Capítulo 11
—Jason, despierta.
Desperté asustado, estaba en mi cuarto.... ¿Pero qué rayos?
Voltee a ver la persona que me había hablado hace algún momento, era él... Jackson.
— ¿Jakson?
—Sí, Jakson tu hermano gemelo, vamos corre, te has quedado dormido y nuestros padres nos están esperando en el carro.
Me levanté y me cambié, salí de mi cuarto y era tal como lo recordaba, las paredes azuladas, los muebles, todo.
Sonreí y bajé las escaleras viendo todo con suma atención.
Salí de ahí y todo era normal, las personas limpiaban su calle o el jardín, otros salían apresurados.
La camioneta de mi papá estaba afuera, mientras que mis padres estaban adentro hablando con Jackson.
Abrí la puerta y me subí.
—Hola. —Dije.
—Te dije que no te quedarás hablando tan tarde con tu novia. —Dijo mi mamá.
—Sabes deberías de aprender de Jack, él es responsable y se duerme temprano.
Y ahí estaba, mi padre el que prefería a Jack.
—No lo regañes, además Lia es una muy buena chica.
— ¿Lia es mi novia?
—Claro, yo pienso que esa chica no te merece...
Les sonreí, el resto del trayecto fue muy divertido, era como siempre debió de haber sido, no había zombies, no había infección, era un mundo sano.
Llegamos a la escuela.
—Buena suerte, los vemos en la tarde. —Dijo nuestra madre.
Yo los abracé a los dos, por primera vez me sentía en paz, no me había podido despedir de ellos, ahora tenía la oportunidad.
Los tres me miraron desconcertados pero a mí no me importo, me bajé y caminé.
— ¿No me vas a saludar? —Dijo Lia.
—Ahh...
Entonces ella se acercó y me dio un beso.
—Vamos, tenemos español.
Los dos nos fuimos agarrados de la mano hasta el salón.
Cerré los ojos y cuando los abrí estaba en una cafetería, a mi lado estaba Lia, después estaba Jack y junto a él estaba Mack.
— ¡MACK! —Dije.
— ¡Jason! —Dijo ella muy confundida.
Todos me miraron como si fuera un bicho raro.
—Chicos, ¿Qué está pasando?
— ¿A qué te refieres?
—Hace 5 años un virus se expandió, eran todos zombies....
— ¿Zombies? —Dijo Jack. —Los zombies no existen, ¿Qué te está pasando el día de hoy?, estas demasiado raro.
— ¿Dónde está Brenda? —Pregunté.
— ¿La niña que cuidas?
Esto estaba mal, no podía estar pasando, tenía que ser una broma de muy mal gusto, estaba soñando, estoy soñando, solo es un sueño, nada de esto es real.
Cerré los ojos con mucha fuerza mientras me repetía una y otra vez que nada de lo que estaba pasando era real.
—Jason... —Dijo Lia.
Abrí los ojos y aún seguía en esa cafetería.
—Mi amor, ¿Estas bien? —Dijo Lia.
—Necesito aire.
Me levanté con mucha dificultad y salí corriendo, todos en el comedor se me quedaron viendo, pero no me importó logré salir con mucha dificultad, salí hacía un jardín donde había mesas para comer.
Sentí que el aire regresaba a los pulmones.
—Jason... Vamos con la enfermera.
—No, esto no es real. Había una infección, estuve cinco años tratando de sobrevivir, a ti te conocí en una casa abandonada, viniste conmigo porque nos dirigíamos a la sexta zona.
Ella se me quedó viendo como si estuviera loco.
—Chicos. —Dijo Jack. —Tienen que venir a ver esto.
Miré muy desconcertado a Lia, pero ella me sujete de la mano y los dos caminamos de vuelta al comedor, donde había una gran televisión.
—Buenos días televidentes, estamos interrumpiendo esta transmisión para dar un aviso de suma importancia, hace algunos años científicos del gobierno han estado experimentado con una cura, esta cura sería la respuesta a la cura del cáncer y de todas las enfermedades, pero hace unos momentos algo ha salido mal y se ha convertido en un virus, este virus afecta el cerebro y hace que mueras en horas o tal vez en días, después revives y comes carne, le comunicamos que se refugien en casa o donde estén....
De repente el conductor gritó y vimos como entraban muchas personas y se lo comenzaban a comer.
Después todo se volvió negro.
Todos los que estábamos en la cafetería comenzaron a correr.
Agarre a Lia y Jack, mientras que este último agarraba a Mack.
Las personas entraron y comenzaron a comerse unas a las otras, los cuatro corrimos hacia la salida más cercana que daba a un pasillo, todos en el pasillo se alteraban e incluso hasta muchos lloraban.
Entré a un salón, entramos y cerramos la puerta, ya que un zombie trataba de comernos.
Arrastre el escritorio hacia la puerta evitando que entrarán, mientras que Lia y Mack se encargaban de las ventanas.
—Jason, ¿Cómo supiste que todo esto pasaría?
—Se los dije, esto ya lo había vivido. Tenemos que encontrar una manera de salir de aquí, porque ellos entrarán.
—El conducto. —Dijo Jack volteando hacía arriba de nosotros.
—Bien. —Dije.
Agarré un palo y lo rompí, esto serviría por si alguien trataba de acercarse.
Lia me vió.
—Jason, tengo miedo.
—Lia, no tengas miedo, tu eres la mejor matando zombies.
Ella se me quedó viendo raro.
—Yo te protegeré con mi vida si es necesario.
Ella me besó y yo le seguí el beso.
—Te amo, Jason.
—Te amo, Lia.
Caminé hasta debajo del conducto.
—Jack me subiré a tus hombros para poder abrirla.
Él asintió me cargó y logré abrirla.
—Levántame más.
Él me obedeció y pude entrar al conducto.
Él cargó a Mack y la subí, después a Lia y por último a él.
Caminamos por los conductos, hasta que una parte de este cayó y era donde estaba Lia, con suerte logré sujetarla de la mano.
Debajo de ella había muchos zombies que trataban de alcanzarla.
—No me sueltes. —Dijo.
—No lo haré. —Dije.
Trate con todas mis fuerzas de sujetarla, pero cada vez se hacía más pesada y se me resbalaba más, era como si tuviera mantequilla en mis dedos.
—Jason. —Dijo ella llorando.
—Tranquila te sacaré de aquí, te lo prometo.
Trate de subirla, pero no podía.
Ella comenzó a soltarse, hasta que no pude más y ella cayó.
Se escuchó como su cuerpo caía y todos los zombies se iban contra ella comiéndola, mientras ella gritaba desgarradoramente.
— ¡JASON!
Cuando dijo esta palabra sentí como mi corazón se partía mucho.
— ¡JASON, DESPIERTA!
Sentí como Lia me llamaba.
—Jason, por el amor de dios, despierta.
—¡JASON!
Entonces todo se volvió blanco, desperté y vi que estaba de en el pasto, era de noche.
Me levanté sobre saltado, miré que Lia me estaba viendo preocupada, mientras Mack y Brenda disparaban.
— ¿Qué pasó? —Pregunté.
—Hemos chocado y te has golpeado en la cabeza, creí que estabas muerto, ya que no despertabas.
Voltee para ver la camioneta volteada y en llamas.
—Muchos zombies se dirigen hacia nosotros, tenemos que irnos ahora.
Me levanté, aunque sentí como todo daba vueltas.
Puse mis brazos en los hombros de Lia y Mack y nos adentramos al bosque.
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