🔮 Capítulo 40.

Una vez que llegamos a Nerta todo estaba hecho un caos, los establos se encontraban quemados, algunos brujos se escondían en los bosques o huían a sus casas yendo con sus familias ayudados por los maestros quienes creaban portales para salvar a los alumnos, se sentía la furia de Maltheous en el ambiente, estelas de humo y fuego eran de un color verde fluorescente, aquella estela negra e espesa que dejaba dificultaba la visibilidad del camino, haciendo más dificultoso el poder ingresar, combinado con el ambiente se daba un aspecto mucho más lúgubre y a la vez tenso.

Visualicé a alguien que venía hacia nosotros un poco malherido al entrecerrar mis ojos pude ver con claridad.

—¿Ferbus? ¡Ferbus! —. ¡¿Que te ha sucedido!? —Dije exaltada al ver las heridas del cuidador de establos.

Libby e Ilana alcanzaron a agarrarlo antes de que se desplomara, mientras que Luke y Elliot actuaron rápidamente en curarlo, antes de que perdiera más sangre.

—Ese tipo de hechizo de curación no servirá chicos, es un tipo de maldición mientras más lo curen más le harán daño. Déjenmelo a mí. —Inquirió Zacary preocupado por el elfo que se estaba contaminando.

Ferbus se encontraba muy mal no podía articular palabra alguna, su tez se parecía a la tonalidad del marfil, sus labios morados e incluso con algunas líneas moradas como si fueran rayos diminutos se esparcían rápidamente por todo su cuerpo, hasta que, esas líneas moradas se detuvieron, haciendo que Ferbus abriera su boca y expulsara un humo morado y negro, pero ese humo se convirtió en una criatura que en segundos Zacary lo destruyó convirtiéndolo en miles de cristales que se rompieron en mil pedazos.

—Tal como lo sospechaba, Maltheous se ha vuelto bastante fuerte está infectando a las criaturas de Nerta con sus parásitos para que se alberguen en los cuerpos de los huéspedes y que estos sean recipientes para luego finalizar con la muerte y después resurjan convirtiéndose en los secuaces, formando así su ejército.

—¿Son como Zombis? —Exclamó Ilana.

—Algo parecido, pero estas cosas atacan los recuerdos, los modifica de tal forma que toman posesión de la persona controlándolo a su antojo, no importa si es amigo, familiar, tienen sed de matar, y temo que Maltehous este creando un ejército con los alumnos de la escuela.

—Qué, pero ¡¿cómo!? —Decía asombrado Elliot.

—Es una posibilidad, como Azura era la santa de devoción por algunos de ustedes, varios quizás ya hayan caído en sus redes y lavado el cerebro —Decía Zacary dando un gruñido.

Estábamos poniendo atención a lo que decía Zacary cuando Ferbus toció, bajamos la mirada y es ahí cuando por fin habló.

—Fue Azura, pero ya no es ella, sino un monstruo. Anda repitiendo ¡en donde están!, es como si está buscando a alguien...—Decía con temor en sus ojos, el miedo era inminente en él, mientras siguió relatando, se podía escuchar el temblor en su voz—. no es ella, tengo miedo de mis hermanos y las otras criaturas mitológicas....algunos pegasos han sido destruidos, se está alimentando ¡con sangre! ¡Quién sabe si mato a brujos! —Dijo aterrado— luego trago saliva y volvió a hablar—. han caído varios de los alumnos de Nerta, algunos se han salvado... otros han huido con suerte a sus casas y con sus familias... —Me decía Ferbus un poco débil.

Lo que me hizo fue una tortura, quería saber el paradero de...unos alumnos que se habían... —Titubeo como si recordara algo y luego nos miró a los cinco—. Los quiere a ustedes.

—Gracias Ferbus por decirnos —Dije mirándolo—. Debes estar en un lugar seguro, no temas la derrotaremos. —Hice contacto visual con el dándole seguridad y tranquilidad.

Luego miré a Elliot para ver que este asentía, se inclinó hacia mí, me tomó de la mano, y cerramos los ojos repitiendo el conjuro que se nos venía a la mente.

Zacary se había sorprendido, pero mis amigos no.

