Capitulo 13
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Confusión.
Era la palabra correcta para describir como se sentía Goku en ese preciso instante de su vida, no era capaz de comprender del porqué de la repentina acción de su vieja amiga.
Lanzarle un golpe completamente de la nada casi que a traición que a cualquiera le hubiera afectado de forma indescriptibles, pero él, bueno, pudo reaccionar a tiempo para que el daño haya sido prácticamente nulo.
Era un enigma que estaba seguro que ni su compañera la ex-diosa de la sabiduría podría descifrar... O al menos esa sería su creencia.
- Esto.... ¿Y eso a que vino? - preguntó Goku con evidente confusión en su tono mientras miraba a Keching.
La cual tenía su rostro el alto mientras observaba casi que de forma perdida al saiyajin. Keching llevó de nueva cuenta sus manos a la cabeza del guerrero, y el está ocasión el saiyajin opto por tener algo más de cautela y la guardia alta, ese tipo de sorpresas no eran partícularmente agradables.
Keching siguió en lo suyo pero esta vez hizo algo diferente, mirando de nuevo el perfil de Goku su mirada se iluminó un poco en señal de alegría, para finalmente darle un abrazo mientras sonreía, siendo que cualquiera que la conociera la viera así se llevaría una sorpresa al verla con una sonrisa tan radiante.
- Jeje, Ganyu no se equivocó al esperar verte otra vez... - diría cortando el abrazo mientras se limpiaba los ojos, no había llorado pero tenía alguna lagrima traicionera, no era exactamente alguien muy sentimental y tampoco tenía expectativas muy altas al respecto.
Sin duda admiraba y respetaba a Ganyu por su determinación por esperar este momento durante tantos años, pero hubiera preferido que ese tiempo hubiera sido mucho menos tortuoso para la semi adeptus.
- Je, gracias por la bienvenida - dijo Goku con cierta ironía en su tono atrayendo la atención de la Yuheng.
- De nada - diría Keching con algo de sarcasmo para luego mirar al saiyajin con una media sonrisa. - Pero no hay que olvidar que después de todo, tienes mucho que explicar - explicó abriendo el sobre donde se revelaba su imagen junto a la información de su nuevo título.
Curioso por la imagen en cuestión Goku se acerco para ver como se trataba de él en el Gran Bazar de Sumeru mientras parecía estar comprando algo.
- ¿Cuando me tome una foto? - se llevó una mano a la barbilla tratando de hacer memoria de ese día en particular.
Ante esa reacción, a Keching le bajo una gota de sudor por la frente mientras lo miraba con una leve molestia, le estaba cuestionando acerca del título que se le había sido otorgado por parte de una arcónte, y eso era lo que decía.
Aunque inmediatamente soltó un suspiro mientras negaba con la cabeza mientras tenía una media sonrisa, viéndolo por el lado amable, con esa reacción demostraba que parecía ser el mismo buen azabache de antes, alegre y algo tontorrón, era bueno saber que aún mantenía esas características tan llamativas.
- Srta Keching... - la voz de Ganyu atrajo la atención de la yuheng quien giro de inmediato para verla.
Y debía de admitir que esta situación le generaba sorpresa, ahí estaba Goku con Ganyu cerca, actuando esta última con aparente normalidad.
- Hmm.. Creo que me perdí de unas cuantas cosas - diría de forma acusatoria mientras cruzada sus brazos, haciendo que Ganyu se pusiera un tanto nerviosa al respecto.
Había estado tan emocionada que había omitido por completo haber hablado con Keching acerca del regreso de Goku.
- Y bien? - pregunto viendo como Ganyu caminabas hasta estar justo a un lado del saiyajin. - ¿Quién será el primero en explicarme las cosas? - preguntó mirándolos con un pequeño toque de seriedad.
Aumentando ligeramente los nervios de Ganyu, y en cuanto a Goku, bueno, no es como si tuviera problemas con soltar todo lo que sabía, y menos tratándose de una amiga.
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La charla en la sala había resultado cuanto menos, un tanto agotadora para Ganyu, aunque sentía seguridad por la promesa que le había hecho Goku de permanecer a su lado, no podía dejar de lado toda la presión que sintió en ese momento al temer que la situación se repitiera.
Luego de haber estado recibiendo caricias en sus cabellos, y en sus cuernos a petición propia, había recuperado bastante la calma, y para despejar la mente había decidido salir a dar una vuelta con el recién llegado Goku, además también le serviría para mostrarle de nuevo como era la ciudad.
