Capitulo 5

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- ¡¿Qué haces Goku-san?! - Nilou gritaba completamente avergonzada por estar siendo cargada como princesa.

Y sin ella esperarlo comenzaron a despegar del suelo, comenzando a elevarse cada vez más alejándose de la vista común.

Aunque sin darle la debida importancia a unos cuantos espectadores que presenciaron todo.

De donde destacaba una joven delgada de piel clara y ojos dorados con pupilas blancas. Tiene el pelo azul oscuro, que se va aclarando en las puntas, y está peinado con coletas que giran en las puntas y orejas puntiagudas.

La cual miro atenta desde cuando despegaron, hasta todo lo que aconteció ahí arriba.

Observando con unos ojos inquietantes como la bailarina había unido sus labios con el guerrero.

Para inmediatamente soltar un suspiro regresando a una expresión más relajada, después de todo, Teyvat tenía sus propias leyes...

- No puedo negar que llegue a considerarlo... Pero no esperaba que ocurriera tan rápido - murmuro regresando su vista al cielo, observando como la chica había separado sus labios del azabache.

Pero no pudo seguir en ello debido a que algo había llamado su atención.

- ¡Eeeeeeh! - se giro inmediatamente para ver como un hombre miraba en completo shock al cielo.

A pesar de ser ya noche, y con poca gente al rededor, aún habían unas cuantas personas por ahí, principalmente los bebedores profesionales.

La chica de cabello azul miro con ojos peligrosos al pobre borracho....

Procediendo a tomar una espada mientras que en un rápido movimiento se se posiono a espaldas del hombre, dándole un fuerte golpe con la empuñadura del arma justo en el cuello haciendo que inmediatamente cayera inconsciente.

Mirando con cierta indiferencia el hombre inconsciente, se le acerco para luego acomodarlo un poco para que se viera como un hombre dormido producto de un alto consumo de bebida.

No conocía tanta información acerca de las habilidades del Son y de su opinión a que la gente supiera de ello, pero prefería que no se supiera de esa forma, así mejor no dejar cabos sueltos.

Para luego darle un último vistazo al cielo mirando al saiyajin con una expresión un tanto peculiar.

- Esperare nuestro próximo encuentro... Espero y Layla no sea tímida~ - dijo con cierta picardia para luego seguir en lo suyo llendose del lugar.

Había unas cuantas personas que todavía tenía que poner a dormir si quería ahorrarse un par de problemas.

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Días después.

Habían pasado ya 3 días desde la cita que Goku y Nilou habían tenido, posterior al beso y regresar al suelo, Nilou se llevó al guerrero a dar un recorrido por toda la ciudad.

Los días en el teatro Zubayr pasaron como normalmente suelen ocurrir, con sus miembros ensayando y preparando utileria para futuras presentaciones del teatro; comiendo y compartiendo junto a los comerciantes del Gran Bazar además de sus visitantes que le brindaba al lugar un hermoso paisaje.

Todo pasaba con normalidad... A excepción de un detalle que cualquiera con la suficiente percepción podría notar, y era un ligero cambio en la actitud de la estrella del lugar.

Más en específico, una actitud un tanto más acalamerada que Nilou mostraba para con Goku luego de su cita, mientras él se encontrara en el mismo lugar, aún en sus ensayos, la peli roja cada cierto tiempo le dedicaba una mirada al saiyajin.


Eran miradas que era fácil darse cuenta de que trataban... A excepción de quien las recibía, ya que Goku no era consiente de que la peli roja le veía con tanta pasión..

Lo que nos lleva a la actualidad, en este momento la pareja de bailarines se encontraban revisando un par de cajas en busca de algunas decoraciónes.

Mientras buscaban Nilou lo miraba de vez en cuando luciendo un poco inquieta, en la noche de la cita había evitado hacer preguntas para no arruinar la noche.

Cierto asunto pendiente la llenaba de curiosidad, todavía no sabía como es que Goku había sido capaz de poder volar, incluso sin ser poseedor de una visión elemental.

Pensar en ese detalle le recordaba a las historias de los niños, los cuales hablaban con gran entusiasmo de cosas que "supuestamente" Goku había hecho... Ya no le parecían cosas tan descabelladas luego de que éste se pusiera a volar.

Quería preguntarte al respecto, pero hasta al momento no habían tenido un momento tan a solas para indagar en un tema así de complicado...

