🔮 Capítulo 33.


Mis pasos eran rápidos pero a la vez delicados, me movía al compás de la música instrumental cuidando de no tropezarme, provocando que mi vestido se alzara y bailara, no sabía si aquel misterioso chico me perseguía aún, pero luego de unos minutos dejé de hacerlo ya que un sonido proveniente de una copa que tintineaba tres veces con un cubierto hizo captar mi atención, haciendo que la música parara y la conversación de la gente se silenciara abruptamente.

—¡Atención a todos! —Vociferó de manera delicada la mujer.

La voz de Azura no era la misma, era obvio, ya que mantenía su máscara en su rostro, y que decir también la otra mujer que no tenía la necesidad de adivinar quién era, ya sabía que es lo que sucedería después.

—Quiero felicitar a esta grandiosa chica, que está a mi lado —Dijo entre risas—. por motivos de la fiesta no revelare su identidad, tampoco la mía pero ya se están imaginando quien es su anfitriona que está presentando.

Maldita April, llevándose todo el crédito, la muy perra.

Luego la mujer agrego.

—Le ha quedado muy lindo cada detalle, ha dedicado su tiempo...

«¡Eso es mentira! Yo lo hice con mis amigos.... Cada esfuerzo que hemos puesto y que hemos avanzado en nuestros hechizos...»

Ella es la única persona que sin ayuda de nadie pudo hacer esto posible...

«¡No! Ella no hizo nada, para».

Sentí que más allá de donde me encontraba, otra persona se sentía de igual forma, seguí mis instintos buscando con la mirada y encontrarme con esa persona resultaba ser Libby.

—La persona que hizo posible es nuestra querida April Connover...

«¡Para!»

Cerré mi puño, no sé si fue esa emoción de rabia mezclado con la injusticia en ese momento, pero lo que ocurrió después todo el mundo lo presenció.

Sin que nadie se diera cuenta había adquirido otro poder uno en la cual era una especie de neblina negra que rápidamente se hacía invisible y se escabullía con rapidez sin tocar a ninguno de los presentes yendo hacia un solo objetivo: April.

La neblina le saco la máscara y cubrió todo su cuerpo haciendo que la tomara presa, por ultimo dio movimientos bastante graciosos ella gritaba ya que no tenía control de sí misma, haciendo que las decoraciones rojas desaparecieran y estuvieran las que habíamos colocado nosotros, como siempre debió estar. Por ultimo atrás de donde se encontraba Azura, atrás de ella se encontraba una enorme fuente, la cual mi poder, hizo que April se tropezase y cayera al agua. Todo el mundo comenzó a reírse ante ese espectáculo.

«Se metieron con la chica equivocada»

«Así se habla Bek» —Escuché la mente de Libby en mi cabeza.

Escuché una voz de una chica, sabia de quien se trataba por lo que solo di una ligera sonrisa para escuchar la voz de Azura.

—Tranquilos eh... tuvimos un pequeño percance pero sigan con la fiesta —Mencionaba ella mientras se iba de la fiesta junto con April ayudándola.

Poco a poco las conversaciones volvieron, la música se hizo presente mientras seguía caminado para ir a beber un trago especial que se hacía en Nerta para épocas festivas, al probarlo era un trago suave y espumoso, bastante agradable para mi primera vez, me quede unos minutos parada en la barra de los tragos observando desde allí, como algunos se reían, incluso ya se encontraban algunas parejas que se habían formado en la pista de baile.

Todo el mundo se divertía en esta fiesta, y también sabía que estaba todo el campus aquí, se preguntaran ¿Cómo caerían todos en el auditorio para los festejos? Sencillo, con un hechizo en el auditorio que fuera más espacioso, sé que suena bastante sencillo pero no lo es, se necesitaba bastante magia para que todo el mundo estuviera aquí y eso me alegraba muchísimo al conocer a todos los alumnos y brujos de Nerta y poder ver que se divertían un montón. Me dirigí a algunas de las mesas que estaban al fondo para poder sentarme, ya que podía deducir que tanto como Ilana y Libby estarían conversando o bailando con alguno de los chicos, mientras que yo había perdido al chico misterioso.

Estaba dispuesta a irme hacia las sillas para sentarme cuando alguien me agarra de la cintura una vez más y me da una vuelta delicadamente, era el, ese chico que solo podía observar esos ojos que los había visto en algún lado.

Me tomó de la cintura fuertemente sin dejar que escapara ni un centímetro de su lado, poco a poco entramos a la pista, me tomó con una de sus manos.

«Te encontré, gatita escurridiza»—Mencionó el chico misterioso.

