Silenciadores sin arma

Los rayos del sol volvían etérea la habitación llenando todo de luz aún con las cortinas de plástico cubriendo las ventanas del hospital donde un tranquilo Tianlang Jun yacía recostado.

La puerta se abrió dando paso a una enfermera de cabello corto y negro, el candidato a gobernador la ignoró puesto que su vista se concentraba en el catéter que sobresalía de su mano.

De soslayo notó el movimiento de la fémina a su costado, revisando el suero y la correcta distribución de este, el silencio era apenas roto por el ruido externo del parloteo que generaban las demás enfermeras y doctores del hospital.

—Parece que alguien merece morir por haber abierto la boca. —El tono fue suave, sutil, venenoso y burlesco.

Tianlang Jun abrió en demasía los ojos, lentamente giró el rostro para encontrarse cara a cara con Shen Jiu, quien portaba peluca, bálsamo brillante en los labios y un maquillaje digno de hacerlo mujer gracias a aquellas pestañas postizas, el hombre quiso gritar más cayó cuando observó como el falso secretario alzaba una inyección con apenas una diminuta gota sobresaliendo de la aguja.

—A los traidores se les mata lenta y dolorosamente, es una lástima que no corras con esa suerte y solo seas víctima de un simple y escuálido infarto provocado por el veneno de una serpiente. Patético. ¿Verdad?

Jun boqueó, intentó incorporarse más un fuerte dolor en su pecho le hizo doblarse del dolor, notó como Shen Yuan caminaba alejándose lentamente hasta quedar a los pies de la cama, la sonrisa de satisfacción y ese aire de triunfador bastaban para hacerle saber al candidato que el peor error que pudo haber cometido fue hablar de lo sucedido.

—Muere y se olvidado. Muere sin tener derecho a la justicia.

Tianlang Jun escuchó las palabras frías e inflexibles de un indiferente Shen Yuan quien le dedicó una sonrisa torcida antes de girar sobre sus talones para marcharse, el hombre sentía que su vida acababa a cada segundo, el agonizante dolor en el pecho, la hormigueante sensación en sus extremidades y la vista nublada solo eran el indicio de una muerte merecida.

Y entonces.

Despertó.

—¿Tianlang? —Shang Qinghyua se acercó a su hermano al ver que este tomaba oxígeno como si hubiese estado dentro del agua por bastante tiempo.

—No morí. —Gimoteó palpando su pecho, su frente estaba perlada de sudor a consecuencia de aquella pesadilla que parecía tan real que generó un miedo instantáneo en él hacia Shen Yuan.

—¿Estás bien? —Pasó un pañuelo por su frente sudorosa contemplando a su hermano quien se recuperaba de lo que posiblemente fue una pesadilla.

—Un mal sueño, quizá necesito ir a casa. —Resopló relajando un poco el cuerpo.

—Sí, el doctor pasó hace un momento para informar tu alta, Zhuzhi Lang está haciendo los preparativos, estaré aquí contigo hasta que salgas para irme al trabajo.

—¿Me dejarás solo?

—Perdón —suspiró tomando la mano de su hermano mayor otorgándole una suave caricia por sobre los nudillos evitando tocar el catéter—, alguien entró a robar hace dos días unos documentos importantes y lo hizo con mi credencial, ahora estoy metido en un problema porque piensan que fui cómplice.

Shen Yuan. Pensó de inmediato.

Una parte de él quería hablar y exponer al causante de aquel problema pero de inmediato volvió a él la pesadilla junto con las acciones que lo llevaron a estar en el hospital para replantearse el silencio.

Shen Yuan, Xiao Jiu o como se llamara, era alguien bastante peligroso aún si no le había hecho un daño grave pero bastaba ver en sus fríos ojos que el jovencito no dudaba un segundo en atacar si la ocasión lo requería por lo que ahora no sabía cómo zafarse de él, de cómo desistir de ser un infiltrado en la casa de Qingyuan para estar tranquilo sin su presencia.

