Capitulo 8

-

____________________________________________________________________________________

El Rito del Descenso es una de las fechas más importantes para todo habitante de Liyue, no era para menos, una vez al año el Arcónte Geo, Morax o como era llamado comúnmente por sus seguidores, Rex Lapis, descendia una vez al año en un gran evento, el cual cada año era dirigido por una de las Siete Estrellas de Liyue.

A vísperas de ese evento todo miembro importante de las Estrellas y sus ayudantes se encuentran cumpliendo varias labores, desde Ningguang quien sería la encargada de dirigir el evento éste año, hasta la secretaria que a menudo llegaba un par de minutos de tarde por buscar un atuendo que fuere igual al que uso en el evento pasado.

Lo cual nos lleva a la Cámara de Jade, donde la equilibrio Terrenal estaba revisando todo lo que hacía falta, aunque a diferencia de otros años, en esta ocasión se veía más cansada de lo habitual.

- Srta Ningguang, aquí están los precios - diría una secretaria acercándose a la Equilibrio Terrenal de Liyue, la cual solo extendió la mano recibiendo los papales.

Al recibir los papeles Ningguang no aparto sus ojos de la secretaría, la cual comenzó a sentirse un tanto intimidada.

- Hmmm... - la secretaría se mostró un tanto nerviosa al mirar a su jefa, la cual había comenzando a verla con cierta intensidad, como si estuviera analizando algo. - ¿Donde se encuentra Ganyu?, normalmente ella me asiste personalmente en todo ésto - pregunto dejando en una mesa sus papeles.

- Bu-bueno Ganyu-sempai éste año tomo el trabajo con la Srta Keching - respondió tratando de recomponerse.

Tal declaración provocó sorpresa en Ningguang, Ganyu eligiendo trabajar con Keching... - "Así que finalmente ese distanciamiento comenzó a cerrarse eh... Me alegro por Ganyu" - pensó Ningguang cerrando los ojos y dando una sonrisa complacida.

Si ésto era cierto, significaba que muy posiblemente Ganyu estaba dando ligeros pasos para salir de su depresión. - "Bueno, si tener más trabajo significa que finalmente habrá mejoria en ella que así sea" - suspiro un tanto resignada para comenzar con su trabajo.

No pretendía ser grosera, pero era imposible cubrir el sol con un dedo, la eficiencia laboral de Ganyu era igual, o más bien mayor al de todo un grupo de secretarias de varios años de trayectoria, no contar con ella de su lado haría las cosas algo difíciles, pero si era por la mejora de la semi adeptus, lo aceptaría, no le gustaba verla en ese estado, y no precisamente por que era su jefa.

..

..

- "Mi trabajo nunca fue tan fácil" - serían los pensamientos de una sorprendida Keching mientras miraba unos informes, su trabajo de todo el día estaba casi terminado y todo por contar con una ayudante con alta competencia.

Normalmente sus asistentes no eran ni la mitad de eficientes, y normalmente terminaban renunciando a los pocos días al no ser capaces de seguirle el ritmo.

- Ganyu el trabajo está casi listo si quieres puedes... - Keching se detuvo en su frase al mirar como Ganyu estaba distraída.

Dado que se encontraba en la terraza de una tienda de té contaban con una excelente vista de todo lo que sucedía en el exterior, con curiosidad dirigio su vista a donde miraba la chica con cuernos, no era para nada normal que ella se distrajera en pleno horario hábil.

Y al hacerlo un rostro de total desconcierto se hizo presente en el rostro de la peli mirada, lo que Ganyu miraba, o más bien, a quienes miraba, era un par de Fatui que pasaban por la calle, como si los estuviera analizando.

- ¡Ganyu! - alzó la voz sacando a la adeptus de su pequeño transe la cual entender la situación se avergonzo al creer que no había prestado atención a algo muy importante, y eso se realzaba más por la mirada seria de Keching.

