Capitulo I
Narrador omnisciente:
Sebastián volvía a la casa donde llevaba viviendo ya desde hace un par de años. Durante la última semana no había tenido suerte, había sido despedido de su trabajo y no era capaz de encontrar algún otro en ese tiempo.
Era un hombre realmente inteligente, pero no lo aceptaba en los colegios sin un profesorado.
Se tiró en el sillon mientras revisaba su teléfono... Tenía un par de mensajes de un conocido... No lo tomaba como un amigo, pero en esos momentos realmente
lo animaba recibir noticias de cualquier cosa.
●Mensaje:
Undetaker:
-Hola bestia... Sigues sin trabajo? Porque creo tener un empleo que a lo mejor te interese.
-Tranquilo, no tiene nada que ver con cadáveres.
-Cualquer cosa, avísame :D
El de ojos rojos lo dudo un rato... No tenia ni la menor idea de que tipo de trabajo era, ni cuanto le pagarían... Pero realmente necesitaba el dinero. Así que decidio que haría este solo hasta conseguir otro, era mejor opción que no hacer nada.
Tomo el celular nuevamente para responder el mensaje.
●Mensaje:
Sebastián:
-¿Que tipo de trabajo y donde?
~○~ ~○~ ~○~
El joven hombre de cabellos oscuros se encontraba al frente de la mansion Phantomhive... Era una casa enorme, realmente hermoso y moderna, pero con un toque rústico y elegante.
Estaba algo nervioso, pero, gracias a Undetaker, descubrió que aquel empleo pagaba realmente bien.
Se acercó a la puerta puerta y tocó el timbre... no tardo mucho en ser atendido por un hombre de edad avanzada, con un bigote bien peinado, un monóculo y vestido de manera elegante.
Sebastián: Hola, buenos días... Soy Sebastián Michaelis, me dieron una cita hoy para el trabajo de...
No fue capaz de terminar de hablar, en lo que fue interrumpido por el hombre elegante.
Tanaka: No se preocupe, se a que vino. Yo soy Tanaka, mayordomo de la familia Phantomhive. Por favor, venga conmigo.
Narra Sebastián:
El señor Tanaka se adentró a la mansión mientras yo lo seguía. Lo primero que se había al pasar por aquella puerta era una sala espaciosa, con un suelo gris, pero reluciente por lo limpio, en cada lado de la habitación salía una enorme escalera que subía hasta hacerse una sola y quedar en un balcón del segundo piso... Pero más atrás de las escaleras, todavía en la plata blaja, se podía ver que a unos pocos metros estaba un tipo de sala de estar... Siendo a este lugar donde nos estábamos dirigiendo.
Él se veía realmente tranquilo, por otro lado, yo moría de nervios, aunque trataba de disimularlo.
Tanaka:Fue bastante puntual... Eso es esencial, si consigue el empleo y sigue siéndolo es muy poco probable que lo despidan.
Yo: Oohh, está bien.
Al menos ya tengo algo más... Debo de ser puntual. Supongo que eso me da puntos extra ¿No?
Lástima que no visto de manera elegante, y eso arruina un poco mi primera impresión. Las camisetas de bandas de rock, los guantes sin dedos y los pantalones se ven bien... Pero no para buscar algún empleo. Aunque toda mi ropa es (casi) igual.
Llegamos hasta aquella habitación... Una sala de estar con un juego de sillones negros, uno grande y cuatro más chicos, al rededor de una mesa redonda de madera que tenia sobre esta un florero llena de rosas blancas, en las paredes habían pinturas enormes y un par de gigantescas ventasa decoradas con unas cortinas blancas con bordados negros... También, en una de las paredes, estaba una chimenea con un estilo muy rústico, con piedras oscuras al rededor de esta en la pared, y sobre este un estante con fotos a las cuales no les preste antencion en ese momento.
Sentados en el sillon grande, se encontraban dos personas, un hombre y una mujer... Que sospecho, deben de ser los amos de la casa. Él era un hombre de aspecto elegante, ojos marrones, cabello azul oscuro, una estructura delgada pero a su vez fuerte y poderosa, tenia en su rostro un llamativo lunar. En cuanto a ella, una dama hermosa, de cabellos rubios, hermosos ojos azules, y unos labios pintados de un color rosado.
El mayordomo y yo nos detuvimos frente a estos.
Tanaka: Amo Vincent, el señor Michaelis.
V. Phantomhive: Dejanos solos, Tanaka.
El mayor hizo una reverencia y dio media vuelta cumpliendo el pedido de su amo. Al irse, los otros dos llevaron su mirada a mi.
V. Phantomhive: Por favor, toma asiento.
Hice caso, sentándome en uno de los sillones que estaba frente a ellos. Trataba de hacer que mis nervios sean lo menos notorio posible.
V. Phantomhive: Bueno, fuiste bastante puntual. Honestamente, es molesto cuando alguien se tarda mucho. Soy Vincent Phantomhive, y está señorita de aquí es mi esposa, Rachel Phantomhive.
Yo: Es un gusto.
