Capítulo 1: Bosque

—Los veo, Ghost —el sargento Anderson expresó confianza con cada palabra, entregándole sus binoculares al teniente ahora recostado a su derecha—. Equipo Alpha está ahí abajo.

—Puta madre…

Estuvieron una semana caminando entre inmensos bosques tras la catastrófica perdida del segundo grupo al mando. Ghost esperaba un asalto pero no supuso sería tan brutal y descabellado. Dos cadáveres pasaron a tres, luego a cinco. Gran parte de ambos equipos creando descontrol con sus muertes a tal grado que Ghost ordenó dispersarse y así abarcar más espacio, los muchachos del equipo Alpha recibiendo pizcas de remordimiento que más tarde será devuelta con información. Es lo justo, ¿cierto?

Ahora están ahí, arrodillados, un Konni junto a seis hombres armados hablándoles en perfecto inglés mientras enfocaba la vista sobre todos durante su asombrosa dicción. Había calma pese al simbolismo frente a ellos, durando así varios segundos hasta que un sargento pensó sería buena idea escupirle en la cara y callar sus estúpidas palabras, Ghost deduciendo por el movimiento de labios estaba insultándolo previo a recibir un disparo entre las cejas, los demás brincando del susto.

—¿Qué hacemos, teniente? —Anderson seguía decidido, deben actuar ya mismo, especialmente al verlos arrastar a sus compañeros dentro de una casa abandonada—Somos ocho contra, tal vez, cien soldados. Podemos hacerlo, pero necesitamos un plan primero.

—¿Qué propones?

—Puedo crear una distracción, soy bueno manejando explosivos.

Entonces serían siete restantes. Los números impares nunca son buena señal. Anderson notó la inquietud en Ghost y, sin darle más vueltas al asunto, le aseguró todo iría bien y que estaba dispuesto a enfrentar cualquier reproche que tenga planeado para él en caso de fallar.

No hay tiempo, es ahora o nunca.

—Bien —se levantó—. Anderson creará una distracción, Jason y Robinson vendrán conmigo, el resto nos abrirá paso al momento de la explosión, ¿okay?

Todos asintieron, Ghost manteniendo la mirada en su sargento hasta ya no poder asegurarse si se trataba de él o algún recuerdo borroso dándose paso a su triturada realidad. Último suspiro y esperó, cuatro soldados en posición, ninguno moviendo un músculo y contando los segundos a la par de sus latidos.

Un estallido lejano sacudió árboles y tierra, llamando por completo la atención del grupo Konni debido a su fuerte turbulencia, algunos en posición de ataque y apuntando al bosque.

—Ahora —Ghost sólo necesitó decir esa palabra, los francotiradores entrando en acción.

Aquellos merodeando cerca cayeron enseguida, Ghost y ambos compañeros lanzándose al campo de batalla apenas notaron un pasadizo estable, siendo Ghost el más rápido a la hora de estrangular, disparar y apuñalar, usando las camionetas como escondite entretanto su acompañante le señalaba al tercero en discordia chequear posibles aberturas.

La casa carece de puertas traseras, las ventanas están tapiadas y no hay chimenea, deberán acceder a través de la entrada principal si es que logran escabullirse sin ser vistos o arriesgarse y probar deshacerse de algunos tablones, lo que causaría ruido innecesario y más dolores de cabeza con los que Ghost no quiere lidiar.

—Miren ahí arriba —Jason señaló una pequeña ventana expuesta, posiblemente perteneciente al baño. Segundos antes de esperar le dieran atención o siquiera aprobación, chequeó su rastreador en la espera de movimientos dentro del escalofriante lugar, encontrándose solamente tres personas recorriendo los pasillos—. Puedo entrar, será más fácil liberar a nuestro equipo si me encargo yo mismo.

—Momento, Hume —Ghost, con mano firme, le presionó el brazo—, todavía eres nuevo, tienes que calmarte y dejarme hacerlo.

—Estoy aquí para ayudar, teniente. No seré incapaz toda mi vida.

—No sabes qué hay en ese baño —Ghost insistió, inconscientemente invadiendo su espacio personal hasta tenerlo contra la fría pared—. No estás listo para afrontarlo, novato.

