Capítulo 03. - Temporada II.

Miedos.

***Narra Abby***

Pasé toda la noche y parte del día en la cabaña, necesitaba mi espacio de soledad y reflexión. Me he sentido un poco mareada y con miedo, tengo miedo de no saber sobre llevar esto, sola. Sin el apoyo de Damon. En estos momento no tengo certeza de nada, lo único que sé es que no quiero decirle a mis padres.

Sentí pasos acercarse, limpié mis lágrimas y me levanté lo más rápido que pude, preparándome para lo peor. Se iba acercando aquella silueta, pareciera ser la de un Hombre alto con un cuerpo trabajado, si no supiera, pensaría que es... No, los mareos ya me hacen alucinar.

- Así que estás bien. – Esa voz... yo la conozco ¡Maldición! –

- Damon... - Susurré y me da una sonrisa torcida, irónica por supuesto. No creo haber "recuperado" al Damon que amo, es solo su cuerpo físico, nada más. –

- Supe por unos nuevos amigos que estabas viva, no quería que me vieras antes porque sé que quieren que vuelva a encender el interruptor, pero para ser sincero, me gusta así. – Se acerca cada vez más a mí con una mirada desafiante y frívola. – Me gusta no tener que sentir culpa por cada acción que realizo, no me siento atado a nadie. –

- ¿Qué dices? Tú no eres así, Damon. – Iba con toda la intención de acercarme más a él, pero solo me daba sonrisas forzadas. – Qué te hicieron... -

- Vamos, Abby. No me digas que te pondrás a llorar como una niña mimada. Sabes que siempre he sido así, solo que necesitaba un pequeño empujón. –

- Mírame. – sin pensar me acerco a él quedando frente a frente, tomo su mejilla. - ¿Acaso no sientes nada por mí? – Pregunto sin pensar, si quiera le diré por lo que estoy pasando. –

- No. – Responde seco. – Para mí tú estás muerta, desde el día que te lloré por última vez. Ya no seré el Damon que sufre y tiene sentimientos. Y por si no notaste, ya no estamos juntos. –

- Damon... ¿No entiendes? – Apreté fuerte mis puños intentando controlarme y no llorar frente a él. Le demostraré que soy fuerte, no seré débil. Debo recuperarlo, recuperarlo ahora. - ¡Maldición! He estado sin ti por más de dos semanas. Despierto y lo primero que quiero es estar contigo, abrazarte, pero no... El chico rudo no está ¿Por qué? Porque apagó sus emociones. ¿No significo nada para ti? Eso quieres decir. – Lo miro desafiante y camino a su alrededor. – Hemos estado buscando señales tuyas por cielo, mar y tierra, pero nada. Stefan se ha desvivido buscando al hermano mayor que tanto quiere, pero aun así no recibe nada a cambio por parte tuya, Elijah y Rebekah se sienten culpable por todo lo que ha ocurrido y también ayudan en TÚ búsqueda. Para qué decir Bonnie, no hay día que no intente algún hechizo para localizarte ¿Qué saca con eso? Debilitarse cada día más sin respuestas. ¿Recuerdas a Caroline? MI mejor amiga, la que me decía que tuviera cuidado contigo, pero no hice caso. Me enamoré de ti como una estúpida, me entregué a ti por primera vez, estuve a punto de perder la vida intentando olvidarme de ti cuando pensé que te habías ido para siempre. Y ahora esto... - Apunté indirectamente a mi vientre, Damon me mira desconcertado. Mantuve el silencio, por primera vez encontré que era un silencio incómodo. –

- ¿Esto qué? – Pregunta intrigado. –

- Nada. Ya no importa. – Bajé la mirada. – El Damon que tanto amo se ha ido, y no volverá. Será mejor que te vayas. – Le dije con un hilo de voz, las lágrimas ya no tardaban en aparecer, y era mejor que se fuera. Si él quería volver, sería porque me quiere y no por lástima. Tampoco le diría "Damon, seremos padres. Es un embarazo sobrenatural." ¿Quién diablos creería eso? Sí, una persona "normal", no un vampiro.

