Compromiso
—¿Un piano?
La rubia platina de ojos rosados, humana se extraña al escucha una melodía de piano. Buscando de dónde y quién lo estaba produciendo. La curiosidad la embargaba cual niña pequeña.
Encontrando con el piano negro, al descubierto de sus teclas y en esta culminando la música con los ojos cerrados, al pelirrojo con sombrero, Raito.
—Hola, Bitch-chan. Estoy encantado de verte por aquí.
Yui Komori se acerca a él con una expresion triste pareciendo tranquila, para preguntar:
—Raito-kun, ¿sabes quién es la mujer que lleva el vestido púrpura?
Raito sigue con los ojos cerrados pero esta vez alejando las manos del piano ante la escucha de esa pregunta curiosa de la humana.
—Es una mujer hermosa de pelo largo...
—¿Porqué quieres saber eso? —pregunta Raito, haciendo que sus ojos tranquilos de la rubia se exalten levemente por la tension palpable.
—¿Que haces aquí? —pregunta un tercero.
—Ayato-kun...
—Kanato-Kun...
Mostrando y viendo Yui que no estaban del todo solos, porque Ayato y Kanato junto a Teddy ya se encontraban en la misma sala.
—Chicos, ¿cuál es el nombre de su madre? —pregunta Yui mientras se acaricia el brazo en signo de timidez.
La desafiante y seria mirada de Ayato la observa para contestar:
—Cordelia.
Y fue allí cuando los tres recordaron como en una luna roja habían terminado el juego con su madre, Cordelia.
Siendo así como yui volvía a huir de la escena al saber algo mas por la estupida curiosidad de preguntar. Pero cae al suelo al tropezar cerca del jardin de rosas.
—No quiero estar aqui...
Lloriquear con voz fragil y rota.
[…]
Mientras tanto Shu e Isa se encontraban dormitando cómodamente en el cuarto del varón, tras su velada luego de aburrirse por tantas cerezas.
—Shu...
—¿Uhm?
—Tuve un sueño extraño.
El rubio seguía escuchando hasta que su novia había dicho aquello, sin embargo, quedó en silencio para poder saber un poco mas y ya de mas estaba decir que le daba pereza interrumpirla.
—Pude escuchar la voz de mi madre, se sintió tan real... Tan cerca, quise ir hacia ella pero solo te encontré a ti...
La peliceleste se encontraba acurrucada en el hombro del rubio, dejando que su suave respiración le rozara el cuello.
—Tal vez fue un recuerdo.
—Tal vez... Pero dijo algo... Algo que me deja saber que no pudo ser eso...
Suspira para luego morderse levemente el labio, hasta romperse un poco, inquietando al rubio con esa acción.
—No te dañes... Dime, ¿porque crees que no lo fue? —dijo Shu separandola un poco de él, para verla y lamerla suavemente la herida pequeña.
Isa se estremese y traga saliva.
—Dijo: "Feliz cumpleaños mi niña preciosa, pronto nos veremos" —musita.
—No veo ningun mal a eso.
—No lo hay solo que...
—Te preocupa algo.
—Si...
Shu levanta la ceja, acorde a que levanta el menton de su novia y lo besa suavemente.
—¿Que?
—Si ella vuelve, papá también.
—¿Y...?
—Pues... —se sonroja levemente— serías el primer novio que presentaría a mi familia.
Shu suspira serio pero roza nuevamente sus labios, era adicto a ellos desde hace unas horas, no lo podía evitar, ademas que las mejillas de la peliceleste le gustaban con aquel rubor.
—No saldrá mal, es más... Si te consuela pediré a mi padre para que nos comprometamos antes de que pueda morir —bromea por lo último.
Logrando que Isa le golpee levemente el pecho, Super sonrojada, y con el corazon palpitando nervioso.
—No seas tonto, no vas a morir. No te dejaría solo. —gruñe siendo ella quien bese ahora.
—Ruidosa.
—Exagerado.
—Te amo.
Aquella frase dejó congelada en un estremecimiento a Isa.
—¿Q-que?
—Va enserio. Te quiero como mi esposa, y sé que no te molestaría.
Dice el rubio con aquella mirada azulina cargada de seriedad y adoración hacia la peliceleste. Siendo que Isa se había puesto a temblar no creía que los planes de Karl-heinz se cumplirían pero no se esperaba que ella se enamorara demasiado como para no poder negarse ni siquiera negarse ante la proposición exagerada.
—Yo...
—Vamos Isa, no me estoy precipitando. Se que solo te quiero para mi. Y quiero recordarte que estoy aun enojado porque te dejaste morder.
La mirada seria y feroz de Shu la hizo tragar saliva. Quedando como estatua sin siquiera saber que responder, y cuando lo iba a hacer ya se encontraba contra la cama siendo arrinconada.
—Eres mía desde que me usaste de cama, dormilona..
Al intentar decir algo al respecto, y quejarse solo pudo soltar un gemido de placer ante la mordida hambrienta de Shu en el monte de sus senos.
Que con anterioridad había sido destapada de su chaleco celeste y top quedando casi desnuda ante él. Valiendo madres su intento de quejarse o rebelarse.
Shu sabía como seducirla, y no podía mas escapar de él, porque no lo deseaba.
[…]
Subaru habia sido quien estaba a pasos de Yui, siendo que ante una pequeña pelea de frases este vampiro había abrazado y luego mordido a la humana, degustando la sangre dulce.
Pero como Isa tambien estaba en una situacion parecida pero diferente a la vez, solo uno de los pufle pudo separar a tiempo al pelirrosa de la humana ante que esta se desvaneciera débil.
—Tks... No sabéis aguantar nada.
—Uhm, al parecer poseen a una humana como saco de sangre. Que seres tan vulgares —dice una sombra femenina.
—Joven Sakamaki. Espero que pronto nos entregueis lo que nos pertenece. Isa Slapka es nuestra. —dice una serpiente enrozcado a un joven rubio.
—Tks, lárguense. Esta es propiedad privada.
Subaru gruñe molesto ante la intervencion de seres extraños, pero tenían un aroma similar a la peliceleste por lo que cuando sintió la presencia de esa persona ,se tensó.
—Mucha razón. Última advertencia. Retirense de aquí. —dice el mismo Karl-heinz amenazante e intimidante.
—No podras alejarnos de ella por mucho tiempo. Ella es nuestra, de nuestra sangre. Maldito rey vampiro —gruñen los 5 pecados capitales antes de desaparecer.
—Ja, eso es lo que piensan. Querido Subaru, un gusto verte de nuevo —sonríe levemente.
—¿Quienes eran ellos? ¿Porque estas aquí?
—Que aguafiestas, ¿que no puedo visitar a mis hijos queridos? —pregunta con una sonrisa hipocrita.
Enfadando aun mas a Subaru.
—Habla.
—Tks... Amargado. Vengo a petición de Shu, tiene una noticia muy importante que darnos.
—¿Cuál?
—Vamos, y averigualo.
[…]
Wow! ¿Se esperaban estos acontecimientos? ¿Será que los padres de Isa volveran? ¿Como reaccionaran todo en la mansión? ¡Todo esto y mas pronto! Nos leemos.
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