Mientras indagaba en sus pensamientos, no se había percatado de que alguien se le estaba acercando a sus espaldas, hasta que sintió algo...

- Hmm~!! - gimió sintiendo como un dedo tocaba su espalda, por lo que lentamente miro al responsable, tratándose del mismo Goku.

- Oye Nilou, siempre me e preguntado, ¿que son esas marcas? - pregunto Goku mientras seguía tocando el tatuaje rojo que la chica tenía en su espalda ignorando cualquier regla de espacio personal.


- ¿¡Pero que haces?! - pregunto exaltada y ruborizada, pero eso sí, sin hacer nada por detener el tacto.

El saiyajin escuchando la exaltación de la mujer se detuvo inmediatamente al reconocer la "molestia" a su tacto.

Esto le recordaba a la primera vez que acarició los cuernos de Ganyu y como esta suplicaba que se detuviera... Aunque posteriormente era la propia Ganyu la que le pedía que le acariciara, pero bueno, esos eran detalles.

Nilou al sentir como había detenido su tacto comenzó a suspirar con pesadez mientras su rubor seguía presente, se sentía extraña, no era la primera vez que alguien le preguntaba acerca de sus marcas, incluso habiendo un pequeño tacto de por medio.

Pero ésta vez, justo con él, era evidente la diferencia, su cuerpo reaccionaba de una forma que nunca lo había hecho antes, y... y.... ¿Porqué se había detenido?

- Oye Nilou, si te moleste perdoname, solo tenía curiosidad - se disculpo Goku algo mal por creer haber molestado a su amiga.

Escuchando eso Nilou bajo un poco su mirada, oscureciendose esta mientras sus ojos eran cubiertos por su lindo cabello rojo.

- Goku... Tu realmente... - el cuerpo de la chica temblaba ligeramente, en un inesperado movimiento se dio medía acercándose al saiyajin mientras agarraba su cuello con sus brazos acercando su rostro al de este mientras lo miraba con unos ojos de anhelo.

El saiyajin se mostraba ligeramente confundido por tal cambio de actitud, contrastaba mucho de la habitual alegre Nilou de siempre.

Nilou seguía con la misma mirada, ignorado completamente su preocupación de antes, comenzó a acercarse de a poco al saiyajin para unirse en otro beso.

Y cuando estaba por conectar sus labios con los del guerrero...

- ¡Goku! - al escuchar esa voz la chica abrió sus ojos deteniendose, para luego separarse en un rápido movimiento tratando de fingir que no había ocurrido nada.

- "¿Qué me está pasando?" - la bailarina se cubrió el rostro con sus manos sintiendo vergüenza por su actitud de hace instantes.

Goku tan solo parpadeaba un poco confundido mientras su vista se enfocaba en Nilou, quien solo volteaba su rostro evitando ver a los ojos al saiyajin.

..

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Goku y Nilou iban saliendo del almacén del teatro mientras eran acompañados por el Jeque Zubayr, quien iba con una mirada un tanto seria por los visitantes que tenían en esta oportunidad.

Sabía perfectamente que al menos en esta ocasión no venían a fastidiarlos, pero tener a la academia en los asuntos del teatro siempre era un dolor de cabeza que prefería evitar.

Mientras bajaban del escenario Goku se percató como los miembros de la academia que lo buscaban se encontraban un tanto nerviosos, para luego dirigir su vista a la salida del bazar notando como Katherine estaba saliendo del lugar.

- Si el gran Sabio se entera que perdimos un Akasha estamos acabados, ni una palabra de ésto a nadie... - uno le murmuro con seriedad a su compañero quien solo asintió nervioso por la situación.

Daban gracias a la Reina Mayor Rukkhadevata por haber tenido suerte de que la recepcionista del gremio de aventureros sea quien lo haya encontrado y entregado a ellos directamente.

- ¿Me necesitaban para algo? - la voz de Goku atrajo su atención, donde de forma instantánea ambos pasaron a un semblante más sereno para no generar sospecha.

- ¿Usted debe ser Son Goku cierto? - pregunto el oficial de la academia caminando un poco mientras era seguido por su guarda espaldas.

A lo que el saiyajin asintió.

- Primero que nada, puede estar tranquilo, no vengo por que tenga un problema o algo que usted tenga, como usted ya sabrá aquí en Sumeru contamos con una gran bendición de la Reina Mayor Rukkadevatha... - diría el hombre, para luego ver como el azabache asentía con la cabeza.