—¿Lo mandaran allá? —Preguntó Luke.

—Así es, es el único lugar que conocemos que estará seguro... —Dije.

—Con los dragones. —Agregó Elliot seriamente.

Se abrió aquel portal dorado, con símbolos rúnicos y relucientes que tintineaban a la espera de que el elfo ingresara—. Debes irte Ferbus. Es lo único seguro que encontramos por el momento. —Le aclaré con una ligera sonrisa.

Ferbus solo asiente y me sonríe de manera tranquila, poco a poco sus heridas se estaban cerrando, su semblante volvió a la normalidad y eso me tranquilizaba, él caminó lentamente hacia el portal que habíamos invocado Elliot y yo, nos observó por un momento y escuché de sus labios un «Gracias» y el portal se cerraba.

—Bien tenemos que ir hacia Maltheous. —Indiqué con una voz bastante decidida.

Nos adentramos por otro camino para poder ingresar a la academia y al castillo, mientras a medida que nos íbamos a acercando se escuchaban más gritos de nuestros compañeros brujos, algunos habían sido carcomidos por el poder de esa horripilante criatura, haciendo que asesinaran a otros de nuestros hermanos brujos, todos (incluyéndome), habíamos intervenido salvando a los que no estaban contaminados, a los contaminados a simple vista se distinguían debido a que todo su cuerpo estaba adornado con el tatuaje de rayos morados hasta sus mejillas, en su boca le salían un par de colmillos bastante grandes y filosos, en sus ojos ya no se encontraban sus pupilas, eran remplazadas por un color negro y en sus manos y pies a medida que pasaba el tiempo crecían protuberancias en forma de rombo de color morado oscuro, sin duda era grotesco, los tatuajes predominantes ya no se encontraban y eran reemplazados por más cristales morados, pero sabía muy bien que en mi mente me decía no matar, pero debía ser realista si no lo hacía muchos brujos morirían, mi deber era proteger a los demás, pero también sabía que los brujos contaminados era una persona común y corriente que tenía una familia detrás, sentía un profundo dolor en mi corazón de tan solo pensarlo se me apretaba mi pecho, pero los teníamos que matar para poder salvarlo, de alguna manera al verlos morir en sus ojos se mostraba un agradecimiento por acelerar su muerte.

Observé que a uno de los que había matado era aquel chico que estaba en la bienvenida y su elemento era el fuego, hubiera sido un gran brujo, con tal de recordarlo me cayeron un par de lágrimas, era uno de mis compañeros, pero, en el fondo sabía que descansaba en paz por esa horrible transformación que le estaba haciendo Maltheous, ¿Cómo existía un ser tan cruel y vil? ¿Dónde sus más oscuros deseos reinaban por el resto? Sin duda tenía una mente enferma. No cabía duda de eso.

Miraba que otros seres mitológicos intentaban arrancar de algunos brujos contaminados, pero eran atrapados por algunos de ellos, otros eran alcanzados por el mismo fuego y aunque quisieras ayudarlos, era demasiado tarde. Visualice a un grupo de hadas, y distinguí una en especial, la hada que estuvo ese día en la iniciación, estaba huyendo con sus compañeras.

—Están a salvo....la mayoría. —Mencioné preocupada, mirando a las hadas que se acercaron hacia nosotros.

Algunas estaban heridas y usábamos hechizos de curaciones escuchándose un gracias por parte de las hadas. La hada dorada que estuvo conmigo se me acercó.

—Estuvo cerca, Beka, casí nos atrapa Azura...—Me decía el hada, quien se sentó en la palma de mis manos.

—Tienen suerte, se han salvado tú y tus amigas Lily; pronto diles a tus compañeras que estarán bien con nosotros. —Le decía, mientras ella volaba y le decía a sus compañeras quienes estaban expectantes y con un miedo en sus rostros por todo lo ocurrido, hasta que Zacary me nombró.

—Pronto, Beka, Elliot—Hizo contacto visual con nosotros y agrego—. manden a los que están a salvo, al lugar donde mandaron a Ferbus —Decía bastante preocupado, ya que me dio la sensación que miraba algo mucho más allá de lo que estaba al alcance de mis ojos, Zacary mostraba inquietud en su mirada y eso me preocupaba un poco.

