🔮 Capítulo 3 | El pasado regresa

     Al estar en la entrada del castillo junto con todos los presentes pude notar mi asombro y la rabia que poco a poco me invadía al ver nuevamente las caras de Clarissa y Steve. Me sorprendió de cómo era Darren era más o menos a la altura de Luke su tez era pálida, ojos negros y su cabello ondulado azabache llevaba ropa negra junto a una sudadera de los Rolling's Stone, pero igual lo odiaba por mi mejor amiga que le hizo daño, ¡No se iba a salvar nadie!

    Observé de reojo y miré como estaban todos, al volver a ver a las personas que menos pensábamos en un año luego de que el castillo se estaba volviendo a reconstruir.

     La cara de Ilana, la de mi madre, inclusive la de Luke y Elliot se deformaron al ver a las personas quienes nos hicieron daño una vez más, pero ¡Como no! En la mirada se notaba a Elliot y Luke golpear a esos malnacidos en el rostro.

    Más aún sabía qué meterme en los pensamientos ajenos, pero me preocupaba que pudieran hacer.

    Me metí en la mente de ambos chicos.

    Solo escuché en Luke.

    «Quiero matarlo».

    Luego me sacó de manera abrupta y luego me dijo apretando su mandíbula.

    —No deberías meterte en los pensamientos ajenos, Beka.

     Me miró con una mirada que me dio escalofríos.

     Iba a meterme en el pensamiento con Elliot y él se adelantó.

     «Que ni se te ocurra, Bek».

     Luego escuché la palabra «kleidariá»

     ¡Por dios estos chicos! (Vale, los entiendo, entiendo que quieren hacer de todo con estos tres susodichos ¿Quién no lo haría?) Pero en estos momentos lo único que me pasaba la interrogante: ¿cómo es que eran brujos? Si los con mayor experiencia en su cara se les notaba la confusión en sus rostros.

     Luego volví observar a Elliot y las fosas nasales de Elliot se agrandaban y achicaban conforme a que pasa el tiempo.

     —¡Ya me harté! ¡Te voy a golpear! —Gritó yendo hacia Steve.

     Mientras que Luke también decía algo parecido.

     —¡Desearás no a haber nacido!

     Pero rápidamente Dimitri toco los hombros de los chicos y se quedaron como estatuas

     Solo podían mover sus ojos y decir algo entre dientes y que ambos dijeron al unísono.

    —¡Dimitri!

     Luego una gran energía los tiro hacia atrás haciendo que dieran una voltereta hacia atrás y chocar con la pared del castillo sin que estuviera más dañado.

     Enseguida junto con Ilana corrimos en socorrer a nuestros novios.

    Iba a decir algo, pero Libby me había ganado.

    —¿Era la forma de tratarlos así Dimitri? —Dijo ella seriamente colocando sus manos en sus caderas.

    —Era la única forma de detenerlos cuando estos niños se les mete algo en su cabeza, no se los puede sacar nadie. Créeme son mis alumnos, y sabes también que las desventajas que tenían eran de cero porque ustedes tienen más poder.

     —¡Pero no era la forma! —Exploté escupiendo las palabras, ayudando a que Elliot se levantase.

    —Así es, ¡No fue la forma! —Vociferaba Ilana levantando a Luke de igual forma que yo.

     Ambos chicos se quejaron por el dolor, y en algunos lados tenía raspados debido a la fuerza de energía que Dimitri había causado y se vio que habían mandado un alarido de dolor en el proceso cuando se estrellaban contra la pared.

    Elliot no ponía todo su peso en mí, pero tenía dificultad para caminar al igual que Luke.

     —Beka.

    —Dime, madre. —Comenté, sin hacer contacto visual con los nuevos.

     —Lo que hizo Dimitri se lo agradezco, no quiero que ustedes lo odien, tampoco permitiremos en la academia tales actos de violencia.

    —¡Pero mamá!

     —¡Sin peros Diane! como directora no toleraré tales actos ni siquiera en mi presencia, además se hará la bienvenida como siempre se ha hecho y ustedes presenciaron hace un año con la diferencia que será como antes era, los tres días.

      Con la rabia había hecho temblar y agrietar el suelo del pasto haciendo que «los chicos iniciados» se asustaran y desde abajo salieran rayos que hicieron chillar de susto.

     Escuché un suspiro de mi madre haciendo que con una de sus manos rápidamente volviera el pasto con normalidad.

     —Tenlo por seguro que no iré a esa fiesta. —mencioné de manera sería.

       Hice contacto visual con mis dos amigas y nos fuimos de ahí utilizando el poder de «viajera» de Ilana.

     Como odiaba que mi madre me llamase por mi segundo nombre

    Mi rostro reflejaba confusión, rabia, incredulidad realmente tenía muchas preguntas en mente.

    Comenzaba a pasearme por la habitación, luego me di cuenta de que era la habitación de los chicos.

     —¿Ilana a donde nos trajiste? —Pregunté poco a poco mis mejillas se tornaban rojas, me llevé una de mis manos a mi cien.

