Capitulo 7

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- ¿Modificar mi Akasha? - pregunto el saiyajin a la pequeña diosa de orejas puntiagudas. El azabache se encontraba sentado en un columpio verde por cortesía de Nahida.

Habían pasado varios minutos desde que habían dejado de jugar a la rayuela, donde vale mencionar que Nahida tuvo una victoria aplastante.

- Así es, desde que te vi supe inmediatamente que escapabas a cualquier paradigma que haya tenido la oportunidad de ver en cualquier persona dentro de la ciudad - diría la Reina Menor con una sonrisa serena mientras giraba lo suficiente su cabeza para mirar al saiyajin.

- Otra vez con tus palabras rara jeje, aunque, tampoco creo que sea tan especial como tú dices - Nahida se mostró curiosa ante esa respuesta, hasta donde sabía, alguien se sentiría alagado por unas palabras así, y en casos más extremos tendrían un subidon de ego.

A pesar de su vasto conocimiento, aún tenía mucho que aprender de las emociones mortales.

- Es un hecho que eres bastante diferente, hasta dudaría que fueras un humano... - diría Nahida con una expresión analítica mientras bajaba su mirada, no pudiendo percatarse de un ligero movimiento de molestia en un párpado del saiyajin por esa última afirmación.

- Hasta debería felicitarte, tu mente se siente como un lugar extremadamente seguro, como si todo lo que estuviera afuera no pudiera afecta a mi consciencia estando aquí - Kusanaly paso de su expresión analítica a una amigable viendo al saiyajin.

- Supongo que es por mi entrenamiento mental - Nahida abrió tanto como pudo sus ojos por esa información, sintiendo una enorme curiosidad por ello.

Entrenar la mente, en su limitada experiencia nunca vio o supo de algún guerrero que realizara un entrenamiento mental, eso definitivamente explicaba por que el Akasha tuvo complicaciones para entrar en la mente del azabache.

Por lo que podía sentir, media vez algo no le superara, la mente del saiyajin era un lugar impenetrable.

Sin mencionar el enorme poder que seres con la suficiente percepción podrían sentir.

- "Definitivamente tome la decisión correcta, no quiero imaginar que harían lo Sabios si tuvieran el poder de sus sueños... O de su cuerpo" - era cuestionable el hecho de que pudiera ser controlado de esa forma, sin embargo, era mejor no correr riesgos.

Mientras Nahida tenía de nuevo una expresión analítica, de repente abrió sus ojos como si se hubiera percatado de algo.

- Hmm... - la pequeña diosa se puso de pie para darse media vuelta mirando al saiyajin. - Muchas gracias por este tiempo Son Goku, pero... - la pequeñas diosa no pudo terminar su frase por una interrupción del saiyajin.

- Solo dime Goku, no hace falta tanta formalidad entre amigos Nahida - diría el saiyajin regresando a su alegre forma de ser mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Amigos? - Nahida se llego un dedo a su labio mientras analizaba sorprendida esa frase.

Amigo, una palabra de la cual se sabía su significado al derecho y al revés, pero que al mismo tiempo desconocía por completo.

- Je.. - una sonrisa un tanto melancólica apareció en el rostro de la Reina Menor. - De acuerdo, nos veremos en tu próximo sueño, amigo Goku... - con una simpática sonrisa Nahida uso su mano para menearla como gesto de despedida.

Y antes de que Goku pudiera decir algo, todo se volvió oscuro indicando el final de ese sueño.

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¿Puede significar ésto el fin?

Era la pregunta de la pequeña diosa, la cual abrió sus ojos viendo un panorama desolador, triste y claustrofobico, una burbuja verde, de la cual no tenía escapatoria.

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La ciudad de los contratos; Liyue.

- ¡¿Cuantas de estas cosas hay pegadas?! - un soldado alzó la voz quejándose mientras miraba un cartel de personaje desaparecida.

- No lo se, según tengo entendido el anuncio estuvo por al rededor de 10 años, vaya que quien lo publicó estuvo empeñado - dijo otro miembro de la Geoarmada, siendo los encargados de mantener el orden o proteger a los civiles cuando sea necesario.

Luego de que el arranque de frustración del primer guarda se detuviera, ambos se pararon por unos instantes para ver sus objetivos con claridad.