- Por norma general a los viajeros se les entrega uno cuando están un tiempo en Sumeru, y usted ya a cumplido con esa norma - mientras hablaba el oficial saco un pequeño dispositivo que le rediltaba familiar al Son.

- El conmutador Akasha, tras varios años la academia desarrollo este dispositivo, quienes lo usan y estén dentro de las fronteras de Sumeru tienen acceso al conocimiento que necesitan - explicaba con emoción mientras era observado por un pensaste saiyajin.

Todavía recordaba como "Katherine" le había pedido que aceptara tal artilugio... Si quería saber a que se refería, tendría que aceptar el riesgo.

- Tome joven, solo sostengalo en su mano y diga: "que la diosa del conocimiento nos bendiga con su sabía voz" - Goku extendió su mano recibiendo el pequeño aparato con forma de hoja mirándolo fijamente por unos instantes sin decir nada.

- .... Que la diosa de la sabiduría nos bendiga con su sabía voz... - diría finalmente, tenía una enorme curiosidad por llegar al fondo de ese asunto.

Tras decir eso el pequeño aparato se deshizo convirtiéndose en una pequeña aura azul que recorrió su brazo hasta llegar a su cabeza, donde sintió como este intentaba pasar sus barreras mentales dándoles paso, para por unos instantes aparecer sobre sus ojos una especie de lentes digitales tipo fururista, y por último aparecer una pequeña hoja azul en una de sus orejas.

Goku comenzó a mirar a los presentes mostrando algo de asombro, mientras miraba los rostros de los presentes aparecían imágenes que marcaban información básica de éstos.

Nilou miraba con cierta emoción la escena, aunque la disimulaba lo suficiente para no ser tan notoria.

Con ese dispositivo en su poder Goku de veía como un miembro de la ciudad.

- Jajaja, se ve que le esta gustando, bien, eso era todo, con su permiso paso a retirarme, que tengan un buen día - el oficial dijo con aparente amabilidad para luego retirarse del bazar ante la mirada seria del Jeque.

Bajo ninguna circunstancia el llegaría a confiar en miembros de la academia...

- Oye Goku - hablo Zubayr pasando a un semblante más relajado. - Antes de que planees cualquier otra cosa, recuerda que hoy nos visita el guarda bosques Tignary con su aprendíz - al escuchar eso Goku soltó una pequeña risa nervosa, había olvidado completamente ese detalle

Y su gesto se agravó más luego de ver cómo la peli roja le miraba con reproche, le había prometido ser bueno y cumplir con lo ordenará el doctor para su recuperación.

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Ese mismo día, al amanecer.

En la bella ciudad de los contratos, Liyue, el sol estaba saliendo iluminando campos, montañas, aldeas, y principalmente la ciudad central.

En una casa los rayos del sol atravesaban una ventana de la planta alta de la vivienda, a falta de cortinas, el sol llegaba directo a la cama iluminando la mitad del rostro de una persona bastante conocida, la cual con un rostro melancólico estaba abrazando una almohada sin verse con muchos ánimos.

A pesar del tiempo, y aún con su tendencia a olvidar algunas cosas, esos recuerdos nunca se irían de ella.

Así sean otros 10 años, 100, otro milenio, nunca lo olvidaría, aquella persona que le habia traído incondicionalmente una enorme alegría a su vida.

Tantos hermosos y alegres momentos, que sin importar el lugar o la situación, su mente se inunda de esos recuerdos.

Incluso sin ir muy lejos, en esa misma cama, hace años ella y Goku charlaban durante horas divirtiendose con la compañía del otro, podía recordarlo con lucidez, incluso la ropa que usaba.

Había llegado un momento en el cual su confianza era plena y absoluta, no le molestaba que la viera estando así, dormían y comían juntos, y en varios momentos llegaron a bañarse juntos.

No había ninguna otra persona que la haya hecho sentir así, una persona especial que la hizo sentir especial, no por tener un puesto alto de trabajo para gente importante, no por ser una adeptus, la hizo sentir así sin importar nada de eso.

Su querido Goku... Como lo extrañaba, su vida la sentía mucho más gris y monótona desde aquel día...

Soltando un suspiro triste Ganyu se puso de pie para luego bajar a la sala de su casa.

