🔮 Capítulo 2.
Al llegar a la esperada clase del maestro que todavía no se encontraba en el aula, busqué mi pupitre con la mirada pero a medida que me acercaba a él, me percaté que se encontraba en mi mesa fotografías de mí y del profesor de química. De manera inmediata se me cruzó por la mente las siguientes preguntas: ¿Quién se tomó el privilegio de fotografiar cada momento que estaba con el educador? y ¿Dónde era él mismo que me felicitaba por las tareas e investigaciones que él me dio?
Arranqué algunas fotografías volviendo a tener la misma impotencia que sentí hace minutos atrás con Clarisa, pero también tenía un dejo de susto. Me asustaba un poco el hecho de que existiera una persona quien me acosaba y se tomaba el privilegio de reunir cada una de las fotografías, «¡esta persona se encontraba loca!»
Al mirarlas por un instante, todas eran momentos en donde me encontraba en clases y otras, en el laboratorio. Además, con tinta roja escribieron «lame botas», «zorra», «por poco lo besas», «lárgate, nadie te soporta»
Al leer esas palabras ya me estaba cabreando y mi paciencia tenía un límite. Ver esas fotografías hicieron que rasgara e hiciera bolas de papel.
Mi gran duda es: ¿Cómo planearon este plan tan macabro? solo se me pasaba por la mente que alguien me odiaba a tal grado que me quería humillar.
Tampoco me había percatado que además de eso, habían instalado una figura un tanto extraña, pero al comprender de qué trataba, caí en cuenta de que era lo más vulgar. Me dio asco y repulsión.
La extraña figura la habían instalado en mi pupitre y se encontraba cerca de las ventanas. De seguro quien había hecho esa extraña figura eran nada menos que algunos de mis compañeros quienes tomaron el electivo de escultura y no me extrañaría. Pero, tenían mucho tiempo libre.
En ese electivo el objetivo era esculpir figuras tal como aquellas personas que se dedican y hacen esculturas de mármol llamados marmolista, ¿Cómo lo sabía? gracias a una amiga de mi madre que trabajaba con ese tipo de textura hecha de granito. Era uno de los materiales indispensables a la hora de trabajar en ese oficio.
En nuestra aula, arriba de nuestras cabezas, se encontraban colgantes con figuras geométricas en forma de espiral que hacían agradable las clases y no tan monótonas para quienes no les agradaba y quisieran distraerse. Fácilmente sólo debían mirar hacia arriba y tú imaginación volaba.
Las figuras suspendidas eran tan grandes que se podría ocultar cualquier tipo de cosas, como por ejemplo: baldes sujetados por cuerda que podrían ser camuflados por aquella decoración y eso era perfecto en esta ocasión, el error fue, que lo comprobaron conmigo.
Lo que estaba a punto de suceder no me dio el tiempo de reaccionar correr o de alejarme siquiera, me habían tendido una monstruosa trampa todos y cada uno de los de mi clase, sabían que me enfureciera y perdería los estribos o tal vez ellos pensarían que solo me pondría a llorar como una niña pequeña porque en realidad nadie me conocía ni tampoco se tomaron el privilegio de conocerme.
Solo pude sentir como el balde de pintura blanca caía ante mí, haciendo que la pintura escurría en todo mi cuerpo, mientras se vertía de manera lenta, estiré mi brazo derecho rompiendo aquella figura tan vulgar que habían esculpido esos alumnos.
Quería correr pero...
La propia pintura había creado un gran charco en mis pies haciéndome tropezar en el transcurso de mi fallida »escapatoria«, y sumándose a eso la pintura seguía escurriendo en varios lados de mi cuerpo y mojando más el piso.
Solo lograba percibir y oír que todo transcurría de manera lenta, las burlas se hacían más sonoras haciendo que repercutieran en mis oídos, sus caras se volvían más deformes conforme a que el tiempo pasaba. Causando que mi ansiedad aumentará aún más.
Me quité mis anteojos embarrados con pintura e intentaba sacudir todo el líquido, pero era inútil. Me fue difícil de divisar él causante de todo esto, pero cuando lo visualicé apreté mis dientes y de paso uno de mis puños, haciendo que la cabeza me doliera por el esfuerzo de no llevar mis lentes.
Se trataba de un joven quien estaba junto con Marilyn Butters, al parecer la animadora de iris verdes, cabello rojizo, pecho bastante ceñido, era la cómplice de que Steve Ayers, sí, el típico chico popular, cabello rubio y liso, ojos grises y una altura promedio para un jugador de fútbol lo hiciese, no paraban de reírse, ya que ella le decía algunas cosas en su oído señalando partes de mi ropa, era evidente, se estaban burlando de mí y los demás me señalaban con el dedo.
No comprendía por qué tanta maldad existía en contra de mí. Seguía sin entender el odio que me tenían y más todos los de mi clase.
De repente algo se encendió en mí, como si se tratase de una extraña energía que recorría cada parte de mi cuerpo y se extendía hasta la palma de mis manos.
Cerré mis ojos de manera lenta, arrugando mi nariz por la impotencia, me dejé llevar por mis emociones. Estaba más que cabreada, solo pensaba en una palabra que atravesaba por mi mente: venganza.
Pronuncie dos palabras para que todos los que se reían pararan de una maldita vez. Aunque para mí, no tenía la más remota idea que resultaría.