Desapareció sin decir nada más, me tiré al suelo rendida, las lágrimas salían por sí solas. Estoy harta de lo mismo, Damon será el mismo que era antes, no me ama... si me amara realmente volvería a su Humanidad, a nuestra realidad. Estoy casi segura que Klaus y el imbécil de Marcel le están llenando la cabeza de porquerías y poniéndolo en nuestra contra. Suficientes problemas tengo como sumarle otro más, este "embarazo sobrenatural" llega en el momento menos indicado, no estoy preparada para tener un "hijo", hasta para mí suena raro decirlo. No me acostumbro a la idea de que en unos meses más habrá alguien que te diga "mamá". Ni siquiera he salido de la universidad, Dios mío ¿Cómo pasó?.

El sol se escondió entre los cerros y con ello la noche llegó. Es momento de volver a la casona, deben estar preocupados por mí. Agotada miro por última vez el lejano lugar y salgo de ahí. En un par de minutos llego, para mi mala suerte se puso a llover, llegué toda empapada pero eso para mí ya no tenía importancia. Había visto y hablado con el hombre que roba mis pensamientos cada noche, por quien lloro con solo ver su foto, pero él ya no siente nada. Con dificultad abro la puerta y entro.

- ¡Dios mío, Abby! – Corre a abrazarme Caroline sin importar lo mojada que estoy. - ¡¿Dónde diablos te habías metido?! Nos tenías preocupados. – Me alejo de ella. –

- Estoy bien. Subiré a tomar una ducha caliente. – No quería que nadie me viera así, con cara de angustia y menos me preguntaran el por qué, no sería capaz de decirles que conversé con Damon, y mucho menos decirles que no le importó en absoluto todo lo que le dije. –

Subí rápido a mi habitación y cerré por detrás la puerta con pestillo, por inercia comencé a llorar desconsoladamente, me dolía el corazón como nunca, sentí que moría por dentro. No me siento capacitada para sobrevivir a una consecuencia como la de ser madre, claro, todas queremos ser madre en algún momento de nuestras vidas, pero no así. Fue demasiado precipitado y no medí las consecuencias ¿Quién mierda me dijo que los vampiros tienen hijos? NADIE, porque es imposible. Entre mí, maldije a Esther una y mil veces por haber hecho ese maldito hechizo.

Después de desahogarme en mi llanto, tomé mis cosas y me duché, la pena seguía, pero ya no tenía lágrimas para seguir llorando. En momentos, pensaba que sería de mi vida criando un hijo, ser madre soltera, vampiro y bruja... ¡oh! Y para qué decir que no sería un embarazo normal, ni tendría un hijo "normal", ¿Será igual que yo? ¿Mitad brujo y vampiro? ¡Qué espanto!

Nuevamente me vestí, me puse cómoda y me recosté en mi cama en posición fetal. Cierro los ojos para intentar dormir algo, pero me es imposible, tengo a Damon en mi cabeza una y otra vez, no dejo de pensar en que no sintió nada al verme, ni siquiera se puso feliz por saber que estaba bien. ¿Hubiera reaccionado de buena manera al saber del embarazo? Es Damon.... Lo dudo.

- Abby, ¿Puedes abrir? Tenemos que conversar. – Golpea la puerta, Bonnie. –

- Más tarde ¿Sí? – Intenté sacar voz. –

- Por favor, Abby. – Tomé una bocanada de aire y abrí la puerta dándole espacio para que entrara. –

- ¿Qué sucede? – Pregunté desinteresada. –

- No puedes demostrar que no estás mal, sé que la noticia es un poco dura, sobre todo sabiendo que Damon no está a tu lado... - Cuando dice esto último es como si me volvieran a partir el corazón en dos, cierro los ojos pero vuelven a caer lágrimas inconscientemente. – Lo siento... yo, no quería. –

