Capitulo XIV
Narra Sebastián:
Estaba terminando de acomodar mi cuarto mientras mis gatos caminaban de un lado al otro.
Desde hace unos días que Ciel tiene mucha fiebre, por lo que el señor Phantomhive me dijo que se tomara una semana para no trabajar, que yo me quedara en casa y descanse. Lo que mismo tengo permitido ir a ver a Ciel si quiero, pero justo hoy llovía mucho, así que avisé que no iba a ir y aproveché para limpiar un poco la casa la cual tenia muy descuidada.
Soy alguien a quien le encanta tener todo limpio y ordenado... Pero desde que mi relación con Ciel se hizo un poco más amistosa, pasó la mayor parte del tiempo con él o buscando información de sus enfermedades.
Mientras comenzaba a limpiar la sala, mi teléfono comenzó a vibrar, y al revisar, noté que tenia un mensaje de un conocido.
●Mensaje
William:
-Hola, Sebastián ¿Recuerdas qué me debías un favor? Bueno, quiero deshacerme de Grell este fin de semana ¿Estaras ocupado?
Siendo honesto, no tengo la intención de pasar mi fin de semana con el pervertido de Grell Sutcliff. Pero, que remedio, tendré que mentir.
●Mensaje
Yo:
-Lo siento Will, estaré trabajando.
William:
-¿Pero estarás desocupado antes de las 21 : 00?
Yo:
-Es que no estaremos en donde suelo trabajar, estaremos de viaje por unos días.
William:
-¿En donde?
Maldición... Este hijo de perra trata de sacar toda la información posible... Creo que ya sabe que es mentira. Tendré que pensármelo bien ¿Que digo...? ¿Que digo...? ¿Que digo...? ¡Lo tengo!
●Mensaje
Yo:
-Estaremos en "Camden Market" en la feria de las mil millas.
Que bueno que me acorde de aquella feria. Con eso es imposible que siga jodiendo.
●Mensaje
William:
-Esta bien, supongo que tendré que buscar a alguien más para tirar a Grell.
Por fin. Bueno, con eso me deshago del pesado de Will y del pervertido de Grell. Deje mi teléfono en el sillon mientras seguía limpiando, pero casi al minuto, este vibro nuevamente. Lo tomé y noté que tenia otro mensaje del cuatro ojos.
●Mensaje
William:
-Pd: Mándame fotos del viaje.
¡Que hijo de...! Bueno, me relajo. Solo tengo que convencer al señor Phantomhive que que deje llevar a su hijo durante unos días a Camden Market. No es para tanto.
...
Estoy Muerto.
~○~ ~○~ ~○~
La lluvia de ayer ya había terminado, y hoy había amanecido con un mensaje del señor Tanaka comentandome que Ciel estaba mucho mejor, por lo que decidí visitarlo, y de paso hablar con el señor Vincent.
Al llegar a la mansión, el primero en recibirme fue Sebastián, quien estaba acostado en los escalones de afuera. Es verdad que los perros no son animales que me gusten, pero este no es tan tonto como el resto.
Al entrar saludé a la señorita Rachel y al señor Tanaka, quienes me encontré en el camino. Subi hasta la habitación del azulino, y como era de esperar, lo encontré sentado en la cama leyendo "El alquimista" de "Paulo Coelho", una lectura un poco inusual aquí en Inglaterra, pero siendo él, nada me sorprende.
Yo: Buenos días...
Él extendió su su dedo índice, dando en referencia que tenia que esperar un segundo.
Ciel: 《Se que es vanidad de vanidades, como Tu dijiste, Señor. Pero...》
Yo: 《Pero un viejo rey a veces tiene que estar orgulloso de si mismo》
Sonreímos mientras nos observábamos. Cerro el libro y lo dejo en la mesa de luz, yo me senté junto a él y acaricié su rostro de forma cariñosa, por suerte no tiene fiebre.
Yo: ¿Como has estado?
Lanzo un pequeño suspiro mientras llevaba su mirada a sus dedos.
Ciel: Bueno, he estado en mejores, pero también en peores. Me pondré bien.
Yo: Por supuesto que te pondrás bien, aún tengo que enseñarte a atarte los cordones.
Me empujó de manera juguetona mientras yo solo me reía de él.
Yo: Oye ¿Esta tu papá en la casa?
Ciel: Mmm... Si, en su sala de trabajo ¿Porque lo buscas?
Yo: Nada, solo quiero pedirle un favor. Ahora regreso.
Ciel: Claro.
Él retomó su lectura mientras yo me levantaba y me dirigía a la puerta. Al estar frente en la entrada de la habitación del señor Phantomhive, toque la puerta y espere unos segundos hasta que me contestara.
