El pequeño Jack

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-Tom.-llamó Catia a su esposo con una mirada divertida

Tom estaba dormido sobre la mesa de la cocina con la boca entreabierta,entre un montón de papeles,el pobre estaba dormido. Jack de a penas un año estaba en su cuna durmiendo ya que eran las diez de la noche. Se suponia que hoy Tom tenia que bañar a Jack ya que Catia lo hizo la noche anterior pero Tom estaba tan cansado que no pudo evitar dormirse

Ella al ver que su marido aun no despertaba decidió darle unos toquecitos en su hombro. Verdaderamente estaba adorable asi, sereno y tranquilo. Pero debia despertarse o se iba a quedar allí toda la noche.Finalmente tras llamarlo por tercera vez Thomas pareció reaccionar gruñendo como respuesta. Catia rió

-Ummm...¿Que pasa?.-preguntó un adormilado Tom mientras se pasaba la mano por la cara
-Cariño son las diez de la noche
-Mierda...¿Qué?.-estaba confuso, miró el reloj de la cocina, si, efectivamente eran las diez de la noche.-Joder, me he e dormido, lo siento tenia que bañar a Jack

Ella besó la sien del castaño

-No pasa nada Tom, anda vamos a la cama.-sonrió ella cálidamente

Esta era una de las cosas que mas amaba de Catia, esa sonrisa que te cautivaba. El castaño asintió y siguió a la rubia hasta la habitación de matrimonio. Catia ya traia su pijama puesto. Tom con cierta pereza se sacó solo la camisa gris que traia puesta y la dejó por alguna parte del cuarto, despues se dejó caer en la cama, sin mas.Semidesnudo bocarriba mientras cerraba de nuevo sus ojos. Verdaderamente el castaño estaba agotado. Catia se tumbó en la cama junto a Tom y miró aguantandose la risa al observar a Thomas asi. Llevó su mano a su mejilla acariciandola Tom sonrió aun con sus ojos cerrados mientras disfrutaba del tacto de la chica. Lo llevaba a otro mundo solo con rozar su piel

-Tom.-dijo entonces Catia
-¿Umm...?.-dijo sin mas sin cambiar de posición
-¿Vas a dormir en vaqueros?.-preguntó Smith riendo
-¿Y porque no?.-abrió uno de sus ojos mientras sonreia a la chica.-¿Quieres que me los quite?.-preguntó de forma seductora

Smith habia oido muchas veces aquella voz tan sexy, pero siempre acababa sonrojada, a pesar de llevar bastante tiempo con Tom. Pero se guardó sus nervios y se puso encima de Tom. Él posicionó sus manos en la cintura de ella, Smith acarició el dorso de Tom lentamente bajado hasta el borde de sus vaqueros. Tom se removió debajo de ella disfrutando de que ella hiciera eso. Luego Catia acercó sus labios a la oreja del chico y susurró

-¿Te gustaria?

Se separó quedando a milímetros de los labios de Tom esperando su respuesta. Tom no contestó con palabras un beso fué mas que suficiente, parece que Tom aun tenia algo de energia guardado

Cambiaron de posiciones. Ahora ella estaba debajo de él mientras que Tom se encontraba encima suya, besandola. Tom ya habia sacado su camisa de arriba y ahora se encontraba en sujetador. Las manos de Tom estaban por desabrochar aquel sostén que tanto le molestaba ahora y cubria los senos de su maravillosa mujer. Entonces un sollozo los interrumpió

El pequeño Jack. Tom se enojó en ese momento con su hijo, lo amaba mas que a su propia vida, pero llevaba cuatro noches sin dormir y sin tener..."ñiki ñiki" con su mujer y claro, como hombre tenia sus necesidades. Catia rió al ver como Tom soltaba un suspiro frustrado

-Quita Tom.-le dijo Catia empujando levemente a su esposo.-Tengo que ir, tendrá hambre
-No.-negó Tom volviendo a atacar los labios de su mujer, luego se separó.-Iré yo, y acabamos lo que empezamos.-dijo levantandose de encima de la rubia. Eso al amiguito de Tom de ahí abajo no le gustó.

A regañadientes se dirigió al cuarto de su pequeño chaval y tomó entre sus brazos a su ángelito que lloraba como si no hubiera un mañana

-Hey campeón ¿Que te pasa?

Tom sonrió y se le pasó el cabreo al momento de ver a su hijo. ¿Como enfadarse con una criaturita así? Comenzó a mecerlo entre sus brazos mientras tomaba asiento en una butaca que habia en el cuarto

La rubia esperó a Tom casi durante una hora. El llanto del crio se habia callado hace bastante rato. Asique Smith se levantó dirigiendose al cuarto de al lado

Al momento quiso morirse de ternura allí mismo ya que su esposo se habia quedado dormido en la butaca con su hijo entre sus brazos

Adorable