Nosotros asentimos, rápidamente repetimos el conjuro y las hadas entraron aquel portal que luego volvió a cerrarse.

Retomamos la caminata, observando que en el cielo se tornaba gris, con un tono entre verde y morado, poco a poco sentía que a medida que avanzábamos mi energía no era la misma, costaba respirar un poco y sentía un leve mareo, mire a mis compañeros quienes estaban en la misma situación, Maltheous estaba absorbiendo toda la energía viviente posible, hasta que el cielo comenzó a tintinear colocándose entre un verde y burdeos, lo cual revelaba la posición de Maltheous.

—Ahí es donde se encuentra. —Decía Libby.

—Debemos idear un plan. —Mencionaba Luke dando una grandiosa idea.

—Saben que me quiere a mí... —Dije seria.

—Beka no, no iras sola, no te ofrecerás como carnada eso quiere. —Argumentaba Elliot.

—Le daré en el gusto.

—Beka, para. Idearemos un plan. —Indicaba Ilana—. y la destruiremos todos juntos.

—¿Y desde cuando mi amiga es más segura de sí misma? ¿Que hiciste con Ilana, eh? —Dije arqueando una ceja y riéndome a la vez.

—Desde ahora veras una nueva Ilana. —Dijo ella tomándole de la mano a Luke.

—¿Y eso porque fue? —Inquirió una ceja Luke riéndose y luego le dedicó una sonrisa sexy.

—Cuando terminemos con Maltheous tenemos un tema pendiente. —Guiño el ojo Ilana.

—Desde cuando Ilana es así. —Decía Libby sorprendida tanto como yo—. En los meses que la he conocido, era tímida, ¡por dios nena me impresionas!. —Le guiño el ojo.

—Ni idea, pero me gusta esta nueva Ilana. —Sonreí.

—Bien chicos, el plan será el...—Titubió—. ¿Esperen donde esta Zacary? —Inquirió Elliot.

Todos comenzamos a buscarlo hacia donde se había metido, cuando un rayo dorado como el sol iluminó la noche gris que inundaba Nerta.

—¡Zacary! —Gritamos al unísono todos.

Nos comenzamos a escabullir lentamente hacia esos rayos provenientes de la espada que Zacary me había enseñado que tenía como fundador, nos escondimos entre los arbustos para presenciar y oír lo que estaban hablando.

—Ahg, viejo entrometido, debí matarte cuando tuve la oportunidad. —Replicó Azura mientras se pavoneaba, teniendo fuego fosforescente en una de sus manos.

Lo que veía no lo podía creer estaba muy cambiada, tenía unos harapos muy sucios, su tatuaje de rama seca que adornaba parte de su rostro, se extendía por su cuerpo, posándose en sus brazos, piernas, llegando hasta su cuello, en sus labios llevaba un color negro y de su boca salía un par de colmillos, también tenía unas enormes uñas que terminaban en punta y hacia juego con una corona de ramas que salían de su cabello. Estaba todo desalineado. Sus ojos de un verde esmeralda brillaban con una intensidad y un zaceo de querer más sangre, nadie se creería que alguna vez fue la queridisima directora de Nerta.

—Sabes que te bloquee tus poderes de brujo. —Decía Azura con una sonrisa maliciosa, moviendo un poco su lengua, al decirlo.

—¡Tú me quitaste lo que más amaba en el mundo; a mis hijos! —Exclamaba Zacary.

—Simple y sencillo extraño mortal hijo de una gran bruja y de un... ¿coleccionista de tesoros? Te cree una ilusión para que sufrieras y me dieras lo que más anhelabas, caíste en mi trampa, y de esa forma selle tus poderes... además tus hijos están vivos. —Mencionó riéndose de manera burlona.

—¡Que! ¡¿Es imposible!? Maltehous eres un ser cruel y vil, me implantaste una memoria que no era mía alteraste todo de mí, creyendo que estaban muertos, hiciste que creyera para capturar a uno de mis hermanos ¡cuando no era así!, mi deber era protegerlos. —Decía Zacary—.  ¡Eres una perra! —Grito furioso.

