🔮 Capítulo 30.
Después de organizar la fiesta y que quedara todo listo, ya que se realizaría el domingo. Me había sacado un peso de encima y me sentía aliviada. Todo marchaba muy bien gracias a la ayuda de mis amigos.
Dejamos todo cerrado y sellado junto con un hechizo que tanto como Elliot y Luke habían hecho, ya que cualquier persona a simple vista vería el salón de eventos sin ninguna decoración y vacío, debido al hechizo que colocaron los chicos.
Antes de irnos les di las gracias por la ayuda que me habían atendido, en especial a Elliot y les recordé a todos que el viernes nos juntaríamos en las direcciones que indicaban el camino para Asvak y Alsvid, Ilana y Libby se habían ido junto con Luke, no sabía a donde se dirigían, cuando Ilana estuviera en nuestra habitación más tarde le preguntaría. Me iba a dirigir a mi habitación junto con Eragón, usando mi poder de invisibilidad en él.
—Beka
—¿Sí?
—¿Tienes algo que hacer?
—No, ¿Por qué?
—¿Quieres tomarte un café conmigo?
Quedé perpleja a lo que me estaba diciendo, fue una pregunta bastante directa a mi parecer, tardé unos minutos en asimilarlo, el me miraba ¿con una cara de esperanza? No quería demostrar y sonar tan desesperada y decirle un si como una de esas chicas del club de Elliot. Me Tranquilicé mentalmente para observarlo a los ojos.
—Si —«Rayos» —me dije a mi misma al haber afirmado que iría a tomar algo con Elliot, mi mente no debía maquinar más de la cuenta, quizás solo me veía como una simple amiga nada más.
—De acuerdo, me alegro mucho Bek. ¿Sabes? Aunque todo el mundo crea que soy popular, no lo soy, todo el mundo piensa que como me encuentro en tercer año y que me manejo muy bien en los hechizos, pero, la verdad no es así, April ha cotilleado aquello debido a que una vez detuve a uno de los perseguidores cuando se infiltró en Nerta cuando iba en segundo año, luche contra ese perseguidor, ya que había herido a uno de los maestros; a Dimitri y desde entonces he ganado la fama de ser popular y como Luke también se maneja en cuanto a hechizos curativos y contrataques más nos ganamos la fama, pero nunca me consideré como popular—Mencionó negando con la cabeza.
—Comprendo, a veces los rumores pueden convertirte en lo mejor o peor de la persona—Le dije mientras caminábamos por los jardines de afuera para entrar por la puerta trasera de la cafetería.
Lo seguí dando pasos lentos, observando su perfil de espaldas, tenía un buen trasero y una espalda ancha, pero sabía que en el fondo que era un muchacho de buen corazón, a medida que observaba habían muy pocas personas en el recinto por lo que me relajaba un poco, nos acercamos a las mesas que estaban apartadas y daban hacia la hermosa decoración dentro de la cafetería, con su dedo índice había dado algunos giros en el aire, observando que aparecía un cartel con letras doradas de «reservado» al estilo de Elliot Barlow, y lo que más me sorprendió que apareció un pequeño ser y que al parecer estaba hecho de luz, pero su cabeza no tenía fin, era de humo.
—Tranquila, él protegerá aquella mesa si se acercan—Mencionó Elliot con una gran sonrisa, caminó hacia la zona de los cafés, ya que, la cafetería era de autoservicio.
Aunque lo que me preocupaba era que todavía teníamos los dragones en el estado de invisibilidad y como si Elliot leyera mi rostro, no puedo decir mente ya tenía bloqueado mis pensamientos, sabía muy bien que puede entrar a mis pensamientos pero como él me dijo una vez no sería capaz y era respeto, (al decir verdad era un respeto mutuo, tampoco entraba en los pensamientos de Elliot), y volver a recordar las palabras que utilizó Elliot la primera vez de no husmear en los pensamientos ajenos, me tranquilizó.
Me volvió a mirarme ya que estaba sumida en mis pensamientos, lo que acabo de hacer me dejo anonadada, había hecho un portal en dos direcciones, una indicaba hacía mi habitación y la otra a la habitación de Elliot con el estado de invisibilidad ¿Cómo los veía? Bastante fácil, solo nosotros podíamos verlo, el resto de gente miraría que estaríamos jugando con nuestras manos, la gente estaba trascurriendo por la cafetería yéndose a diferentes direcciones, ya que algunos habían terminado sus clases y lo único que querían era una buena comida, o una taza de té o café. Rápidamente introdujo a los dragones en aquel portal cerrándose instantáneamente, di un suspiro más aliviada al ver a Eragón a salvo en mi habitación.
