EL EMBARAZO DE EIREENE TARGARYEN YA ERA NOTORIO PUES SU ABULTADA BARRIGA LO DEJABA EN CLARO, SOLO FALTABAN dos meses para que Balerion naciera, mientras que a Daenerys le faltaba un poco más de tiempo, según las Dothrakis expertas ambos niños tendrían solo meses de diferencia lo cual significaba que crecerían a la par y eso llenaba de alegría a ambas hermanas.

Desde que Drogo se había propuesto a darle el trono de hierro y los siete reinos a su esposa e hijo había estado saqueando junto a sus Dothrakis varios lugares, llevándose cosas de valor, asesinando hombres que se atrevían a hacerles frente, violando mujeres y haciendo esclavos a los demás. Ahora se encontraban saqueando la novena o décima aldea de estos siete meses, los Dothraki asesinaban a sangre fría a quienes veían que no les podría servir como esclavos, arrastraban o cargaban a mujeres lejos para poder violarlas y se llevaban todo lo que les podría servir para su viaje, cómo caballos, comida, armas, etc.

Eireene se encontraba caminando entre las ruinas de esa aldea junto con Ser Jorah y Rackharo, su hermana se encontraba con sus damas de compañía lejos del desastre, no quería que su pequeña hermana viera esto.

— ¿Que hicieron?

Preguntó Eireene, acariciando su barriga. Su hijo había estado alterado desde la mañana y parecía que sus caricias eran lo único que lo podía calmar.

— Los hombre cordero son buenos esclavos. Khal Drogo los entregará como regalos a los tratantes de esclavos y los tratantes nos darán oro y seda y acero.

Respondió Rackharo.

— Pensé que los Dothrakis no creían en el dinero.

Dijo confundida Eireene.

— Son para los barcos que utilizaremos para navegar hasta Poniente, Khalessi.

Aclaro Ser Jorah.

Los pasos de la platinada pararon cuando noto como varios Dothrakis sacaban a una mujer de lo que parecía ser una jaula y la aventaban al suelo, mientras las demás que seguían encerradas suplicaban clemencia. También habían niños, quienes parecían ser hijos de las varias mujeres que estaban ahí, gritando por sus madres y tratando de llegar hacia ellas pero eran detenidos por Dothrakis.

— Haz que se detengan.

Ordenó Eireene, sin poder soportar ver esa escena tan desgarradora.

— ¿Khalessi? Estos hombres han derramado sangre por su Khal. Ahora reclaman su recompensa.

— Ella es una niña cordero, Khalessi. Los jinetes le hacen honor. Si sus quejidos ofenden a Khalessi, le puedo traer su lengua.

Los ojos color violeta de Eireene se nublaron de lágrimas y sus labios formaron un ligero puchero de tristeza mientras veía a los niños llorar, gritar y pelear por sus mamás y las mujeres trataban de luchar con uñas y dientes de los Dothraki para salvar a sus hijos.

— Princesa, tiene un gran corazón, pero es así como siempre ha sido.

Eireene se limpio las lágrimas y se aclaró la garganta.

— Haz lo que digo o Khal Drogo sabrá la razón.

Ser Jorah, Rackharo y demás Dothraki acataron la orden de su Khalessi y fueron a detener al hombre que estaba a punto de violar a la mujer frente a sus demás compañeras y de los niños.

— ¿Que quiere que haga con ella?

Preguntó Ser Jorah mientras envolvia en una sábana a la mujer y la alejaba de los demás.

— Traela ante mi, y que las demás mujeres regresen con sus respectivos hijos y después también las traes ante mi.

— No puede reclamar a todos ellos, Khalessi.

Eireene volteo a ver con una mirada autoritaria a Ser Jorah, lo que hizo que el hombre se sintiera pequeño.

— Si puedo.

Después de que los niños se encontrarán con sus mamás fueron traídos ante Eireene, las mujeres le agradecieron a la platinada por haberlas salvado de un terrible destino al igual que a sus hijos, a excepción de la mujer que tenía Ser Jorah de los hombros, pero Eireene no le tomo importancia pues creía que seguía en shock por ser casi violada.

Después de eso Eireene junto a Ser Jorah, Rackharo y con las mujeres y niños que había reclamado fueron hacia Khal Drogo quien parecía que estaba discutiendo con un Dothraki, y para sorpresa de la platinada era el mismo Dothraki que iba a violar a la mujer que ahora mismo estaba detrás de ella.

— Luna de mi vida. Mago dice que has tomado su botín, una hija de un hombre cordero que él iba a montar. Dime la verdad.

Eireene no expreso nada en su bello rostro, ni sorpresa, ni tristeza, nada.

— Mago dice la verdad mi sol y estrellas, he reclamado muchas hijas hoy para que no puedan ser montadas.