- Yo lo sien.... -

- ¿Qué te ocurre? - hablo Keching cortando el diálogo de Ganyu. - ¿Por que miras a los Fatui como si quisieras meterlos en otro tempano de hielo? - pregunto mirando con seriedad a la peli azul.

Si bien tenía una opinión poco positiva acerca de la presencia de los representantes de Snezhnaya en Liyue, era representación política de la nación de Cryo, así que había que tener cuidado con lo que decían y hacían públicamente dada su posición.

- Yo... Creo fuertemente que Goku pudo haber estado en la Casa de la Hoguera todos éstos años - dijo Ganyu con seriedad, además de tener una expresión sumamente inquietante.

Cómo si de un profundo resentimiento se tratara.

- Casa de la Hoguera.. - murmuro Keching desconcertada. - Qué el ladrón mencione Fontaine no hace que podamos hacer una declaración así - Keching finalmente había recordado de que le sonaba ese nombre.

Un lugar donde distintos huérfanos eran adoptados, lugar que era dirigido por una fatui de muy alto rango.

- No es sólo por eso... - contestó Ganyu en tono peligroso inquietando un poco a su jefa. - Un día hace 10 años, Goku tomó una misión del gremio y se fue por más de un día, me sentí muy agobiada por lo que fui a buscarlo.. -

Ahora lo recordaba de forma lúcida, bastante cerca de la frontera con Fontaine, ahí los vio, una mujer de cabello blanco quien era la que dirigía la casa de la hoguera mientras acariciaba los cabellos alborotados del pequeño artista marcial, ese día pudieron habérselo llevado si no hubiera llegado.

Tal información había dejado en completo shock a la chica de cabellos púrpura.

¿La casa de la hoguera?

¿Eso podría explicar porque nunca supieron nada de él en todos estos años?

- Ganyu... ¿Estas completamente segura de lo que dices? - pregunto con total seriedad, a lo que la antes mencionada asintió igual. - De acuerdo, en 3 días, cuando el Rito del Descenso termine comenzare a investigar, después de recibir a Rex Lapis nunca ocurre nada - dijo para luego asentir Ganyu con seguridad.

Finalmente la Yuheng se había aferrado a la idea de que el azabache seguía con vida en algún lado, tan solo deseaba que esto de verdad llegará a algún lado.

..

..

Sumeru/Unos días después.

Era un día como cualquier otro en el teatro Zubayr, todos los miembros del equipo estaban de aquí para allá preparando telas, mantas, figuras y todo tipo de decoración.

Siendo cerca del medio día el saiyajin se encontraba tranquilamente dormido dentro de algún lugar, siendo un hábito sospechosamente similar al de cierta adeptus de cabello azul.

Los alegres miembros del teatro seguían con su día a día con felicidad, no siendo conscientes de que muy pronto tendrían una visita para nada beneficiosa.

- Hay que ser precisos y herir su dos piernas para asegurarse de que no vuelva a bailar jamás... Supongo que será más sencillo con el juguetito de Fontaine - dijo el líder que era un adulto mayor, canoso de pelo largo con bigote y barba.

El cual usando una de sus manos toco un objeto que traía abajo de su chaleco, el cual no era otra cosa que un arma de fuego que había sido traída desde la nación de la justicia, Fontaine.

..

..

Con Goku/dentro de su sueño

El saiyajin se encontraba junto a la pequeña diosa de la sabiduría, la cual había aparecido repentinamente al percatarse de que el guerrero se encontraba dormido.

- Vaya, parece que finalmente he descifrado un patrón en tu comportamiento, desde nuestro primer encuentro duermes siempre a ésta hora, ¿hay algo especial en esto? - con una sonrisa curiosa Nahida cuestiono al guerrero el cual veía un tanto confundido la presencia de la pequeña arcónte, para luego restarle importancia, tampoco era como si le molestara.

- No lo se, supongo que Ganyu me pego su hábito de dormir siestas, es muy relajante si te soy sincero - contesto el guerrero sentándose en el suelo para luego apoyar su espalda sobre un árbol.