Elliot había elegido la opción de capuchino junto con un muffin, observé de reojo nuestra mesa vigilada por ese pequeño ser, cuando unos chicos se acercaron, ese pequeño se trasformó por un monstruo horripilante asustando a los chicos que querían sentarse, provocando que estos corrieran y salieran arrancando haciendo que el pequeño volviera a su tamaño original, me reí para mis adentros, volví a mirar a Elliot que le echaba azúcar a su café por lo que fue mi turno de elegir, había tantas opciones de cafés que opté por mi favorito el capuchino de vainilla junto con un muffin con pepitas de chocolate, luego le eché endulzante a mi cafe una vez que estuvo listo.
Me dio una aprobación con la mirada de la opción que había escogido por lo que caminamos hasta nuestra mesa reservada, sin darme cuenta que estaba llamando la atención de algunos estudiantes y escuché algunos murmullos de: «serán pareja» o algunos como «Elliot ya tiene dueña, rayos», yo negaba en mi mente por aquellos comentarios, eran erróneos. Llegué hasta el asiento y observé que el ser todavía estaba allí de no ser porque Elliot le agradeció, le dio un pedazo de su muffin, este pequeño se lo comió y luego desapareció no si antes de hacer una acrobacia y se marchó.
—¿Cómo se llama?
—Se llaman Monutök, son seres protectores, seres espirituales que vienen de la data muy antigua, fueron creados por los fundadores, aunque por desgracia esa magia se está perdiendo... —Dijo con un suspiro para darle un sorbo a su café.
—Me imagino, pero ¿Sabes Elliot,? quiero que me enseñes. Quiero aprender.
Elliot me miro y sonrió de esas sonrisas que me producían que me derritiera ahí mismo, debía agradecer mi autocontrol, por dentro daba gritos internos.
—Con gusto te enseñaré Bek —Canturreó Elliot.
Viernes, 12:00 del día.
Salí de clases de pociones con un enorme suspiro, no podía creer que habían demasiados nombres para un estilo de poción, a Libby le parecía un fastidio, se había sentido mareada y lo único que hacia durante la clase era decirme con su rostro «por favor mátame», en cambio Ilana estaba fascinada y anotaba todo lo que el maestro dictaba, sería la erudita de la clase.
—Menos mal que el maestro Rainddin, acabo su clase, por dios, la única que parecía fascinada era Ilana. —Comentó Libby.
—Ni que lo digas, ella será la alumna estrella. —Dije entre risas.
—Chicas, no sean crueles conmigo, he descubierto mi vocación, además si están tan urgidas en el examen yo les puedo ayudar.
—Claro, debes ayudarnos sobre todo a tu compañera de cuarto, ¿Verdad Ilana?
—Claro que s... ¡oye! ¿Y qué hay de Libby, no cambia el hecho de que este al lado de nuestro dormitorio o sí?
—Pues claro, amor; no podrán estudiar sin mi o ¿sí? —Decía chasqueando sus dedos y moviendo su cabeza al mismo tiempo que tronaba sus dedos saliendo chispa de ellos.
Recorrimos los pasillos como cualquier estudiante que había terminado sus horas de clase, cerciorarnos que los malditos casilleros no jugaran y se movieran, porque sería un caos. Algunos chicos corrían, otros se hacían bromas con hechizos, a una pobre chica le habían hecho la broma de tener una planta en su cabello, le había crecido con muchas ramas y hojas haciendo que su cabello fuera un poco voluptuoso y un poco chistoso, la chica se rio y hizo otro hechizo al chico que le había jugueteado la broma, riéndose ambos a la vez, moví mi cabeza, aquí en Nerta nadie se preocupaba por las bromas, todo era paz y tranquilidad.
A medida que transcurríamos por los pasillos y salíamos a las afueras del campus, pasamos por un camino de flores hasta visualizar a dos chicos parados en los caminos de Avak y Alsvid, eran nada menos que Luke y Elliot.
—Menos mal que han llegado, ya me estaba durmiendo parado—Exclamó Luke riéndose.
—No puedo creer que estamos yendo en contra de las reglas —Decía Ilana un poco ansiosa por lo que estaban a punto de hacer.
—A este paso, nos podrán descubrir. —Mencionó en voz alta —Ilana.—Me voltee hacia ella.
—¿Si?
—¿Te acuerdas que utilizaste tu runa de viajera cuando estuvimos en el lago de nix?
Ella asiente, luego abre su boca y exclama.
— ¡Tienes razón Beka! Puedo hacerlo una vez más—sonrió.
De repente volví a recordar la escena donde Luke y ella nos encontraron en el estanque con Elliot semidesnudos, luego recordé que era una pésima idea, pero Ilana nos repetía a todos que nos agarráramos cada parte de su cuerpo, ella se concentró para repetir unas palabras que solo ella podía. La única que no sabía era Libby.