Pero lastimosamente eso iba a esperar un poco...
- ¡¿Có-como?! - exclamaria Ganyu sosteniendo la carta que había recibido Keching no hace mucho.
Justo en ese momento se encontraban en la sala de la casa de Ganyu dado que era el lugar más privado que tenían cerca para tocar todos los temas que tenían pendientes.
- Vaya, no te lo había dicho? - pregunto bastante curiosa por esa reacción, esperaba que ambos estuvieran bastante al día si era honesta.
- Bueno, tampoco es como que hablaramos mucho de lo que hice en Sumeru - diría Goku mientras se sobaba la nuca pensando en todo lo que ocurrió en su estadía en el territorio de la arcónte dendro.
- Me genera mucha intriga que hiciste para terminar rescatando una arcónte - menciono cruzada de brazos sintiendo ansias por conocer esa información. - Y también.... Acerca de donde has estado todo este tiempo - diría mientras miraba al saiyajin con cierta intensidad.
Escuchando eso Ganyu también le regreso la mirada estando atenta a lo que iba a decir, Goku le había comentado con anterioridad que hace ya unas cuantas semanas había llegado a Teyvat pero que se había quedado ese tiempo en Sumeru mientras su cuerpo Samaná.
- Pues.... - diría de forma vacilante no sabiendo exactamente por donde comenzar.
- 'Recuerda que tienes que omitor el Irmunsul y mi existencia' - diría Rukkha en la mente del guerrero usando un tono sereno.
Dicho recordatorio provocó que el saiyajin soltara un suspiro interno, eso de encubrir la existencia de una diosa cuya existencia fue borrada de la memoria colectiva era un poco fastidioso.
- Bueno llegue a Sumeru.... - Goku se dispuso a comenzar a relatar su tiempo en la nación vecina, pero antes de seguir alguien le interrumpió.
- ¿Sabes que? Creo que mejor debemos dejar esto para otra ocasión... "al menos para mi" - interrumpió la yuheng poniéndose de pie, comprendía lo importante que era para Ganyu tener a Goku de regreso y recién calló en cuenta de que su presencia era casi como aquella que se denomina en el romance como un "mal tercio".
- Por lo que puedo ver tu tienes tu día libre y yo tengo que regresar al trabajo, en otra ocasión hablaremos acerca de ésto... - Keching miro de reojo como el saiyajin se ponía de pie, girando así su vista hacia este.
- De forma genuina, estoy feliz de saber que estas vivo y una vez aquí, lamento mi comportamiento errático, como la Yuheng de Liyue y sobre todo como tu amiga, te doy la bienvenida Son Goku - Keching ofreció un apretón de manos que el saiyajin no se la pensó para corresponder, además, en un movimiento bastante osado el saiyajin le dio un abrazo a su vieja amiga en señal de aprecio.
Keching solo se limitó a corresponder con una sonrisa sincera, si otra persona hubiera hecho ese movimiento tan atrevido probablemente estaría en el suelo completamente sometido.
- Nos vemos.. - diría finalmente la peli morada mirando a los dos presentes para acto seguido abandonar el lugar y dirigirse a su oficina.
Esperaba encontrar pronto la oportunidad para hablar debidamente toda esta situación, hasta ahora al menos sabía que Goku estaba bien y que no parecía haberle ocurrido nada malo tras su desaparición, pero todas esas preguntas se quedarían para otra ocasión.
- Espero ver a Keching-Chan y ver que tanto a avanzado - diría Goku bastante emocionado, podía recordar como la pequeña Keching estaba decidida a superar a los adeptus, sin duda quería ver como iba con eso. Y no solo ella, todos sus viejos amigos, tenía muchas ganas de verlos.
- ¿Uh?... - sintiendo una mirada penetrante el saiyajin se giro para ver que Ganyu le veía con intensidad.
- ¿Fuiste tu quien libero a la arcónte dendro?... - lo había oído, lo acababa de ver, pero aún así, sentía el enorme impulso de saber si era verdad por medio de Goku.
- Si... - contestó algo extrañado.
- ¡¿No te pasó nada?! - preguntó realmente preocupada acercándosele con unos ojos angustiados.
Decir que le preocupaba el bienestar de Goku era poco, realmente tenía miedo de que algo malo le fuere a ocurrir sin que ella lo supiera, ese miedo estrujaba su corazón de una forma sorprendente.