Al terminar de bajar las escaleras miro con sentimiento todo su alrededor, su comedor y sala, pero enfocandose principalmente en un mueble que tenía varias gavetas. A paso lento se acerco a este, estando frente se puso sobre sus rodillas en el suelo abriendo una de las gavetas de la parte baja.

Para luego sacar una pequeña caja de cartón, la cual ya se veía un tanto maltratada por el paso del tiempo, pero limpia y en buenas condiciones.

Ganyu retiro la tapa viendo su contenido, el cual solo estrujo su corazón pese a ya conocerlo de memoria.

Ahí estaba una fotografía en la cual estaban ella y Goku, en el pequeño sentado en un barandal mientras se abrazaban felices viendo a la cámara.

Viendo y recordando ese momento quizo sonreír por lo bonito que era.

Pero no podía, por más que lo intentara no era capaz de formar una sonrisa, solo sentía como las lágrimas escurrian por su rostro.

- Perdoname... Prometí usar la bendición divina para proteger a tantas personas fuese posible... - Ganyu cerro sus ojos mientras recordaba figura de una niña que la señalaba con
enojo - Pero no pude hacer nada para protegerte a ti - sin poder soportarlo más Ganyu rompió en llanto abrazando la foto.

Cuando la tristeza y la soledad la abrumaban solía ver esa foto para tratar de sentirse mejor, para seguir recordando su rostro y que la esperanza de volver a verlo nunca se esfumara.

Pero ya no podía más.

El caso había sido archivado con nulas posibilidades de ser abierto por la falta de información.

Esa esperanza de poder tenerlo una vez más con ella, sentía que se había ido.

Tras estar llorando por unos minutos Ganyu miro la foto una ultimate vez, para luego darle un pequeño beso justo donde estaba su amigo y regresar la foto al lugar donde la tenía guardada.

Le encantaría poder tenerla en un lugar de lo más visible, sin embargo, le era emocionante imposible.

A como pudo se puso de pie para tratar de continuar con su día...

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..

Ganyu se encontraba caminando por las calles de la pintoresca ciudad con una expresión neutra, en circunstancias normales estaría llendo camino al Pabellón Yuehai para cumplir con su labor de secretaria con las Siete Estrellas.

Sin embargo, este día estaba libre, en el pasado se la pasaba tan metida en su trabajo que incluso tomaba por su propia cuenta horas extras con presunción de ilegalidad.

Durante años siempre fue así, con una cuestionable adicción a su trabajo laborando incluso cuando por ley tenía derecho a descansar, pero eso había cambiado debido una promesa que le había hecho a cierta personita.

- "Mejor me voy de la ciudad para estar más tranquila" - soltó un gran suspiro decidiendo que hacer, sin su trabajo no sabía que más hacer, y quedarse en su casa todo el día solo la deprimiria aún más, lo mejor era alejarse de esto tanto como pudiera.

Con eso en mente Ganyu fijo su andar rumbo a la salida del ciudad, quizás un día alejada del bullicio de la ciudad le ayudaría a relajarse después de todo.

- Supongo que esta es mi oportunidad... - murmuro una chica viendo el camino al que había entrado la peli azul, sin más, esta comenzó a caminar en esa misma dirección pero sin querer llamar la atención de Ganyu.

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Sumeru; Teatro Zubayr.

- Bueno, aunque no sea mi especialidad, puedo decir con seguridad que en un par de días más te permitire salir de tu reposo - diría un furro.... digo, un chico de cabello negro, con traje de perfecto para ir una selva, teniendo como rasgos más llamativos una cola y unas orejas.

- Es un alivio, esto de cuidar las vendas no es lo mío - Goku dijo divertido sacando una sonrisa irónica en Tignari.

- Cuando te recuperes y con esa fuerza tuya podrías pasarte alguna vez para trabajar con los guarda bosques, nos vendría muy bien tu ayuda para lidiar con las zonas marchitas, ¿cierto Collei? - diría Tignari mirando a un lado una chica.

- Eeeeeeh, s-si, creo que vendría
bien... - una chica de cabello verde respondió con algo de nervios.

- Bien, a lo que venía, iré a ver a la joven Inayah, Collei por favor ayuda a Goku a ponerse las vendas, si por el fuera creo que andaría sin ellas - Tignari miro de reojo al saiyajin con algo de burla sacando una mirada de molestia cómica en este.

