EIREENE SE ENCONTRABA TRENZANDO EL CABELLO DE SU ESPOSO, MIENTRAS HABLABAN SOBRE LA HERENCIA QUE PORTABA LA TARGARYEN. Después del terrible incidente en donde se cobro la vida de su hermano mayor Viserys, ella y su hermana habían estado un poco más tranquilas y relajadas, tal vez sonaría horrible pero la muerte de su hermano las había liberado, sobre todo a Dany pues ella había sido su esposa, lo que era mucho peor. Con el paso de los días el estómago de Eireene Targaryen se iba haciéndose notar, en cambio el estómago de su hermana Dany, aún no era lo suficientemente visible, pues apenas comenzaba la gestación de su bebé.

— El semental que monta al mundo no necesita sillas de hierro.

Habló Drogo en Dothraki mientras dejaba que las suaves manos de su mujer trenzaran su cabello largo.

— De acuerdo con la profecía el semental cabalgara hasta los confines de la tierra.

Contraataco Eireene.

— La tierra termina en el mar de sal negro. Ningún caballo puede cruzar el agua envenenada.

— La tierra no termina en el mar, existen mucho barro más allá del mar. El barro donde yo nací.

Lo último, la peliplateada lo murmuró con nostalgia. Ella realmente extrañaba y anhelaba regresar a lo que alguna vez fue su hogar.

— No barro. Tierras.

Corrige con una sonrisa de lado Drogo. Eireene se sonroja y también sonríe. Aún tenía fallas en su Dothraki, pero había mejorado notablemente.

— Tierras, si. Hay miles de barcos en las ciudades libres. Caballos de madera que vuelan a través del mar...

Drogo suspiro profundo y cerro los ojos cansado.

— No hablemos más de caballos de madera y sillas de hierro.

— No es una silla... Es un trono.

— ¿Trono?

Pregunto curioso Drogo. Esa era una nueva palabra para él.

— Una silla en la que se sienta el rey o la reina. Se supone que mi hermano Rhaegar se iba a sentar ahí algún día, pero una rebelión en contra de mi familia se desató, y lo asesinaron a él y a mí padre. Usurparon el trono y nos arrebataron nuestro hogar, después de Rhaegar seguía Viserys en la sucesión, pero él no estaba capacitado para ser un rey, y después de él... Sigo yo. El trono de hierro es mío legítimamente, la sangre de la antigua valyria corre por mis venas. Y nuestro hijo también tendrá sangre de la antigua valyria corriendo por sus venas. Mi herencia es su herencia también y quisiera que lo tuviera.

Eireene termina de peinar el cabello de su esposo, se levanta de dónde estaba y después se va a sentar enfrente de él, tomando sus manos y mirándolo fijamente.

— A nuestro hijo también le pertenece el trono, cuando yo fallezca él lo heredará y no solo será el Khal de Khals, sino también el rey de todo y todos. ¿No sería eso maravilloso? Que nuestro hijo sea imparable y fuerte.

Drogo sonrió, tomo de las mejillas a su esposa y la acercó a él para besarla cariñosamente.

— Haré lo que sea entonces para que la silla de hierro sea de ustedes.

Eireene sonrió al escuchar las palabras de su esposo, lo volvió a besar y después junto su frente con la de él, mientras que una de las manoa de Drogo se posaba levemente sobre el estómago abultado de Eireene, en donde por el momento estaba a su hijo.

Drogo amaba realmente a Eireene Targaryen y haría lo que fuera por ella, eso incluía atravesar el mar de sal negro.

Eireene y Daenerys se encontraban paseando y distrayendose un poco entre las calles de la ciudad, con algunos Dothraki detras de ellas, cuidandolas y también viendo algunas cosas de su interés, Ser Jorah y Rackharo eran los que estaban más cerca de las hermanas, pues al final de cuentas ellos eran sus guardias, sus protectores.

— A comparación de nuestro hermano, yo si recuperaré nuestro hogar y podremos regresar y ser felices, hacer que la dinastía Targaryen renazca de las cenizas.

