Con eso dicho, ahora le toca a unos puntos a establecer sobre esta historia.-


Punto 1:

Perdón pero en esta historia no habrá Zombis. Principalmente por que todos ya nos sabemos la historia de HOTD. Así que quise intentar mi propia historia original.

Punto 2:

La historia comienza casi un años y medio antes de la línea del tiempo original del manga.

Punto 3:

Lo siento pero Takashi no estará ni con Rei, Saeko, Saya, etc... Pienso que todas las chicas de HOTD ya han sido utilizadas en muchos fics. Incluso algunos personajes incidentales como Kyoko, Toshimi, Misuzu. Mucho menos será Harem.

Por eso me arriesgaré a realizar un emparejamiento original (No es un Oc), y para eso he escogido a esta chicas de diferentes anime para que ustedes elijan (ya le había preguntado a unos amigos antes). Y ellas son:

-Itsuki Nakano (Gotoubun no Hanayome): 0

-Miku Nakano (Gotoubun no Hanayome): 3

-Rossweisse (High School DxD): 3 (Mi voto es por ella)

-Sasha (Saint Seiya The Lost Canvas): 3

-Yui Kotegawa (To Love Ru): 3

Pueden votar por la que ustedes quieran. Pero solo será un voto por capitulo. La encuesta se cierra hasta el capítulo cuatro.

Espero que le haya gustado esta historia y gracias por tomarse su tiempo en leerla. Déjenme un comentario para saber que tal quedó o en que puedo mejorar.

Sin más que decir yo me despido, Sayonara.

P.D.: ¿Qué personajes de Highschool Of The Dead creen que se conviertan en los villanos de Spider-Man? ¿Debería crear también mi universo de Marvel o aprovechando que Sony sacó a Holland del UCM para ponerlo hay?

Yo tengo algunos pero quiero escuchar sus opiniones.

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