Observé que le lanzó un ataque provocando que Maltheous se sorprendiera.

—Ah...¿te refieres a esos niños, en especial a Beka?, —Dijo llevando una de sus manos a su mentón de manera pensativa—. Bueno, yo acelere el proceso para que fueras el villano y yo la buena. —Dijo riéndose—. pero luego se sorprendió por lo último, no se lo había esperado el ataque que recibió por parte de Zacary otra vez.

—¡¿Cómo hiciste que volvieran tus poderes viejo decrepito!? ¡Como dije debí haberte matado antes cuando tuve la oportunidad, ahora no tendré compasión por ti!.

Una gran esfera de energía entre verde, morada y negra iba hacia Zacary, cuando él, rápidamente lo esquiva en el aire, y aquella bola se autodestruyo reduciéndose en una muy pequeña, luego de un par de segundos me sorprendió, aquella bola se transportó con una fuerza y rapidez que le terminó cayéndole a Maltehous, en ese instante apareció mi madre.

—Karis... —Había dicho Zacary con un asombro en su mirada.

—Hola Zacary, tantos años... —Había dicho ella con una sonrisa.

—Oh, es Karis... la que todo el mundo amó cuando era una estudiante y aman ahora. —Decía Maltheous burlándose de ella y luego dio un gruñido mostrando sus filosos dientes.

—Sabes que antes de convertirte en esto, eras una bruja Azura, éramos compañeras de Nerta...

—Siempre te tuve envidia Karis, sabía que el puesto de directora era tuyo, siempre lo supe, pero no tenías idea, ya que en ese tiempo la directora era tu madre, pero el consejo dijo que saliera un sorteo que consideran que era injusto que una de las fundadoras ascendiera tan pronto... pero también sabía que venías de un legado bastante fuerte por el apellido... ¿cómo decirlo? Eras la predilecta y favorita de Dayana, tu madre, pero ¿Qué crees? Sabotee el sorteo colocando mi nombre en él, yo merecía ese puesto y lo conseguí, tuve que asesinar a más de alguno pero, lo hice. —Sonrió con malicia.

—Me lo ocultaste todo este tiempo, ¿solo por la envidia que me tenías? ¡Dime Azura que más hiciste! ¡Donde está mi madre! Tu sabes donde es.... —Pero Maltheous no le dio el tiempo a que mi madre siguiera.

—¿La vieja de Dayana? No lo sé querida, sabes que ella desapareció nadie sabe su paradero —ella hizo un gesto con sus hombros y volvió a reir—. Pero hice muchas cosas de las cuales estoy orgullosa, de no ser porque después te diste cuenta al tiempo después, si te hubieras quedado con el estúpido humano de Jacob. Todo hubiera resultado de acuerdo a mi plan.

—¿Tu hiciste que...me enamorara del padre de Beka? ¿Hiciste también que bebiera un brebaje para que las probabilidades de que mi hija no fuera bruja fueran nulas? ¿Tanta envidia me tenías?, pero aun así sabías que mi apellido es bastante fuerte como para que saliera casi humana, ¿pero qué crees? es una bruja sangre pura. ¡Azura, mi hija lo es!

—Si. Te tengo envidia por todo lo que tienes, por ese enorme legado que no debía corresponderte, por que eras una hija de unas de las fundadoras, quería todo lo que tu poseías y casi lo lograba pero, aun así te entrometiste en mi camino nuevamente, amaba a un hombre pero, nuevamente él no me correspondía.

—¿Te refieres a Dimitri? —Dijo mi madre, arqueando una ceja, por la incredulidad que tenía en su rostro, mi madre estaba atando todos los cabos sueltos. Puse mayor atención a lo que decían.

—Todo hubiera sido perfecto si no estuvieras Karis pero te eligió a ti una y mil veces. ¡No puedo dejarte con vida ni siquiera a Zacary!, morirán aquí y ahora. ¡Me las pagaras maldita perra! —Grito furiosa, viendo que le salían lágrimas de un color negro, se sentía la rabia e impotencia en sus palabras, ella volvió a hacer otro ataque.