Daenerys miro a su hermana con una pizca de esperanza en sus ojos color violeta con pequeños puntos azules y verdes.

— ¿Cómo era? ¿Nuestro hogar?

Preguntó la Targaryen menor con curiosidad. Ella no había conocido su hogar, pues cuando usurparon el trono de su padre, y Viserys y Eireene tuvieron que irse, ella era una bebé de unas cuantas semanas.

Eireene suspiro nostálgicamente mientras entrelazaba su brazo derecho con el de su hermana.

— De lo poco que recuerdo, es que era muy grande, con pasadizos secretos que usualmente utilizaba con Viserys para hacerle bromas a demás personas, habían banderas de nuestra casa en cada lugar al que fueras, en cada pasillo. La sala del trono era lo más destacable y mi lugar favorito, de hecho te llevaba conmigo en brazos y me sentaba enfrente del trono, contigo en mi regazo, mientras trataba de contar todas las espadas que portaba el trono, pero solo sabía contar hasta el número veinte.

Dany y Rene rieron divertidas por lo dicho por la mayor.

— Te prometo mi dulce y querida hermana, que cuídare de ti y de tu hijo/a, nada les hará falta y me aseguraré de que nadie los dañe jamás. Y que también crezcan en su lugar natal.

Daenerys sonrió de lado enternecida y recargo su cabeza en el hombro de Eireene.

— Te quiero, hermana.

Murmuró en alto valyrio Dany, a lo que Eireene respondió recargando su frente en la coronilla de su pequeña hermana.

— ¿Sabías que Ser Jorah y Drogo me prohibieron los entrenamientos?

Dany rio divertida ante el berrinche de su hermana y se separó de ella para voltearla a ver.

— Por supuesto que lo hicieron. No puedes esforzarte ni hacer movimientos bruscos por tu estado. No queremos que a Balerion le pase nada malo. Cuando ya hayan pasado las nueve lunas y tengas a tu hijo entre tus brazos entonces podrás volver a practicar la espada.

Eireene sonrió de lado mientras sus ojos se perdían en un punto ciego. Deseaba ya tener a ese pequeño entre sus brazos, acariciar su rostro con sus rasgos valyrios y Dothrakis, verlo crecer, verlo convertirse de bebé a niño, de niño a adolescente y de adolescente a hombre.

— Hermana, ¿Porque le pusiste Balerion a tu hijo?

Preguntó Dany con curiosidad. Eireene miro fijamente a su hermana durante unos segundos y después se acercó a su oído.

— Porque mi hijo no será el semental que montara el mundo, será el dragón que dominará al mundo.

Daenerys vio a su hermana con sorpresa y maravilla mientras que Eireene solo le guiñaba su ojo derecho de manera cómplice. La peliplateada volteo hacia atrás para hacerle una pregunta a Ser Jorah pero este no se encontraba ahí. Rene con el ceño fruncido miró a Rackharo.

— ¿Ser Jorah?

— Fue a ver si le llegó una carta, mi Khalessi. ¿Deseaba algo?

— Quería preguntarle que me recomendaba para beber. Tengo sed.

En ese preciso momento un vendedor grito a los cuatro vientos que vendía tintes dulces de Volantis y demás cosas de otras partes. Lo que fue una bendición para la platinada, se acercó de inmediato con Rackharo y sus damas de compañía atrás de ella, y con su hermana aún sostenida de su brazo.

El vendedor en cuanto vio a Eireene se acercó a ella.

— ¿Degustación para la Khalessi? Tengo un tinto dulce de Dorne, mi señora. Después de probarlo le dará mi nombre a su primer hijo.

Eireene sonrió divertida ante el entusiasmo y simpatía del hombre.

— Mi hijo ya tiene nombre, pero probaré su vino veraniego. Solo un sorbo.

El vendedor al escuchar la voz y el tono de la Targaryen, su expresión cambio de una de amabilidad a una de sorpresa.