- No me pasó nada - diría ligeramente sorprendido por ese cambio repentino de la adeptus. - Tranquila Ganyu esos mercenarios y los viejos no fueron ningun problema realmente - el saiyajin coloco sus manos en los hombros de Ganyu mirandola directamente a los ojos para tratar de hacerla sentir segura.
- D-de acuerdo.. - Ganyu diría mientras iba recobrando la calma.
Aunque recién acababa de vivir el mejor momento de su vida en 10 años, esto venía acompañado de un sube y baja constante de emociones.
- Va-vamos afuera, ya luego me hablas de todo - tras haber recobrado la compostura Ganyu le dedico una sonrisa tierna a su amigo.
Era su día libre y justo Goku estaba de regreso, iba a aprovechar tanto como pudiera ese día.
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- ¿Quien habrá fallecido? - murmuro un tipo a su compañero mientras iban pasando frente a una funeraria.
- No se, tal vez alguien que murió por una enfermedad o algo así, pero parece que la Directora Hu Tao se lo está tomando muy enserio - contesto el otro también entre murmullos.
Mucho se podria decir de la rara, excéntrica, inoportuna, semiacosadora directora de la Funeraria "El Camino", pero al momento de llevar a cabo un servicio funerario Hu Tao se toma debidamente enserio todos los servicios, siendo una faceta bastante admirable de su trabajo.
A las afueras de la instalación de la funeraria, ahí se encontraba un pequeño grupo, sus vestimentas consistían en prendas de colores apagados, los cuales iban muy a corde con el servicio fúnebre que estaban llevando a cabo.
A diferencia de otros servicios este era cuanto menos, muy diferente al resto, no habían familiares o conocidos cercanos, solo eran ellos, es más, ni siquiera sabían el nombre o como se veía el aparente difunto, dado que su jefa simplemente llegó diciendo que harían un funeral.
Al frente de todos ellos estaba Hu Tao, la cual sostenía un jarrón el cual parecía contener los restos del fallecido, su expresión era serena, transmitiendo el máximo respeto posible a la memoria de los restos que habían en sus manos.
- Directora Hu Tao, con el debido respeto, ¿podría al menos decirnos la identidad de esa persona? - uno de los asistentes de le acerco a la joven directora, la cual con ímpetud le dirigió la mirada a su "Aprendiz".
- Se trata de un viejo amigo mio querido asistente, desapareció ya hace muchos años y nunca fue despedido de este mundo como se debe - explico con una sorprendente calma.
El joven se limitó a asentir con la cabeza cpmprendjwndo la información, pero aún así seguía esperando un nombre.
- Y en cuanto a su nombre, él... - Hu Tao no pudo terminar de hablar dado que una voz imperativa la interrumpió.
- ¡¡Hu Tao!! - fue el grito de un hombre mientras de iba acercando, generando una leve molestia entre el personal por la interrogación al servicio fúnebre.
- Hmmm... Estimado cliente, en la funeraria el Camino apreciamos la preferencia - diría de espaldas sin voltear a ver a quien le hablaba. - Pero preferimos que nos contacte en otro... - Hu Tao se dio la vuelta para ver a su "cliente" a la cara, y al hacerlo su expresión cambió de forma radical a una de sorpresa.
Esto extraño al asistente de antes, el cual paso su palma sobre el rostro de su jefa para intentar hacerla espabilar.
Pero de repente, y sin que ninguno de los presentes lo viera venir, Hu Tao soltó el jarrón haciendo que éste chocará estrepitosamente contra el suelo haciéndose pedazos, para el shock del personal de la funeraria, nunca, pero nunca habían visto a su jefa hacer algo por el estilo.
En otro cambio radical en la actitud de su jefa vieron cómo de repente la expresión de ella cambió a una de enojo mientras señalaba al hombre que recién había interrumpido el servicio.
- ¡Tu!.... ¡Se supone que estás muerto, te estoy haciendo un funeral y es hermoso! - exclamaria señalando a alguien que no era otro que Goku, el cual estaba visiblemente confundido por el tono tan molesto que era dirigido hacia su persona.
- ¡Regresa al más allá! - exclamaria Hu Tao con algo de agresividad poniendo ligeramente nervioso a Goku, esta situación era realmente rara, incluso para él.
- "Espera... ¿Cómo sabe que morí? - preguntaría dentro de su mente no comprendiendo nada, estaba completamente seguro de que nadie sabía ese detalle.
- 'No creo que se refiera a esa experiencia en particular' - hablo la Rukkha dentro de su mente atrayendo su atención.
