Lugar-4

La peliceleste cae encima de Shu quien la abraza apegando a su cuerpo, con una mirada seria.

—Debemos hablar.

—aja, ya lo vi venir.

De un momento a otro ya no estaban en el pasillo de la Institución, sino que en la sala de música, cerca de un piano.

—¿Que era lo que no terminaste de decir hace rato? —pregunta mientras se dispone a deslizar sus dedos por las teclas del piano.

La peliceleste tan solo se dedica a recostarse contra la pared, bostezando un poco.

—Cosas del pasado, es irrelevante.

—No lo parecía, así que contesta. ¿Porque te trajo esa persona?

Ella se cruza de brazos incomoda con el tema, pero se remueve el cabello sin desear hablar del tema.

—Porque tiene un trato conmigo. Me da hogar, yo me vuelvo la esposa de uno de vosotros...

—¿Mientras que el debe hacer qué? —pregunta dejando de ejecutar la triste y tranquila melodía..

—Hace que nadie me encuentre. Me quitó de mi sueño y escondite es lo menos que puede hacer para remediarlo —se encoge de hombros la peliceste.

—Realmente eres una problematica. —añade el rubio deojos celestes.

—Y tu un ruidoso...

Enseguida queda arrinconada ante su desafío de palabras, mientras que el contrario acerca la muñeca de ella a su boca y la muerde.

—Tks... S-solo debías pedirlo, cavernícola —se queja jadeando.

Sin duda alguna de cierta manera el hijo mayor de KarlHeinz la embriagaba y mas cuando bebía de ella, y no era un buen augurio.

—Sigues siendo una mujer obsena —alega mientras lame la herida, sanándola.

Pero antes de que ambos pudieran hacer algo, Kanato abre la puerta con una muestra muy evidente de molestia en la cara.

—Reiji los espera, la humana escapó. Teddy está enfadado, dice que fue culpa de Raito —espeta cerrando la puerta, Kanato.

—Vaya... No creí que una humana fuera tan miedosa —intenta Isa, deshacerse del agarre del vampiro.

Shu con toda la pereza del mundo, exhala por la nariz con la mirada seria pero tranquila a la vez, para mirarla por ultima vez desaparecer ante ella.

—Vamos Kanato-kun, veamos que será la cena, o bien el desayuno, aunque tengo antojo de dulces... —comenta Isa mientras salta del escenario hasta kanato como si no fuera larga distancia, posicionándose a su lado.

—Ojala no sea molesto, aunque Teddy dice que tengas cuidado, que Reiji no quiere que entremos a su cocina —dice un poco distancia mientras abraza su oso, para empezar a caminar.

—Uhm... Que fastidio. Pero si lo consigo, será demasiado agotador —bosteza mientras en unos pasos mas ambos se teletrasportan a la entrada del Instituto, dejando a la vista que ella no era una humana.

Y que no debían tocarla porque estaba con los Sakamaki, aunque algunas ya empezaban con el chisme de que era una zorra mas seguramente, y que les sacaría a sus amores.

Sin embargo, mientras Isa se estiraba antes de entrar a la Limusina, niega aburrida ante tales suposiciones, por lo que al entrar tan solo se dispone a mirar el paisaje sombrío de la noche hasta la mansión.

—Señorita Isa luego la espera una charla en mi laboratorio. Tenemos que hablar. Aunque será después de resolver el asunto de la humana y Raito —se ajusta sus gafas, Reiji observándola con seriedad.

—¿Uhm? ~ espero que sea corta la charla, entonces... —bosteza al principio, recostandose un poco en el hombro del bello durmiente.

El cual no había dicho palabra alguna, ya que estaba "escuchando" su música. Aunque para Isa este trayecto se le hizo eterno, ya con varios bostezos y lagrimitas de sueño.

[…]

Luego de llegar a la mansión, se encontraron con Raito cargando a la rubia, al parecer inconsciente, sin embargo, por haberse saltado clases ultimas. Reiji la castigó haciendo que ella tuviera que cuidar a la humana y vigilarla, a pesar que la culpa la tuviera otro.

Ahora se encontraba la peliceleste recostaba y semiadormilada en la pared, observando la cama rosa donde reposaba el cuerpo de la rubia.

—¿Que me pasó? —dijo despertando aturdida Yui.

—Hmp... Caíste inconsciente. —dijo cortante Isa.

Por su culpa, no había podido tomar su deliciosa siesta.

—Isa-chan, lamento mo-molestarla, i-iré junto a Reiji-kun... —dijo la rubia un pretexto, saliendo de la mansión mientras atesoraba su cadena y cruz.

La peliceste se dedicó a bostezar, para luego encaminarse a la ventana notando como la misma salía de la mansión al patio.

—Deberías cuidarla mejor... —dijo una voz suave y aterciopelada, a centimetros de su cuello.

Sintiendo como este se recostaba en su hombro, tensandola y estremeciendola constantemente.

—Supongo. Sigo pensando que los humanos son criaturas tan predecibles e inexistentes... Detesto las obstrucciones... —murmura Isa mientras nota como la rubia se pierde entre la oscura noche.

—Eres demasiado ruidosa... Te callaré pronto... —dijo Shu lamiendole la mejilla para luego volver a colocarse en la cama y seguir dormitando.

Mientras que Isa se encontraba con una sed intrigante de volver a saborearlo, por lo que cuando escuchó un grito de la rubia chasqueó la lengua y se dirigió al lugar sin dudar.

[…]

Si bien, Yui no se encontraba sola, Raito seguía al asecho con su presa en esa que parecía una iglesia, hablaban de temas que no interesaban a sus mentes.

—Buenos días, Bitch-chan... —dijo Raito el castaño con la mirada divertida.

—¿Cómo supiste que estaba acá? —pregunta inquieta y retrocediendo un paso, Yui.

—Te dije que se todo sobre ti. —le contesta Raito, con las manos en sus caderas, y una pose intimidante.

«Si... Claro... Todo»pensó aburrida, seguramente la había percibido por su aroma.

—Así que deberías dejar de huír... —camina hacia ella.

—¿Sabes algo sobre mi padre? —pregunta ingenua Yui.

—Eso que importa —contesta Raito, desinteresado— Vine a revelar quien eres realmente —finaliza atrayendola a él, entre sus brazos, mirandola fijamente.

Isa se cansó de estar observando esta escena que se disponía a marcharse, pero un escalofrío recorrió su espalda.

jajajajaa... Nos veremos pronto, sobrinita~ —una risa retumbó cerca de ella, aquella voz burlona lo conocía.

Jadea por la sorpresa y retrocede mirando por todos lados, buscando a ese tipo, chocando contra un cuerpo, se tensa.

—Silencio.

La voz de Shu perfectamente lo pudo percibir, pero eso no la tranquilizó, sin embargo ambos se fueron del lugar a otra habitación, mas especifico al del bello durmiente.

—Maldición. —gruñe temblorosa, mientras sus colmillos y uñas se afilan.

—¿Me dirás ya de quién te escondes? —pregunta ciertamente intrigado.

—....






























◆◇◆●◆◇●

Hola! Aquí les dejó la continuacion, esto solo ha sido el comienzo, ya la encontró uno de ellos, ahora Shu deberá averiguar porque la buscan y porque justamente ella es la mas tensa de esta situación.

¿Que es lo que realmente oculta con todo su misterio, Isa Slapka?
¿Le dirá a Shu? ¿Quieren que si le diga la razón? ¿o deberá ganarse la confianza de ella?

¡Todo esto y mas en el proximo capítulo! ¡Nos leemos pronto!

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