EIREENE SE ENCONTRABA EN UNOS DE LOS TANTOS PALACIOS DE QUARTH, ESPERANDO al Rey de las especias, el segundo hombre más rico de Qarth, según palabras de una de sus damas de compañía. Una noche anterior había corrido la dama de compañía a la habitación de la Targaryen mayor y le había dicho que el Rey de las especias era el segundo hombre más rico y que tenía bajo su manto varios barcos que podrían ayudarla a cruzar el Mar Angosto junto con su Khalassar, hermana y dragones. Obviamente eso a Eireene la lleno de esperanzas, pero sabía de antemano que el hombre no le daría sus barcos gratis, que querría algo a cambio, así que tenía una propuesta que René esperaba que fuera lo suficiente atractiva para el Rey de las especias y así darle sus barcos.

— No debe hacerme esperar.

Dijo con voz molesta Rene mientras caminaba en círculos.

— Es el segundo hombre más rico de Qarth. Hace esperar a todo el mundo.

Respondió Xaro viendo con una pequeña sonrisa a Eireene.

Rene bufo molesta y justo cuando estaba a punto de perder sus estribos un grito alegre inundo sus oidos.

— ¡Madre de dragones!

Eireene subio la mirada hasta el inicio de las escaleras y por fin pudo ver a quien sería su beneficiario de barcos, si es que aceptaba su propuesta.

— Perdóname, tuve sueños terribles anoche. Sueños terribles. No pude dormir hasta que brillaba el sol y cantaban las aves.

El hombre regordete y lleno de joyas miro de abajo hacia arriba a Eireene, cautivado totalmente por su belleza etérea.

— Mira que maravilla eres, sin la arena del Desierto Rojo. Lamento todo ese asunto tan desagradable. Los cabellos plateados del verdadero Targaryen y sus ojos completamente violetas son admirables de ver. Eres tan hermosa.

El hombre empezó a bajar las escaleras, provocando que toda su grasa corporal rebotara en el acto.

— ¿Mis criados no te ofrecieron algo de comer o beber? Los azotarán en la plaza.

Rene ya cansada de tanto halagó decidió por fin hablar.

— Gracias milord, eres un buen anfitrión, pero ningún criado puede darme lo que quiero.

El Rey de las especias rio divertido ante lo dicho por Eireene.

— Eres muy teatral querida. Entonces, dime, princesita, ¿Que es lo que quieres?

— Mi derecho de nacimiento, Los siete Reinos de Poniente.

— Me temo que en ese sentido, no soy más que un criado. No puedo dar lo que no poseo.

— No te pido los reinos, te pido barcos para cruzar el Mar Angosto.

El hombre se quedó en silencio durante unos minutos, mirando incrédulo a la Targaryen, y después volvió a empezar hablar.

— Yo también los necesito. Los uso para llevar especias de un puerto a otro.

— En cuanto recupere mi hogar y tome el Trono de hierro se te pagará por tu noble ayuda. Será el triple de todo y serás aún más rico de lo que eres ya.

El hombre miro fascinado a Eireene, pero después de unos minutos una sonrisa sancarrona apareció en sus labios. Sonrisa que obviamente Rene odio.

— Te explicaré mi posición, princesita. No tengo ancestros eminentes como tú. Me gano la vida comerciando y juzgo cada negocio por sus méritos. Me pides barcos. Dices que me pagarás el triple. No dudo de tu honestidad ni tus intenciones, pero antes de pagar tus deudas debes tomar Los Siete Reinos. ¿Tienes un ejército?

— Tengo tres dragones. Al igual que Aegon el Conquistador y sus hermanas cuando tomaron los Reinos.

— Sin embargo son dragones bebés. Falta mucho para que crezcan ¿No es así?

Eireene apretó su mandíbula y sus manos en forma de puños.

—  Perdóname princesita pero no puedo invertir en algo que posiblemente no suceda, así que con permiso.

El hombre dió media vuelta y empezó a subir las escaleras nuevamente.

Eso fue suficiente para agotar la paciencia de Eireene, el que no la tomarán enserio, que la vieran como una chiquilla berrinchuda y caprichosa sin poder ni autoridad. Nuevamente la sensación de lava hirviendo recorriendo sus venas la envolvía nuevamente, mientras sentía el enojo y frustración incrementar en sus adentros.

— No soy tu princesita. Soy Eireene Rainstar de la antigua Valyria. Y tomaré lo que es mío, con fuego y sangre lo tomaré.

— Así es, miladi, pero no con mi barcos.

Eireene soltó un pequeño grito frustrado y tiró a su paso un jarrón mientras trataba de regularizar su respiracion y controlar el fuego dentro de ella.

Después de unos minutos en silencio la voz de Xaro la regreso a la cruel y horrorosa realidad.

— Aún hay otra opción.

— ¿Cuál?

Pregunto aún molesta Eireene.

— Cásate conmigo.

— ¿Que?

Pregunto incrédula Rene mientras cualquier rastro de enojo, molestia y frustración se desvanecía y volteaba a ver confundida a Xaro.

— Casate conmigo, se mi esposa.

Eireene tardo unos segundos en procesar lo dicho por el hombre frente a ella y después bajo su cabeza cansada.

— Lo Lamento milord, pero yo ya estoy casada.

— Khal Drogo está muerto. Eres joven... Y muy hermosa. No puedes ser la eterna viuda.

Eireene cerro los ojos y nego con la cabeza. Enserio no podía creerlo.

— Me temo que mi respuesta será un no, milord. Ahora sí me disculpa.

Eireene dió media vuelta, dispuesta a ir a dónde su hermana e hijo estaban, pero la voz de Xaro la detuvo.

— Soy su única opción, Eireene.