En ese momento, me entró una enorme rabia con todo lo que estaba oyendo, quería entrar pero una mano me detuvo, era Elliot que me decía con la mirada que todavía no, y al percatarme ese ataque había desaparecido, ese ataque iba para mi madre en especial aunque me sorprendí de que mi madre y Zacary ya no se encontraban allí, miré hacía donde podrían haber ido, entrecerré mis ojos, y quien los salvó fue Dimitri que estaban a unos metros sanos y a salvo.

—¡Agh! ¡Porque no los puedo matar! Maldito seas DIMITRI! —Grito otra vez Maltehous, ya que se notaba lo impaciente que se estaba colocando al fallar en sus ataques.

—Es nuestro turno —Susurre a mis amigos.

Ellos asintieron mientras que yo salía del escondite de donde nos encontrábamos.

—Bienvenida Beka, sabía que vendrías, pero como siempre, arruinas todo lo que quiero, al igual que tu madre... —Dijo comenzando a caminar mientras hablaba—. no, tu madre no es la culpable, eres tu...¡tu... nunca debiste nacer! —Me dijo comenzándose a alterar otra vez— y luego dijo.

—¡Todo es tu culpa! ¡Mi plan hubiera resultado perfecto! —Grito furiosa.

—¿De qué está hablando? —Dije sin entenderle.

—Sobre tu curiosidad, Beka, desde que llegaste, para mi eres un problema. Eres un dolor de cabeza. Ahora sabrás lo que soy capaz.

—Eso lo veremos. —Dije bastante segura.

Ella ataco primero, lo esquive bastante rápido pero esa esfera de energía iba hacia mí y me había golpeado solo un poco, ya que el que recibió todo el golpe fue mi propia estatua de hielo que había creado rápidamente, la estatua había recibido todo el golpe, y yo me encontraba ilesa.

—Interesante... —Mencionó Maltheous—. pero, ¡podrás con esto! —Grito apareciendo enredaderas que hicieron un monstruo.

Esquive el ataque del monstruo, pero no vi venir otro ataque que me hizo volar haciendo que me estrellara con el castillo de Nerta. Una estructura cedió, pero utilice mis poderes para que no me cayera la gran estructura en mi cabeza, de manera ágil y rápida hice varios movimientos con mis manos, eran sutiles pero certeros, algunos le daban a Maltheous mientras mantenía el pedazo de estructura sobre mí, observaba que Azura los evadía con una velocidad impresionante, luego deje los escombros a un lado, pero no lo vi venir. Lo que iba a ocurrir me tomó por sorpresa aquel monstruo creado por ella, él me había tomado, me inmovilzó por completa de pies y manos no podía hacer nada, ni siquiera un conjuro con mi mente, debido a la presión que estaba ejerciendo aquel monstruo, era tanto que di un grito de dolor, sabía que me llevaría hacia Maltheous.

Hasta que vi que el poder del hielo iba directo hacia los tentáculos del monstruo cortando uno de sus brazos, el monstruo chillo de dolor y me soltó, di una pirueta hacia atrás y había aparecido Ilana.

—Beka no está sola, Maltheous. —Comentó Ilana, ayudándome a levantarme.

—Que bien, la niñita tímida...—Indicó Maltheous, aplaudiendo ante aquel espectáculo que estaba observando.

El monstruo iba a atacar otra vez cuando sentimos un temblor, sabía que era Libby quien hizo una prisión de rocas al monstruo y de paso electrocutándolo, de los ojos a mi amiga salían chispazos y sus ojos blancos, parecía como el personaje de X-men; tormenta.

Libby volvió atacar y el monstruo explotó haciendo que sus restos se esparramaran y llegaran hacia Maltheous decorándola con un lindo tono vomito.

—¡Son unas insolentes! —Maldijo haciendo que retumbara todo el castillo y sus alrededores.

—Maltheous ese lindo color te queda muy bien. —Decía Libby riéndose, ante el enojo de la mujer.

Con toda su furia ataco a Libby pero ella lo esquivó rápidamente y da un contra ataque haciendo que se estrechara con las ramas de los árboles, sabía que en cualquier momento podría atacar solo necesitábamos mostrar nuestro az bajo la manga.