»Pidan disculpas«
Seguí mirando a la dupla causante, el odio me invadió y observaba con detenimiento a ese chico llamado Steve, él engañaba a la rubia gangosa de Clarisa, y que está no lo supiera me daba un poco de lastima. Sin duda era un maldito zopenco, lo bueno de esto, es que no había mentido en decirle que le era infiel, lo malo, es que estábamos en el mismo grado pero en diferente salón y para colmo me encontraba en la sala de su «infiel novio»
»Dile a Clarisa que eres infiel, y...Vomita encima de tu cómplice«
Le dije a Steve mirándolo fijamente.
Luego miré a los demás chicos de mi salón.
»Limpien mi ropa, y limpien este desorden«
Sentía que a medida que transcurría el tiempo, un enorme poder recorría todo mi ser, no sabía si lo que producía era una ilusión que causaba mi mente o si realmente era cierto. Estaba en esa batalla si era realidad o una mera ilusión, era algo inexplicable pero a la vez placentero.
Seguía pensando que era una ilusión pero, caí en cuenta de que lo que pasaba a mi alrededor era todo real. Me sentí paralizada en unos segundos haciendo que mi piel se erizara y en el transcurso temblara un poco.
Mis propios compañeros ya se estaban disculpando a medida que avanzaban enfrente de mí y mientras ocurría, algunos me limpiaban la ropa, incluso el mismo salón, otros quitaban las fotos que estaban colgados en la ventana y barrían los pedazos de mármol que había roto.
Finalmente retiraron el balde sin dejar ningún rastro de alguna prueba que los incriminaba. Me encontraba tensa y estupefacta con un dejo de confusión por todo lo ocurrido, apreté los puños de mis manos casi al borde de dejarlos blancos, no entendía porque me sentía con esos sentimientos, me sentía muy extraña pero satisfecha por aquella «Justicia» si es que se podía llamar así.
Escuchaba algunos «lo siento Beka» y «aquí tienes». No me percaté que uno de los chicos me lavó mis anteojos para observar bien, solo murmuré un «gracias» hacia el sujeto quien tenía un enorme dejo de arrepentimiento por ser partícipe de esa inhumana broma.
Luego de que todo volviera a su lugar, se escuchó un enorme grito proveniente de una mujer. Todos volteamos hacia esa voz causante del quejido bullicioso, observamos que aquella chica agitaba sus brazos de manera frenética.
—¡Eres un asqueroso Steve Ayers! ¡Merecen que te saquen del equipo, por ser infiel y grosero!—Exclamó Marilyn Butters.
Me sorprendí de lo que hice. ¿fui yo la que hizo todo ese alboroto con mi mente? No, no puede ser cierto, no me lo creía, todo aquel suceso duró tan solo...¿un par de minutos? o tan solo quizás era solo una ilusión de mi cerebro que había procesado la información de manera diferente, Sí, pudo haber sido eso.
Observé a cada uno de mis compañeros cómo se comportaban arrepentidos, tan sólo observar sus caras ya lo decían todo.
Luego miraba a Marilyn que le recriminaba a Steve demasiadas veces lo que hizo unos minutos atrás, sonreí satisfecha al observar a ese par, pero a la vez me sentía asustada de mi misma y un poco aterrada de lo que había producido.
Tenía una mezcla de emociones que me hacía confundirme aún más, estaba tan absorta en mis pensamientos que no me había percatado que uno de los chicos, se acercaba a la parte en donde se guardaban los útiles de aseo, sacando agua, y más trapos para secar y limpiar los últimos residuos que quedaban.
A medida que transcurría el tiempo, la rabia que había experimentado, desaparecía de a poco, pero el dejo de confusión seguía todavía en mi mente: ¿Cómo había desarrollado este tipo de poder mental? ¿Lo adquirí antes? ¿Soy un fenómeno?. Me volví a impactar cuando mi ropa se encontraba sin ninguna mancha, húmeda pero intacta. Esa pintura era esmalte al agua. Era mucho más fácil limpiar todo y no daba tanto esfuerzo.
Faltaban algunos minutos para que el nuevo maestro de historia hiciera su aparición y encontrará todo en orden, cuando apareció y llegó, no pronunció ninguna palabra.
Es más, se sentó en su asiento y posterior a eso comenzó a tomar la lista de asistencia como los días anteriores a su incorporación en la escuela.
Me senté en mi asiento pensando y haciendo memoria en todo lo que había pasado hace minutos atrás, realmente estaba más que asombrada y asustada, era como si realmente la broma jamás se realizó, di un suspiro de manera ligera y observé como mis demás compañeros movían la cabeza de un lado a otro, todos no decía ninguna palabra dejando un rastro de confusión por lo sucedido.
Me detuve en Steve, quien estaba más que rojo debido a que sus mejillas lo delataban por ese tono carmín que llevaba, aunque no podía interpretarlo, me miraba fijamente incluso noté como sus orificios nasales se agrandaban y achicaban, no sabía cómo interpretar aquello si era de vergüenza o porque realmente se hallaba en cólera por haberlo humillado y dejado en vergüenza frente a toda la clase.
¿Cómo podía comprobar que fui yo la causante? y si ¿realmente había hecho eso? ¿Di órdenes a mis compañeros solo con mi mente? O ¿Solo fue producto de mi imaginación?
La respuesta no lo sabía.
߷
Espero que les haya gustado, ¿Beka merece todo lo que estaba ocurriendo?
¿Se sienten como Beka?
Los leo Brujitos
Como ven también estoy editando los capítulos para que quede más genial
-Se despide Sel 🌙
*Reeditado: 05.04.2021
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