1.19
Fecha : Dos dias despues
Localización : Hotel de la ciudad costera
Hora : 12:09 de la mañana
▪ Tom ▪
-Mas vale que no me mientas Ryan.-amenacé a Ryan despues de que el me diera la localización de donde estarian los Talibanes para reunirse,los mataria a todos dejando solo a uno con vida le haria contarme sus planes para llegar al fondo de esto y se acabaria
-No miento Holland.-aseguró.-Diez hombres, todos armados y cinco hombres jefes que controlan todo el plan, si los matas acabarás con esto, son los únicos que quedan y que quieren vengarse de ti por lo de la base que volastes aparte de querer undir a Smith y matar a la chica, solo sé eso, no se nada mas del plan
Se suponia que Ryan sabia la mayoria del plan pues era el infiltrado en el Queen Elizabeth. La reunión seria a las 2:00 en punto de medio dia. Ryan una vez me cantó todo tras haberle dejado bien noqueado decidí que matarlo, por Hazza. Saqué mi arma de detrás de mi pantalón y la cargué lista para pegarle un tiro
-¿Vas a matarme?.-dijo con miedo
-Si.-dije con tranquilidad.-Ya nunca tendrás ese dinero para huir del Queen.-explique sin mirarlo mientras miraba la cantidad de balas que habia en el cargador
-No, no lo hagas.-suplicó.-Por favor solo lo hice por el dinero.-mentiras, ese cabrón no lo hacia solo por el dinero, queria deshacerse de los demas tambien
Tras ver que el cargador estaba completamente lleno volví a introducir el cargador en el arma provocando que sonara un Click alce el arma y apunté a Ryan
-Tom...¡Por favor!.-gritó.-¡Te acusaran de asesinato! ¡Soy un soldado!.-dijo serio al ver que yo siguia con mis intenciones
-No, no lo eres, eres un traidor, los traidores no son soldados
Posé el arma justo en su entreceja Ryan miró donde apunté con el cañón, estaba asustado
-Hijo de...-empezó a decir pero le interrumpí
-Esto es por Hazz hijo de puta
Apreté el gatillo dejando que la bala del cañon saliera incrustandose en el cráneo de aquel bastardo. Uno menos pensé mientras el cuerpo arrodillado de Ryan caía al suelo sin vida, guardé mi arma sin ningún tipo de arrepentimiento y tomé las armas para prepararme para el asalto que realizaría en menos de dos horas. Granadas de humo, pistolas de mano y unos cuchillos discretos por si la cosa se torcía. Solo con eso acabararia con catorce hombres reservaría la última bala para el número quince, el afortunado que seria el que me soltara los planes finales para acabar con El Sargento Smith y...Catia.
(***)
Hora : 1:50 del medio dia
Localización : Desconocida
Estaba en un viejo almacén donde los Talinabes estaban en plena reunion, ya habia acabado con tres de los seis guardias personales de los cinco jefes. Solo quedaban siete guardias y el resto seria pan comido
Acabé con todos ellos sin problemas y sin un solo rasguño, una vez acabe con todos deje a el último con vida, estaba aterrado al verme, pero no le mostre importancia lo tomé del brazo con dureza y lo levanté de la túnica que llevaba para que me mirara bien a los ojos
-Maldito.-susurró el taliban jefe mirandome, me conocía, solo habia que ver su mirada
-Se acabó.-solté.-No volvereis a dañar a nadie mas, habeis perdido, Creiais que podriais conmigo? ¿Que acabarias con la hija del Sargento?.-sonreí cínicamente
El hombre barbudo se carcajeó
-No muchacho, tu has perdido.-me sonrió ampliamente
Yo confundido ante su respuesta gruñí
-¿De que hablas?
El no contestó
-¡De que hablas!.-grité
Lo disparé en la pierna y este aulló adolorido
-Habla, o te haré otro agujero.-dije severamente
Callo al suelo retorciendose de dolor, me miró sudoroso y agitado mientras llevaba sus manos a su muslo derecho
-¡Sabiamos que vendrias a por nosotros!
¿Qué? ¿Acaso lo tenian planeado?
-Nosotros ya estabamos muertos.-rió sin gracia.-Sabiamos que nuestro espía moriría en tus manos, todo iba a descubrirse con el tiempo, pero todo a sido una mísera distracción, intentamos matarte pero estaba claro que no ibamos a poder hacerlo
Escuchaba atento, me estaba entreteniendo asique disparé a su otra pierna mientras volvia a gritar. Me acerqué a él en dos pasos y me puse de cunclillas puse mi arma en su entrecejo
-Dilo ya ¡Dilo o te mato!.-Le advertí
-¿Deberas eres tan ciego? Dejar a la chica fué tu peor decision, al dejarla con su padre la has dejado desprotegida.-rió lentamente.-Si no podiamos matarte a ti, podriamos matar esto que al parecer si que tienes.-señaló mi corazón.-Seguramente ya este muerta, junto a los demas del barco
Abri mis ojos como platos y abrí mi boca. ¡Habia sido una puta trampa maldita sea! El Queen Elizabeth, era el mejor barco portaaviones de toda la armada británica, iban a acabar con todos los pájaros de un solo tiro. ¡Catia iba en el barco!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top