XIII
09 Julio 1948
10:00 pm
Chicago
Ha pasado algo de tiempo de que volvimos a ver a Susan, la verdad es que me llena de dicha volver a entablar una sólida amistad con ella, es un tesoro de mujer.
Howard es un gran hombre con ella y la verdad me sorprende lo bien que se lleva con Lilith, pensé que sería algo incómodo para ambos tratarse luego de lo que ocurrió con sus respectivas parejas años atrás.
Tanto Pame, como yo estamos de encargo, lo cuál si ha sido un motivo muy grato de felicidad.
Mi pequeña Gilda ya cuenta con 2 años, mientras que Marian está a casi nada de cumplirlos.
Últimamente he notado tensión entre Lilith y Jake, espero que ese problema se solucione pronto, no me gusta que ambos sufran.
Estoy en mi habitación en una calurosa noche de verano, algo pensativa
—¿En que tanto piensas Lau?— Ed me miraba con inquietud sacándome de mis pensamientos
—En cómo será nuestra vida luego de la llegada de este bebé— Mentí para no sentirme tan presionada
—Ya verás que ambos sabremos manejar la situación... somos tan valientes que a Gilda y al bebé no les faltará nada— Él tocó con delicadeza mi vientre un tanto abultado y acercó su rostro junto al mío dándonos un beso apasionado, fue de tanto impacto que sentí que el bebé se movió
—¡Ed, el bebé se movió!
Él se agachó rápidamente y tocó con más entusiasmo mi vientre
—¡Si lo sentí... sentí al bebé!— Ed se levantó y me miró con una sonrisa desbordante
"Bebé, te amo por llegar en el momento correcto a nuestras vidas"
Narrador
09 Julio de 1948
11:00 pm
Chicago
Jake y Lilith se encontraban acostados en la cama, pero sólo aquel joven había podido alcanzar el sueño, mientras la muchacha no podía pegar el ojo en toda la noche
En esos últimos días, su marido había estado demasiado ausente con ella y con su hija, había vuelto a ser aquel hombre al cuál desconocía y le aterraba
Era tanto el sueño cargado de aquel pelinegro que ya no era consciente ni de lo que decía
—Susan
Luego de escuchar esa palabra de los labios de Jake, Lilith se sintió dolida. La pelinegra se levantó cuidadosamente de la cama y salió de ahí también con el debido cuidado.
10 Julio 1948
11:00 am
Me levanté con demasiada energía, comencé a tocar a mi alrededor pero el no sentir a Lilith a mi lado no me preocupa tanto, ella siempre suele levantarse temprano. Terminé de quitarme la fatiga y por fin me paré de la cama, cuándo lo hice, miré algo sobre la mesa de noche, en ella había una carta y hojas que estaban guardadas en un gastando protector
Querido Adam:
"Sé que cuando leas esto yo ya estaré fuera de esta casa, pero realmente hago esto por los dos, no quiero verte infeliz y no quiero serlo yo también con tantas estupideces.
Ayer al escuchar de tus labios el nombre de ella, me diste la señal que tanto necesitaba, realmente tú jamás me amarás y ella siempre estará en tu corazón.
Es por eso que hoy te dejo libre, aún aunque mi corazón se rompa en mil pedazos, te dejo ser libre como muestra del gran amor que te tengo, ya por fin estarás tranquilo y te quitaré un gran peso de encima
Aquí están los papeles del divorcio, yo los firmé personalmente hace 5 meses atrás, también dejé mi anillo de compromiso y el de matrimonio, para que por ningún motivo me tengas compasión y saques estos amargos años de mi lado muy fácil, los puedes vender o quemar, cómo más te guste. Ahora es tu turno de hacerlo y safarte de mi sin ningún problema, y no te preocupes por Marian, ella y yo estaremos bien y te prometo que podrás verla cuando tú quieras.
Lucha por tu felicidad, porque la mía ya se fue al diablo"
Atte: Lilith Brown
Luego de terminar de leer eso solo pude hacer una cosa, gritar con todas mis fuerzas.
Ya no habrá nada que pueda hacer, Lilith ya me ha sacado de su vida para siempre y yo estoy a disposición para que eso se cumpla, y pueda tener esa libertad que siempre quise, pero que ahora no quisiera tener.
"Soy un asco de hombre, debo admitir que lo soy al lastimarlas a ambas"
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