R. Phantomhive: Igualmente.
Ellos, especialmente él, hablaban con gracia y una armonía, no era como un tono de molestia con el que yo me lo esperaba. Eso me tranquilizaba un poco.
R. Phantomhive: ¿Tienes algún tipo de experiencia cuidando a gente antes?
Yo: Mmm... No. Pero aprendo bastante rápido.
Ambos se observaron un poco, haciendo un intercambio de miradas como si estuvieran hablando con los ojos, luego volvieron a mi.
V. Phantomhive: Bueno ¿Eres alguien paciente?
Yo: Si, bastante.
V. Phantomhive: ¿Sabes algo de cuidar niños?
Yo: No es algo que haga muy seguido, pero las veces que lo hice no me fue mal.
Nuevamente, cruzaron moradas como diciendo 》¿Que le preguntamos entonces?《
R. Phantomhive: ¿Que tipo de lectura te gusta?
¿A qué habrá venido eso ahora?
Yo: Un poco de todo... Historia, novelas, policiales, arte...
En ella se dibujó una sonrisa, como si el hecho de que leyera cualquier cosa sea algo vital en el trabajo.
Pero él solo dio un suspiro antes de hablar.
V. Phantomhive: Mira, Undetaker me recomendó que te diera este trabajo ya que, según él, tu personalidad podría ir bastante bien con la de mi hijo... Él y yo nos conocimos ya desde hace años, y lo que él me diga suele ser de vital importancia para mí, por lo que no dudo en que puede tener la razón. Pero respóndeme a una ultima pregunta... ¿Porque crees que debería de confiarte a mi niño?
Yo: Bueno, porque... Porque soy bastante bueno escuchando, se hacer que la gente se olvide de la parte mala de la vida y tengo un increíble don para calmar el dolor.
Ambos se observaron nuevamente... Ella le sonrió una vez más y me miró.
R. Phantomhive: Bueno, Sebastián, haremos lo siguiente... Tendrás el empleo por una semana, la cual te pagaremos, y si a nosotros nos convence y a ti no se te complica, tendrás el trabajo ¿Que opinas?
Yo: Si, me parece excelente.
V. Phantomhive: ¿Quieres comenzar ahora?
Yo: Claro... Por favor.
Se pusieron de pie, al igual que yo, y volvimos hasta las escaleras. Mientras subíamos, me indicaron un par de cosas sobre su hijo... Se que se llama Ciel, tiene 12 años y, debido a su condición médica, es muy sensible.
Llegamos hasta una enorme puerta que tenia las letras "C" y "P" hechas con plata. Aún estando fuera, y sin abrirla, ellos me observaron para terminar de darme unas instrucciones.
V. Phantomhive: Es muy importante que, si tienes algún momento libre, te informes sobre las enfermedades de Ciel y cómo tratarlas. Te dejamos un libro con las instrucciones y todo lo que necesitas saber.
R. Phantomhive: Las enfermedades de nuestro niño son asma y psoriasis, pero lo más molesto es su fiebre.
Yo: Entiendo.
Él señor Phantomhive abrió la puerta y entramos a la habitación. Como era de esperar, gigantesca.
En la cama se encontraba dormido un niño de cabellos azules y piel clara... Aunque gran parte de este estaba cubierta de los lastimados producidos por la psoriasis. Y ahora que lo veo bien, su ojo derecho se hallaba cubierto por unas vendas ¿Que le pasó ahí? ¿Debería de preguntar?
El señor Vincent se sentó junto al menor y comenzó a sacudirlo de manera suave.
V. Phantomhive: Ciel, despierta.
Este se quejó un poco, pero abrió su ojo y miró a su padre.
V. Phantomhive: ¿Como te sientes?
C. Phantomhive: Como si me estuviera quemando.
Este se sacó un pañuelo húmedo que tenia en la cabeza. Me obcervo por un rato, pero casi al instante ignoro mi presencia para destaparse un poco.
V. Phantomhive: No hagas eso... Tienes que estar tapado.
C. Phantomhive: Siento mucho calor.
Al final, se destapó quedando solo con una sábana blanca casi trasparente.
Traía puesto un pantalon corto, lo cual, era notorio debido a que se podía apreciar la claridad de sus delgadas piernas y, por supuesto, los lastimados de la enfermedad.
R. Phantomhive: Cariño, él es Sebastián Michaelis... Cuidara de ti
C. Phantomhive: Un gusto, niñera.
Su tono de voz tenía bastante sarcasmo he ironía en ese momento... Pero supongo que tengo que ser comprensivo, ya que él se siente mal todo el día y tiene que permanecer en cama, yo también estaría de mal humor.
V. Phantomhive: ¿Quieres comer o tomar algo?
Este solo se acomodó en la cama nuevamente, mientras su ojo se cerraba lentamente.
C. Phantomhive: No. Voy a volver a dormir, no me siento bien.
R. Phantomhive: Bueno, cualquier cosa le dices a Sebastián.
C. Phantomhive: Si, mamá.
Nos dirigimos a la puerta nuevamente, dejando al niño solo en silencio para que pudiera dormir. Al estar ahí, ellos me hablaron, casi susurrando.
