🔮 Capítulo 4 | Sorpresas
—No se sorprendan tampoco los he espiado. —Dijo Zacary.
Él había salido de su escondite llevando una ropa diferente pero aún conservaba su estilo, ese estilo de imponente, llevaba ropas de cuero negras, una camisa sin mangas que podía verse sus brazos descubiertos con varios símbolos y figuras geométricas, junto a algunas líneas onduladas.
Ambos habíamos levantado una ceja y luego entrecerramos nuestros ojos esperando a que nos dijera algo.
Eso había producido en Zacary un leve carraspeo y un poco de incomodidad.
Se aclaró su garganta.
—Está bien, si los he espiado, pero antes de que me digan algo. Llegué solo en la parte donde estaba ese chico... Staben o como se llamé.
—Ni lo menciones me da dolor de cabeza. —Contestó Elliot llevando una mano en su sien.
—Ni que lo digas cariño. —Llevé una de mis manos en su espalda. Pero. —Agregué—. ¿Qué es lo que te hace pensar que estas en el bando de «no creerle»?
—Para empezar Beka, es raro que exista tales rastreadores, ni en los pergaminos antiguos que están en una bóveda secreta en la academia dicen tal cosa y eso que está escrito en el idioma antiguo.
—¿Los que están en una bóveda subterránea? —Arqueó una ceja Elliot.
Zacary asiente.
Luego con sus ojos cerrados comienza a hablar.
—Incluso me niego a creer que sea un brujo verdadero—Dijo cruzándose de brazos y volvió a hablar—. mis sospechas dicen que ha recibido ayuda de alguien.
—Nosotros pensamos lo mismo pero mi madre...
—Hey Beka, que tu madre no pueda decir tales cosas porque es la directora, hay que saber comportarse, ya que ella ahora es la autoridad y los modales chica.
—Pero, en fin, tiene sus razones, solo que odio que me llame la atención, ya no soy una niña. —Proteste teniendo un mohín en mis labios.
Elliot aprovecho el momento y me calló con uno de esos besos que dejaba sin aliento.
—¿Contenta? —Me dijo él.
Asentí como una total boba.
—Madres quienes las entiende. —Dijo Zacary encogiéndose de hombros con una sonrisa.
Observó la escena y comenzó a reírse, luego recobró la compostura.
—Bien a lo que venía, estando también en el bando de ustedes y de esos «nuevos iniciados» que se creen brujos...
Junto con Elliot salimos de aquel lago estando empapados, escuchando atentamente lo que decía Zacary.
Siguió su relato al vernos empapados.
—Esos niñitos no les creo nada, solo vienen a revolver el gallinero de la academia, solo espero que Maltheous no sea la responsable...
—¿Crees que sea ella? Pero si la sellamos en mármol ya no está. —Dije sorprendida.
Elliot asiente.
—Es que lo más extraño es que él dijera que el lago de Nix se tornara oscuro o claro si eres o no digno de entrar a sus aguas, nadie más sabe solo yo y...
Zacary movió sus dedos creo un portal y saco un libro.
—¡Ese es el libro de mi madre!
—Error. De Dayana. —Contestó.
—Vaya las viejas costumbres de hurtar y crear portales cuando se te antoje no se te han quitado.
—Acostúmbrate niña. —Dijo riéndose.
—¿Desde cuándo sonríes? —Preguntó Elliot sorprendido.
—Soy un ser humano, tengo sentimientos.
Elliot comenzó a reírse.
Ambos más nos acercamos más a Zacary.
El libro era de un color negro, en la tapa tenía el árbol de la vida de color plateado con enredaderas doradas, tenía un enunciado en palabras como si estas fueran talladas a mano, pero en un idioma que comprendí bien, iba a leerlas en voz alta cuando Elliot se me adelanto.
«Aquel que es digno y noble de corazón podrá leer el contenido de estas páginas para nutrirse de conocimiento»
Miré a Elliot con cara de incredulidad junto con Zacary.
