◜ 𖧷 DOS
❛ don't mean it, plus you've changed
not much, but just enough to throw away ❜

MI PRIMERA FIESTA UNIVERSITARIA, siendo completamente sincera, estaba muerta de miedo. No conocía a nadie, a excepción de Lexi, y, bueno, Charlie.

— ¿Lista? — cuestiona Lexi caminando a mi lado, cuando estábamos a punto de entrar a la sala donde tenía lugar la fiesta.

Asentí levemente y mi nueva roomie tomó el pomo de la puerta y la abrió, dejando ver la fiesta que se estaba celebrando en el interior.

Había olor a cerveza de la mala, luces por todas partes, había una parte con unos sofás, una mesa de billar e incluso una barra. Estaba lleno de estudiantes, bailando, charlando y bebiendo.

— ¿Todo bien? — me preguntó Lexi, preocupada por mi silencio.

— Sí, todo bien — contesté.

Justo en ese momento, se nos acercó un chico de ojos verdes, pecas, no muy alto, pero si más alto que yo, con una sonrisa en la cara.

— ¡Lexi! Creía que no ibas a venir — exclamó, luego dirigió la mirada hacia mi, cambiando su expresión a una de sorpresa — Hola, soy Caleb, creo que no nos conocemos.

— Lizzie Gray — contesté.

— Bonito nombre, ¿eres nueva? — inquirió, y Lexi soltó un bufido.

— Por favor, Caleb, déjala respirar — se quejó la morena.

— Solo estaba siendo amable — se encogió de hombros — ¿Voy a por algo de beber, me acompañas, Lexi?

— Claro, Lizzie, vuelvo en un momento. ¿Quieres algo? — me dijo, y yo negué.

Los dos chicos se alejaron de mí, y me crucé de brazos observando a la gente. Siempre me sentía como la espectadora, no me involucraba en nada ni hablaba con nadie a menos que lo hicieran ellos primero.

Y eso fue justo lo que pasó.

— Hola, ¿eres nueva? — me preguntó una chica rubia, de ojos azules que se había acercado a mí junto a otra chica, esta de ojos marrones, pelo castaño y unas gafas que le hacían parecer más pequeña de lo que ya era.

— Sí, ¿tú? — me limité a contestar.

— También — respondió con una sonrisa, y me ofreció la mano derecha — Soy Angela.

— Lizzie — contesté, estrechándole la mano.

— Ella es Ruby, pero ella ya lleva un año aquí — comentó Angela, señalando con la mirada a la chica a su izquierda.

— ¿Qué estás estudiando, Lizzie? — preguntó Ruby, rompiendo su silencio.

— Literatura.

— Que interesante — contestó Angela, pero hubo algo en su tono que me desconcertó.

— ¿Y vosotras? — me interesé.

— Yo estudio negocios, y Ruby estudia diseño gráfico — respondió Angela, Ruby simplemente asintió. Antes de que yo pudiera contestar, Angela volvió a hablar: — Bueno, ha sido un gusto conocerte, Lizzie. Nos vemos.

Ambas se alejaron y no pude evitar sentir que la conversación había sido muy superficial, y que probablemente no me volvieran a hablar.

En ese instante, Lexi y Caleb volvieron con una bebida cada uno.

— ¿Todo bien? — preguntó Lexi, llegando a mi lado.

— Sí, estaba hablando con unas chicas — informé y ella sonrió.

— ¿Ves? Te dije que no tardarías en hacer amigas — me dijo emocionada.

Yo en realidad no sentía emoción, porque en el fondo sabía que ni Angela ni Ruby se interesaban en mí.

— Voy al baño.

Después de unos minutos estando completamente me sentí segura para volver a la fiesta. Pero, para mí mala suerte, al salir del baño me choqué con alguien.

— Lo siento — me apresuré a decir, mientras me separaba sin ni siquiera mirarle a la cara.

Justo cuando iba a irme, la persona habló: — ¿Liz?

Mi corazón dio un vuelco y sentí un nudo en el estómago, y otro en la garganta. Levante la mirada y ahí estaba él. Estaba exactamente igual, y dolía. Porque solo era un recordatorio de que yo era la única a la que le dolía esta situación, porque, seamos realistas, no iba a seguir soñando con que Charlie estuviese enamorado de mí en secreto.

— Charlie... — contesté.

— No sabía que estabas aquí — dijo finalmente.

— Yo tampoco.

Mi tono salió más frío de lo que pretendía. Pero vamos, al menos podría haber preguntado otra cosa en vez de decir "no sabía que estabas aquí".

— Me alegro de... volver a verte.

No pude descifrar por su tono si lo decía genuinamente o lo decía por decir. Aunque tampoco sabía que opción prefería.

Antes de poder contestar, un chico moreno le llamó desde la distancia.

— Ese es Miles. Será mejor que me vaya — me dijo.

— Claro.

Él se fue y yo me quedé en mi sitio, procesando lo que acababa de pasar y dejando que la realidad me aplastara una vez más.

La fiesta resultó ser sorprendentemente divertida para mí, Caleb no paraba de hacerme reír y de alguna forma Lexi me hacía sentirme segura. Después de unas horas, decidimos irnos, y Caleb se ofreció a acompañarnos hasta la puerta de nuestra habitación.

— Liz, no nos has contado quienes fueron esas chicas misteriosas que hablaron contigo — comentó Lexi, mientras caminábamos.

— Ah, es verdad. Una se llamaba Angela y otra Ruby — contesté y Caleb soltó una carcajada, mientras que Lexi se quedo completamente seria.

— Joder... — musitó la chica.

— ¿Qué pasa?

— Angela y ella no se llevaban exactamente bien — me contó Caleb. Otra cosa sobre Caleb y Lexi, se conocían desde primaria. Así que supuse que Angela y ella se conocían de eso, ya que era el primer año de la rubia en la universidad.

— ¿No? ¿Pasó algo entre vosotras? — me interesé, mientras que Lexi bufaba.

— La verdadera pregunta es "que no pasó entre nosotras".

— Digamos que tuvieron muchos problemas a lo largo de los años. Es una historia demasiado larga — acortó Caleb, y añadió: — ¿Y esa tal Ruby tenía gafas?

Asentí y él rodó los ojos — Es mi hermana melliza.

— ¿Qué? ¿Cómo puede ser que os conozcáis todos menos yo? — me quejé.

— Tranquila, te quedan años de sufrimiento para conocer gente — comentó Lexi sarcásticamente, haciendo sonreír.

— Y para odiar a gente. Créeme, a mí no me suele caer mal nadie pero aquí hay gente que me saca de mis casillas — añadió Caleb.

— Miles Ford — me aclaró Lexi con una sonrisa divertida.

¿Miles? El amigo de Charlie.

— ¿Qué pasa con el? — investigué.

— Miles va detrás de su hermanita y Caleb es demasiado protector — me informó Lexi.

— No, no es eso, es solo que es un idiota y yo quiero lo mejor para mi hermana — corrigió Caleb.

— Deberías darle un respiro a tu hermana — aconsejó Lexi.

— Y un puñetazo a Miles — añadió él, haciéndonos reír.

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luvvcande ౨ৎ 2024