🔮 Capítulo 20.

—El mismo, Beka. ¿Te sorprende de sea tu maestro de historia de Nerta?

—Pero usted, pensé que... —Titubeé.

—Te acuerdas Beka ¿Lo que habíamos conversado? tenías mucho potencial pero no podía decirte, los brujos deben darse cuenta por sí mismos. Y como ahora sabes, soy tu maestro de Historia —Sonrió.

Le había devuelto la sonrisa para sentarme junto con Ilana, presentándose ya que muchos no lo conocían, excepto yo, estaba feliz que mi maestro de secundaria fuera mi maestro en la academia para brujos, la persona quien me dio consejos junto con mi madre, habían dado sus frutos, lo estimaba mucho, por el simple hecho de haberme enseñado el «impermeable».

La clase había transcurrido muy rápido, ya que como aquí todos éramos brujos, el maestro Oxbort usaba su magia para contar cada detalle de la historia de Nerta, quienes fueron los primeros fundadores del castillo, entre otros detalles que eran interesantes, pero se centró en la historia de los fundadores.

Pude observar como la historia pasaba enfrente de mis ojos, podía notar a simple vista que las dos personas que se encontraban allí conversaban con otro ser, estos dos usaban capas, debajo de ellas llevaban un traje que hacia moldear su figura y daba la sensación de que era bastante cómodo, todo el traje era de color negro con botines, llegando un poco en la rodilla con hebillas de un color café más claro, unos pantalones que tenía una pequeña abertura en sus muslos viéndose parte de su piel con dos franjas negras, llevaba dos cinturones cafés cruzados, adornados con dos bolsillos para llevar cualquier cosa pequeña en ellos, sus manos estaban adornadas por mitones de cuero café que hacían verse muy bien, al llegar al torso de la chica llevaba un corset negro hasta la mitad de su torso ya que el resto se mostraba transparente con una tela de un color gris y una capa de color rojo que estaba adherida al corset. Me resultaba familiar aquella chica, pero no recordaba a quien exactamente. En cuanto al chico era muy parecido a la vestimenta de la chica anterior solo que lo que estaba descubierto con dos franjas negras eran sus brazos, su traje se veía que tenía los mismos patrones de la vestimenta de la chica, llevaba una camisa viéndose sus brazos al descubierto, llevando una capa de color azul.

Me quedé pensativa unos momentos, me había llamado mucho la atención aquella chica de cabellos castaños con algunos destellos entre grises, ojos entre pardos, casi una tonalidad verde como los míos y el chico se le veía un poco de su cabello que era un tono rubio con unos ¿ojos azules? (tal vez), es el típico chico perfecto.

Enfrente de ellos se mostraba a una mujer de cabellos azabache con tono verde, llevaba un hermoso vestido de un color turquesa claro, con tonos azules, negros, en los bordes de aquel vestido era decorado con detalles tan sutiles de un color crudo, mostrando sus hombros descubiertos. Las mangas del vestido eran largas casi llegando a la altura del vestido, además en sus mangas se le notaba que de estas estaban adheridas a la manga que era sujetada y amarrada por el dedo de en medio. Y en su cabeza llevaba una linda corona de flores diminutas. Ella era la Diosa Nerta. Diosa de la naturaleza, gracias a ella era posible la existencia de estar en este lugar, creo los bosques para las hadas y otros seres más, gracias al pacto que los fundadores hicieron, juraron lealtad a la diosa. Pero antes de cerrar el pacto.

Tuisto dios nacido de la tierra, el esposo de Nerta, se había enterado de que haría pacto con esos humanos, los humanos no eran un problema para él, sino que se había enterado, de algo mucho peor, que su esposa tenía un amante, Njördr, el dios de la tierra fértil y costa marina. Furioso, se transformó en gigante, ya que cuando se enfurecía se trasformaba en coloso destruyendo todo a su paso, los brujos no podían hacer nada, intentaron luchar con aquel dios furioso, pero ya era tarde Nerta estaba falleciendo, con sus últimas fuerzas cerró el pacto con sus fieles brujos creándose césped, varias plantas, entre ellas flores de tipo narcisos, cubriéndola por completo generando una protección para ella, haciendo crecer un enorme árbol. Ella con sus ultimas fuerzas dijo.

«Por favor... mi esposo no me mató lo suficiente, tendré un enorme letargo, este roble me mantendrá con vida, y mientras yo viva su mundo estará protegido por mí, esto, lo que ven, lo que he creado es el árbol de la vida, donde les brindará protección y cobijo»

Los brujos, acariciaron el enorme roble viendo ante sus ojos como un enorme castillo se creaba.