Jason quiso seguirle el juego tomándolo del brazo también, ambos olvidándose seguían en territorio enemigo pese a tener cerca a Robinson comunicándose agitadamente con Anderson y a los cuatro francotiradores aún comprometidos advirtiéndoles debían darse prisa o las cosas podrían tornarse peor.

Ghost no puede permitirse dejarlo ir solo.

Malditos números impares.

—Ningún hombre se queda atrás —últimas palabras y Jason supo la discusión había terminado, viendo al teniente dar sus próximas órdenes—. Anderson, dirígete ya mismo hacia Robinson, Jason y yo entraremos a la casa.

Ghost reconocería el hedor putrefacto de la muerte ante cualquier circunstancia, horrores indescriptibles ocurridos en este baño incomodándolo junto a la pesada oscuridad que le imposibilitaba ver sus propios pies, inesperadamente cayendo dentro de una bañera rebalsando agua, seguido de Jason sufriendo el mismo resultado.

—¿Qué carajos huele así…? —Jason murmuró, palmeando la espalda de Ghost y las quebradizas cerámicas empapadas del gélido líquido en el que aterrizaron.

Utilizando visión nocturna, Jason jadeó asustado frente a lo que sus ojos presenciaron. Habían cuatro muertos arrojados en el suelo como si fueran objetos insignificantes, Ghost, igual de impactado, notó sus manos llenas de sangre gracias a la existencia de un quinto cadáver posicionado sin mucho interés en la bañera. El agua rojiza los manchó de pies a cabeza, Jason gritando tan fuerte que sacó a Ghost de su estupor, pronto cubriéndole la boca.

—¡Calma, soldado! —gruñó.

¡¿Teniente?! ¿¡Qué sucedió ahí adentro?! —la voz de Robinson invadió con desespero el silencio, Ghost llevando su mano libre al comunicador.

—Hubo una masacre aquí —no podía respirar debido a la penetrante pestilencia, hasta las moscas aprovechando el único método de escape a tanta locura y volando directo al cielo nocturno—. Tenía razón, Hume no estaba listo para entrar solo.

Copiado —Anderson recargó su arma—. Volveremos al bosque, si necesitan ayuda no duden en pedirla. Esperando futuras instrucciones, cambio y fuera.

Ghost se alejó estando Jason ya apacible, ayudándolo a salir de la bañera y, finalmente, llegar a una conclusión sobre qué sucedió. Temblando, Jason se acercó al soldado más cercano, sus manos cubiertas en rojo deslizándose encima del parche imitando la bandera de Escocia.

Son aliados.

—Soldados escoceses —volteó, encontrándose con Ghost detrás suya—¿Cuándo fue que murieron aquí en Noruega sin nosotros saberlo? Se supone debemos trabajar juntos.

—Todos tenemos nuestros respectivos planes —se encogió de hombros, yendo hacia la puerta una vez supuso los cuerpos ya no eran relevantes—. Debemos enfocarnos en rescatar al equipo Alpha ahora, sígueme y no hagas ruido.

Si les resultó complicado escalar por una pequeña ventana del segundo piso, Ghost consideró ser silencioso sobre madera vieja una misión imposible, mas le resultaba beneficioso a la hora de descifrar los próximos pasos del enemigo, en estos instantes contando varias pisadas pertenecientes a dos personas subiendo las escaleras.

No tuvieron problemas en quitárselos de encima, Jason temiendo una vez más los quejidos ahogados de ambos rusos les indique a los demás donde se encontraban posicionados, sin embargo nada pasó, Ghost señalando adelante e indicándole vaya con sigilo mientras él echaba una veloz mirada al primer piso, notando exclusivamente a miembros del Konni entrar y salir de la casa.

Nadie dijo sería sencillo, no obstante, Ghost desearía poder relajarse aunque sea una noche.

—Teniente, debe ver esto —Jason dijo, urgencia en su tono y expresión.

La habitación que Jason encontró contenía otros cadáveres, la única diferencia siendo que dichos difuntos eran parte del grupo Alpha y, lo más extraño de todo, es que no traían el uniforme ni las placas puestas. Ghost frunció el ceño, adentrándose al misterioso escenario sin poder llegar a una explicación razonable, Jason un mar de nervios, esperando alguna teoría que jamás llegó y eso empeoró las cosas.