—¿Qué? ¿Porque me miran así? —Mencionó bastante sorprendido.
—¿Elliot puedes leer el contenido? —Pregunté sorprendida.
—Que no te sorprenda nada cielo, ¿recuerdas aquel día en la biblioteca? Puedo leer un poco del idioma antiguo, de las clases, lo básico...—Dijo a la defensiva comportándose un poco extraño y a la vez anonadado.
El libro se había abierto, ya que tenía una cerradura especial, quién leía y podía entender aquella simple frase el libro se abriría, antes no.
Le quité el libro a Zacary mostrando cualquier contenido que estuviera allí.
—¿Esto lo puedes entender? —Dije incrédula y un poco alterada aun sospechando, aunque por su cara estaba al igual que yo, un poco en shock.
—Si, lo entiendo, solo un poco... ¿Porque me miran así?
Con Zacary nos miramos y luego observamos a Elliot.
—Solo un fundador o un brujo con sangre de un fundador puede leerlo. —Contesté.
Elliot comenzó a reírse.
—¿Es un chiste verdad? —Dijo sorprendido.
Pero nos mantuvimos un poco serios.
La sonrisa de Elliot había desaparecido, incluso se cayó de bruces en el césped.
—Tranquilo, puede que tengas razón, ¿verdad Zacary?
Zacary Asiente.
—Tú sabes que muchos conocimientos hacen que sepamos cosas que otros brujos no.
—Si...puede ser eso. —Dijo Elliot un poco asombrado.
Llevé una de mis manos a su espalda y lo abracé, no tenía necesidad de leerle sus pensamientos, por el rostro que quería ocultar era bastante obvio que se encontraba anonadado.
Elliot solo me miró y me regaló una sonrisa, entrelazó su mano con la mía, luego llevó la mano entrelazada y besó el dorso de mi mano.
—Sabes cómo reconfortarme a pesar de que llevamos unos meses en salir.
—Los privilegios de solo observar a las personas sin necesidad de utilizar un poder —Le dediqué una sonrisa sosteniendo el libro de mi abuela en mi otra mano.
Zacary volvió a aclararse la garganta.
—Chicos necesito que me acompañen ya que todo lo que hablamos sobre Esteban pueda existir una posibilidad y en cuanto a Elliot sea el conocimiento que ha poseído durante los años en la academia, pero, lo que venía a decir es...—hace contacto visual conmigo y luego agrega—. Es sobre el collar, Beka.
Mi rostro reflejo completo asombro. Iba a decir algo cuando...
—Sí, necesito que vengan. —Dijo Zacary acercándose a nosotros.
Él colocó sus manos en nuestros hombros y una ráfaga como si fuera una estela de un remolino y viento nos absorbió para teletransportarnos a un lugar, más bien a una habitación; la habitación de Zacary.
A simple vista tenía una luz tenue, que solo con la luz de la chimenea...¿¡tiene una chimenea!? (Vaya ahora veo por qué los fundadores tienen más lujos) miré a mi alrededor y al parecer tenía un piso de madera de color caoba, junto con paredes tapizadas de un color blanco con algún estampado muy original (no lo podía distinguir bien debido a que la luz era muy tenue) Solo se alcanzaba a ver algunas cosas por la baja luz de la enorme habitación, un mesa de madera junto a una mecedora, un escritorio mediano, muchísimos libros en una estantería, y arriba de la chimenea habían varias fotos que no lograba distinguir bien, pero de seguro eran cuando Zacary tenía a sus amigos a otros brujos o los mismos fundadores.
—Bien antes de decirle quiero que se vistan. No quiero que pesquen algún resfriado.
—Pero ¿porque no utilizas el poder del fuego? —Pregunté curiosa.
Elliot comenzó a reírse.
—Amore mio...no podemos hacer eso. —Dijo Elliot riéndose.