—Ya tengo un nombre. Se llamará Nerta al honor a la diosa —Mencionó la chica mirando a su compañero.

Y la historia se desvaneció frente a nuestros ojos.

El maestro Oxbort nos hizo salir de la sala para conocer el gran árbol de la vida, ya que muchos de los chicos estaban dudando de que quizás era una historia inventada, y que jamás existió, (típico de chicos que no creían). El maestro no dijo nada más que un solo un «síganme».

Cuando llegamos hacia donde indicaba el maestro, aquel lugar se encontraba protegido por varios árboles más pequeños, con decoraciones de flores entre colores violetas y calipsos, haciendo un camino a medida que pasábamos.

Llegamos hacia donde el maestro quería, nos señaló que este era el árbol de la vida, se trataba de un gran roble, a pesar de los años se mantenía fuerte y grande. Varios de mis compañeros inclusive Ilana tocaron aquel árbol. Yo solo me quede anonadada por ver aquel árbol que estaba enfrente de mis ojos y a pesar de las estaciones los narcisos seguían con vida, Nerta tenía un poder único, a pesar de los siglos seguía en pie, dando vida a cada uno de los seres mitológicos que podrían albergar.

—Profesor —Dijo un chico, haciendo que todos nos concentramos en el.

—Dígame joven —Mencionó el maestro Oxbort con una voz amable y educada.

—Tengo una pregunta pero no es precisamente con la historia de Nerta, si no, que en la bienvenida a una chica le salió que podría ser un Anótatos y Druidesa...

—Sobre eso, no es muy común —Mencionó el Maestro Oxbort mirando al chico pero agregó—. Un anótatos es un sacerdote o sacerdotisa que tiene la capacidad de controlar solo tres elementos y además de controlar solo dos runas. Y una Druidesa, es de mayor rango, es una sacerdotisa que se caracteriza por ser una entidad de luz, los Driudeses son capaces de controlar los cuatro elementos, junto con un quinto y adquirir más de una runa. Aunque según escritos se desconoce más allá de su capacidad que es lo que más hacen, solo hemos encontrado lo que te he mencionado —Finalizó el maestro Oxbort con una sonrisa.

Todos asentimos, ahora ya entendía porque Elliot y Luke me mencionaron aquello, tenía mucho más poder de lo que imaginé.

Luego observaba que todos admiraban el enorme árbol y se iban retirando, incluso Ilana quien se había dado media vuelta para volver a clases, aunque el maestro había dicho que las clases habían terminado, por lo que los alumnos regresaron de vuelta al castillo.

Yo seguía observando el árbol de la vida, me acerqué a él sintiendo la textura de aquel roble áspero con una gran fuerza vital, sentir la brisa que otorgaba, el olor del césped húmedo, podía sentir que estaba descalza sintiendo como el pasto me invadía a través de mis poros, se sentía una sensación bastante agradable y placentera, oler el polen de los narcisos inundar mis fosas nasales y sentir que algunas ramas con algunas hojas bajaban del propio árbol acariciándome lentamente mi cabello, a medida que me dejaba llevar por aquel acto, sentía una sensación revitalizadora por completo bajo en ese árbol, (tenía una enorme sonrisa en mis labios). Hasta que escuché un murmullo proveniente de una mujer.

«Beka...»

Me aleje inmediatamente del árbol, haciendo que todo lo que oí y a la vez sentido, había desaparecido repentinamente, me asusté cuando una mano se había posado en mi hombro.

—Beka ¿Estás bien?—Comentó Ilana preocupada.

—Sí, estoy bien... es que me sucedió algo extraño, el árbol me habló, dijo mi nombre.

—Mhm —Dijo pensativa para volver a tocar el árbol y concentrarse unos momentos, daba la sensación de que Ilana estaba concentrándose bastante para oír algo.

—Yo no escucho nada. —Mencionó Ilana mirándome—. Pero tal vez tú puedes escuchar algo más que nosotros no podamos hacer, ¿recuerdas la bienvenida Beka?, eres especial.—Comentó ella con una sonrisa—. Además, debemos investigar más sobre esto —Dijo bastante seria.

—Tienes razón Ilana, mucha razón... —Concluí para irnos de regreso al castillo.

Eso había sido realmente extraño, ahora una nueva misión había encontrado: buscar respuestas. 



*Reeditado: 22.10.21




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