- Si.. - respondió con firmeza la joven guarda bosques, pero tras pensar bien lo que había aceptado su rostro se transformo en un instante, empeorando aún más al ver como el saiyajin le veía con una sonrisa amable.

- Gracias Collei, con su permiso, me retiro - Tignari abandono el lugar dejando a la chica y al saiyajin que se veían fijamente.

Goku con la sonrisa jovial que le carácteriza, miemtras Collei se veía nerviosa y un tanto roja por la situación.

- "Tranquila... No es la primera vez que lo haces... Vamos pídele que te cuente más historias" - Collei se armo de valor tomando el vendaje junto a un tarro para acercarse al saiyajin.

En sus anteriores encuentros había desarrollado una fascinación por las historias que tenía Goku para contra, desde que lo había conocido espera con ansias el momento de poder verlo para seguir escuchando sus relatos.

Además, cuando estaba cerca de él, podía sentir como una enorme sensación de paz inundaba su ser, en cierta forma recordandole a una amiga que había hecho hace tiempo.

- Goku-san, ¿Usted estuvo en Liyue según me dijo verdad? - pregunto mientras comenzaba con su labor.

- Si, hace años, ¿por? - pregunto haciendo gestos leves de dolor sintiendo las manos del chica manipulando sus músculos aún sensibles.

- ¡¿Alguna vez estuvo en
Mondstad?! - pregunto con cierta emoción.

- No... Solo conocí a alguien de allí, se llamaba Jean si no mal recuerdo - el saiyajin se llevó una mano a su mentón, por su mente pasaba la imagen de una joven rubia que conocio de niño.

- Ya veo... Si alguna vez va a ese lugar busque a Amber, ella es muy amable y estaría encantada de ayudarle en lo que necesite - Collei dijo mientras recordaba a una chica de rojo.

- "Su espalda es muy fornida..." - de manera inconsciente la chica movió de forma un tanto atrevida sus manos, mientras un rubor aparecía en su rostro.

..

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Con Ganyu.

- Fue aquí... - sería lo dicho por la chica peli azul mirando los alrededores de una pequeña colina, unas que otras flores por ahí, unas cuantas ardillas corrían por el lugar, además de ver un campamento a unos cuantos metros.

Ese era el lugar donde todo había comenzado... Sacudiendo un poco su cabeza Ganyu miro en dirección de una montaña con unos ojos que mostraban unos sentimientos complicados.

- Maestra... Shenhe... - susurro aún viendo en esa dirección mientras dos figuras pasaban por su cabeza.

Viendo esa montaña, el lugar donde creció y se crió, donde estaba su maestra, quería ir, sin embargo, pensar en eso hacía que su cuerpo temblara sintiendo cierto miedo.

No se sentía con el valor de verlas a la cara.

Pensando en eso bajo su rostro mientras un pequeño recuerdo pasaba por su mente..

"Cuando llegue el momento de abandonar el nido mis niñas tienen total libertad para hacerlo, pero, a pesar del tiempo, si sus alas se manchan ellas siempre deben recordar que tienen un lugar al cual regresar... Y es aplica también para ti niño..."

- Maestra... - de manera inconsciente Ganyu comenzó a dar lentos pasos en dirección de la morada de su maestra.

- ¡Ganyu! - pero un grito hizo que se detuviera de inmediato, mientras sentía como una fuerte sensación de culpa y miedo inundaba su corazón al reconocer a la dueña de la voz.

- Ganyu... Que bueno que te alcanzo... - diría esa voz llegando parándose a unos cuantos metros de la adeptus.

- ¿Q-que le trae p-por aquí S-señorita Keching? - llena de nervios, pregunto mientras apartaba la mirada no queriendo verla a los ojos.

- Ganyu... Por favor mirame a los ojos - con un tono amable Keching habló, aumentando los nervios de la adeptus.

Pero haciendo caso al pedido de su superior, Ganyu alzó la mirada mirándo a los ojos a Keching, la cual pudo notar con claridad ese temor con el cual Ganyu le veía.

Keching con la misma expresión camino unos pasos estando frente a frente con Ganyu, con esta última sintiendo como sus nervios aumentaban.

- Yo... - en un inesperado movimiento Keching envolvió a Ganyu en un abrazo para shock de esta. - Yo lo siento mucho por lo que te dije aquel día... - Keching cerro sus ojos mientras hacía más fuerza sintiendo como sus ojos amenazaban con comenzar a lagrimear.