—Es verdad, somos brujos con magia, pero no somos superhéroes, ni dioses. —Mencionó Zacary.
—Pero tú eres casi un dios. —Comenté ladeando mi cabeza.
—La verdad es solo que no, los fundadores podemos morir, tenemos uso limitado con nuestros poderes, en cambio los dioses pueden hacer lo que sea, a no ser que los mate otro dios. —Dijo mientras creaba dos portales viéndose la habitación de cada uno de nosotros y nos lanzó ropa para que nos vistiéramos.
Abrimos levemente nuestra boca, íbamos a decir algo cuando nos interrumpió.
—Solo digan gracias. —Dijo y volvió a hablar—. A pesar de que los fundadores ayudamos a Nerta, ella es la única que mantiene de pie a la academia, nosotros somos brujos dotados con conocimiento, algunos poderes que otros brujos y druidesa no tienen, el anotatos están casi a nuestro par si no fuera por una cosa...
—¿Qué cosa? —Pregunté.
—No tienen el poder de traer a la vida a una persona muerta o que hayas sellado, tampoco los dioses, con la vida no se juega. —Dijo Zacary haciendo contacto visual con nosotros.
Me sorprendí por aquella pequeña revelación y pensar que creía que los fundadores eran como los dioses, pero me había equivocado, pero me sentía bien conmigo misma de que me aclararán sobre los fundadores, quizás lo hubiera visto más adelante en algunas de las clases con el profesor Oxbort, pero gracias a Elliot y Zacary ya no más.
—Bien, Beka vístete en el baño, mientras que Elliot se viste aquí. —volvió a hablar Zacary pasando las ropas que había sacado de nuestras habitaciones.
Eso me había sorprendido un poco, al menos tuvo la decadencia de no espiar o algo parecido con la ropa interior.
Zacary había fruncido el ceño y había vuelto a hablar.
—Si te sientes más tranquila contigo misma Beka, soy un caballero no espiaría ni tampoco registraría cosas que no son mías ni mucho menos con la ropa, solo es un pequeño favor para que no vayan a sus dormitorios.
—Perdón...no quise...—susurré apenada, al parecer me había oído y leído el pensamiento.
—Tranquila, respeto a las mujeres, y eso se debería hacer siempre. —Contestó el con una sonrisa.
Asentí con una sonrisa.
Luego Zacary me indicó donde estaba el baño, hacia al lado derecho en la primera puerta, ingresé en él, y era bien bonito y adornado, se veía muy limpió sobre todo con algunas baldosas en la pared blancas, el piso era de madera. Pero me impresionó el hecho de que el espacio era un poco reducido se sintiera que no lo era. Y que caía además un jacuzzi (privilegios de ser un fundador).
Me vestí con lo que Zacary había escogido, al parecer era un suéter de color rojo, unos leggins con algunos toques de cuero en ellos y unos botines de taco pequeño.
Al salir Elliot ya se encontraba vestido con un conjunto de un suéter también de color negro que hacían resaltar y remarcar el cuerpo trabajo, ¡Por dios me mata!, Inmediatamente me mordí el labio inferior sin discreción y eso lo había percibido Elliot ya que había sonreído, seguía mirándolo detenidamente, me detuve en sus pantalones que eran del mismo color junto a unos botines, en sus manos tenía chocolate caliente, la dejo en la pequeña mesa de vidrio que tenía Zacary.
Me miraba con ternura, pero también en sus ojos se observaba la picardía en ellos, haciendo que el calor de mi cuerpo me invadiera.
Él ofreció una de sus manos para que la tomase y gustosa accedí, sentándome al lado de él pasando una taza de chocolate caliente recién hecho.
—¿Sorprendida? Es la primera vez que me ves así, por tu rostro debo decir que te ha gustado.
—De hecho, el suéter te queda excelente... deberías usarlo más seguido...—Le dije dándole una sonrisa coqueta.