— Mi señora, es usted de Poniente.

Exclamó el vendedor con la boca entre abierta y mirando a Eireene como si fuera casi irreal, lo que hizo sonreír de lado a la peliplateada.

— Tienes el honor de dirigirte a Eireene de la casa Targaryen, Khalessi de los jinetes y princesa de los Siete Reinos.

Presento una de sus damas de compañía.

— Princesa.

Murmuró el vendedor mientras hacía el ademán de incarse, pero fue detenido de inmediato por Eireene.

— De pie. Aún me gustaría probar ese vino.

— ¿Este? Este es un vino insípido de Dorne. No es digno de una princesa. Tengo un tinto seco del Rejo. Néctar de los dioses. Le daré un barril. Un... Un regalo.

El vendedor tiro el líquido de la copa que le iba a ofrecer a Eireene hacia un lado y después corrió dentro de su puesto a por algo, la Targaryen sonrió divertida y volteo a ver a su hermana quien veía la escena de igual manera que su hermana mayor.

— Me honra señor.

— El honor es todo mío.

El vendedor se acercó nuevamente a Eireene con un barril pequeño, pero Rackharo se puso de inmediato enfrente de su Khalessi para recibir él ese barril.

—Muchas personas en su tierra natal rezan por su regreso, princesa.

Dijo de repente el vendedor, lo que hizo que Daenerys volteara a ver sorprendida a su hermana, y está miraba con una sonrisa de lado al vendedor.

— Espero poder devolverle su amabilidad algún día.

— Rackharo, baja ese barril.

De repente Ser Jorah regresó, con una expresión muy seria en su rostro. Rackharo al escuchar la orden, la acato de inmediato.

— ¿Pasa algo?

Pregunta preocupada Dany.

— Tengo sed, es todo princesa.

Respondió Ser Jorah.

— Ábrelo.

Ordenó el guardia de Eireene hacia el vendedor, quien tenía una mueca de nervios y pánico plasmado en su rostro.

— El vino es para la Khalessi. No para usted.

Contraataco el vendedor.

— Ábrelo.

Insistió Ser Jorah.

El vendedor miró a Eireene y después otra vez a Ser Jorah, y sintiéndose derrotado abrió el barril.

— Sirve.

Ordenó nuevamente Ser Jorah.

— Pero...

— Haga lo que ordenó.

Esta vez la que habló fue Eireene, interrumpiendo de otra excusa al vendedor. La peliplateada no tardó en entender lo que sucedía en esos momentos.

— Cómo la princesa ordene.

El vendedor sirvió un poco de ese vino en una copa y se la extendió a Ser Jorah, pero antes de que esté lo aceptará la voz de Eireene volvió a resonar.

— No. Bebalo usted.

El vendedor vio asustado a la peliplateada.

— ¿Qué?

— Quiero que lo beba usted. Ahora.

El vendedor trago saliva y acercó lentamente la copa a sus labios, pero antes de que el licor tocará sus labios y su paladar, el hombre tiro aun lado el vino e hizo aun lado a todos para salir corriendo. Pero Rackharo fue rápido y logro detenerlo con su lazo. Ser Jorah tomo de los hombros a Eireene y la alejo de todo ese desastre.

— ¿Qué es lo que pasa?

Pregunto Dany confundida y nerviosa, siguiéndole el paso a su hermana y a Ser Jorah, las damas de compañía de Eireene rodearon en forma de protección a la hermana menor de su Khalessi para que también nadie intentará hacerle daño.

— Intentaron asesinar a su hermana, princesa. Las llevaré a un lugar seguro.

Respondió Ser Jorah. Dany se quedó de impacto y miro a su alrededor asustada.

Eireene junto con Ser Jorah entraron al lugar en donde retenían al hombre que pocas horas antes había intentado envenenarla, este se encontraba todo golpeado y estaba amarrado de pies a cabeza. La platinada miro enojada al hombre y se sintió tan estúpida por casi haber caído en su trampa.