Al parecer sus planes de llegar al fondo de un asesinato que hacía tiempo había pasado se habían vuelto una obsesión para él puesto que toda su atención se centraba en ello, aunque tenía que admitir que sus labores de pasarle información no habían cesado ya que había creado notas y discursos demasiado avanzados y detallados para toda la campaña lo que le sorprendía puesto que con eso quedaba claro que Yue Qingyuan iba muy en serio en el ámbito político y ansiaba ganar.

Lamentablemente no sería así, quien ganaría sería él; Tianlang Jun quien ahora con ese accidente había ganado más fama e interés por parte del público ya que según lo que los medios decían era que había sido víctima de un intento frustrado de asesinato, así como había ocurrido con los anteriores candidatos, a la vista de todos era un mártir afortunado, aun cuando la realidad era otra y él mismo se había buscado ello al sentirse superior ante una persona que desconocía por completo su modo de operar.

Por otro lado también saltaba la duda sobre las intenciones de Qingyuan para con Shang, la culpa y el coraje se mezclaron en su interior al recordar que quien estaba también detrás de ello era Shen Yuan; ver a su hermano enamorado y tomado de la mano de quien era su rival político supuso un golpe fuerte cuando los vio entrar el día anterior juntos y de la mano.

Yue Qingyuan lo trató cordial y amable, hizo de lado las diferencias políticas para cuestionar su salud y también cuidó de él unos minutos cuando Shang Qinghua y Zhuzhi Lang tuvieron que salir para informarse con el doctor sobre los análisis practicados horas antes y así tener una respuesta lógica a lo que sucedía con Tianlang Jun.

Este no se creía en absoluto el amor que su rival profesaba a su hermano, aún habían muchas dudas y misterios sobre la razón de la primera ruptura de la pareja, sin embargo no estaba dispuesto a ver llorar a su hermano de nuevo por lo que no estuvo de más el advertirle a Qingyuan que sería severamente golpeado si veía a su hermano menor de nuevo deprimido a lo que el hombre solo sonrió y negó alegando que haría las cosas bien y tenía preparadas algunas sorpresas para el menor de los tres.

Aún sin creer en nada, decidió que por ahora dejaría a Yue en paz, después de todo el hombre se marcharía a los pequeños pueblos tomando ventaja de ello, se maldijo internamente por estropear el mismo su trabajo así que resignado y sintiendo que tenía otra oportunidad de vida, retomaría sus labores siendo doblemente cuidadoso de quien se decía ser un doble agente.

El miedo ya había sido inyectado, Shen Jiu ya no tendría necesidad alguna de amenazarlo o de dispararle venenos, puesto que bastaría una palabra o una mirada para plantearse bien las cosas, ese era el costo de hacerlo enojar. No lo intentaría de nuevo.


—¿Y bien? ¿Qué tienes que decirnos al respecto Shang? —El director real se encontraba sentado frente a un tembloroso médico, quien mantenía el rostro sereno.

—Ya se lo he dicho señor, no soy cómplice, desconozco del paradero de la persona.

—Esto podría llevarnos a grandes problemas ¿sabes? —el hombre gruñó furioso, Shang Qinghua pasó saliva intentando no hacer notorio el miedo a ser despedido—, son exactamente tres archivos que enterramos lejos de los medios públicos.

—Le he dicho señor que no fui partícipe de ese suceso, por los vídeos que me mostró eso sucedió en la mañana, a esas horas me encontraba con mi... —guardó silencio al no saber qué título poner a lo que tenía con Yue Qingyuan.

—Sí lo hemos visto todos ayer, casualmente tú y tú novio estaban juntos ¿acaso ustedes planearon eso? ¿Para qué quiere él esa información? ¿Piensa que revelando lo oculto se llevará el triunfo? —Expresó molesto.

Shang Qinghua frunció con ligereza el ceño ante esa revelación, él era desconocedor de lo ocurrido puesto que no había sido él quien había practicado las autopsias, ahora y con lo que había ocurrido sabía que habían sido informes de tres personas importantes en el mundo político pero sobre todo le causó intriga la mención de su novio, ¿qué tenía que ver Yue en eso? ¿Él sabría de algo así?