Cada que Nahida se aparecía en sus sueños ésta adornada el lugar como si de una hermosa y segura selva se tratará, no iba a mentir, le recordaba a su vida en el monte Paoz y era relajante.

- "Mencionar ese nombre pareció animarlo... Vaya que las emociones son complicadas" - se dijo a si misma la pequeña diosa para luego sentarse un poco cerca del guerrero.

Su inexperiencia en las emociones humanas le impedía comprender del todo el comportamiento de un mortal, cuando vagaba por ahí esuchando lo que decían en su nombre sus seguidores a veces escuchaba cosas que no comprendia del todo.

Cómo a dos chicas pidiendo que sacara esos malos pensamientos de sus cabezas.... Pero no lo entendía, había visto dentro de ellas, pero no había ni un solo rastro de maldad como para pedir tal cosa.

- Oye Nahida, me he estado preguntando... - la pequeña diosa salió de sus pensamientos para mirar a su único amigo. - ¿Por que la gente parece no saber que existes? - pregunto realmente curioso por ese detalle.

En todo el tiempo que pasó en la nación del arcónte Geo cuando era niño comprendió algo, todos, o bueno, casi todos admiraban y adoraban a su arcónte, haciendo o pidiendo cosas en su nombre, y su mayor exponente era su querida Ganyu, ella le había explicado que tal comportamiento era normal y no solo en Liyue.

Mondstad, Inazuma, Fontaine, y demás naciones, la gente amaba a su arcónte, pero, con las semanas que llevaba en Sumeru fue sencillo percatarse de algo, casi todos los sumerianos rezaban y adoraban a la Reina Mayor Rukkhadevata, ignorando casi que por completo a Nahida.

Sabia que esa tal Rukkthanata ya llevaba muchos años muerta, no comprendia nada en ese asunto, por parte de los adeptus llego a escuchar que quienes adoran a un dios muerto no les espera nada bueno.

La expresión curiosa de la pequeña arcónte se borró en un instante.

Sus ojos curiosos ahora en unos un tanto melancólicos, como si de un pesar se tratara.

- Siendo honesta Goku, esperaba que pasara más tiempo para decirte ésto, pero ya que preguntas no veo por qué no, eres realmente la única persona en la que puedo confiar en este momento - Nahida miro al saiyajin directo a los ojos, quien se mostró aprendido por el repentino cambio de actitud.

- Hace más de 500 años la Reina Mayor Rukkhadevata guió a toda su nación con su gran sabiduría, siendo adorada y amada por todos, pero un día una enorme tragedia ocurrió y ella acabó perdiendo su vida.. - relataba mientras baja la cabeza mostrándose un tanto melancólica. - Los sabios de aquella época encontraron a una creación de la diosa Rukkhadevata, completamente felices se la llevaron, pero, al hacerle pruebas se percataron de algo que no les gustó en lo absoluto, la heredera de la diosa se la sabiduría mostró un muy bajo nivel... -

- Decepcionados, tomaron a la nueva arcónte y la obligaron a entrar Santuario Surasthana, donde a estado encerrada desde hace 500 años.. - dijo alzando la vista mientras unos recuerdos pasaban por su mente.

- La nueva diosa de la sabiduría fue conocida por el título de Reina Menor Kusanaly... Los sabios desde ese día predicado con vehemencia el legado y la sabiduría de la Reina mayor, relegando por completo a su nueva arcónte.. - finalizó mirando a los ojos al saiyajin.

Se sentía impotente por no poder nada, no ser capaz de ayudar a su gente, de no poder ser capaz de apoyar a sus súbditos que la adoran pese a todo, de no ser capaz de ponerle fin a ese mal que trae la enfermedad de Eleazar y las zonas marchitas.

