Capítulo 13. - Temporada II.


Quería volver a pedirles disculpas por el atraso de dos semanas, pero he tenido muchas cosas que hacer... 

Intento hacer lo mejor que puedo, pero me he dado cuenta que el apoyo, lecturas y comentarios están en disminución y eso me bajonea un poco... digo, que una como escritora necesita del ánimo de sus lectoras... espero que entiendan y pueda sentir más su apoyo.

Sin más dejo el capítulo. Disfruten.

...

Volver a la realidad.


***Narra Abby***

Arrastré mis pies por medio de las ramas y hojas secas en el suelo, me apoyé contra un par de árboles para mantener el equilibrio, pero ya veía nublado.

Me dio un fuerte puntazo en el vientre, tomé de el con ambas manos y di un grito ahogado para caer al suelo.

Me retorcí de dolor por quién sabe cuánto tiempo.

No, debo salir de aquí. Si me quedo más tiempo cerca, me encontrarán... y volverán a amarrarme.

Con apuro, intenté ponerme de pie nuevamente, caminé un par de kilómetros más.

Me detuve al oír unos pasos acercarse.

Me encontraron, pensé.

Esos pasos cada vez aceleraban más, hasta puedo asegurar que corrían hacia mi dirección.

Estuve a punto de caer nuevamente, pero unos brazos fuertes me sostuvieron. Bajé la mirada por miedo a ver que era el mismo moreno al cual dañé.

- Hey, ¿qué ocurrió? – Pregunta esa voz tan angelical para mis oídos. - ... ¡Abby! – Gritó con desesperación al ver que no tenía respuesta. –

Parpadee unas cuantas veces, levanté la mirada para verlo a la cara, pero ya era tarde, me desvanecí en sus brazos...

...

Desperté al rato después. No sé si estuve desmayada horas o solo un par de minutos.

- ¡Hasta que por fin despiertas! – Grita de felicidad, Caroline. –

Todos se acercan a donde me encuentro acostada.

Miro a mi alrededor para guiarme, estoy en casa. Respiré con tranquilidad después de varias horas.

- ¿Qué...? - Intenté decir, pero mi cabeza daba mil vueltas. La sostuve con una mano y me volví acomodar. –

- Tranquila. No hagas mucho esfuerzo. – Me regañó Davina. –

- Estoy bien. – Mentí. – Solo estuve desmayada un par de minutos, nada más... - Aseguré. –

Pero al ver que se miraron entre todos, noté que algo no andaba bien.

- ¿Qué ocurre? – Interrogué. - ¿Hay algo que no me han dicho? –

- Sí... - Respondió mi mejor amiga con su voz tan dulce. – Abby... - Hizo una pausa. – No has estado desmayada por un par de minutos. – Explicó. –

¿Qué? ¿Cómo qué no? Si hace un par de minutos atrás estuve luchando con Marcel, lo puedo demostrar.

Toqué mi cara para demostrarles que había tenido una pelea, pero... no tenía rastros de sangre.

Me empecé a preocupar y solté voz. –

- ¡¿Qué?! – Exclamé pidiendo algún tipo de explicación. – Pero... ¿Cómo? –

- No lo sé. – Por fin habló, Damon. – Te encontré en medio del bosque. Fui porque sentí esa conexión que nos une y... sin pensar fui por ti. – Tosió para aclarar la garganta. – Davina dice que los bebés fueron quienes te sanaron internamente, pero para eso debías "descansar" y no encontraron nada mejor que mantenerte dormida por una semana. –

¿Una semana? Eso es... imposible. Digo, no es posible que haya pasado tan rápido esta semana...

Se supone que mañana volveríamos a Mystic Falls... No, no.

No me siento preparada para esto.

Maldije en mi mente una y otra vez.

Por culpa de Marcel y Katherine no pude "disfrutar" de mi última semana sin brujas persiguiéndome, ni queriendo sacrificarme.

Mi propia "familia" queriéndome asesinar... Maldición.

...

- ¿Todo empacado? – Preguntó Damon al salir de casa y acercarse al vehículo con una caja en sus brazos. –

- Sí... - Respondí dudosa. –

Es tan extraño pensar cómo pasaron ambos meses.

Fueron pocos, pero igual vivimos sucesos fuertes, sobre todo lo de la última semana.

Elena tenía razón... Katherine vendría por mí, al igual que Marcel.

Pero, ¿Quién me asegura que no se hizo pasar por su doppelgänger? Así es... nadie.

Pero como bien dice el dicho, "hay que volver a la realidad", y eso significa que debemos volver a casa, a nuestro hogar.

Debo tomar valentía y hablar seriamente con mis padres, jamás se imaginarían que luego de unas "vacaciones", terminaría convirtiéndome en vampiro, y menos que me encontraría embarazada del hombre al cuál amo por sobre todas las cosas.

- Listo. – Afirmé aliviada. – Estos pies me están matando. –

- Creo que esto es un hasta pronto. – anunció Rebekah. –

Las despedidas son lo peor, no me agradan para nada.

Sobre todo si dentro de todo, Rebekah fue un apoyo incondicional para todos nosotros.

A pesar de que Klaus era su hermano, siempre nos apoyó y nos ayudó para hacer lo correcto.

Por otra parte, Elijah ha sido como el hermano mayor que nunca tuve. Me sobreprotegió siempre. Siempre cuidó de nosotros como si fuéramos parte de su familia, y le estaré eternamente agradecida.

- Este es y siempre será su hogar. – Manifestó en un cálido abrazo con afecto, Elijah. –

No pude evitar que las lágrimas recorrieran mis mejillas coloradas. Dentro de todo, se formó un ambiente familiar entre todos.

Vinimos por una razón a New Orleans, y al final nos vamos con otra impresión.

Klaus ha cambiado, no en un cien por ciento, pero creo que su nuevo bebé será su redención. Solo espero que Hayley y su bebé estén a salvo de Marcel y sus secuaces.

Siempre me he preguntado, ¿Por qué hay gente tan mal agradecida? Si Klaus cuidó de él cuando pequeño, lo crio como hijo propio y ¿le paga de ésta manera? Creo que ni el peor papá se merece eso.

En fin.

Solo espero que algún día podamos volver a esta hermosa ciudad, pero con otras intenciones y diferentes planes que ser asesinado por un original y despertar como vampiro.

Mi mayor miedo actualmente, es contarle la verdad a mis padres...

¡¿Qué les pareció?!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top