Unos carteles de persona desaparecida que brindaban las descripción de un niño azabache.

- Hmmm... Éste niño... - murmuro el segundo guardia, el cual se veía de una edad más avanzada que su compañero.

- ¿Qué ocurre?, es solo otro anuncio más - replicó con aburrimiento mientras tomaba uno de los carteles.

Dado que el caso había sido oficialmente archivado, tenían la tarea de recoger estos carteles.

- "Hmmm... Hace 10 años de la nada el índice de criminalidad se redujo de forma abrumadora..." - pensó el hombre mayor mientras recordaba aquellos años.

Sin que nadie lo esperara todos los ladrones comenzaron a desaparecer, entregarse o resultar muy malheridos, con todos y cada uno de ellos señalando a un individuo en común.

Pero tras cierta desaparición, aquel majestuoso periodo de varios meses con un bajo índice de crímenes comenzó a desaparecer hasta ponerse igual que antes.

El soldado dejó esos pensamientos de lado para enfocarse en su tarea, ya de nada le serviría pensar en una época casi perfecta que nunca va a volver.

Aunque... Desde hace tres semanas, varios grupos de ladrones que ya llevaban un gran historial de repente dejaron sus fechorías comenzando a esconderse.

Justo como hace 10 años.

- Jijiji, nunca creí ver a unos soldados ocupandose de una tarea tan mundana - una enigmática voz llamó la atención de los guardias, a lo cual el mayor de ellos solo rodo sus ojos en señal de "Aquí vamos de nuevo".

- Joven Directora Hu Tao, que estemos justo afuera de su establecimiento no significa que estemos interesados en sus servicio por adelantado - contesto mientras se daba media vuelta mirando con mala cara a una joven azabache

- Debería tomarse las cosas con más calma ¿no le parece? Estar siempre con esa actitud no es bueno para la salud, aunque, si sigue así yo estaría encantada de recibirlo en la Funeraria "El Camino" - contestó la identificada como Hu Tao con una sonrisa alegre.

El soldado más joven al oir tal declaración solo pudo sentir como un fuerte escalofrío recorría su espalda, sentía que si estaba cerca de esa chica tan extravagante estaría muerto.... Y de manera irónica, estaba en lo correcto.

- Usted otra vez... - el soldado mayor se sobo la quijada con molestia mientras una vena se marcaba en su frente de manera cómica, lo cual solo provocó unas risas en Hu Tao.

- Juju, usted tranquilo... Que eventualmente regresara mi estimado cliente, tarde o temprano - finalizó usando un tono más malicioso, asustando más al soldado joven

- Qué va, que va, no vine a hacer publicidad "Por ahora".... Solo venia a decirles que no es necesario que quiten ustedes los anuncios, el fue un amigo mío, hacerlo me traerá recuerdos - Hu Tao se cruzó de brazos mirando serenamente a los guardias.

- ¿Segura? - pregunto asintiendo la azabache. - De acuerdo, vámonos - miró a su compañero el cual asintió, comenzando ambos a retirarse del lugar.

- Y recuerden.... La Funeraria "el Camino" siempre recibe a sus clientes potenciales con gusto - finalizó con una sonrisa maliciosa la cual logró provocarme cierto temor a ambos guardias.


Ya en soledad, la joven directora de la funeraria camino unos cuantos pasos tomando uno de los carteles mirándolo con una expresión serena.

- Chico... A veces llegue a pensar que eras inmortal - nego con la cabeza mientras sonreía con nostalgia recordando algunas cosas.

Cómo la vez que le pidió al él que la acompañara a visitar un cliente potencial, el cual no se lo tomó con gracia, reventandole un hacha en la cabeza al inocente niño...

Tal parece que había llegado el momento de hacerle un servicio fúnebre como las políticas de su funeraria mandaban.

- Aunque espero que la Srta. Keching no vuelva a intentar golpearme con su espada - murmuro con un puchero de molestia mientras en su mente se manifestaba la imagen de una chica de cabello púrpura con ojos rojos de furia dándole un golpe cuando una espada.

No lo sabía, pero debía estar agradecida de que cierta secretaría del Pabellón Yuehai nunca llegó a enterarse que intento hacerle un funeral a Son Goku.