     La ira que sentía por ver a esos malnacidos disminuyó al ver a la habitación de Elliot y Luke.

     —Vaya es espaciosa como la nuestra, ¿no chicas? —Dijo Libby.

     No me fije en los detalles puesto a que me preocupaba dos cosas que rondaba en mi mente: curar a Elliot y ¿cómo diantres están Darren, Clarissa y Steve?

     Me mentalizaba una y otra vez hasta que oí a Elliot decir.

     —La verdad esta es solo de Luke la mía se encuentra en el sótano. —Dijo Elliot un poco adolorido.

     —¿Sótano? —comenté.

     Elliot asiente con una sonrisa un poco sensual.

     —Después se la muestras Romeo. —Comentó Libby haciendo un ademán con su mano.

     Ilana y Luke comenzaron a reírse, pero luego se quejó por las heridas.

    —Beka Lleva a Elliot a las aguas de Nix, y con Libby buscaremos plantas medicinales para Luke luego de que lo cures —Mencionó Ilana con una sonrisa.

     —¿Las aguas de Nix? —Dijo e intentó Elliot pararse.

    —Si, leí un libro que mi madre me había empacado sobre nuestra academia y decía que las aguas de Nix tiene propiedades curativas, pero no cualquiera puede estar, si no eres digno se tornará oscuro, grisáceo.

     —Entonces cada vez que hemos estado allí o más bien cuando los encontramos en las aguas semi desnudos todos éramos dignos. —Dijo Ilana riéndose.

     Asentí con una sonrisa.

     —Puede que sí, pero debes permanecer un rato en sus aguas...

     —Eso es distinto. —Dijo Libby riéndose.

     Junto con Ilana sonreímos.

     Luego me concentré en ver un portal con el destino de las aguas de Nix y al visualizar el agua cristalina, junto a esos árboles de sauce, sin duda era un lugar muy bello.

      Ayudé a Elliot y nos fuimos a las aguas y una vez ahí hice que entrara junto con su ayuda, no si antes de ayudarle a sacar la camisa que llevaba que era una blanca.

     —Si que Dimitri te ha dejado raspones feos, Elliot.

     —Lo sé, y también sabe en qué puntos duelen más. —Comentó mostrando muecas de dolor.

     En algunas heridas eran superficiales otras eran con sangre debido a la fuerza del impacto.

     Observé detenidamente los nuevos tatuajes que se les formaba en la espalda, algunos eran cíclicos, otros configuras geométricas, de tinta negra, al verlos queda hipnotizada, pasé lentamente en seguir la línea.

     —Bek~ no me digas que mis nuevos tatuajes te dejaron sin habla. Tú también tienes cariño.

     Me ruboricé por la última palabra «cariño»

     —¿En serio? —Pregunté curiosa.

     —Exacto, pero ¿entrarás conmigo verdad? —Me comentó tomándome la mano.

     —Por supuesto que sí, debo curar tus heridas Elliot. Además, no hemos tenido la oportunidad de estar solos.

     —Eso es verdad mi brujita. —Me señaló mi nariz.

     Solo arrugué mi nariz cerrando consigo mis ojos regalándole una sonrisa.

     Me saqué la camisa que llevaba y estando en sujetador y mis pantalones fui hasta Elliot, aún no me daba cuenta de que llevaba tatuajes en la espalda con algunos símbolos al igual que los de Elliot pero muy distintos.

      Entrelacé su mano con la de él, poco a poco al entrar el agua se colocó muy cristalina al borde de un color turquesa, a medida que entramos más miraba el rostro de dolor, pero poco a poco se iba relajando.

     —¿Y ahora qué? —Me decía Elliot riéndose.

     —Creo que somos dignos. —Comenté riéndome.

     Elliot comenzó a reírse.

     El agua nos cubría parte de nuestro pecho, y mientras lo hacía flotábamos.

     —Cierra tus ojos, deja que el agua de Nix te invada cada parte de tu piel. —Dije mientras juntaba mis manos y lo bañaba de manera delicada.

     Pude notar que cerró sus ojos y mordió levemente su labio inferior.

     —Beka esto es espectacular, es grandioso... Oh~ —Dejo salir un suspiro.

     Pude notar que el agua lo curaba de forma sorprendente las heridas ya no se encontraban.

     —Vaya esto es cierto... —murmure sorprendida.

     —Si que lo es, ya no me duele cariño, mi Bek~ Eres grandiosa.

     —Basta Elliot me harás sonrojar...

    —¡Lo diré! ¡Mi novia es grandiosa! —Grito feliz.

     Comencé a reírme.

     Pero algo comenzó el agua se tornó de un turquesa muy intenso, tan intenso que se podía ver debajo la arena y algunos peces que nadaban por nuestros pies.

     Nos quedamos nudos más aún cuando nos percatamos que nuestros tatuajes brillaban y se tornaban blancos al permanecer en el agua.

     Ambos estábamos sorprendidos, que solo se nos pasó por la mente: un beso.