—Ganamos un poco de tiempo. —Dije mirando hacia donde había caído.

Espere unos minutos mirando hacia donde se suponía que estaba, entrecerré mis ojos cuando la visualice.

—¡Ahora Chicos! —Grité.

Elliot y Luke se habían transformado a través de Sýntixi, agarraron a Maltehous, ella se quedó mirando atónita a lo que veía.

—Esos guardianes... los conozco ¡No me encerraran otra vez! —Gritaba.

—¿Qué le pasa? ¿Se volvió loquita por unos momentos? —Decía Ilana mirando la escena.

—No... más bien está viendo recuerdos, pero... ¿guardianes? —Mencioné arqueando una ceja, estaba confundida de lo que Maltheous estaba gritando; estaba delirando.

—A lo mejor es una distracción... —Decía Ilana mirándola también.

—¡Chicos resistan es una distracción! —Grito Libby—. Bueno iré a ayudar. ¡Que la captura comience!— Decía llamando a sus compañeros para transformarse.

Cuando Libby entro a ayudar el campo de fuerza que había atrapado a Maltheous se hizo más fuerte con la entrada de Libby, los golpes que daba eran en vano se hacía más daño, incluso era tanto la insistencia que no se dio cuenta que sus ojos estaban perdiendo el color esmeralda, por unos verdes sin color, me daba la sensación que se estaba quedando ciega.

Era el turno de Ilana para transformarse, lo hizo de manera rápida y fue hasta los chicos, ya que poco a poco el círculo se estaba completando, con los cuatro elementos: fuego, agua, aire, y tierra incluso faltaban más elementos luz y oscuridad.

Di un suspiro, estaba ansiosa no podía fallar, todos confiaban en mí, levanté mi vista, Elliot me miraba y me transmitía una seguridad diciéndome: «Hazlo tú puedes». Sonreí otra vez, y visualicé en donde se encontraban Karan con Eragón, para llamarlos y transformarme.

Pero, algo había ocurrido, alguien de los brujos había golpeado a Karan mandándolo un poco lejos y había tomado a Eragón del cuello, mi dragón gemía y Karan estaba un poco herido, de igual forma observé que rápidamente iba hacia April soltando un gran bufido.

—¡Eragón! ¡No! ¡Suéltalo April!. —Grité bastante enojada yendo hacía ella.

—Parece que tus planes Beka, fallarán, deja que te consuma el poder de Azura—Mencionaba ella, pero al verla se notaba que parte de ella se estaba contaminando.

—¡Eres una maldita!. —Grite mientras con un movimiento rápido le di un golpe certero.

Ese golpe fue en su estómago haciendo que soltara a Eragón y quedara unos segundos sin aire.

Rápidamente actué para poder sacarle aquella cosa que si no lo hacía, terminaría contaminada. Y aunque era mi enemiga debía salvarla. Al hacerlo, April había echado su cabeza hacía atrás abrió su boca y había salido aquella cosa negra, y la destruí de manera efectiva haciendo que se rompiera en pedazos.

Ella me miro confundida y luego no dijo nada más, se quedó allí.

—Si no recuerdas, te refresco la memoria April, casí matas a mi dragón y te salvé la vida. Con un gracias basta. —Dije de manera burlona.

Luego me acerqué hasta Karan lo curé rápidamente al igual que Eragón, dije la palabra en mi mente y me fusioné con ellos. April estaba anonadada al verme, y poco a poco miré que algunos brujos, que estaban escondidos se asomaban llevando caras de asombro e impacto por lo que estaban acabando de ver y de contemplar aquella fusión que hice hace unos segundos atrás, también miraron a mis amigos que estaban de la misma forma que yo, y comenzaron a darnos ánimos de que podíamos derrotarla.

