Capitulo 4

-

____________________________________________________________________________________

En las afueras de Liyue

- ¡Eres una niña! - exclamó el pequeño Goku con euforia mientras miraba a una niña que aparentaba 9 años, con cabello púrpura.

La cual solo tenía un mirada de incredulidad mientras miraba al pequeño azabache mientras temblaba.

Goku solo miraba sin comprender el repentino cambio de actitud de la niña, tan solo había revisado si era una niña de verdad.

Pero de repente sus instintos se pusieron en alerta máxima sintiendo un enorme peligro, pero al mirar bien a la niña, su expresión se torno a una nerviosa y temerosa.

- ¿Ke-kechin-chan? - pregunto nombrando a la niña, la cual lentamente comenzó a alzar su mirada, viendo fijamente a los ojos a Goku, quien tan sólo se asustó.

..

..

..

- ¡AAAAAAAAAAAAH! - eran los gritos que soltaba Goku mientras corría por la ciudad esquiando a distintos transeúntes.

- ¡Vamos Goku, tan solo quiero darte un abrazo! - el grito de la pequeña Keching llamó su atención.

Y en un fugaz rayo de esperanza se giro para verla, pero al hacerlo sus ganas de detenerse mermaron por completo, ver la expresión de la niña le había generado el mayor susto de su vida.

- ¡Tan solo voy a darte cariñito! - exclamó con la misma expresión, generando por inercia que Goku aumentara su velocidad.

Varios metros de persecución más tarde, Goku finalmente había escapado del campo visual de Keching, aunque éste todavía no se había percatado, corriendo como si su vida estuviera en peligro.

Hasta que vio un lugar el cual vio perfecto para poder esconderse, subiendo unas escalares y saltando por encima de un mostrador pegándose inmediatamente a la pared mientras exhalaba con intensidad.

Goku no tardo mucho en darse cuenta de que no se encontraba sólo, girando su vista hacia un costado se encontró con una mujer adulta con uniforme blanco que le veía con extrañes y confusión.

- Bienvenido al Gremio de Aventureros... - dijo la mujer casi en automático no sabiendo que más decir o hacer.

Goku solo parpadeo con confusión un par de veces, pero un inmediatamente le saludo con su habitual alegria.

Ignorando por completo que técnicamente estaba invadiendo propiedad ajena.

____________________________________________________________________________________

Era de mañana en la ciudad de Sumeru, los rayos del sol se hacian presentes dando inico al horario diurno para la nación que no sueña.

En una casa de tamaño normal, en la habitación principal, Nilou lentamente estaba abriendo los ojos mientras soltaba algunos quejidos.

La cama era muy cómoda a esa hora como para querer levantarse.

Se levanto dejando a la vista una ropa más completa perfecta para dormir, posteriormente soltó un bostezo, se quedo sentada en su cama mientras miraba a la nada en lo que trataba de recordar que tenía que hacer ese día.

- "Ayer tuvimos una presentación, hoy es un día de descanso..." - pensó mientras se tallaba uno de sus ojos.

Era un día libre, sin ningún tipo de compromi...

"Nos vemos mañana para esa cita"

Un recuerdo inundó la mente de la bailarina, y una expresión de sorpresa apareció en rostro, donde inmediatamente recordó todo lo de la noche anterior.

Cómo bailo junto a Goku habiendo una hermosa presentación, sobre como la gente cree que ahora son una pareja de enamorados, y por último pero no menos importante...

La cita que tenía con Goku ese día.

Su rostro comenzó a teñirse furiosamente de un tinte rojo completamente avergonzada por su actitud de la noche anterior.

Aún recordaba como había puesto una expresión pícara cuando acepto la idea de tener una cita con Goku.

Por el vino o no, por un pequeño malentendido o no, ya estaba en ésto, e iba hacerlo, porque incluso estando completamente sobria, la idea no le disgustaba en lo absoluto, aunque eso no evitaba que una expresión de vergüenza se apoderara de ella.

- "Acordamos encontrarnos por la tarde en la calle Alhaja, me podré preparar para saber como guiarlo" - pensó ya un poco más calmada.

Todo ésto había surgido por su idea de llevar a Goku para que conociera más la ciudad, donde en un inesperado giro se torno a una cita.

Al final del día los rumores de que Goku y ella eran pareja iban a ser mucho más fuertes, era un hecho.

Pero no era tiempo para pensar en eso, debía estar lista para su cita, tal parece que había llegado el momento de usar uno de sus vestidos.

..

Teatro Zubayr.