—Señor estoy seguro de que... —Fue interrumpido por el director.

—¿Acaso te piensas cambiar al bando malo Qinghua? ¿Crees que solo por ser novio del candidato a gobernador tienes el poder de tirar abajo el imperio de la corrupción?

—Usted...

—¿Crees tan siquiera que llegará vivo tu amado amante al poder solo por haber hurtado aquello?

Shang guardó silencio, el asombro era evidente en su rostro, ¿era todo aquello producto del mismo gobierno? ¿El propio director era participe de aquellos cuerpos? ¿Por qué tanto énfasis en Yue?

—Te doy dos opciones, sigues trabajando aquí, laborarás como lo has hecho en estos últimos años o —sonrió lentamente haciendo que el menor se removiera incómodo—, renuncias y por casualidades de la vida amaneces muerto si se te ocurre hablar.

El menor jamás había sido amenazado así, no se había sentido tan presionado de esa forma nunca en su vida, su mente pedía a gritos que huyera, que saliera hacia su motocicleta para buscar refugio en los brazos de su novio pero su lado lógico y racional le recordaron que él se encontraba en un pueblo a dos horas de la ciudad, se sintió tan solo que incluso se negó en pensar en su hermano quien ahora yacía en su casa.

Fue entonces que pensó, uniendo pieza por pieza tomando sin saberlo, ventaja sobre Shen Jiu.

Su Xiyan; Asesinada.

Meng Mo; Asesinado.

Qingyang Mo; Asesinado.

Su mente trajo al presente a su hermano sobre una camilla, aparentemente a salvo pero en palabras de él, habían intentado acabar con él, aquello le causó terror porque ahora sabía que probablemente el gobernador estaba detrás de todo esos asesinatos y entonces imaginó lo peor.

Tianlang Jun; Asesinado.

Yue Qingyuan; Asesinado.

Cerró los ojos ante la sola imagen de ver a su novio sobre la plancha, siendo él quien le realizaría la autopsia, su esófago quemó de golpe sintiendo que por dentro le recorría algo caliente y amenazaba con salir, la cabeza comenzó a darle vueltas y negó.

—Me quedaré callado señor, no fui yo, lo juro. —Suplicó sintiendo sus lágrimas salir.

El director sonrió satisfecho tan solo por unos instantes, observar al hermano menor del otro absurdo candidato a gobernador era tan conmovedor, sin embargo Tianlang Jun no le interesaba puesto que el hombre era igual de ambicioso que Lao Gongzhu, sin embargo todo cambiaba con Yue Qingyuan, el hombre que tenía la evidencia y que se había mantenido oculto hasta ahora que misteriosamente habían desaparecido aquellos expedientes. En cualquier momento diría la verdad y eso no era conveniente, sabía de sobra que habían contratado a un francotirador para eliminarlo del mapa, esperaba que fuera pronto o de lo contrario las cosas podrían ponerse muy mal.

—Estás advertido Qinghua, si haces algo o a tu novio se le ocurre abrir la boca, los dos terminarán en una fosa común sin derecho a ser encontrados. Ahora vete.

El menor quiso preguntar por qué involucrar directamente a su pareja ¿por qué a él y no a su hermano? La cabeza comenzó a dolerle a causa de aquellos pensamientos; a pasos lentos y sintiendo que las piernas le temblaban, avanzó alejándose de la oficina del director para ocultarse en la suya como lo que él consideró un cobarde, sentía miedo, demasiado y no se tomó la molestia de ocultar esas emociones dejándolas salir mediante lágrimas porque ahora temía por su vida y la de Yue.

Se cubrió la boca con ambas manos y ahogó los sollozos por haberse metido en problemas aun cuando él no sabía nada de lo ocurrido, llamaría a su pareja por la noche solo para cerciorarse de que estuviera bien, sin embargo hablaría con él frente a frente sobre lo ocurrido y preguntaría el porqué de la situación, había muchas dudas y esta vez no pensaba quedarse callado, no cuando había vidas en juego.



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Recordemos que Lao Gongzhu es el antiguo maestro del palacia Huan Hua en la novela original. uwu



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