— Así es la guerra. Estás mujeres son esclavas ahora. Haremos con ellas lo que nos plazca.

— A mi place mantenerlas a salvó. Si tus jinetes las montan, deja que las tomen como esposas.

— ¿El caballo se aparea con el cordero?

Mago habla haciendo que Eireene voltee a verlo con desprecio.

— El dragón se alimenta del caballo y del cordero por igual.

Drogo sonríe orgulloso ante la valentía y la fortaleza de su esposa, cómo está no se dejaba minimizar por nadie.

— Eres una extranjera. Tú no me ordenas.

—  Soy Khalessi, si te ordenó.

Drogo ríe y voltea a ver a Mago.

— ¿Ves cuan feroz se ha puesto? Es porque lleva a mi hijo dentro, el semental que montara al mundo llenandola con su fuego.

Una fuerte patada es lo que siente Eireene en su estómago, como si su hijo supiera que lo habían mencionado y se estaba manifestando. Trato de no mostrar dolor y seguir en su postura derecha y autoritaria.

— No escuchare más. Mago encuentra otro lugar para meter el pene.

Cómo respuesta Mago escupe ante los pies de Drogo y alza su arma ante él.

— Un Khal que obedece las órdenes de una puta extranjera no es un Khal.

Ser Jorah tomo de los hombros a su Khalessi y la puso detrás de él en modo de protección. Drogo por otra parte enfureció ante el atrevimiento de Mago y el hecho de llamar a su mujer, su esposa, madre de su hijo, puta, así que se paró de su lugar y lo enfrentó. Ambos empezaron a pelear, Drogo se movía con agilidad y destreza, la lucha no duró mucho pues Drogo lo había asesinado con su propia arma en cuestión de segundos, sacándole la garganta y lengua. Eireene vio todo sorprendida pero en cuanto vio la herida que Mago logro hacerle a su esposo antes de ser brutalmente asesinado se asustó y corrió detrás de él.

— Mi sol y estrellas está herido.

Drogo volteo a ver de reojo su herida, no sé había dado cuenta de ella.

— Un rasguño luna de mi vida.

— ¿Dónde están los curanderos?

Pregunto Eireene a los Dothraki para que fueran por ellos.

— Está es la picadura de una mosca.

Dijo en forma de broma Khal, restándole importancia.

— Puedo ayudar al gran jinete con su herida.

Hablo la misma mujer que Eireene había salvado de ser violada.

— El Khal no necesita ayuda de esclavos que se acuestan con ovejas.

— Ella es mía, déjala hablar.

Reclamo Eireene a uno de los Dothrakis.

— Gracias, dama de plata.

— ¿Quien eres?

Preguntó Eireene, antes de que la mujer avanzará hacia ella.

— Me llaman Mirri Maz Durr. Era la esposa de dios de este templo.

— Bruja.

Volvió a interrumpir el Dothraki.

— Mi madre fue esposa de dios de este templo antes que yo. Me enseñó hacer humos sanadores y ungüentos. Todos los hombres son de la misma manada, eso cree mi gente...

El Dothraki rodó los ojos y le dió una cachetada a la mujer, interrumpiendola.

— Las palabras de una bruja envenenan los oídos.

— Cordero o león su herida debe de ser lavada y cosida o supurará. 

Eireene después de escuchar a la señora volteo hacia su esposo. 

— Deja que limpie tu herida, mi sol y estrellas, me duele verte sangrar.

Drogo no pudo resistirse ante la mirada dulce y llena de preocupación de su esposa, esos ojos violeta que lo volvían loco, así que accedió. Eireene suspiro aliviada y dejo que la mujer se acercará para que viera a su esposo.

" Ojos rojos llenos de tristeza él muestra, cabellos plateados manchados de sangre él enseña, por sus venas corre el fuego, por su rostro corre la ira, él hijo perteneciente del dragón es, de la venganza él renació y del amor él se fortalecerá, cuidado al enfrentarlo su furia es imparable, cuidado con burlarlo su venganza es dulce, nadie lo puede parar pues es el dragón que dominará al mundo. "

Daenerys despertó agitada de su sueño, su frente sudaba, su corazón parecía querer salirse de su pecho, sus manos y piernas temblaban, miro a su alrededor con miedo, acaricio su abultado estómago para tranquilizarse y respiro hondo mientras trataba de entender lo que había dicho esa melódica y suave voz femenina mientras varias imágenes aleatorias pasaban por su cabeza. ¿Hijo del dragón él es? ¿De la venganza él renació? ¿De quién hablaba? ¿A quien se refería?

De repente una punzada en el pecho atacó a Dany y desde ese momento supo que algo muy malo iba a pasar.

———— AUTHOR'S NOTE 🗡️🔥

Espero les haya gustado el capítulo, recuerden dejar su voto y comentarios. Los amo ❤️✨

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