- Nahida... Tu... ¿Has estado encerrada desde hace 500 años? - pregunto Goku en shock total, mientras de a poco un enorme sentimiento de enojo aparecía dentro de si contra aquellos que le hicieron eso y para quienes la mantienen así aún luego de tantos años.

- Así es - fue la simple respuesta de la pequeña diosa. - Los sabios de la Academia decidieron mantenerme encerrada y usar el legado de mi antecesora para sus propios fines -

- ¡¿Estas encerrada en ese santuario?!, puedo ir a sacarte ahora mismo - exclamó Goku poniéndose de pie notándose algo molesto.

A lo que Nahida simplemente negó con la cabeza. - La única forma segura sería que el actual Gran Sabio Azar sea quien me libere, si queremos que todo salga bien hay que hacer un plan, ya no quiero que ningún otro de mis ciudadanos perezca por la contaminación - afirmó Nahida determinada.

No tenía ni la más mínima certeza del alcance del poder de Goku, pero estaba segura que ideando una estrategia idónea podrían conseguirlo.

- Puede que tome algo de tiempo, pero si pensamos en cómo.... ¡...! - la expresión de la pequeña arconte de un momento a otro pasó a una de shock, desconcertando al saiyajin.

- Escucha Nahida, esto de los planes sofisticados no creo que.... -

- ¡Basta de charlas, es momento de que despiertes! - no pudo terminar su frase ya que la pequeña diosa alzó su voz y al hacerlo su vista comenzó a volverse borrosa en señal de estar despertando.

Y en los instantes que eso sucedía un fuerte grito de una chica que conocia había llegado a sus tímpanos...

Un poco antes/En el Teatro Zubayr

- ¿Cómo acabe con tantos regalos? - la joven y linda bailarina se estaba rascando su nuca mientras miraba una gran pila de cajas amontonadas sobre el escenario.

En el Bazar a pesar de los negocios, todos se trataban con una amistad/hermandad muy grande, ayudando cuando fuere necesario u obsequiandoae cosas, donde Nilou era una de las más beneficiadas en ese aspecto.

Gracias a su carisma y gentileza la gente solía regalarle las cosas que ya no les funcionaria para negociar, a priori podría sonar como echarle la basura encima, pero todo no era más que artículos de calidad con algún pequeño desperfecto que ya no permitía comerciar con éstos.

Pero tratándose de comida, telas y demás insumos venían como anillo al dedo para decoración del teatro, era un ganar ganar según los benefactores, pero aún así a Nilou le gustaría poder retribuir tales gestos.

- ¡Nilou, espero estés preparada! - el Jeque del teatro llegó eufórico, tal alegría se le fue contagiada a la peli roja que sonrió con amabilidad y alegría.

- Así es, solo faltan decoraciónes menores... Y preparar mucha comida si queremos que Goku participe conmigo ésta noche también - diría cerrando sus ojos azules mientras daba una sonrisa nervosa dejando escapar una leve risa.

De un momento a otro Zubayr puso una cara que indicaba que recién había recordado algo. - ¡E-es verdad!!!, gracias por recordarme, nos vemos! - exclamo saliendo a toda prisa para hablar con algunas personas.

Si querían que el forastero de otro mundo se prestara de nuevo para otro número, debían retribuirle ofreciendole una generosa cantidad de comida.

Nilou soltó una risa divertida viendo como el Jeque se iba a toda prisa, pero al instante un escalofrío recorrió su espalda, ¿se trataba de Goku tocando deliberadamente sus tatuajes?, que más quisiera ella que eso fuera...

Girando su rostro lo suficiente se encontró con lo que más temía, se trataba de Rekhar, la cual le observaba con una sonrisa peculiar, mezclaba burla con diversión.

- ¡¿Qué tal los niños Rekhar-San?! - pregunto dandose la vuelta y comenzado a bajar del escenario mientras era seguida por la mujer que no borraba su sonrisa.

- Con su maestra, oye por cierto... "Para que Goku participe conmigo"... ¿Desde cuando hay tanta confianza para hablarle así? - la mujer comenzó a caminar al mismo ritmo que Nilou dada la dirección ambas iban a la salida del Bazar, la cual apartó la mirada.