No era capaz de imaginar el témpano de hielo en el que hubiera acabado metida.

Había pasado cerca de media desde que Hu Tao había comenzado a retirar los anuncios de persona desaparecida, no limitandose únicamente a los de su establecimiento, si no abarcando varias calles más, atrayendo la sorpresa de varios transeúntes que estaban impactados de ver a la directora de la funeraria actuando de forma tranquila sin ofrecer cupones de descuento.

- "Hhmp, agradecidos deberían de estar porque siempre les doy ofertas" - pensó con cierta molestia mientras cerraba los ojos, pero inmediatamente su expresión cambió a una curiosa al escuchar a alguien conocido pronunciar su nombre.

- ¡Hu Tao, buenos días! - una alegre y simpática voz femenina atrajo la atención de la azabache, quien paro un momento con su tarea para ponerle atención a la recién llegada.

- Jijiji, buen día mi querida Xianling, ¿a caso vienes por otra broma de cortesía? - pregunto con una sonrisa zorruna provocando que la recién llegada pusiera mala cara.

- Y yo que venía a ver si te ayudaba, pero bueno, no serias su si no hacías eso - dijo Xianling mientras se cruzaba de brazos.

- "No viene Guoba con ella... Es la oportunidad perfecta para una buena broma" - pensó mientras sonreía con malicia cómica.

- Así que... Finalmente archivaron el caso... - la chica tomó uno de los carteles mirando su contenido.

- Debo admitir que es una pena, Goku si que se a hecho extrañar - Hu Tao lamento un poco para sorpresa de la peli azul.

- ¿Hu Tao lamentándo una muerte?, no vaya a ser un presagio de la muerte de un arcónte - Xianling sonrió con ironía y burla, lo cual ni siquiera inmutó la sonrisita de Hu Tao. - Pero ya enserio, no sabía que pensaras tanto en él, recuedo haberme puesto triste pero como era pequeña no me duro tanto las tristeza -

- Ooooooh, bueno, resulta que me acuerdo de él cada que despierto, cada que me baño y cada que me voy a dormir... - diría mientras entrecerraba sus ojos.

Xianling que había escuchado perfectamente lentamente comenzó a sacar fuertes conclusiones, mientras de a poco un rubor aparecia en su rostro mirando en completo shock a Hu Tao, no esperaba que tuviera esa clase de hábitos.

- ¿Ca-cada mañana y a-al bañarte? - pregunto mientras tragaba en seco.

- Si.... - diría mientras su mirada se oscurecia, de a poco comenzando a desabrochar los botones superiores de su traje. - ¡El muy desgraciado me dejo esta marca!!! - con fuerte molestia apartó su prenda de su hombro derecho dejándolo expuesto.

En donde se podía observar la marca de una mordida humana.

Y siempre que la veía recordaba con lucidez el día que se la hizo.

..

..

Hace diez años.

- El Restaurante Wanmin como siempre sirviendo grandes delicias - sería lo dicho por un hombre de cabello castaño y ojos ámbar el cual se encontraba bebiendo una taza de té.

- "Y algunos lo disfrutan más que otros..." - pensó mientras miraba otra mesa, en la cual había una enorme pila de platos sucios, en la cual se encontraba una chica de cabello azul con cuernos con al cabeza sobre la mesa en señal de depresión.

La cual solo murmuraba cosas como:

¿Como puede comer así y no engordar?...

Rex Lapis tiene favoritos....

El hombre de la taza de tan sólo miraba en completa confusión tales declaraciones, pero inmediatamente se encogió de hombros no dándole importancia a los murmullos depresivos de la mujer.

Mientras el hombre regresaba a su te, la cámara se movía lo suficiente para enfocarse en un par de azabaches, uno de cabellos alborotados y una de un traje negro.

- ¡Boo! -

- ¡Aaaah! - grito el pequeño saiyajin callendo al suelo para la risa de la pequeña Hu tao.

Ganyu que había escuchado el grito miro de reojo que ocurría percatandose que se trataba de una broma entre infantes le resto importancia regresando a sus pensamientos de celos y depresión que sentía al ver el apetito del niño que conocío ayer.

- Eres como Bulma, una bruja - el pequeño artista marcial se puso de pie sacándole la lengua a Hu Tao la cual había terminado de reírse.