- Lo he visto. – Le conté. Poco a poco abrí los ojos dejando en muestra mis lágrimas. – Damon vino hacia mí... - Suspiré con dificultad. – Pero no fui capaz de decirle nada, Bonnie. No es la persona de la cual me enamoré, ya no es él. –

- Es normal, apagó sus emociones. Tú mejor que nadie deberías de saber que al ser vampiros sus emociones se intensifican, y el sufrió mucho por ti al pensar que habías muerto por su culpa. No lo juzgo, pero sé que estuvo mal al haber hecho eso. – Acaricia mi cabello. – Pero ahora debes relajarte, esta tensión le hace mal a tu bebé. – Me dedicó una pequeña sonrisa. Mi bebé. – Entiendo que estés asustada, pero sabes que contarás conmigo, siempre. – La abracé, era la única que sabía sobre todo en realidad. Sabía que contaba con una gran amiga, pero estaba dejando fuera a Caroline y los chicos. Se separó de mí.- Pero creo que también debes contarle a los demás, merecen saber. – Asentí. De todos modos, tiene razón. Es el momento. –

Limpié mis lágrimas y junto a Bonnie nos dirigimos al salón, todas las miradas se posaban en mí, no sabía qué decirles ni cómo empezar. Ni yo misma entiendo que sucede todavía.

- Lamento haberlos preocupado así, pero necesitaba tiempo a solas para pensar y aclarar mi mente. – Respiré hondo. – No sé cómo empezar a contarles todo, espero que me entiendan. El día en que me sentía mal, pensaba que era normal por no comer tanto y dormir poco, como bien dijo Caroline, por preocupación. Todos sabemos que los vampiros no pueden tener hijos ni nada por el estilo, pero cuando estuve con Damon aún seguía siendo Humana. – Todos escuchan en completo silencio. – El punto, es que su madre. – Me dirigí a Elijah y Rebekah. – Realizó un hechizo, empezó por ser un hechizo de buena amiga, pero terminó en esto. El punto, es que la descendencia de esa mujer seguiría teniendo hijos a pesar de ser vampiros ¿Entienden? Quiero decir, que por parte de la madre de Damon, y él al ser vampiro y yo Humana, bueno... quedé embarazada. El hechizo solo funciona en la unión de un vampiro y un Humano.

- ¿Es eso posible? – Pregunta Stefan –

- Sí, todo está escrito en el grimorio de Esther, pero eso no es todo. – Fija su mirada en mí. –

- Hoy, cuando estaba por venir a casa de nuevo, apareció Damon de la nada, tuvimos nuestras diferencias, pero no fui capaz de decirle sobre esto. Ya no es el mismo, no le importa nada. –

- Pero si le cuentas la noticia, a lo mejor vuelve su Humanidad. – Aporta Stefan. –

- No lo sé, no presionaré a nadie. Que pase lo que tenga que pasar, y si el destino quiere que sea madre soltera, lo seré. –

- Pero sabes que cuentas con nosotros, tendrá tíos sobreprotectores. – Me sonríe Caroline y yo le devuelvo la sonrisa. – Eres mi mejor amiga, y por nada del mundo te dejaré sola. – Siempre he querido tener una sobrina. – Se acerca para acariciar mi vientre. Ni yo lo he hecho, ya que no asimilo aún. –

- Es difícil pensar en esto, saber que hay una persona creciendo dentro de ti. Tengo tantos miedos. –

- Ya verás que mi hermano pronto volverá con nosotros, y sobre todo estará ahí para apoyarte. – Me abraza Stefan. –

Fue la mejor decisión que pude haber tomado, contarle a mis amigos me ha quitado un peso de encima, pero eso no quita que tenga miedo, solo quiero al Damon de antes de vuelta, sentir su apoyo y su cariño, ser felices los tres. Los tres... Pero siento que cada vez él se aleja más de mí.

¿Qué les pareció? Quería pedir las disculpas correspondientes por el atraso, pero como saben algunas, estoy de viaje. :3 Espero que lo hayan disfrutado, besitos & saludos a la distancia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top