Había nombrado al Son sin utilizar ningún tipo de honorífico en su nombre..

- Creo que estabas escuchando cosas.. - negó aún con la mirada apartada.

Rekhar al escuchar eso borro su expresión burlona pasando a una algo más seria. - Nilou tu sabes de lo que hablo querida.. - al escuchar el tono Nilou regreso la mirada mirando a la mujer mayor. - Te seré honesta Goku es alguien muy atractivo, ¿ya has pensado en que alguien podría adelantarse? - pregunto mirando a Nilou a los ojos, la cual bajo un poco la mirada.

Que una chica de la nada comience a salir con Goku... No lo podía explicar, pero ese pensamiento le generaba...

- ¡¡Muy bien la hora de la fiesta a terminado!! - un fuerte grito atrajo la atención de todos los presentes, donde sus expresiones se tornaron a una llenas de angustia.

Al lugar habían entrado un grupo de mercenarios, los cuales no se veían como los amables que ofrecían sus servicios al gremio, era todo lo contrario, a simple vista se notaba que no traían nada bueno entre manos.

- ¿Por que esas caras? No hay necesidad de tanta apatía - con una sonrisa arrogante comenzó a caminar a pasos lentos mirando a los presentes en busca de su objetivo.

A pesar de contar con cierto respaldo dado el nivel de su contratista, podía tardarse un poco, pero debía actuar.

Absolutamente todos estaban quietos sin decir nada, estaba indefensos y más por el tipo de enemigos que eran, de los que no dudarían en que sus acciones escalen a grandes niveles.

- "S-soy la única con una visión aquí... Si las cosas empeoran tal vez podría..." - Nilou pensó mirando disimuladamente a todos los presentes.

Rekhar aunque aventurera en su tiempo, llevaba muchos años sin actividad física así que estaba básicamente sola en esto.

- Vaya, pero si es la bailarina estrella del teatro... ¿Qué tal estas? - el mercenario se detuvo mirando con intenciones peligrosas a Nilou, la cual se tenso un poco mientras se preparaba para sacar su espada en el momento más oportuno.

- ¡¿Qué buscan aquí mercenarios?! - el Jeque alzó la voz mirado con molestia e impotencia la situación.

- Algo en especial... - dijo mientras metía se mano a su chaleco para luego sacar un artefacto que resultaba totalmente extraño para los
presentes. - Un asunto pendiente con esta mocosa - declaró apuntando con su artefacto a Nilou jalando el pequeño gatillo de esta.

La cual al mirar eso saco si espada lista para defenderse, pero....

¡PUM!

A una velocidad que nadie vio venir un proyectile fue disparado dejando a todos un pequeño zumbido en sus orejas, pero a pesar de eso algo desgarrador llegó a sus oídos.

- ¡AAAAAAAHHH! - el grito de Nilou atrajo la atención de todos los cuales estaban horrorizados.

La chica estaba tirada en el suelo sosteniendose la pierna derecha que estaba cubierta de sangre.

- ¡N-Nilou!!! - horrorizada Rekhar se agachó para tratar de socorrer a su amiga.

- ¡Me-me duele mucho!! - con una expresión de dolor Nilou se agarraba con fuerza su muslo derecho.

- "Hmmm... El encargo era que no subiera jamás a un escenario pero sin matarla, debería apuntar a su rodilla" - con una sonrisa despreciable el mercenario miraba como sus cómplices contenían a los hombres presentes dándole el suficiente tiempo para terminar su encargo, no había desarrollado tanto como le gustaría la puntería con su nuevo juguete.

Tras echarle un vistazo al lugar giro su cabeza para regresar su vista a su inocente víctima, pero en el proceso se había quedado helado y petrificado.

- "No... No.... ¡Tiene que ser una jodida broma!" - pensó helado del miedo, de a poco y con miedo giro su cabeza a una puerta donde creyó haber visto algo.