—Oigan aquí no es motel. —Dijo Zacary aclarándose la garganta.
Ambos miramos a Zacary con seriedad.
—Siempre arruinas los momentos. —Dijimos al unísono y bebimos el chocolate caliente.
Poco a poco beber el contenido me sentía abrigada, incluso sentía que mi cabello se secaba, ya no goteaba como cuando estábamos en el lago, y me sentía relajada de que alguna forma el lago de Nix curara las heridas de Elliot.
Sentí una de las manos de Elliot que buscaba de mis manos y entrelazamos lentamente por encima del sofá del color negro que combinaba bien con la sala.
—Y ¿bien que encontraste? —Pregunté yendo al grano.
—Primero, tómense el chocolate caliente que preparé para que entren en calor.
—Gracias Zacary estaba delicioso. —Dijo Elliot.
Esperaron unos minutos a que terminara, solo me quedaba un poco.
—Bien, para empezar Beka, Dayana es muy astuta, por más que intentará no me dejaba, pero lo que me causó curiosidad es cuando intentaba abrir aquel collar, junto con algunas herramientas necesarias en el escritorio, hubo un día donde el collar se movió de manera frenética, luego aparecía un pequeño hilo delgado dorado tiraba del artefacto e hizo que rodara por la habitación, luego con una velocidad impresionante comenzó a intentar irse de la habitación si no fuera porque mi puerta estaba cerrada.
—¿Pero averiguaste donde te llevaba?
—Si, me lleva al oráculo de Fenithe*.
Estaba bebiendo el contenido que me faltaba del chocolate cuando escuché pronunciar el oráculo de Fenithe escupí todo el contenido, llegando a la cara a Zacary.
Zacary con un rostro de seriedad, cerró sus ojos y lentamente se secó lo que le había escupido.
—Lo siento. —Comenté apenada.
—Beka, cariño ¿Conoces ese lugar? —Preguntó Elliot.
—Si, de hecho, no, pero...
—¿Pero...? —Preguntó Zacary ya estando seca su cara ya que utilizó un pañuelo y que guardó en su bolsillo.
—Pues supuestamente en el libro de mi abuela y algunos libros de la biblioteca hablan sobre el oráculo de Fenithe y quién era ella, y muchos hablaban sobre distintos paraderos.
—De hecho, sí, en los libros dicen eso—Dijo Elliot sorprendido, luego me tomó de las manos.
—¿Qué encontraste? —insistió Zacary.
—Pues la ubicación que dicen los libros es errónea, el oráculo está más cerca de lo que nosotros creemos.
Zacary y Elliot me miraban expectantes.
—¿Como sabes eso? —Preguntaron al unísono.
—A través de una visión, de un sueño que tuve hace unos días sobre Fenithe. —Miré a ambos.
—¿Dónde está? —Preguntó Elliot acariciando uno de mis hombros.
—Esta aquí. Está en la academia de Nerta.
Ambos me miraron sorprendidos, incluso Zacary comenzó a reírse.
—Es imposible, he revisado muchas veces la zona y no está el oráculo. —comentó Zacary
—Ahí está la cuestión no es verlo, es sentirlo. —Dije—. Sabemos que Fenithe era ciega desde su nacimiento y que tenía una gran estrecha relación de amistad con Nerta, por lo que, para poder entrar, no se necesita ver, es cuestión de sentir. —comenté con una sonrisa levantándome donde me encontraba.
—¡Pues claro! ¡Como hemos sido ciegos! —Decia Elliot—. En los libros, se mencionaban acertijos, un hogar acogedor, mucha jungla con seres y criaturas fantásticas... ¡Es aquí! —Dijo Elliot sorprendido.
—Zacary dame mi collar. —Contesté.
Zacary hace aparecer y materializar una caja de cristal donde el artefacto al sentir mi presencia se comenzó a volver frenético, lo saca con cuidado, pero los movimientos de Zacary eran fuertes a pesar del que collar seguía moviéndose con ferocidad.