Cuando por fin pude calmarme de la rabia que sentía por April realmente se merecía mucho más, pero al menos que tenga el remordimiento de que casi destruía nuestro plan, una vez que me calmaba y de sentir que Karan y Eragón estaban bien y tranquilos, fui hasta donde se encontraban mis amigos para completar el circulo, una vez que ingresé en él, una gran ráfaga de energía hizo que temblara de pies a cabeza, incluso haciendo que comenzaran a salir símbolos en mi espalda, pies, manos y hombros, haciendo que se resaltara el tatuaje que llevamos de brujos, esos nuevos símbolos quemaban y ardían como un demonio, es como si te estuvieran pasando el hierro fundido en tu piel, pero debíamos soportar, no quería que nuestro hogar fuera destruido.

Seguíamos aprisionando a Maltheous quien gritaba una y otra vez que la soltaran aquellos guardianes, luego repetía palabras en un idioma bastante extraño.

Hasta que una voz femenina me llamaba, era una voz que para mis oídos era conocida.

«Nerta»—Pensé.

De inmediato apareció una silueta de una mujer muy hermosa, con un vestido muy prudente pero elegante, con unas mangas muy largas, llevaba una corona de flores, además de su cabeza se veía aspas de siervo, era una mujer muy hermosa...

«Soy yo, mi pequeña hija, no es suficiente deben encerrarla con todo el poder que tienen, ser uno solo... Y luego repetir fylakí»

Luego de repetir las instrucciones, Nerta había desaparecido.

—Fylaki... —Susurre.

Esa palabra, se me vino a la mente, pero en donde lo había escuchado. Me quede quieta unos momentos. Lo cual hizo que Maltheous, aprovechara y se levantara yendo hasta a mí, se acercó a centímetros de mí, pude ver su cara demacrada y sus ojos esmeralda ya no tenían brillo alguno, poco a poco se estaba apagando.

—Nunca me encerraran. —Gimoteaba del dolor y escupía las palabras con un odio indescriptible.

—Mientras hayan brujos para detener la oscuridad Maltheous, entonces sí. ¡Te veré en una estatua!. —Grite con todas mis fuerzas, mientras que mis amigos también lo hacían. Era un grito que se estaba sincronizando y recordé las palabras.

Gritamos al unísono.

—*Fylaki.

Una gran luz inundó mis ojos que incluso iluminó y se extendió hasta el árbol donde se encontraba Nerta, haciendo que el campo de fuerza que nos protegía se viera tan solo unos segundos.

Cuando dejo de emitirse esa luz, observábamos que Maltheous se había convertido en una estatua en forma cuadrada con una expresión de agonía, los cinco nos reunimos para apreciar la estatua que tenía atrapada a Maltheous y dejamos de fusionarnos con nuestros compañeros quienes los pegasos estaban detrás de nosotros y nuestros dragones se posaban en nuestros hombros.

—Se ve mejor así— Dije riéndome.

—Es verdad, Beka. —Mencionó Luke riéndose.

Ilana y Libby comenzaron a reírse.

—Nunca me agradó —Comentó Libby haciendo una expresión de asco.

Poco a poco comenzamos a escuchar a la gente que llegaba hacia donde nos encontramos, nos rodearon, abrazaron y nos felicitaron por la reciente batalla que habíamos dado, entre ellos se encontraba mi madre, Dimitri y Zacary, además de April quien se mostraba arrepentida por lo que hizo hace unos momentos, aunque nos miraban todos un tanto curiosos puesto que teníamos más tatuajes que el resto de las personas, incluso estaban más sorprendidos que por los dragones que por los tatuajes.

—¿Sin resentimientos Beka? —Contestó ella, muy arrepentida.

—Sin resentimientos April. —Contesté.

—Creo que ya aprendieron la Lección. —Dijo acercándose Zacary, quien se sujetaba su brazo que estaba un poco herido.

—Veo que has crecido mucho mi niña. —Decía mi madre.

—¡¿Mamá!? ¡Creí que te habían matado, pensé lo peor!—Grite, corrí hacía ella, mientras que sujetaba a Eragón y luego la abracé.

—Calma, mi cielo, no sucedió nada, además. —Agrego—. ¡Es una cosita muy tierna! —me dijo refiriendo a Eragón quien, había dejado tocar ya que había soltado un gruñido feliz—. Debo agradecer a Dimitri y Zacary, ya que actuaron a tiempo. —sonrió ella, mirando a ambos hombres, pero en especial observaba que mi madre miraba a Dimitri.