Ganyu escuchaba incrédula esto mientras comenzaba a temblar, con la Yunghe escuchando fuertes sollozos de esta.

- Tu no tenias la culpa de nada y aún así yo me enoje contigo, por favor perdoname, me arrepiento de haberte agredido así - Keching aún en la misma posición sentía como Ganyu seguía sollozando.

- ¿Yo... Yo no tengo la culpa? - con lágrimas saliendo de sus ojos Ganyu pregunto con duda mientras  su voz se quebraba cada vez más.

- No... En lo absoluto, solo fuiste otra víctima, no te sigas culpando, deja ese pensamiento... Por favor - Keching sintió en su espalda los brazos de Ganyu, señal de que ella también la abrazaba.

Ganyu ya no se contuvo más y comenzó a llorar apoyandose en el hombro de Keching, la cual no decía nada al respecto, limitandose a palmear con gentileza la espalda de Ganyu.

Quedándose así por varios minutos más, hasta que Ganyu aún entre sollozos pudo calmarse lo suficiente como para ya no hacer tanto ruido.

- Yo.. *sniff* lamento lo de su vestido - aparto de nuevo su mirada, a lo que Keching negó diciendo que no pasaba nada

Keching miraba esto con una sonrisa, no podía decir que el problema ya estaba solucionado, Ganyu paso recordando sus palabras durante muchos años, por lo que iba necesitar tiempo para sentirse mejor, pero estaba alegre de que ya hayan dando un primer paso.

Ambas permanecieron ahí, en un silencio que no era incómodo, pasando el tiempo suficiente como para que Ganyu dejara de sollozar, y cuando estaban por iniciar una conversación, unas voces llamaron su atención.

- Ladrones de tesoros... - susurro Keching con seriedad viendo como al campamento llegaba un pequeño grupo de criminales.

No era tan difíciles de neutralizar, pero era mejor ser precavida y acabarlos de una vez para que no causaran más problemas.

- Ganyu tu quedate atrás... Y si te sientes bien apoyame con tus flechas, si no, no te preocupes, puedo sola... - murmuro de nueva cuenta, asintiendo Ganyu con una mirada complicada, quizás lo mejor era que se mantuviera al margen de todo ésto.

- Vaya que estamos de suerte, con el rumor de Micah en esa carta acerca de que el "pequeño demonio con cola" regreso, ya no hay tanta competencia - el que parecía ser el jefe dijo con un tono arrogante mientras bajaba con saco lleno de cosas cuya presidencia era de dudosa legalidad.

A lo que sus lacayos copiaron su acción bajando también ellos varios sacos.

- Jejeje, ¡somos ricos muchachos! - el grupo grito con euforia apoyando a su líder.

Su conversación fue escuchada por las espectadora, dejando a una de ellas con curiosidad.

- "Pequeño demonio con cola"?... Me suena familiar... - Keching entre cerro sus ojos tratando de hacer memoria, pero no podía..

Pero dejó eso de lado para enfocarse nuevamente en los ladrones.

- Canallas... Deberían buscarse un trabajo de verdad - dijo con desprecio mirando como celebraban con las cosas robabas, preparándose para ir al ataque, aunque, cuando estuvo a punto de hacerlo, un fuerte escalofrío recorrió su cuerpo frenando en seco.

Comenzando a temblar ligeramente mientras sentía como el ambiente se ponía más frío, y no de manera figurada, su cuerpo reaccionaba a un frío real en pleno día soleado.

Otro fuerte escalofrío recorrió su cuerpo sintiendo una enorme intención asesina, sospecha y peligrosamente cerca, con cierto miedo comenzó a girar su cabeza para ver a Ganyu, y al hacerlo se quedó estática.

- "Sus ojos..." - pensó en shock.

Allí estaba Ganyu, mirando finalmente al líder de los ladrones, con unos fríos y vacíos que no prometian nada bueno.

..

..

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Fin del capítulo.

Hola tonotos.... ¿Así era el chiste?

Que hay, ¿les gustó el capítulo?

Hoy no hay escena del pasado por que no la vi necesaria, además de que el plan era un recuerdo en el cual Ganyu y Goku fueron a la playa, así que queda pendiente para la próxima.

Sin más, espero que les haya gustado, y nos vemos hasta la otra.

¡Bye!







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