- Uuuuuuuh... Déjame mostrate un auténtico truco, digno de una bruja - la niña en un rápido movimiento puso su mano en la cara de Goku, cerrandola con la misma agilidad para luego retirarla dándole un pequeño jalón a la nariz del chico. - Tehe~ mira tengo tu nariz - con el puño cerrado y con su pulgar dentro pero sobresaliendo ligeramente su dedo simulando la punta de una nariz.

- ¡¿Eh?! - Goku miro eso completo shock.

Ya no tenía nariz... Eso significaba que nunca más podría sentir el aroma de la deliciosa comida....

- Tuuuu... - con una mirada afilada el niño miro con intenciónes peligrosas a Hu tao. - ¡DEVUÉLVEME MI NARIZ! - como si de un animatronico de Freddy's se tratará el niño se abalanzo sobre Hu Tao con su mandíbula completamente abierta tumbandola en el suelo.

- ¡Aiy! - la niña se quejo al sentir como cayó al suelo, pero, inmediatamente abrió por completo sus ojos al sentir unos dientes en su hombro.

Con cierto temor bajo su mirada viendo como Goku la tenía así, y antes de poder decir algo, un fuerte escalofrío recorrió su cuerpo como respuesta al sentir una fuerte mordida.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH! - grito a todo pulmón al sentir como la fuerza de la mandíbula había incrementado.

Lo cual llamó la atención de los dos encargados generando sorpresa en ambos, y mucha, demasiada, en grandes cantidades, vergüenza en la pobre Ganyu.

En una escena retrospectiva se podía ver como Ganyu estaba haciendo una reverencia, al mismo tiempo que con una de sus manos obligaba al pequeño Goku a hacer una mientras Hu Tao estaba llorando a cántaros detrás de Zhongli mientras se frotaba el hombro.

Marcando así el fin del flashback.

..

...

- Aplico tanta fuerza que me dejó esta cicatriz - diría mientras terminaban de recordar ese momento que la había marcado... Literalmente.

- O-oh si, ahora entiendo - diría Xianling apartando la mirada llena de vergüenza.

Hu Tao regreso su ropa a su sitio mirando con curiosidad esa reacción.

Pero inmediatamente se encogió de hombros no importandole mucho.

- Bueno creo que ese fue el último - con una expresión de satisfacción Hu Tao retiro el último cartel, pero al mirarlo con atención pudo percatarse que este era relativamente nuevo.

Cómo si hubiera sido colgado hace no más de un día. - "¿Será que...?" - pensó con los entrecerrados.

..

..

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Sumeru.

- "¿Está realmente que escuche lo que ella puede decirme?" - pensaría una chica de cabellos azules de diferentes tonalidades mientras se rascaba la cabeza.

Tenía una mirada cansada además de un tono cansado y gentil.

- Jijiji, veamos que le depara el destino joven Layla - la adivina Nabiya con una expresión decidida comenzó a hacer sus trucos para tratar de adivinar el futuro de la ya nombrada como Layla.

La cual al escuchar la parte de adivinar su destino/futuro volvió a una expresión que transmitía una ligera angustia, como estudiante de la escuela de astrología no se sentía particularmente cómoda participando en ésto.

Inclusive la astrologa que admiraba, Mona Megistus, decia que usar la astrología para beneficiarse banalmente era indebido.

Sin embargo, desde una perspectiva, no era astrología lo que usaba la pequeña adivina... Hasta donde sabía.

- "¡Ta-talves y me diga si mi tesis va por buen camino!" - pensó llena de ilusión, esperando que esos días de trasnochar estén por acabarse.

Esta última temporada no había sido una muy buena para ella.

Había gastado demás el dinero de su beca en las adquisiciónes de la comerciante omnisciente.

Y sus problemas de sueño no eran como que estuviera mejorando exactamente, tenía tanta presión encima que incluso olvidaba varias.

Cómo hacer algunos deberes o recuperar la consciencia en un lugar completamente aparte del que recordaba.

Quizás debería comprarle a esa comerciante unas pastillas para que pudiera dormir cómodamente.... ¡No!, no debía en la tentación, no importante la oferta, 2x1, 3x1, inclusive si están al 4x1.... A quien engañaba, si estuvieran en oferta, lo consideraría seriamente.