— ¿Qué es lo que le harán?

Pregunta Eireene.

— Cuando el Khalassar cabalgue será amarrado a la montura y forzado a correr detrás de los caballos tanto tiempo como pueda.

Respondió Ser Jorah.

— ¿Y cuando se caiga?

— Una vez vi a un hombre durar 14 kilómetros.

— El usurpador aún me quiere muerta. Pensé que ya se había olvidado de nosotros.

Murmuró Eireene sin poder creerlo.

— Este envenenador fue el primero. No será el último. El usurpador Baratheon desea exterminar a los Targaryen completamente, su resentimiento es muy grande, no importa que no haya tenido noticias de él durante mucho tiempo, para él usted seguirá siendo una plaga. Y ahora que usted está embarazada de un Khal representa un peligro para él y su reinado.

— No dejaré que toque a mi hijo ni a mi hermana ni a mi futuro sobrino. Primero cortaré su cabeza y se la daré de regalo a mi esposo.

Ser Jorah miro a su Khalessi con una sonrisa de lado, admirando el fuego creciente dentro de ella que poco a poco salía.

De repente Dothrakis entraron al lugar, rodeando al envenenador e iluminando un poco más el salón oscuro, después Drogo entró, el Khal tenía una expresión asustadiza en su rostro, pero al chocar sus ojos marrones con los ojos violetas brillantes de Eireene se tranquilizó. Giro su rostro lentamente hacia el hombre que intento dañar a su mujer y a su hijo, su mirada se endureció, su nariz se esponjó y su mandíbula se apretó. Drogo extendió su mano hacia uno de los Dothraki para que le dieran una antorcha, cuando se la dieron Drogo la puso en el centro del salón, prendiendo una fogata cerca del envenenador, después corrió a su mujer.

— Luna de mi vida. ¿Estás herida?

Drogo tomo delicadamente el rostro de Eireene y la miro de pies a cabeza, asegurándose de que no tuviera ni siquiera un rasguño.

La Targaryen sonrió de lado y negó con la cabeza, Khal Drogo suspiro aliviado y beso la frente de su esposa. Después el Khal volteo a ver a Ser Jorah, quién aparto la mirada de inmediato de su Khalessi cuando Drogo entró al salón.

— Jorah el Andalo, me enteré de lo que hiciste. Elige el caballo que quieras, es tuyo. Es el regalo que te hago.

Ser Jorah asintió con la cabeza ante lo dicho por Drogo, el Khal se alejo del guardia y se volvió a acercar a su mujer, poso sus grandes manos en el estómago de Eireene y miro a la Targaryen con determinación.

— Y para mi hijo, el semental que montará al mundo le daré la silla de hierro en la que sentó el padre de su madre y en donde ella se sentará un día. Les daré los siete reinos. Yo, Drogo, haré eso. Llevaré a mi Khalassar al oeste donde termina el mundo y montaré caballos de madera que cruzan el agua de sal negra como ningún Khal lo ha hecho antes. Matare a los hombres de traje de hierro y demolere sus casas de piedra, violare a sus mujeres, tomaré a sus hijos como esclavos y llevaré a sus dioses rotos de vuelta a Vaes Dothrak. Lo juro, yo, Drogo, hijo de Bharbo. Yo juro delante de la madre de las montañas con las estrellas de testigos.

Todos los Dothrakis enloquecieron y celebraron lo dicho por su Khal. Y ahí en ese momento se dieron cuenta de que Khal Drogo haría lo que fuera por Eireene Targaryen, mataría por ella, despedazaria por ella, y terminaría con todo el mundo solo por ella, así como la Targaryen haría lo que fuera por su esposo.

Al día siguiente todos los Dothrakis junto con su Khal y Khalessi se fueron del Khalassar con el envenenador completamente desnudo y amarrado al caballo de Eireene como una mascota.

———— AUTHOR'S NOTE 🗡️🔥

Espero les haya gustado el capítulo, recuerden dejar su voto y comentarios. Los amo ❤️✨

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