La Targaryen apretó su mandíbula y decidió ignorar al hombre, para seguir su camino.

La mente de Eireene era un desastre total, en el camino a donde residia por el momento, trataba de idear un plan para conseguir barcos y oro y así continuar con su plan de recuperar su hogar y su Trono de hierro, pero parecía que cada plan que lograba hacer en su mente era pésimo y nada contundente. Tal vez aún se encontraba con la cabeza caliente por el enojo que la hizo pasar ese hombre hace unos momentos, tal vez necesitaba relajarse, poner su mente en blanco y planear algo más decente con calma después.

Rene llegó a dónde residia junto con su hermana, Khalassar, dragones e hijos, pero en cuanto llegó vio a sus Dothrakis mutilados y muertos, lo que la asustó de sobremanera.

— No... ¡Dany!

Grito de inmediato mientras corría a la habitación de su hermana, dónde se suponía debía estar ella junto con sus hijos, pero en cuanto llegó solo pudo ver a su hermana botada en el piso a punto de dar a luz.

— Dany

Murmuró asustada Eireene mientras se acercaba a su hermana menor y se arrodillaba frente a ella.

— Se los llevaron... Se llevaron a Balerion y a los dragones.

Daenerys soltó un grito desgarrador mientras sostenía su barriga con fuerza.

—  El bebé... Ya viene

Rene miro con pánico a su hermana y en ese momento el único nombre que pudo llamar fue el de...

— ¡Ser Jorah! ¡Ser Jorah, porfavor necesito ayuda!

Otro grito desgarrador por parte de Dany se escuchó por todo el lugar.

— ¡Duele!

— Lose, lose hermana. ¡Ser Jorah!

Dany alzo su vestido como pudo para poder ver más allá de sus faldas, pero al hacerlo se espanto, pues sus piernas estaban cubiertas de sangre.

— Todo estará bien, hermana. Solo debes de pujar, puja.

El grito de Dany se logró escuchar por todo Qarth, alertando al hombre que en esos momentos Eireene proclamaba por su ayuda. Ser Jorah.

Daenerys apretó sus puños fuertemente hasta el punto de clavarse las uñas en sus palmas, su cabeza se hizo para atrás mientras otro grito salía de sus labios.

— ¡Khalessi!

El grito repentino de Ser Jorah hizo que Eireene volteara hacia atrás y se despegará un poco de su hermana.

— ¡Ser Jorah!

El guardia corrió a dónde su Khalessi le gritaba y al ver cómo la Princesa Daenerys estaba a punto de dar a luz volteo hacia todos lados, buscando mantas y un poco de agua, cuando las encontró las llevo de inmediato a las Targaryen.

— Mi hijo... Se lo llevaron, junto con mis dragones. ¡Se los llevaron Ser Jorah!

Dijo con desesperación en su voz Eireene mirando con lágrimas en sus ojos a su guardia.

— No se preocupe Khalessi, los encontraremos, se lo prometo.

Dany volvió a gritar, llena de dolor y desesperación, lágrimas escurrían por su rostro, perlas de sudor aparecían por su frente, cuello y clavícula, las venas se empezaban a remarcar mas por el esfuerzo de la Targaryen menor y su rostro se encontraba rojo como un tomate.

— Puja Dany, puja.

Un grito más salió de entre los labios de Daenerys, y otro, y otro, y otro más hasta que sintió que todo rastro de dolor desaparecio y un llanto de bebé inundaba ahora la habitación. La Targaryen respiro hondo y se acostó por completo en el suelo para poder retomar fuerzas, después, como pudo abrió los ojos y bajo la mirada, solo para ver cómo su hermana envolvía en una manta de seda a su pequeño bebé.

— Es hermosa Dany.

Murmuró Eireene, entregandole con mucho cuidado su bebé a su hermana. Dany en cuanto tuvo a su bebé entre brazos empezó a llorar, pero está vez no por dolor, sino por felicidad.

— ¿Hermosa? ¿Es una niña?

Rene asintió con la cabeza.

Dany rio alegre y empezó acariciar el rostro pequeñito de su hija.

A comparación de Balerion, quien había nacido prematuro, con escamas de dragón, dos bultos en su espalda y con ojos rojos escarlatas, la bebé que sostenía Daenerys habia nacido con el peso y tamaño normal de un recien nacido, con piel blanquecina, ojos violetas con destellos azules y verdes como los de su madre y cabello albino como el de cualquier Targaryen.

— Aemma. Aemma Targaryen se llamará.

Declaró Dany, viendo feliz a su hermana mayor.

— Felicidades Princesa.

Felicito Ser Jorah mirando con cariño a la joven Targaryen, después se giro a su Khalessi, quien en ese momento había empezado a caminar fuera de la habitación.

Ser Jorah corrió detrás de su Khalessi y cuando la alcanzó le pregunto.

— ¿A donde va, Khalessi?

— A recuperar a mi hijo y dragones, a vengar la muerte de mis Dothrakis y a conseguir el oro suficiente para largarnos de aquí.

— Iré con usted.

— No.

Eireene volteo a ver de manera muy seria a Ser Jorah.

— Te necesito aquí, protegiendo a mi hermana y sobrina. No confiaría la vida de mi familia en nadie más que en usted Ser Jorah.

El guardia miro indeciso a su Khalessi, definitivamente no la quería dejar sola, era muy peligroso, pero era igual de peligroso el desobedecerla.

— Tenga cuidado Khalessi.

Eireene sonrió de lado y asintió con la cabeza, siguiendo su camino y dejando a Ser Jorah a cargo de su hermana y sobrina recién nacida.

——— AUTHOR'S NOTE 🗡️🔥

Espero les haya gustado el capítulo, recuerden dejar su voto y comentarios. Los amo ❤️✨

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