Rekhar miraba con diversión como sus hijos le contaban algo, los pequeños niños llenos de euforia le estaban contando una de las historias que Goku habituba contarles en tiempos libres.

Justo en ese momentos le estaban contando como un sujeto calvo hizo un agujero gigante en el suelo para luego levitar mientras Goku caía lentamente del cielo.

Ambos se "turnaban" para hacer la narración, aunque en realidad simplemente se adelantaba al otro no dejándolo terminar, teniendo una historia con una línea de sucesos poco coherente y surrealista.

- "Es bueno ver que Goku se esmera por mantenerlos entretenidos" - río en sus adentros, realmente no entendí casi nada de lo que sus hijos le estaban contando, pero le alegraba saber que se estaban divirtiéndo.

Y ahora que estaba pensando en él...

Miro por el rabillo de su ojo como éste se estaba acercando, y ya podía intuir el porque de su visita.

- Mis niños, recuerden que tiene practica con su maestra - dijo acercándose a sus hijos dándoles un beso en la frente a cada uno.

Quienes agradecieron y posteriormente se retiraron del lugar dándole un saludo al saiyajin ya que iban de paso.

- Vaya Goku-san, viniste - Rekhar sonrió de forma enigmática, causando curiosidad en el guerrero.

- ¿Sabías que venía a verte? - preguntó sentándose en frente de la mujer luciendo genuinamente sorprendido.

- Por supuesto, a quien más acudirias si no es a mi para tu cita con Nilou - contesto con cierto eje de orgullo, sintiendo Goku.

Era cierto, después de Nilou, Rekhar era la persona con la que mejor se llevaba en el teatro, además era una mujer, por lo que a su parecer eso lo hacía aún más conveniente para poder saber que hacer exactamente.

- Muy bien, presta atención Goku-san, si lo haces bien lo que te voy a decir al final del día tendrás a Nilou rendida - dijo en tono jugueton y bromista, sacando una pequeña risa en el azabache.

Una buena broma nunca estaba de más en un momento así.

..

Liyue, Ofcina de la Yuheng.

La equilibrio terrenal se encontraba sentada mirando con atención un papel sobre su mesa, su mirada era complicada, y hasta extraña para todo aquel que la conociera.

Keching por lo general era bastante centrada en su trabajo, tanto era así que los múltiples asistentes que ha tenido han terminanado renunciando al no ser capaces de seguirles el ritmo.

Pero en ese momento, completamente sola y en privado, se veía triste y melancólica.

Miraba fijamente el documento que firmó para cerrar el caso de la desaparición de Son Goku.

Realmente no quería hacer eso, pero tenía que.

Ya había pasado mucho tiempo, y seguir aferrándose a esa esperanza solo podía dañarla.

Pero realmente lo extrañaba, le gustaría volver a verlo para contarle todo lo que había conseguido, como poco a poco estaba avanzando en su meta.

Aquello por lo que muchos no la tomaban enserio, e incluso acabo llevándose mal con mucha gente.

Pero hoy en día ya poco o nada le importaba si alguien hablaba mal de ella en ese aspecto.

Su mente divagaba en sus recuerdos de aquel día, el día en el que recibió la noticia de que Goku había secuestrado.

Eso había sido un duro golpe para ella en aquel tiempo siendo incluso una niña.

Pero había otra cosa que la estaba atormentando.

Tanto que no pudo evitar llevarse sus manos a su rostro por la frustración de estar recordando ese momento.

"¡¡Ésto es tu culpa, te odio, sabía que no se puede confiar en los adeptus!!"

Y su frustración no hacía más que aumentar por que a pesar de los años recordaba perfectamente el daño que hicieron sus palabras en ese momento, el llanto en aquella chica de cabello azul con cuernos a la que le había dirigido esas palabras.

Sus palabras habían sido un duro golpe para Ganyu, en ese momento la semi adeptus estaba en un estado emocional realmente delicado.

Era como si le hubiera clavado un cuchillo directo en el corazón. Tal fue el caso que Ganyu en aquel momento solo salió corriendo del lugar sumida en llanto y tristeza.

Y así habían pasado los años, llegando así el día cuando se volvió la Yuheng de Liyue, cuando eventualmente se encontró con Ganyu, ella parecía temerle.

Cada que Ganyu tenía que acercarse a ella por el trabajo era reconocible que la mujer trataba por todos los medios posibles terminar rápido.

Se sentía horrible por todo eso, si era honesta en algún momento llegó a creer que Ganyu simplemente se había olvidado de ese episodio de hace años y que podrían trabajar con normalidad.

Pero no podia estar más lejos de la realidad.