- "Bu-bueno no todo a sido malo, al menos los dulces que me manda Goku-san son agradables" - pensó mientras bajaba la cabeza rascándose la nuca algo apenada.

No entendía tales gestos (mentira) pero se sentía algo apenada por no poder recíproca al respecto.

- "¿Y si mejor le pido que adivine el futuro de Goku...?" - Layla fue sacada de forma abrupta de sus pensamientos debido a un grito de la adivina.

- ¡¿NO PUEDE SER TU TAMBIÉN?! - alzó la voz de forma histérica poniéndose de pie rápidamente mirando a Layla.

La cual solo parpadeo confundida. - ¿Yo también de que? - ladeo un poco su cabeza con curiosidad y confusión por el repentino cambio de actitud de la pequeña adivina.

- ¡¿Cómo puedes tener tantas?! - grito de nuevo para de una forma inexplicable, comenzar a correr alejándose del lugar mientras gritaba a todo pulmón.

Ante la mirada incrédula de Layla.

La cual fue sacada de su transe al escuchar el maullido de los gatos. - Lo siento, pero no tengo comida para ustedes... - dijo recibiendo como respuesta otro par de maullidos.

- ¡Hola Layla! - una animada y jovial voz hablo a las espaldas de la chica, la cual solo soltó un chillido de espanto.

Al mirar quien la había saludado su miedo se fue un instante, pasando a ser ahora vergüenza y pena por haberse exaltado de esa forma en público.

- Lamento haber reaccionado de esa manera Goku-san, estaba un poco desorientada - se disculpo Layla algo apenada.

- No hay problema, supongo que te sorprendí... - negó el saiyajin con una sonrisa amable. - "Hmmm, por su expresión ella es la Layla normal" - pensó Goku analizando el perfil de la estudiante de astrología.

Una mirada cansada junto a una expresión bastante tímida, mientras que gracias a su imaginación la figura de otra Layla apareció junto a ésta, aunque ella se veía totalmente distinta pese a tener la misma cara, unos ojos relajados además de una sonrisa un tanto astuta.

- Esto.... ¿Qué hace por aquí?.... - pregunto Layla tratando de comenzar una conversación.

- Bueno, vengo de cobrar el pago de las misiones del gremio - respondió el saiyajin con su sonrisa jovial. - "Que bueno que Nilou no tiene buen olfato como Ganyu" - pensó soltando un suspiro interno, había prometido quedarse quieto en su recuperación, pero a una semana de ser dado de alta no podía contener las ansias. - ¿Y tu que haces por aquí? - pregunto mientras que un acuerdo mutuo y silencioso ambos comenzaron a caminar sin rumbo aparente..

- Eeeeeeh, bueno... Yo.. No lo sé - Layla apartó la mirada completamente apenada, tal afirmación provocó confusión en el saiyajin. - Yo estaba haciendo mi investigación y me quedé dormida y al despertar estaba aquí en la ciudad... - diría alzando la mirada, denotándose unos ojos que trasnmitian confusión.

Dicha aclaración provocó que una gota de sudor nerviosa bajará por la parte trasera de la cabeza del saiyajin, por lo visto Layla había sido víctima de otro de sus episodios de... ¿sonambulismo?

"Prometeme que no le dirás nada a Layla, por su personalidad se pondría muy triste si sabe que existo"

La imagen de una Layla más relajada se hizo presente en su mente recordándole sus palabras. Si era honesto, toda ésta situación le  recordaba a los cambios de personalidad de su vieja amiga Lunch.

- Bu-bueno, ya que estas aquí, ¿no quieres ir a divertite? - sugirió Goku con una sonrisa un tanto nerviosa tratando de evadir el tema. Había prometido guardar el secreto de la Otra Layla así que pondría de su parte en ello.

Goku dejo de sonreír al ver como la chica de cabello de dos tonos de azul se había quedado estática y con expresión de sorpresa.

- ..... ¡¿Eeeeeeeeh?! - exclamó Layla completamente sorprendida.

Acaso... Acaso... ¿La estaban invitando a una cita?....

- Entonces... ¿Vienes? - pregunto el saiyajin dejando su expresión nerviosa.