R. Phantomhive: Lamento el comportamiento de mi pequeño. No se siente muy bien.
Yo: No se preocupen, lo entiendo.
V. Phantomhive: Bueno, yo me voy a trabajar, Rachel tiene que ir hasta la cuidad. Tu puedes hacer lo que quieras, pero estate atento a Ciel. Cualquier cosa, llamas a Tanaka.
Yo: Mmm, de acuerdo.
R. Phantomhive: Antes que nada... Tienes que saber cómo está compuesta la habitación de Ciel. Esta está dividida por su cuarto, un baño privado, un armario y una sala de estudio... Pero casi ni la usa. Te recomiendo estudiarla.
Ambos se despidieron y se fueron en dirección a la escalera.
Realmente, no esperaba que me dejaran solo con el niño el primer día. ¿Que debería de hacer?
Entre nuevamente y me dispuse a estudiar como esta compuesto el cuarto. Un piso de madera oscura, una alfombra blanca debajo de la cama de dos plazas, los almohadones y la colcha de color negro y alguna que otra almohada gris o azul, una mesa de luz junto a la cama con una lámpara sobre esta, en par de estantes con decoraciones y libros colgados en la pared, un enorme televisor en la pared frente a su cama, en el resto de las paredes unos ventanales amplios por donde entraba mucha luz y se podía apreciar el jardín, sobre estos ventanales estaban colgadas las cortinas azules, y debajo de uno de los ventanales había un pequeño espacio sobresaliente de la pared que tenia unas almohadas y una colcha, como una cama pequeña o un espacio para sentarse y ver el paisaje.
En la misma pared donde estaba el televisor, había un puerta. Me dirigí a esta y me llevó hasta una habitación que parecía una biblioteca miniatura. Las paredes de esta estaban repletas de libros en estantes, salvo por una pared, que era justo la que daba al final de la habitación... Esta tenia una ventana espaciosa, y frente una mesa de madera color blanca, fina pero larga, que atravesaba un extremo a otro de la habitación hasta llegar a las paredes de al lado... Sobre esta mesa había una computadora, una lámpara y un lapicero, frente a esta una silla de oficina. El estudio era de paredes blancas, al igual que los estantes y la mesa, y a diferencia del cuarto, el piso era de madera clara... Lo que daba un efecto de mucha luz. También tenía un pequeño sillón de almohadas negras.
Me acerqué al escritorio, y noté que sobre esta tambein había un libro de tapa de plástico trasparente, por lo que de podía leer lo que decía la primera pagina... "Ciel Phantomhive". Este debía de ser el libro de sus enfermedades.
Me senté y comencé a leer para informarme del tema. En este se hallaba la definición, los síntomas, los tratamientos, etc. Todo lo que tenia que saber, supongo.
No fui consciente de cuanto tiempo estuve leyendo... Pero me distraje y di un sobresalto al sentir una mano en mi hombro.
Tanaka: Bueno, se podría decir que pasó la primera prueba.
Lo observé un poco confundido, él solo me sonreía.
Tanaka: El señor y la señora Phantomhive querían saber que es lo que haría al quedar sin vigilancia... Holgazanear o procurar que el señorito esté bien. Me mandaron un par de veces a ver que hacía, pero simplemente leías tan concentrado que ni siquiera se percató de mi presencia. Ho ho hoo.
Yo: Entiendo ¿Ellos siguen en la casa?
Tanaka: No, pero sus órdenes fueron muy específicas.
Aquel hombre miró hacia la cama del menor, y fui capaz de notar en su rostro reflejado un amor y un dolor inmenso. Es obvio el cariño que le siente.
Tanaka: ¿Sabe que? Le caerá bien.
Me sorprendi al oír eso.
Volvió a mirarme mientras sonreía.
Tanaka: Es importante que establezca una relación amistosa con el señorito. Es un poco serio y gruñón, pero es la mejor opción para quedarse. El amo Ciel tiene permitido salir de su habitación, solo que últimamente no lo hace, si logra que camine un poco por la casa sería un gran avance. Y cualquier cosa, me avisa.
Me quedé un segundo en shock. ¿Me está ayudando a quedarme?
Yo: Gracias.
Tanaka: Ahora, seguiré con mis deberes.
Una vez termino de decir esto, salió de la habitación de manera relajada.
Y así había pasado mi primer día de trabajo... Solo había leído y leído, y leído. El pequeño Ciel y yo no hemos tenido la oportunidad de establecer una charla, debido a que él se pasó horas durmiendo y solo se levantó dos veces para ir al baño. Una vez se hizo tarde, yo desate las cortinas de su cuarto y las cerré para que el frío no entrara, también lo tapé nuevamente con la colcha, así evitaba que su cuerpo se congele.
Yo volví a mi casa a la noche, pero al menos estaba tranquilo de saber que el señor y la señora Phantomhive ya estaban en su casa, y estaban con el niño.
Ahora tengo que planear ¿Como puedo caerle bien?
~◇~
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