Corazones plásticos
—¡A'Jiu espera! —Yue Qingyuan alcanzó a la pareja que se encontraba a las afueras de la corte.
Shen Qingqiu giró el rostro para ver a su ex jefe, quería agrandar su drama al fingirse dolido por la bofetada y lo conseguiría. Así que detuvo su andar sabiendo que Binghe le secundaría en todo momento.
—¡Siento mucho lo que te hizo Qinghua, de verdad lo siento! —Expresó alarmado.
—A usted no tengo nada que perdonarle, después de todo no tiene la culpa, el problema es Shang Qinghua y ese odio injustificado que me tiene —mantuvo una mano sobre su vientre y negó—, señor Qingyuan espero considere el hecho de que Qinghua podría entorpecer el juicio por su odio hacia mí y mi pareja.
—Comprendo mucho eso —asintió lento sin saber que más aportar para ser perdonado—, el juicio está pronto a iniciar, pero tu salud es primero así que lo más idóneo será solicitar una pausa para una nueva fecha.
—Sabe que lo único que deseo es que Mobei Jun esté en la cárcel para pagar lo que hizo, así que seguirá contando con nuestro apoyo como testigos principales.
—Gracias A'Jiu, ahora vayan al hospital, la vida de tu hijo es primero. —Yue Qingyuan retrocedió algunos pasos para permitir que la pareja se marchara.
Al ver la camioneta de Binghe alejarse, se giró y se adentró de nueva cuenta al edificio donde se llevaba a cabo el juicio, se sentía tan molesto y tenso por la actitud de Shang Qinghua que simplemente no quería sentir que regresaba diez años atrás para lidiar con un joven Shang celoso y hasta cierto punto violento cuando sentía que las cosas se salían de control.
Ahora que se volvía a repetir el patrón, estaba seguro de que lo mejor era alejarlo de Shen Qingqiu para no complicar más las cosas.
A pasos apresurados se acercó al abogado Wei quien al verlo solo frunció con ligereza el ceño en clara señal de curiosidad. Rápidamente observó a sus costados buscando a la pareja militar, así como también buscó a la pareja del gobernador.
—Suspende el juicio de hoy.
—¿Por qué? —Cuestionó visiblemente confuso.
—Qingqiu tuvo un par de complicaciones.
—¿Qué sucedió?
—Shang Qinghua —dijo el nombre con pesar—, desde el disparo a A'Jiu ha tomado una actitud demasiado negativa para con él. —Soltó un suspiro de cansancio.
—¿Celos?
—No lo sé —masajeó el puente de su nariz con evidente frustración—, está actuando como en su época universitaria cuando sus celos ganaban y me reclamaba la falta de atención, incluso pensaba que lo engañaba cuando la realidad era que estaba demasiado sumergido en la política junto con Meng Mo.
—Supongo que eso te orilló a la ruptura. —Dedujo al cruzarse de brazos.
—De hecho él terminó conmigo cuando le pedí que necesitábamos hablar, él creyó que le diría que lo dejaría por alguien más cuando solo quería informarle que lo amaba y que estaba escaso de tiempo por el trabajo pero creo que no lo entendió y ahora con su comportamiento hacia A'Jiu me hace dar cuenta de que no ha cambiado en absoluto. —Confesó evidentemente desilusionado.
Wei Qingwei negó lento; alzó la mirada y se topó con la de un triste Shang Qinghua quien avanzaba a pasos dudosos hacia ellos, el arrepentimiento era notorio pero eso no lo vió Yue Qingyuan al centrarse solo en sus propias conclusiones.
—Yue ¿podemos hablar? —Pidió en voz baja.
—No hay nada que hablar, me has demostrado que no hay cambio alguno en ti, me siento decepcionado ¿sabes? —retuvo el aire al ver al menor bajar la mirada— ¿acaso no pensaste en el daño que le pudiste haber hecho a A'Jiu? ¿A su hijo?
—¡Él me atacó en el baño! —Alzó la voz.
—¿Cómo podría hacer eso si él nos ha protegido todo este tiempo?
—¡Él está mintiendo Yue!
—¡Basta, basta ya de mentiras! —Gruñó molesto.