Y ahí estaba, uno de sus demonios del pasado, el cual al salir miro en shock el estado de Nilou.

- ¡Ni-Nilou! - exclamó Goku, para de un momento a otro aparecer justo enfrente de la peli roja estando agachado para revisar su estado.

La preocupación de la gente cercana no les permito ponerle atención atención al hecho de que un momento a otro Goku había aparecido justo en frente, pero los mercenarios eran otro cuento.

Estaban completamente helados al reconocer ese cabello.

- ¡¿Quién hizo esto?! - pregunto el saiyajin lleno de furia, de por si ya le estaba costando lidiar con lo que le dijo Nahida, ahora si ya no podía más..

- No.. No... ¡Tu deberías de estar muerto maldito bastado!! - grito con miedo el líder del grupo mirando al saiyajin.

Había escuchado del otro grupo que había regresado, pero no les creyó, es más, hasta había visto la oportunidad de promover ese rumor ya que conocía de primera mano el miedo que cierto demonio con cola causaba, pero ahora... No sabía que sentir.

- Con que fuiste tu maldito bastado - entendiendo por completo la situación Goku se puso de pie acercándose al asustado hombre.

El cual para sorpresa de muchos retrocedia aterrado.

- ¡Tu estabas muerto!! - muerto del miedo apuntó su arma al saiyajin comenzando a disparar su arma repetidas veces.

Pero a medida que el saiyajin caminaba usando una de sus manos agarro sin ningún tipo de problema todos los proyectiles, siguiendo así hasta que las balas finalmente se le terminaron, el cual seguía apretando el gatillo en un intento desesperado de poder hacer algo.

- Si estoy muerto... - dijo abriendo su mano derecha dejando caer al suelo todas las balas, para en un instante aparecer frente al mercenario con su palma abierta. - Entonces esto no te va a doler.. - haciendo presión con su Ki género una ráfaga que mando a volar al sujeto contra una columna.

- ¡Aaaah! - dado un fuerte grito cayó al suelo quedandose completamente quieto por el dolor, presumiblemente teniendo su columna fracturada.

- Si uno de ustedes intenta hacer algo estúpido le prometo que les ira peor.. - sentenció Goku al resto de bandidos para luego regresa con la chica la cual seguía tendida en el suelo.

- ¡Esto es malo, este tipo de heridas pueden ser mortales por la pérdida de sangre! - exclamó Rekhar arrancando una parte de su vestido para luego amarrarlo en la herida de Nilou, la cual hizo un gesto de dolor.

Todos estaban demasiado ocupados preocupandose por Nilou como para sorprenderse o preguntarle a Goku como había hecho lo que hizo.

- ¿Y si la llevamos con Tignari? - propuso Goku preocupado por su amiga.

- Lastimosamente queda muy lejos, tendremos que buscar a alguien aquí, pero igual será complicada - Rekhar se mostraba realmente afligida por la situación de su amiga.

- ¡Yo la llevaré! - el saiyajin dijo acercandose a la chica dispuesto a tomarla entre sus brazos.

- Goku, aprecio tu iniciativa, pero.. - Zubayr puso su mano en el hombro del saiyajin deteniéndole, pero no pudo terminar dado que una voz más importante se hizo escuchar.

- Dejen que Goku me lleve... Confío en el, por favor... Todos... - hablo Nilou sintiendo su pierna caliente y adolorida.

Sin poder replicar nadie puso ningún pero y Goku tomo cuidadosamente a Nilou entre sus brazos, Rekhar por tomó otro trozo de tela amarrandola con fuerza en el muslo, el cual ya estaba rojo e inflamado.

- Tranquila Nilou, te llevaré con Tignari, el sabrá que hacer - dijo Goku viendo con preocupación a su amiga, para de un momento a otro comenzar a levitar ante la mirada atónita de los presentes.