—Zacary, abre tu puerta. —Contesté.
—¿Qué? ¿está loca? Dejarás que esta cosa te lleve, siento que esta endemoniado niña. —Comentó un poco complicado ya que sostenía el collar.
—No creo que sucederá nada. —Dije muy tranquila.
Zacary me pasó el collar y al tenerlo en mis manos, al sentir su textura de madera, el collar se había calmado, eso había sorprendido a ambos hombres, y sentía que una parte de mi volvió a mi cuerpo.
—Ven no sucede nada.
Me lo llevé a mi pecho unos momentos hasta que un gran tirón comenzó a jalarme hasta la puerta viendo aquel hilo que había dicho Zacary.
Hasta que...
—¡Ahh! —Grité, una enorme fuerza me jalaba hacia la puerta.
Inmediatamente Elliot me agarró de mi cintura haciendo un poco de presión, intentó clavar sus pies en la tierra, pero era inútil.
—La fuerza es impre...—Dijo sin terminar la frase.
Ambos nos miramos para luego mandar un gran grito que hizo alterar a Zacary en seguirnos y utilizar el modo de energía como si fuera trueno acompañándolos.
La ráfaga era tan grande que parecíamos unos muñecos que nos tiraban sin nuestra voluntad, estuvimos así por varios minutos dando un par de piruetas hasta llegar a un terreno a unos cuantos metros de la parte trasera del castillo, junto con Elliot caímos de bruces, Elliot tocando su cara en el suelo y yo encima de él, levanté mi vista sosteniendo aún el collar quién se había quedado quieto. (Ja. ¡Ahora te quedas quieto! Pinche amu...) Miré al amuleto diciendo esas palabras en mi cabeza.
Luego vi que Zacary llegaba haciendo una pose triunfal, golpeando un puño en el suelo y flexionando una de sus rodillas.
Elliot intentó mirar a la dirección donde estaba y soltó un bufido.
—Genial nosotros hemos caído de culo y el en pose triunfante.
—Las regalías de practicar tu pose triunfante niño. —Contestó Zacary con una sonrisa.
Comencé a reírme, mientras me levantaba con cuidado limpiando los restos de suciedad que tenía en mi ropa y manos, al igual que Elliot hizo lo mismo.
Mi collar comenzó a titilar ya que en el centro se encontraba como una especie de joya que brillaba a medida que me movía, hasta que dejo de emanar aquella luz.
—Me parece que es aquí. —Dije mirando el lugar.
Se trataba de árboles junto a algunas criaturas quienes pasaban por ahí.
—Y bien ¿mi amore? ¿Cuál es el segundo paso? —Preguntó Elliot con una sonrisa.
—Solo debemos cerrar nuestros ojos y dejarnos guiar como si no existiera.
Asintieron y procedimos los tres en cerrar nuestros ojos, dejándonos guiar, sentía y escuchaba el croar y los grillos quienes estaban alrededor, el viento que soplaba, poco a poco comencé a caminar, primero dando pasos inseguros, luego decididos, podía escuchar algunos búhos quienes hacían su sonido característico.
Hasta que encontré una escalera a medida que subía, pude encontrar lo que era una perilla y al hacer contacto con ella y girarla, emitió un sonido de unos grilletes que caían.
Abrí mis ojos.
Y al abrirlos delante de mí se materializa.
Pude notar de reojo que Zacary y Elliot los habían abierto al mismo tiempo.
Solo pudimos decir una palabra al unísono.
—Es...El oráculo de Fenithe.
Fenithe*: Personaje inventado.
***
¿Les ha gustado?
Los leo en los comentarios...
Al parecer el collar que le regaló Dayana a Beka conecta con el oráculo de Fentihe...
¿Teorías?
—Se despide Sel 🌙
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