Wei Qingwei se retiró dejando a la pareja discutir, entre sus pasos logró divisar la mirada curiosa que Mobei Jun tenía sobre la pareja, instantes después sonrió y se acomodó en su silla para hablar con su abogado.
Al fondo se apreciaba al capitán Mu junto al general Gongyi Xiao charlando tranquilamente sobre lo ocurrido, les informaría que el juicio debía ser suspendido debido al problema de salud de Shen Qingqiu lo que significaba una nueva cita lo antes posible para no atrasar los juicios.
Se marchó dejando a una pareja al borde de la quiebra.
—¿Por qué no me crees?
—No hay pruebas Shang, ¿por qué habría de creerte si te has obsesionado con él? ¿Por qué habría de siquiera pensar en A'Jiu como el malo cuando tú lo has atacado frente a mí?
—Es lo menos que merece.
—No Shang, las cosas no son así —puntualizó el mayor— ¿sabías que él me ayudó a acercarme a ti?
Aquella confesión aturdió el corazón del menor quien alzó el mentón demostrando así los ojos vidriosos, ¿entonces lo que Shen Qingqiu le había dicho era real? ¿Su amor era algo meramente unido por terceros?
—¿Q-Qué?
—Él me apoyó, se mantuvo a mi lado oyendo lo que sucedía, me aconsejaba en todo momento, fue él quien incluso escogió ese anillo de compromiso que traes puesto —señaló la mano ajena—, a él le debo más que la vida.
—¿Qué has dicho?
Shang Qinghua se sintió asqueado de golpe; Shen Qingqiu no había mentido y eso le dolió. Alzó la mano y se quitó el anillo para observarlo con autentico terror, comprobó así el diseño de este, una lágrima llena de diamantes que lo hacía único.
—A'Jiu lo nombró el anillo de las lágrimas del amor. Se basó en el sufrimiento que pasamos —Qingyuan le dedicó una mirada severa— ¿Por qué alguien que según tú es un traidor tendría esos detalles con alguien que en ese entonces no conocía?
Shang boqueó; sintió que sus piernas flaqueaban a tal grado que dio un traspié en busca de un apoyo físico, parpadeó lento mientras negaba la afirmación que Shen Qingqiu le había dicho, su garganta se fue cerrando al grado de que el nudo se volvió asfixiante.
Las lágrimas cayeron rápido causando que Yue Qingyuan arqueara ambas cejas.
—Él tiene razón... —sonrió histriónico dando credibilidad al juego tan bien planeado del ex secretario— ... él y mi hermano lo planearon todo, después de todo influyó tanto en ti que hizo que me buscaras, me pidieras citas y lograra su cometido que era distraerte lo suficiente como para darle información a Tianlang.
—¿Qué estás diciendo? —Yue frunció el ceño sin comprender nada.
—Yo solo fui un peón —soltó una baja risa—, yo fui... —dejó caer el anillo al suelo, contempló al gobernador y lo señaló con el índice— no me amas, le crees a él, para ti es más importante lo que diga él que lo que diga yo y eso me lo advirtió.
—Shang, no comprendo nada de tus balbuceos.
—Todo fue un juego para él —tensó los puños mientras inspiraba hondo anunciando un severo grito— ¡Tú no me amas! ¡Lo amas a él porque te ha lavado el cerebro! —Lo acusó entre gritos causando que todos en la sala lo viesen totalmente alarmados.
—Damos inicio al juicio —El juez tomó asiento y esperó a que todos tomaran asiento.
—¡Estás enamorado de él solo porque era tu secretario! ¡Estás enamorado de él porque te salvó la vida y yo que te he amado por años me haces de lado, no me crees ni confías en mí! —Gritó derramando más lágrimas.
—¡Orden en la corte! ¡Joven Shang le pediré que se retire del juicio por favor! —Sentenció el juez.
El nombrado ni siquiera escuchó, sus pensamientos se vieron nublados ante sus propias deducciones, observó a Yue Qingyuan quien intentaba acercarse a él más no lo conseguía debido a que el joven forense retrocedía a cada paso ajeno.
—Y yo que tanto te amaba.
Dicho esto, se giró y salió tan rápido como pudo del juicio; el juez fue informado de la salud de Qingqiu y suspendió el evento al posponerlo para la siguiente semana dejando en total conflicto emocional a Yue Qingyuan quien no sabía si seguir al menor o ponerse a charlar con Wei Qingwei sobre el caso.