Sin más Goku comenzó a avanzar directo a la salida a una velocidad moderada por el poco espacio que tenía lata volar, y cuando finalmente salió aumento su velocidad apresurandose a llegar a donde sentía la presencia de Tignari.

- ¿Se fueron volando?... - pregunto a la nada Rekhar con una mirada incrédulas.

Tal vez y solo tal vez deberia pedirle a sus hijos que le repitan las dichosas historias "ficticias" que Goku les contaba.

Tras pasar unos segundos se percataron de que los agresores de estaban alejando con su inmóvil líder, pero su andada no duro mucho.

- No importa que este sucediendo aquí, pero todos ustedes regresen ahí abajo y quedense quietos, de lo contrarío aténgase a las
consecuencias - dijo un hombre alto, de cabello blanco y con una musculatura marcada que los estaba amenazando con una espada.

..

..

Bosque Avidya

En un lugar relativamente cercano a la frontera se encontraba un bosque, el cual habían varias construcciones hechas con materias naturales, las cuales servían como casas para el grupo de guardas forestales.

Personas que se encargaban de cuidar el medio ambiente, de socorrer a cualquier persona en caso de ser necesario o de combatir las zonas marchitas.

- ¡Maestro Tignari!, traje lo que me podio! - grito una alegre Collei entrando al lugar de trabajo de su maestro

(tomen de ejemplo ese sitio)

- Puedes dejarlo en la mesa Collei - respondió Tignari volviendo a lo suyo

La joven asintió dejando las cosas, pero al mirar a su maestro se extraño por la mirada confusa de éste.

- ¿Qué le sucede maestro? - ladeo su cabeza en señal de curiosidad acercándose a éste.

- Escucho algo... Como si algo viniera - respondió el guarda bosques frotándose sus grandes orejas creyendo que había algo mal.

Podía apostar que escuchaba una especie de zumbido acercándose.

Girando a donde estaba seguro de escuchar algo se encontró con la sorpresa de que una aura blanca se acercaba, y sin darle tiempo de decir nada ese objeto/alguien no identificado ya había aterrizado justo enfrente.

- ¡Tignari, Nilou necesita ayuda y rápido! - grito Goku al único médico que conocía, el cual al salir de su shock entró en uno nuevo junto a su aprendiz al ver la pierna de la bailarina.

- ¡Collei trae todo para desinfectar una herida y una manta! - la chica sin rechistar salió corriendo para buscar lo que hacía falta. - ¡Llevala a dentro necesito revisarla! - Goku no se la pensó dos veces y entro dejando con cuidado a Nilou sobre una especie de cama alta de madera.

- Esto no parece en nada la herida de una espada o algo.. - dijo Tignari revisando la pierna de Nilou, notando como habían dos agujeros en esta.

- Goku.... Tu regresa al teatro - diría Nilou entre dolores al sentir como revisaban su herida, pero antes de que este se negara de adelanto. - El tipo ese, no me atacó al azar, algo tramaba, estaré bien, por favor ve, no estoy tranquila sabiendo que los demás están solos con esos lunáticos - dijo Nilou mientras forzaba una sonrisa.

- De acuerdo... - acepto Goku comenzando a salir del lugar para encender su aura y salir volando del lugar ante la mirada incrédula de collei que se quedó quieta por unos instantes

- Tengo una sospecha de que ocurrió, por favor dime como era el arma, sin omitir detalles - dijo Tignari dejando de revisar mirando a la chica.

Si bien indiscutiblemente su especialidad era la botánica, sabía bastante de primeros auxilios como para socorrer a la peli roja.

..

..

..

Fin del capítulo.

Hola...

¿Qué tal andan?

Bueno espero que le haya gustado el capítulo.

El capítulo siguiente creo que será más largo ya que planeo terminar ahí mismo... (los que sepan algo de la historia creo que saben a que voy)

En fin, lamento la tardanza y espero leer sus opiniones, sin más nos vemos.

Bye!





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top