Cada que Ganyu la ve acaba recordando ese momento.

Tenía y quería disculparse, pero... cómo maldecia el orgullo.

Había prometió trabajar y esforzarse más que nadie para demostrár que los humanos ya podían ser independientes. Pero mostrarse así ante un adeptus... De nuevo maldecia el orgullo.

- "Ganyu suele salir a observar las flores, aprovecharé uno de
esos días" - pensó mientras suspiraba con pesadez.

Acto seguido se puso de pie para luego abandonar su oficina, era un día con muy poca actividad, por lo que aprovechará para ayudar en quitar los anuncios de la desaparición del Son.

Justo como varias personas más al rededor de la ciudad.

..

..

Mas tarde, en Sumeru.

- Vaya jovencito, tengo que reconocer que tienes buen gusto - diría una mujer de estatura normal sintiéndo con la cabeza mientras tenía los ojos cerrados.

- Qué bueno que te haya gustado Faruzan - dijo Goku con su habitual actitud mientras recibía una caja de un vendedor.

- Oh espera un momento - hablo atrayendo la atención del azabache.

- Ya soy un poco mayor sabes?, así que debes tenerme paciencia jovencito, aunque creo que escucharía mejor si me llamas "Doña Faruzan" - dijo la ya idénticada como Faruzan con un tono molesto.

Faruzan es una mujer de cabello azul celeste con dos coletas y un flequillo, usando regularmente un vestido de color blanco con adornos vario color en éste.

Al saiyajin tan solo le salió una gota de sudor por la extraña actitud de su nueva amiga.

- ¿Es enserio? -

- Hum!!, ya no hay respeto a los mayores hoy en día - Faruzan apartó su mirada molesta para luego comenzar a caminar.

El saiyajin solo miro con confusión esa actitud, pero dejándolo de lado sólo se limitó a pedirle otra caja de dulces.

Goku tan solo agradeció al vendedor, para luego comenzar a seguir a Faruzan.

Charlando con Rekhar se había enterado de una u dos cosas acerca de Nilou, primero que ella ama los dulces, y que lo mejor sería que le llevara unos como regalo, y segundo, que bajo ningún concepto le diera algo de comer que tenga champiñones.

Al parecer de niña se había comido unos champiñones que eran venenosos quedando muy mal. Y desde aquel trágico episodio no ha visto de la misma forma los champiñones. Evitando comidas que contengan estos hongos cada que pueda.

Aprovechando las horas previas fue con un comerciante para conseguirle unos dulces, donde por casualidad se había encontrado con Faruzan.

Una mujer con una forma de actuar un tanto rara, hasta para él.

La había conocido días atrás luego de escapar de las excéntrica palabras de la adivina Nabiya, donde acabaron por llevarse bastante bien.

- ¡Faruzan, esperame! - exclamo el saiyajin llegando al lado de la mujer, caminando al mismo ritmo de la peli celeste.

- ¿Enserió te vas a molestar por eso? - preguntó no recibiendo respuesta ocasionado que soltara un suspiro.

- Doña Faruzan... - dijo con pesadez.

- Dime jovencito, ¿necesitas algo? - de pronto la mujer le dirigio la mirada viéndole con amabilidad, a lo que Goku solo puso cara de molestia cómica.

- ¿Conoces a Layla? - ante esa pregunta Faruzan se llevó una mano a su mentón hurgando en su memoria, estando algunos segundos así hasta que finalmente volvió a la realidad.

- La jovencita de cabello azul que estudia astrología? - pregunto, asintiendo Goku.

Faruzan explicó que si la conocía, siendo una muchacha cuanto menos peculiar, de día cuando la encontraba ella pasaba la mayor parte de su tiempo con la mirada gacha y no viendo a nadie a los ojos, pero de noche era risas y bromas.

- Los jóvenes de hoy son taaan raros - se quejo no viendo como Goku había reaccionado a su explicación sobre la personalidad de Layla.

- Pero dime, ¿que necesitas? -

- Puedes darle esto? - dijo dándole una pequeña caja, confundiendo un poco a Faruzan.

Se suponía que previamente le había pedido ayuda para elegir el dulce correcto para su cita, pero ahora le pedía que le llevara lo mismo a otra chica... Si no conociera lo despistado que puede llegar a ser el Son pensaría muy, pero muy mal de él.

Sin duda la chaviza en éstos días era bastante peculiar, mucho más este azabache.

- Solo porqué ya te conozco te haré el favor jovencito - dijo agarrando la caja.