Luego de haber misiones con el gremio había ganado bastante dinero como para permitirse comer a gusto.

- "Bueno.... Aprovechando que estoy aquí no me vendría mal despejar mi mente un poco... Quizás así consiga relajarme para poder dormir..." - pensó con la esperanza de poder conciliar un buen sueño de forma natural.

Enserio, necesitaba y QUERÍA poder dormir cómodamente sin tener que comprarle nada a la comerciante omnisciente.

- S-si... - contestó de forma cansada dándo unso cuantos pasos para luego comenzar a tambalearse, estando a punto de caer al suelo siendo sostenida a tiempo por el saiyajin.

- ¿Estás bien? - pregunto con preocupación pensando que la chica estaba enferma.

- Si~... Es solo que estoy muy cansada... - dijo con cansancio mirando al saiyajin con gratitud. Pero teniendo cierta pena, se sentía un poco mal por tener un ataque de ese tipo cuando estaban en una salida.

- No te preocupes - diría el saiyajin para en una atrevido movimiento montar a la chica por sobre su espalda exaltandola en el proceso. - ¡Vamos, que prometí que te la pasarías bien! - dijo eufórico comenzando a caminar cargando a una Layla que quería que la tierra se la tragarse en ese momento.

Comenzando a dirigirse ambos a su primer punto de interés.... Un lugar para comer. Aunque en el camino pasaron de largo justo enfrente de un hombre alto, de cabello de dos tonalidades de gris que se encontraba sentado leyendo tranquilamente un libro.

El cual al percatarse como la pareja había pasado de largo alzó la mirada viendo como se alejaban.

- "Son Goku...." - pensó con una expresión estoica.

Recordando al tipo que sin ayuda de ningún poder elemental pudo volar a gran altura, salido de la nada pero con grandes habilidades, con muchos misterios a sus espaldas, era sin duda un misterio que intentaría resolver.

..

..

- Lo siento Goku-san, pero puedo aceptarlo... Me he quedado sin fondos como para poder comprar algo... - dijo Layla ya estando de pie, junto al saiyajin estaban justo afuera de un restaurante.

Pero había recordado que no contaba con ningún fondo monetario como para poder costearse algo, y no quería abusar del azabache.

- Deberías relajarte, yo te invite a fin de cuentas, así que yo pago no te preocupes - contesto Goku con una sonrisa jovial y despreocupada.

- Pe-pero.... - Layla no pudo terminar de replicar dado que sintió una mano posarse en su cabeza quedándose muda.

Pese a ser una acción dócil sentía una enorme aura de protección.

- Deja de negarte, prometí que te ayudaria y te haría feliz, anda vamos - dijo Goku con una sonrisa amable no siendo consciente del enorme peso de sus palabras.

Layla había quedado estática al escuchar eso, pero tales palabras perforaron dentro de ella quedandose grabadas en su mente. Comenzado a ruborizarse mientras cerraba sus ojos.

Si, haría eso, dejaría su negativa y trataría de divertirse y ser feliz por un rato olvidándose de sus preocupaciones.

- "Heheh~" - río de forma tierna sintiéndose a gusto con la caricia.

..

..

En otro lugar.

En un lugar con poca iluminación se encontraban un grupo de forajidos reunidos, sentados esperando a la llegada de alguien.

- ¿Un trabajo por parte de la Academia? Me suena a una trampa - dijo uno de ellos.

- Para nada, no tienes ni idea de los trabajitos que le piden a los mercenarios - dijo otro soltando una risa.

- El trabajo es sencillo... Es que cierta estrella nunca vuelva a pisar un escenario en su vida - dijo un tipo llegando al sitio mientras tiraba una imagen en la mesa.

La imagen de una chica de cabello rojo.

La Academia estaba arta de que el teatro no cediera a sus exigencias, y si no podía derrumbarlos de una forma....

Lo harían de otra sin importar el medio.

..

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Fin del capítulo

¡Que onda!

¿Les gustó el capítulo?

Perdón por el retraso pero los pendientes de la universidad me consumieron.

Además, aviso de una vez que de nuevo me voy a tardar, en poco empiezan los exámenes.

Así que sin, más, espero leer sus opiniones.

¡Bye!


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