     Un beso que poco a poco se tornó delicado y dulce y poco a poco nuestras lenguas danzaban y se sincronizaban en uno solo. Solo éramos nosotros dos, podíamos sentir que el tatuaje de nuestros rostros también, lo podía sentir, sentir un pequeño brillo.

     Elliot me apego más a su cuerpo y mientras yo acariciaba su cabello, pero tuvimos que separarnos por falta de aire.

    —Bek prométeme que la llegada de Steve no será un impedimento en nuestra relación.

    —Tranquilo cariño, jamás. Y aunque ahora se encuentra y créeme que hay algo raro aquí, no nos separara, esta llegada ni nadie.

    Volví a sellar nuestra promesa con un beso.

     Hasta que una voz masculina se aclaró la garganta.

     —Vaya... Así que este es lago de Niz...

     —Es Nix, tarado. —Dijo Elliot.

    —¿Qué quieres Ayers? —Pregunté de manera seria.

     Abracé a Elliot instintivamente y él me abrazo de la cintura.

     —Como sea que sé llamé. —Alzo sus manos en señal de que no tenía el tiempo de aprender.

     Steve se agachó colocando todo su peso en sus piernas, nos miró con una sonrisa burlona. Esos ojos grises que poseía los odiaba.

     Es más no los quería ver jamás en mi vida.

     Y no dejaría que se interpusiera en mi relación con Elliot.

    —¿Qué quieres Ayers? —Volví a preguntar manteniendo contacto visual con él. En la secundaria no me intimidaba su mirada.

     —La verdad... -Dijo llevándose una de sus manos a su mentón—. Y luego agregó —Nada. Pero ¡Hey! Tampoco sabía que los brujos se podían divertir en este lago que tiene propiedades curativas...

     —Quien te dijo que...—Pregunté sorprendida.

     Se acercó aún más, colocó su mano y al estar en contacto con el agua como si leyera que tipo de persona era Steve, se tornó oscura y turbia. Como si estuviéramos en una alcantarilla, el olor que produjo era nauseabundo.

     El solo quito su mano un poco sorprendido.

    —Vaya eso explica muchas cosas... Que les vaya bien tortolitos. —Dijo él levantándose de donde estaba haciendo un gesto con la mano de «nos vemos luego».

     Pero antes de que se fuera, grité su nombre.

       —Steve, espera. ¿qué haces aquí?

     —Querida Beka, ¿aún no lo sabes? Nerta sabe que somos brujos, ella me habló.

     —¿Cómo te habló? —arquee una ceja.

     —Eso es imposible. —Dijo Elliot de manera seria.

     —Bastante sencillo, tuve una visión de ella, además uno de mis padres lo es, por lo que soy mitad brujo tal como ese sujeto que era perseguidor...

     —¿Cómo sabes lo que paso?

     —Observaba desde lejos, aún no me sentía preparado. —Inquiría él, jugando con el elemento fuego en sus manos.

     —Y tal como hay buscadores, que es tu noviecito. —Dijo mirándolo—. También hay personas quiénes provocan para hacer despertar a un brujo, que son llamados rastreadores.

     Eso me había sorprendido muchísimo, tanto que casi le había creído, pero no me convencía del todo.

     Elliot estaba mucho más serio de lo normal, incluso pude notar que su mandíbula se tensaba.

     —Bien. Los dejo tortolitos. —Hizo una señal con una de sus manos, viéndose solo dos de sus dedos índice y medio.

     Esperamos a que se fuera lo suficiente y luego junto con Elliot soltamos un gruñido.

    —¡Es un hijo de puta! —Grité salpicando agua.

    —Yo no le creo lo que dice cariño. —Dijo cruzándose de brazos para luego abrazarme.

     Poco a poco las caricias de Elliot me hacían efecto y me relajaban como si fuera un gato, sabía que llevamos poco de noviazgo, pero no dejaría que lo arruinaran.

    —Tus caricias Elliot me encantan...

    —¿Ah sí?

   Asentí.

    —Deberíamos salir más como citas, ¿no crees Bek? —Mencionó acariciándome lentamente mi cabello.

     Luego lo miré a los ojos en una posición donde lo podía contemplar estando mi barbilla en su pecho y solo dije.

    —Perfecto.

    Elliot solo desvío un poco la mirada y se ruborizó.

    —Bek ¿por qué me haces esto? —murmuro.

    —¿Hacer qué?

    —Cada vez que me alagas... Eres...

     Pero las palabras de Elliot quedaron a medio terminar, ya que alguien hablo.

    —Veo que también no solo las aguas de Nix les ha dado aquella oportunidad de ser dignos, pero también soy partidario de descubrir que esos nuevos jovencitos traman algo. Y algo que no me gusta.

     —¿Zacary? —Dijimos al unísono de manera sorprendida.






***

¿Qué les ha parecido?
Les dije que haría una maratón❤️
Además ¿que opinan sobre que la pareja
ElliBek tenga más momentos?
Los quiere
-Sel 🌙

***

Además les traigo un dibujo que he hecho en el momento en donde Elliot y Beka se besaron y el lago de Nix ocurrió lo sorprendente con sus tatuajes
¿Les gusta?
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