- Jejeje muchas gracias Faruzan, sabía que podía confiar en ti, también hay para ti ahí, tomalos antes de dárselos - diría Goku con una sonrisa.

Sin darse cuenta de que sus palabras habían exaltado un poco a Faruzan.

- ¿¡Pe-pero que pasa contigo!? - se quejo señalandolo. - ¡Soy doña Faruzan para ti! -

Escuchando esas quejas Goku solo soltó un suspiro pesado, se venía una reprimenda enorme y aterradora.

Sin saberlo, acabaría siendo miembro honorario de un grupo al que la mujer ha dejado en depresión por sus fuertes regaños.

..

..

Más tarde; cerca del atardecer.

Los pasos resonaban con fuerza por las calles, los sonidos que producían los tacones llamarian la atención de quien fuera.

La persona responsable en cuestión de los fuertes pasos no era no otra que Nilou, sus pasos eran fuertes debido a los enormes nervios que habían en ella en ese momento.

Llevaba un vestido con tonalidades similares al de su atuendo como bailarína, además de que un ligero tinte carmesí adornada su rostro haciendola lucir más adorable.

Nilou no comprendia que le pasaba, no era la primera vez que salía con alguien a dar un paseo por la ciudad y nunca tuvo algún problema, pero ahora que lo hacía con Goku sentía como los nervios no dejaban de molestarla.

No era una salida común y corriente tampoco, era una cita, por lo que debía hacer las cosas como se debe.

Le preocupaba hacer o decir algo que pudiera molestar u ofender al Son, y que por ello se aleje de ella y del teatro (pero más de ella), le preocupaba que los lugares a los que pensaba llevarlo no fueran de su agrado, le preocupaba que no le gustara como se ve con ese vestido....... ¿Por que le preocupaba eso en primer lugar?

- Oh, Reina Menor Kusanaly, por favor ayudame~ - murmuro en señal de rezo mientras sus mejías se hacian aún más rojas.

Curiosamente, al tiempo de decir eso pasó justo en frente del Gremio de Aventureros, donde la recepcionista escuchó sus murmullos, quien sólo miro con confusión y extrañes esa petición.

Nilou no tardo mucho en llegar al lugar acordado, dio un fuerte suspiro para luego seguir andando, pocos metros más adelante ahí lo miro.

El saiyajin estaba sentado esperando con tranquilidad a Nilou, la gente que pasaba por ahí le saludaba debido a que muchos ya lo conocían por algunos pequeños favores, o por haber sido testigos de su actuación la noche anterior.

Paro por unos instantes para apreciar a su cita, pese no verse muy formal se veía bastante lindo a la vista, su raro peinado que le queda bien, su físico musculoso pero no al punto de ser una enorme masa muscular horrenda a la vista.

Preparándose mentalmente, pidió por última vez ayuda a la diosa de la sabiduría para luego acercase a Goku quien no tardo nada en darse cuenta de su llegada.

Donde su primera impresión había sido una de sorpresa, Nilou se puso nerviosa al percatarse de ello.

Cómo le gustaría tener de regreso la confianza con la que se había tomado el atrevimiento de agarrar su mano en público, sumando que también entrelazo sus dedos en un acto bastante cariñoso.

- Vaya, te vez linda con ese vestido Nilou - Goku alago con una sonrisa genuina, tan declaración provocó el más puro de los alivios en Nilou.

- Tu tambien te ves bastante bien Goku-san - Nilou regreso el gesto mientras el tinte rojo en sus mejías crecía un poco.

Por primera vez un comentario acerca de su apariencia había conseguido ese efecto en ella.

- ¡Por cierto, te traje ésto! - Goku extendió una pequeña caja dándosela a la peli roja, quien se sorprendio un poco al reconocer el tipo de caja.

- Gra-gracias - dijo a duras penas.

En un cambio de escena ambos estaban sentados, Nilou tenía en sus piernas la caja ya abierta, la cual estaba llena de diferentes dulces, todos siendo de su gusto personal.

Tomo uno para luego comenzar a comerlo lentamente temiendo un rostro apenado, se sentía algo mal por no haberle traído algún regalo al azabache.

Nilou no tardo mucho en ofrecerles unos cuantos a su cita, comenzándo ambos a comer ambos pasando un rato agradable bajo el atardecer, llegando la noche.

La peli roja comenzó a hacerle unas cuantas preguntas a su cita, quien con gusto acabo respondiendolas todas.

Se entero de que lleva más de 10 años fuera de Liyue, y que muchos de sus amigos ahora ya deberían ser unos adultos jóvenes a estas alturas.

Entre varias cosas más...