Mientras tanto Mobei Jun se marchó siendo guiado por el guardia con una sonrisa de pleno gozo en el rostro; él le había advertido a Shang que Xiao Jiu era letal, era una víbora que inyectaba su veneno y coagulaba la sangre a tal grado de obtener poder total sobre sus presas, y comprobarlo solo le causó risa ya que con ello toda esperanza de verse libre quedaba totalmente anulada.
La sala de juicio cerró, al final Yue Qingyuan decidió quedarse con su abogado, el capitán Mu y el general Gongyi para hablar sobre el próximo juicio de re apertura, analizando bien así cada detalle y lo que se expondría para mandar a Mobei Jun a la prisión militar.
Al final; las acciones de Shen Qingqiu para con Qinghua habían sido tan devastadoras que el menor no tuvo duda de que él no era un protagonista, ni un villano, Shang Qinghua solo era un personaje extra dentro de esa historia y que el ganador era Shen Qingqiu junto a su amado Luo Binghe quienes vencían ante lo bueno para ganar como los mejores villanos, dejándolo a él reducido a nada.
Yue Qingyuan no lo había seguido como en las novelas románticas, afuera no llovía ni tampoco había un apoyo que le acompañara en su devastadora situación pues él mismo había alejado a su hermano y a su mejor amigo, tan solo le quedaba el hecho de marcharse lejos y no volver más a saber de Yue Qingyuan y Shen Qingqiu.
Su corazón fue dejado en aquella sala de juicios, el anillo había sido recogido por Wei Qingwei y Yue Qingyuan tan solo se había conformado en creer que su pareja pasaba por una rabieta de niño siendo ajeno a que un ex secretario lo había destruido.
El objetivo de Qingqiu se había cumplido; necesitaba sacar a Qinghua del juego para que no hubiese más cuestionamientos, ahora y con la vía libre solo quedaban dos objetivos más, uno de ellos en la cárcel y otro pronto a morir y pagar el precio de todo lo que había armado por la ambición de callar un acto cruel.
—Vamos a casa, no me siento mal. —Shen Qingqiu confesó en tono neutral; apoyó la cabeza sobre el cristal y suspiró.
—¿Seguro que estás bien? —Cuestionó Binghe totalmente preocupado.
—Sí, mentí. —Confesó cerrando los ojos.
Luo Binghe guardó silencio; obedeció y condujo hacia su hogar, intuía que había algo más detrás de aquella mentira, sabía que la bofetada del menor no le había dolido pero por algo había armado tal escándalo que causó que el gobernador fuese capaz de insultar a su pareja.
Al llegar a casa shen Qingqiu bajó de la camioneta, esperó a que Binghe abriera la puerta de su hogar y tras hacerlo se adentró para ir escaleras arriba directo a la habitación.
El alto le siguió a pasos lentos, alerta al comportamiento de su pareja, al ver que se acostaba en la cama soltó un bajo suspiro de alivio, lo que no esperó fue verlo llorar mientras se cubría el rostro.
—¿Qué sucede? —Se acercó imitando la acción ajena para poder abrazarlo.
—¡Lo siento mucho, en verdad lo siento mucho! ¡Yo me siento como basura por haberte orillado a esto! —Sollozó abrazándose al alto— Perdí el control y le disparé a tu mejor amigo, le trunqué su ascenso militar, le acabé por completo sus sueños, lo hice un maldito inútil. —Jadeó mientras negaba.
—Qingqiu...
—Y te estoy obligando a dar una declaración falsa contra él —alzó el rostro para ver al hombre y negó— a él que te salvó la vida, a él que fue tu familia. ¡Soy un maldito bastardo!
Luo Binghe no pudo decir nada, él sabía las consecuencias de seguir a lado de Qingqiu, tenía un gran conflicto emocional ya que no esperaba ver a su amigo así de acabado, ahora comprendía por qué la actitud de su amado aquel día en que escaparon de la ciudad, ahora sabía la razón de sus pesadillas, de sus ataques de ansiedad, de pánico.
Mobei Jun había sido el detonante de todo sin querer y gran parte de ello había sido su propia culpa por haber discutido fuertemente con Qingqiu meses atrás, si eso no hubiese sucedido, Mobei Jun jamás habría sido condenado de tan cruel forma.