—Pero... ¿lo has hecho antes? —Dijo de repente Libby.
—S... —No alcancé a decir la respuesta afirmativa cuando una enorme descarga me invadió de la cabeza hacia los pies, y sentía que todo mi cuerpo se estiraba como un enorme chicle, esa era la sensación que sentía en ese momento, (era horrible) cuando aquella sensación terminó, sentí que una enorme ráfaga de viento me separaba de Ilana haciendo que cayera hacia una rama de un árbol.
Poco a poco me levanté con cuidado, mi cabeza daba vueltas y mi cabello era un desastre, me intenté concentrar en otra silueta familiar y me di cuenta que se trataba de Libby, en otro árbol se encontraba Elliot amortiguado por las ramas, en un estanque se encontraba Luke y en sus piernas, cargando todo el peso se encontraba Ilana cabizbaja en el césped.
—Ilana tiene un enorme poder oculto. —Mencionó Libby levantándose como pudo.
—Así es, pero debe de aprender a usar el viaje adecuadamente. —Decía Elliot saliendo de las ramas del árbol de un salto.
—Vaya, sigo diciendo que es un enorme poder, ¡Me impresionas Ilana! —Exclamaba Luke levantándose del estanque, para ir hacia donde ella.
—Me preocupa. —Dije saltando y aterrizando en el césped, para ir con ella, ya que ella no se movía.
Cuando todos nos acercamos Ilana hizo una especie de movimiento hacia atrás arqueando su espalda como si su alma había vuelto abruptamente, todos estábamos preocupados.
—¿Que pasó? —Preguntó Ilana un poco desorientada.
—Nos llevaste con tu poder nuevamente y debo decir que es asombroso aunque la primera vez vomite —Mencionó Luke emocionado y luego preocupado recordando aquella vez—. pero caímos en diferentes direcciones esta vez.
—Debes de practicar el viaje adecuadamente —Concluyó Elliot con una sonrisa.
—Saben, ahora que lo recuerdo, jamás he estado por aquí —Dije inspeccionando el lugar, a Eragón lo encontré al principio de Alsvid, pero aquí es diferente...
—Oigan chicos... —Murmuro Libby ya que se había alejado, estando oculta en uno de los enormes arbustos decorado por hermosos matices de flores de colores.
—¿Que encontraste Libby? —Pregunté.
—Véanlo por ustedes mismos.
Todos nos acercamos, asomamos nuestras cabezas y lo que encontramos me dejo sin palabras, allí en ese lugar se encontraba lleno de dragones. Toda una ciudad de diferentes razas de dragones, algunos pequeños, otros muy grandes que compartían el inmenso perímetro, algunos dragones estaban en unas enormes rocas, todos y cada uno ignoraban nuestra presencia por lo que era más fácil de admirarlos.
Aunque nos causó extrañeza que algunos huevos no estuvieran con otros dragones y estuvieran abandonados, al parecer los que: no eran de su propia especie no los criaban, por lo que dejaban que murieran y eso me causó una enorme tristeza, no me percaté que tanto como Luke, Ilana y Libby se escabullían entre los dragones por los huevos, observé que tanto como ellos se iban en diferentes direcciones, Ilana quería rescatar al huevo de color celeste muy claro rodeado por escamas y con tonalidades azules, Libby había ido por otro de color amarillo casi al dorado con enormes escamas, y por ultimo Luke quien había ido por el otro con pequeñas escamas de un color rojo con bordes como el fuego.
—Eso es chicos, ahora con cuidado....
—Eh, Bek...
—Shh, cállate Elliot, los chicos ahora deben venir por el mismo lugar sin hacer ruido.
—ah, Bek
—¡Elliot, ya basta! me estas desconcentrando.
—¡Beka!
—¡¿Qué!?
Hizo un gesto con su mirada, para que volteara.
Giré mi cabeza para ver a un imponente dragón quien nos miraba, tenía sus ojos azules como el cielo, y toda su piel tenía un color morado oscuro, se acercó rápidamente hacia nosotros y rugió alertando a los demás dragones, de seguro ese rugido era porque eramos: ¡intrusos!, corrí junto con Elliot y comenzamos a entrar hacia el territorio de los dragones rápidamente, sentía que había chocado con una espalda de unos de los chicos, al observar de quien se trataba era de Libby quien sostenía uno de los huevos, volvimos a dar nuevamente pasos hacia atrás y los cinco chocamos nuestras espaldas, sabíamos que no teníamos escapatoria, estábamos rodeado de ellos, solo sabía que estábamos en serios problemas.
No quería ser comida de dragón.
*Reeditado: 29.10.21
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