- Rito de la Linterna... Ya había escuchado eso antes, es una festividad muy importante para la gente de Liyue no es así? - pregunto curiosa mientras seguia comiendo sus dulces.

- Así es, tiene una historia que no recuerdo casi nada, pero la gente se reúne a hacer muchas cosas, me acuerdo de que la comida estaba deliciosa jeje - rio Goku recordándo aquella noche.

Puso un rostro nostálgico recordando un momento...

"Durante más de mil años todas las noches han sido solitarias para mi..."

"Goku... ¿Me acompañarías ésta noche?"

Pensár en el Rito de la Linterna hacia que inevitablemente acabara pensando en Ganyu. Y Nilou sin saberlo acabo frunciendo un poco su ceño.

- Debe ser una festividad fantástica, lamentablemente aquí en Sumeru son casi inexistentes - regresando a la normalidad Nilou suspiro con tristeza llamando la atención de Goku que se le había ocurrido una idea.

- Oye Nilou... ¿Qué tal si vas conmigo al próximo Rito de la Linterna? -

- ¡¿Eh?! - Nilou se exalto un poco debido a ésto, tal parece que ahora era Goku quién había propuesto la cita.

- ¿Qué? ¿No quieres ir conmigo? -

- ¡Si quiero! - respondió rápidamente, y al darse cuenta solo se ruborizo de la pena por su actitud. - Digo... Es solo que me gustaría poder ver con mis propios ojos algo de esa magnitud, en una hermosa noche sentir que puedo tocar el cielo... - Nilou miro al saiyajin con una hermosa sonrisa que escondía cierta decepción.

Lastimosamente en Sumeru estas actividades habían desaparecido casi en su totalidad en la actualidad.

- Nilou-chan.... ¿Puedes pararte y dejar la caja un momento? - Goku de la nada se puso pie, y esto lo dijo sin siquiera voltear a ver a la chica.

Quién algo sorprendída por ese repentino cambio de actitud, solo acepto la petición de su amigo.

- "Espera.... ¿Cómo me llamó?" - Nilou no tuvo chance para seguir pensando porque Goku se giro a verla.

Y en un atrevido movimiento Goku se la acerco invadiendo su espacio, cagándola al estilo princesa, exaltando a la bailarína.

- ¡¿Qué-que haces Goku-san?! - preguntó con nervios morando como el saiyajin le sonreía de una manera enigmática.

En un inesperado suceso para Nilou poco a poco comenzaron a despegarse del suelo para el shock de ésta.

Sin decir nada más, y en un rápido movimiento Goku comenzó a ascender con velocidad al cielo con Nilou en brazos.

- ¡¿Qué está pasando?! ¡No me quiero caer! - asustada por lo repentino de la situación Nilou se aferro a Goku cerrando con fuerza sus ojos.

Pasados unos momentos Goku finalmente decidio hablar.

- Nilou-chan, abre los ojos... - con el cuerpo tembloroso Nilou hizo caso comenzando a abrir lentamente sus ojos celestes.

Y al hacerlo se encontraron con una hermosa sorpresa, un hermoso cielo nocturno, la luna brillando como solo ella sabe hacerlo y la ciudad con sus alrededores dando un bello paisaje.

Era hermoso, simplemente hermoso, no era capaz de artícular palabras para describir bello del paisaje y del como se sentía.

- ¿E-estas volando? - minutos después Nilou volvió en su preguntando con incredulidad.

A lo que Goku solo asintió con naturalidad.

- Como dijiste que querías tocar pensé que esto sería buena idea... ¿Acaso no te gustó? - pregunto ladeando la cabeza.

- No es eso, me encantó... Es sólo que estoy sorprendida... - aclaro aún con incredulidad.

Lo que estaba viviendo no tenía precio, volando, presenciando un espectáculo así de hermoso, en los brazos de un apuesto chico.

Nilou miró con atención el rostro del son, y como su pelo se movía por el viento, donde comenzó a sentir un fuerte ardor en sus mejías, aunque no le importaba nada en ese momento.

- Goku-san~ - Nilou apoyo sus manos en el pecho de Goku mirándolo a los ojos, comenzando a cortar distancias.

Acercándose lentamente...

  Creditos y agradecimientos totales al pana fic_de_tony  que hizo este edit  

Hasta que finalmente unió sus suaves labios con los del guerrero.


..

..

..

..

Fin del capítulo.

Hey! ¿Cómo están?, espero que bien.

Tan solo espero que les haya gustado el capítulo.

Espero leer sus opiniones al respecto.

Si más nos vemos hasta la próxima.

¡Bye!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top