—Ya está hecho Qingqiu, ya lo está. —Dijo suavemente.
—Lo siento tanto; lamento haberle hecho eso a tu mejor amigo, no mereces cargar una culpa que no es tuya. —Qingqiu comenzó a temblar mientras lloraba— Exploté con el menos indicado, estaba harto, solo deseaba acabar con mi misión, confundí mis síntomas con estrés, quería marcharme a Huayue para ocultarme en mi departamento y jamás volver, solo quería un momento de paz.
—Qingqiu —pausó un segundo— respira por favor, no puedes alterarte, piensa en el bebé.
El nombrado asintió, intentó respirar aunque tuvo que aferrarse con fuerza al saco blanco para sentir que estaba en un plano real, fijó la mirada en los ojos chocolates, pensó en su bebé y con labios temblorosos contó hasta tres antes de dar una gran inhalación para retener el aire y expulsarlo después de cinco segundos de retención.
Siguiendo el protocolo para detener una posible crisis de ansiedad, cerró los ojos y pensó en su futuro junto a Binghe y su bebé, a ese pensamiento se ancló la última misión que tenía, debía mostrarse sereno o de lo contrario Luo Binghe no lo dejaría salir de casa y la misión se vería truncada.
—No creo poder dar otra declaración contra Mobei, creí ser fuerte eintenté verme como alguien indestructible pero no puedo hacerlo —confesó sorbiendo la nariz—, no cuando sé que te hago daño al inventar que le disparé en defensa propia, no puedo seguir atacándolo así, prefiero que se queden con las pruebas de que robó mi agenda y me disparó, solo eso.
—Está bien cariño, no más juicios para ti —Binghe estrujó con suavidad el cuerpo ajeno, pasó una mano por las hebras negras y dejó un beso en su frente—, tranquilo.
—Ya quité a Qinghua del camino, ya solucioné mi error del hospital —comentó aún con lágrimas en los ojos— era mi único plan de emergencia que tomé cuando me confrontó en el baño, era todo o nada y decidí irme con todo sin pensar en que Yue Qingyuan podría creerle, pero se demostró que no cuando me defendió a mí, nos salvamos.
—Basta por ahora, no más planes, no más ataques, ya no más por ahora. —Cortó suavemente Binghe.
—¿Qué condena le tocará a Mobei Jun?
—No lo sé. —Mintió sabedor de que por los cargos que tenía podría ser condenado a treinta años sin libertad bajo fianza.
Sabía que esa condena debía ser para él pero no la aceptaría ahora que estaba por formar una familia.
Retuvo entre sus brazos al ex espía hasta ver que este se durmió, rodó los ojos lentamente sintiéndose traidor por haberle fallado a su amigo, no tenía cara ni siquiera para acercarse a verlo y pedirle una disculpa porque claramente eso sería un cinismo muy grande.
Una parte de él se debatía entre sus acciones anteriores, de la muerte de aquellos ex candidatos había ganado dinero suficiente sin saber en su momento lo que desencadenaría al final, otra parte se sentía en derecho de justicia por haberle disparado a su amado y peor aún por haberse fijado en él e inclusive plantear la idea de que existió un contacto íntimo.
Su lado justo y correcto como sargento se venían abajo cuando pensaba en los crímenes plantados contra su amigo, su lado romántico se encontraba estable por tener a Qingqiu entre sus brazos sin embargo sabía que viviría con ese cargo de consciencia tanto o más que el ser durmiente ya que la amistad para con Mobei Jun se había hecho añicos en tan solo un disparo.
Su corazón se sintió lentamente plastificado al sacarse el real para meterse en la cabeza que Mobei era culpable, solo de esta forma no estropearía los planes de su pareja y podrían seguir adelante ignorando esa carga de injusticia.
Posó una mano sobre el vientre hinchado y suspiró con pesar.
—Perdónanos pequeño, por tener unos padres que son todo menos honestos. —Suplicó en voz baja atrayendo y abrazando al más bajo intentando así calmar la sensación de decepción para consigo mismo.
El silencio inundó la habitación, espía y francotirador habían dado lo mejor para llevar a cabo sus planes de felicidad, ahora solo quedaba el desenlace.
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