Sr. Phantomhive: Pase.
Abri la oscura puerta de madera para encontrar al amo de la casa sentado frente al escritorio leyendo unos papeles de la empresa.
Sr. Phantomhive: Oh, hola Sebastián ¿Viniste a ver a Ciel?
Yo: En parte, si. Pero también tenia que hablar con usted... Bueno, de algo que se me ocurrió ayer.
Sr. Phantomhive: Aja, conmigo ¿Puedo saber de qué se trata?
Dejo los papeles sobre la mesa y me obcervo atentamente. Mierda, yo quería que siga con su trabajo.
Yo: Bueno, verá, lo que pasa es que... Ciel a presentado muchas mejoras este tiempo que estuvo fuera de su cuarto, así que, se me ocurrió que tal vez lo animara un poco más estar fuera de casa, al menos el fin de semana. Tal vez, eso lo ayudara a sentirse mejor.
Sr. Phantomhive: Sebastián, entiendo tu punto... Pero no se si mi hijo está listo para volver al mundo real.
Yo: "¿El mundo Real?" Perdone mi atrevimiento, señor, pero Ciel ya conoce el mundo real... He incluso, me atrevo a decir que lo vive más que otras personas. Y lamentablemente, el mundo en el que su hijo vive es uno que se basa en dolor y en mentiras, cuando nos dice que está bien y nosotros le creemos... A su mundo le falta fantasía, no realidad. Pero es entendible si tiene miedo a que resulte herido.
...
¿No lo dije, verdad?
Hasta aquí... Adiós empleo, adiós Ciel, adiós buena relación con la familia Phantomhive, adiós postres de Tanaka...
Sr. Phantomhive: Tienes razón
Espera ¿Que?
Sr. Phantomhive: Digo, si, es verdad que me aterra que puedan fallarle a Ciel, y que lo lastimen. Pero yo le he fallado muchas veces, muchas... Y en este momento, creo que necesita de ti.
Sere sincero, no esperaba que lo aceptara tan fácilmente. Pero, es su padre, después de todo, vio a su hijo durante años perderse de cosas que ya no puede recuperar, momento que ya no puede revivir.
Sr. Phantomhive: ¿Que se te ocurrió?
Yo: Bueno ¿Conoce Camden Market?
Narra Ciel:
Sebastián ni siquiera tiene que trabajar durante esta semana, aún así, insiste en venir a verme o en llamar todos los dias. Pero si tengo que apuñalar mi orgullo por una solo vez, he de admitir que extrañaba verlo, incluso con esa sonrisa burlona que tiene, eso si, nunca se lo diré.
Lo vi entrar nuevamente a la habitación, así que dejé el libro en la almohada que había a mi lado.
Sebastián: Hey, tenia que hacerte una pregunta.
Yo: No voy a convencer a papá que te de un aumento.
Él solo se río mientras se sentaba en la silla junto a mi cama.
Sebastián: No, no quiero un aumento, aunque me lo merezco por aguantarte.
Yo: No se lo dieron a Tanaka en 12 años, no te lo darán a ti.
Por unos segundos, permanecimos en silencio. Es extraño, su mirada reflejaba nervios, o parecía ansioso... Como si estuvieran apunto de decirme que se muda a los Estados Unidos o algún lugar muy lejano donde no nos veremos nunca.
Sebastián: Mmm... ¿Como decírtelo? Mmm ¿Te gustaría salir de la mansión por unos días?
Ahora entiendo a qué va el asunto. ¿Que? ¿Solo porque estuve fuera da la cama de vez en cuando él ya piensa que me puede sacar a el exterior como si nada?
Sebastián: Se que te preocupa, pero ¿Y si descubres que te hace sentir mejor que estar aquí? Lo mismo, si te sientes mal, podemos volver y...-
Yo: Mira, Sebastián, aprecio que quieras ayudarme ¿Si? Lo aprecio mucho. Y no espero que lo entiendas, pero, para mí sería humillante ¿Sabes? El que la gente me vea con estos lastimados.
Sebastián: No digas eso, no tiene porque humillarte el ser quien eres.
Mire así abajo, quendandl en silencio.
Sebastián: No se, solo creo que sería agradable tener un rato entre nosotros, fuera de este lugar.
Senti sus dedos rozar mis mejillas, en ese instante me sonroje. Lo miré de reojo para luego suspirar.
Yo: Bueno, le daré una oportunidad. Pero tienes que jurarme que si yo digo que nos volvemos, sea el motivo que sea, nos volvemos, Sebastián.
Sebastián: Lo juro.
~◇~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top