Sabía que estaba ahora con un mejor hombre; con Dimitri.

—Cuídala mucho ¿eh? —Miré a Dimitri, entrecerrando mis ojos.

Dimitri asintió feliz tomándole la mano a mi madre.

—Bek, Dimitri es un buen hombre. —Decía Elliot con una sonrisa—. Además. Nosotros tenemos un tema pendiente...—Inquirió mientras se acercaba lentamente.

Dejamos a nuestros dragones en el suelo, mientras ambos miraban a su alrededor.

—¿Tema pendiente? No tenemos un tema pendiente. —Exclamé riéndome, posando unos de mis brazos en su hombro.

Me acaricio lentamente el cabello, luego acaricio mi rostro con la yema de sus dedos, siguió la línea de nuestros nuevos tatuajes, con un movimiento seguro, me agarró de la cintura y me tiró hacía atrás de manera lenta.

—¿Ah sí? —Arqueo una ceja—. ¿No sabes el tema pendiente? Bueno el tema pendiente es... que Beka Roberts

»Sabía que el destino, era estar junto a ti, porque desde que te vi por primera vez, supe qué eras para mí «

Junto sus labios contra los míos en un hermoso beso, lentamente me pegue a él, solo podía sentir el dulce sabor a menta que tenía me hizo recordar ambos días; aquel beso dado en las aguas de Nix con el suceso de la manzana y ese día de máscaras, sumando más aquella confesión tan hermosa por parte de el, en mi mente gritaba de la felicidad.

Nos separamos lentamente mirándonos un poco incrédulos, y escuchamos también aplausos, hasta pude escuchar la pequeña conversación de Ilana y Luke.

—Así que eras tú quién me salvo aquella vez en la secundaria Luke. —Mencionaba Ilana.

—¡Así es! Ese malnacido, te golpeó bastante, ¡no dejaría que se saliera con la suya! —Masculló entre dientes.

Ilana sonrió acariciando su rostro y lentamente se acercó a él dándole un beso muy tierno.

Mientras que con Elliot seguíamos anonadados mirándonos entre sí luego exclamamos.

—¡Eras tú! —Dijimos al unísono.

—Te bese en la fiesta de máscaras. —Mencionó emocionado Elliot.

—¡Y yo también te bese! bueno fue el segundo beso...—Exclamé sorprendida y a la vez emocionada como él, dejando ver un tono carmín en mis mejillas.

—Esperen ¿como que segundo beso?—Arqueo una ceja Libby.

—Queremos oír la versión. —Comentó Luke riéndose.

Ambos nos quedamos callados, luego nos dimos una sonrisa cómplice.

Luego de manera instintiva abrace a Elliot y miré a toda la gente a mí alrededor, feliz por haber derrotado a Maltheous, aunque casi todos la conocían como Azura, felices por mi noviazgo, y veía a mis amigos quienes me sonreían que lo habíamos logrado.

Aunque sé que existen más secretos de los que me imaginé, sabía que Maltheous cuando gritaba no estaba delirando, tampoco era ningún truco de ella, ¿Quiénes eran esos guardianes? ¿Existieron realmente? No lo sé, pero sé que un día de estos los averiguaré, y sé que no lo haré sola. Lo haré con compañía de mi ahora novio y de la mejor compañía; mis amigos.

Que día increíble, derrote a un ser maligno que era mi directora, que quiso apoderarse de todo. Pero se lo impedí.

Ahora me encuentro muy feliz, estoy en una etapa en donde soy bruja, donde encontré novio, donde hice mejores amigos en los que sí podía confiar y no me iban a traicionar, aunque me encontraba un poco triste por los hermanos brujos que no corrieron con la misma suerte, pero también comprendí algo importante que los secretos solo te llevaban a un mal camino, uno sin retorno, pero tú eres el que decide si ese secreto lo direccionas para el lado bueno o malo. ¿Y mi decisión? Pues decidí llevarlo por el buen camino. 


*Reeditado: 02.11.21


¿Que te ha parecido? te leo en los comentarios. Me hace mucha ilusión leerte

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