—Esto me huele mal, teniente —había pavor en sus palabras—. Creo deberíamos retirarnos.

—¿Qué cosas dices, Hume?

—Planean algo extraño, no quiero formar parte del experimento —un paso atrás y Ghost se endureció, viendo anonadado toda su espléndida cobardía—. El equipo Alpha y Bravo están muriendo, debimos suponer los rusos tramaban algo desde el momento que nos tomaron desprevenidos en ese puto bosque.

—Siendo así, la información brindada por Laswell es correcta. Los rusos traman algo, falta averiguar qué.

—¿Nuestros amigos debían morir para confirmar sospechas?

—Somos soldados, morir es algo común a lo que debemos acostumbrarnos —con un suave pero impactante empujón logró Jason pusiera su cabeza en el lugar correcto, jamás quitándole atención a los hombres con los que compartió noches de juego, bebidas y secretos—. Si queremos hacerlo por todas las personas que perdimos, entonces debemos movernos, ¿me entiendes?

—Sí, mi teniente…

La sonrisa intranquila de Jason no duró mucho ya que, sin ellos esperárselo, nuevamente fueron sorprendidos. Jason sufrió las primeras balas, luego Ghost antes de que pueda reaccionar y apretar el gatillo, cayendo al suelo con una colisión impresionante que le quitó el aliento varios segundos, instantáneamente yendo a su comunicador.

—¡Aquí Bravo 0–7! —exclamó, arrastrándose sobre cadáveres y alfombras húmedas hasta chocar contra un mueble—¡Hemos sido atrapados, salgan de aquí!

¡¿Teniente?! —escuchó a Robinson igual de perturbado que él—¡¿Dónde está Jason?!

Pasó los ojos al novato, sus últimos respiros haciéndose notar entre mezclas de sangre y gemidos.

¡No pienso dejarlo atrás, teniente! —Anderson parecía estar regresando si el sonido de botas presionando sobre piedras y hojas le daba un indicio de ello—¡Aguante, por favor!

Ghost sentía su propia vitalidad esparcirse en grandes cantidades a través de su uniforme, el pánico carcomiendo sus huesos imposibilitándole actuar ante la presencia intimidante del ruso que parecía estar más ocupado oyendo los insultos y plegarias de lo poco que quedaba del grupo Bravo como para otorgarle demasiado tiempo al famosísimo fantasma.

¡Puto terrorista de mierda! —Anderson jamás ha gritado tanto, disparos y jadeos escuchándose de fondo—¡Si tocas a mis amigos te destrozaré! ¡Moriré pero te irás conmigo, сволочь!

¡Déjenlos ir! —Robinson lloriqueó, pareciendo haber recibido un disparo muy serio para considerarlo poco importante—¡Mierda! ¡Ghost, responde de una maldita vez!

Así continuó hasta uno obtener la orden de darle un pequeño descanso a Ghost, lo último que el teniente percibió siendo un sólido golpe en la cara y el sonido de su máscara quebrarse antes de caer inconsciente, Jason todavía contando con una fuerza especial que lo mantuvo despierto para escuchar las boberías de aquel despreciable hombre.

—Lindos accesorios —ojeando qué planeaba hacerle a Ghost, Jason captó la forma en la que, sin dudarlo, le quitaba la máscara, guantes, chaleco táctico y placas, dejándolo meramente con su pasamontañas y uniforme básico—, me pregunto si me veré bien usándolos.

Dicho y hecho, guió la mirada a Jason, sus ojos verdes descifrando las nuevas emociones del inglés mediante los terroríficos agujeros de la máscara, después otorgándose el descaro de reír, las placas moviéndose al ritmo de su pecho y creando un sonido que Jason nunca olvidará.

Es como ver a su teniente burlarse del fracaso cometido el día de hoy. Es tanto el dolor que Jason sonrió, llevándose lo sucedido ahí dentro con él a la tumba.

—Se nos fue rápido —tal parece la máscara tiene sus poderes, varios luciendo intimidados bajo la potencia de su significado—. Primero curen las heridas de Ghost y luego enciérrenlo junto al resto en una habitación, ya veré qué hacer con él más tarde.

Suspiró, estirando sus brazos y admirando la nueva identidad que obviamente aprovechará al máximo.

—Dios nos bendiga a todos.

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