«Me encontraste, Felicidades» —Pensé y le dedique una sonrisa juguetona.

—Me parece que nos conocemos... —Finalmente hablo el chico enmascarado.

—Puede que lo sea... o tal vez no —Dije con una sonrisa coqueta.

—Buen punto, pero ahora que somos unos completos desconocidos, ¿porque... no...? disfrutar el momento. —Me guiñó el ojo, observándome de pies a cabeza, mordiendo su labio inferior.

—Me parece. Estaría encantada de aceptar su oferta mi perfecto desconocido—Dije con una leve sonrisa.

—Me hace muy feliz escuchar esas palabras, hermosa dama desconocida. —Me dijo depositando un suave beso en mi mano derecha.

El chico misterioso y yo ingresamos a la pista de baile, a medida que pasaba el tiempo miraba con detenimiento sus ojos, luego el baile poco a poco se tornó un poco candente con aquel chico, podía sentir que estaba muy apegada a su cuerpo, y mientras lo estaba deduje que hacia ejercicio, su cuerpo se encontraba tonificado, debido a que el traje estaba ajustado y le hacía verse sexy ¡Joder!.

La vestimenta que llevaba puesta me gustaba muchísimo, era ver a un duque de la nobleza o algo así, era como de esos cuentos de hadas donde la princesa bailaba con su príncipe azul, pero este príncipe era un completo desconocido para mí, pero había un aire que me atraía, lo único que nos separaba era nuestras máscaras. Este chico tenía una mirada hipnotizante, no hablamos, solo nos miramos y de tantas miradas que nos dimos se mordió su labio inferior, como intentando provocar y de algún modo coquetear conmigo, de cierta forma estaba dando buenos resultados, no negaría que esos dotes seductores de aquel joven estaban provocando para mi persona pequeños nerviosismos que estaban surtiendo efecto. (y mucho) sintiendo leves calores, diría con un ligero rubor, excitación,  con aquel guapo y misterioso conde.

Quería saber su nombre.

No sé cómo había sucedido, solo ocurrió, nuestras miradas se conectaron en un instante y no pude evitar lo que pasó (o tal vez sí) pero no quería dejar pasar esta oportunidad de estar con esta persona, poco a poco la distancia entre nosotros se hizo corta nuestras respiraciones se sincronizaban, podía sentir su aliento chocar contra mis labios, un cosquilleo hizo que riera un poco, pero no me separé, quería besar esos dulces labios que me provocaban y me llamaban por una extraña razón, poco a poco junté mis labios con los del desconocido chico.

Experimentaba un beso de esos que te dejaban sin aliento, aunque sentía un poco de nerviosismo y un poco de torpedad (está bien, era mi segundo beso, ya que el primero fue con Elliot, como olvidar ese beso que aunque no negaría que fue exquisito) pero en ese momento me sentía torpe, y recordaba un anécdota: (había practicado en el espejo del baño de mi casa y con globos) No quería parecer inexperta ante eso, ¿como serias inexperta Beka si te besaste en las aguas de Nix con Elliot Barlow un brujo popular? eres una tonta por pensar en cosas así mientras estas besando a un desconocido.

Aunque para ser sincera conmigo misma los labios de aquel conde, me recordaban a Elliot y así en un abrir y cerrar de ojos recordé el beso en las aguas de Nix y la seguridad volvió hacia a mí. Mostrando una imagen hacia el resto que denotaba seguridad y experta, aunque no lo fuera.

Este fue mi segundo beso ¡por dios!

Era un beso fabuloso, de esos que poco a poco querías más de ese néctar insaciable y de ser adicto y dueña de esos labios, se sentía espectacular, no quería separarme de aquel guapo conde, hasta que escuché el sonido del enorme reloj que daban las 12:00 de la noche, me separé de el de manera brusca.

—Perdona, debo irme —Exclamé con una voz apenada.

—Pero... quiero saber quién eres, por favor no te vayas...

—Lo siento, ¿Es parte del misterio, no?

—Pero como... sabré...

No le di tiempo de hablar al extraño, solo me dirigía a la dirección de la enorme puerta para abrirla y irme. Parecía a aquella chica esa protagonista que la apodaron Cenicienta, me encontraba corriendo ya que toda la magia poco a poco comenzaba a desaparecer y los demás también abandonaban el lugar.

Al parecer todos quedaríamos con una pisca de misterio con quien habíamos conversado, pero lo mejor de toda la fiesta...

Fue ese segundo beso que me había dado y tan rico e exquisito con aquel misterioso conde. 




*Reeditado: 30.10.21

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top