- "¿Entonces a que?" - recordaba perfectamente que Hu Tao tenía una personalidad que incluso a su yo joven le resultaba rara, pero divertida. Pero esto, no tenía forma de explicarlo.
Antes de poder seguir con la conversación, Goku se hizo a un lado esquivando un fuerte golpe por parte de lo que parecía ser un palo de escoba, al ver y sentir al agresor corroboro que se trataba de la propia Hu Tao, la cual no parecía particularmente contenta.
- ¡¿Por que la gente quiere golpearme?! - se quejó Goku con un rostro cómico de molestia viendo como Hu Tao de disponía a arremeter con más golpes.
De haber sabido que eso terminaría así se hubiera quedado con Ganyu para tragarse la explicación que le daría a su compañera de trabajo. Un par de metros antes habían sido interceptados por una secretaria compañera de Ganyu, la cual se veía bastante desesperada por un problema que no sabían como abordar.
Viendo lo desesperada que está se encontraba Ganyu decidió brindarle asesoramiento a su compañera, sin duda cuando se desaparecía por bastante tiempo surgían problemas un tanto complicados de abordar sin su ayuda.
- Jujuju vamos pequeño Goku, no temas te guiare de nuevo al más allá - diría Hu Tao con un tono ligeramente macabro que tenso a todo su personal.
- Je-jefa no se que ocurre, pe-pero no debería estar diciendo cosas así - uno de los asistentes intento hacer entrar en razón a su directora, temía que este problema escalara y terminarán con otra llamada de atención por parte de las autoridades.
Hu Tao arremetio con un par de golpes más los cuales Goku esquivo sin ningún problema, la situación le resultaba rara pero divertida como para simplemente párarla. Eso siguió por no mucho más hasta que Hu Tao finalmente fue detenida por un fuerte agarre.
- Señor Zhongli... - diría con molestia Hu Tao mientras inflaba una de sus mejías al mismo tiempo que intentaba zafarse del agarre de forma cómica, casi infantil.
- Lo siento directora, pero no puedo permitir que esto escale a mayores.. - diría un hombre adulto, alto y con una voz bastante gruesa.
Zhongli es un hombre alto, delgado de piel clara. Sus ojos eran de un color ámbar brillante además de tener una especie de delineador en la parte inferior de sus párpados, cabello castaño oscuro, además de llevar un traje elegante que se ajustaba perfectamente a su trabajo.
El llamado Zhongli dirigió su vista al azabache mientras aún tenía sujetada a Hu tao, tras analizarlo un poco abrió ligeramente los párpados en señal de sorpresa, cosa que Goku hizo también al ver la apariencia del hombre castaño.
- Tu... - diría Goku viendo a Zhongli cosa que provocó que este se tensara ligeramente, aunque no lo demostrára.
- Señor Zunli, es usted - diría Goku particularmente emocionado por ver a ese tipo.
Ante esa mención tanto Hu Tao como Zhongli se quedaron estáticos, 10 años... 10 años habían pasado y el azabache de cabellos alborotados aún era incapaz de pronunciar correctamente ese nombre.
- Luego tendré que hablar con él.. - murmuro Zhongli mientras que dentro de si soltaba un suspiro en señal de alivio.
- '...' - con algo de seriedad, la exdiosa de la sabiduría observaba de forma fija al hombre de cabello castaño como si intentara analizarlo.
Lo podía sentir, hasta el momento pasar desapercibida no había significado ningún problema, pero ahora, tendría que poner un poco más de empeño en ello.
- Coff coff - con una tos fingida Zhongli retomó la compostura mirando al saiyajin con una expresión serena.
- Joven Goku, me alegra poder verlo, espero podamos tener una oportunidad para tener otra charla, hasta entonces - con un movimiento de cabeza Zhongli se despidió mientras se llevaba a rastras a la joven directora, dejando a un muy apenado grupo de asistentes en el lugar junto al saiyajin.
- Esto... - el asistente de la funeraria se le acerco al saiyajin visiblemente apenado y nervioso, quería disculparse por el problema pero la situación había resultado tan bizarra que no sabía como proceder.
- ¿Le-le gustaría un cupón para su primer ataúd? - diría ligeramente tembloroso mientras le extendía un pequeño papel a Goku.
Al escuchar un ofrecimiento tan osado y falto de ética los ojos del resto de los miembros de la funeraria pusieron en blanco, mientras que Goku solo miraba curioso dicho cupón.
- Hmmm.... - entrecerro su mirada mientras parecía pesar seriamente la situación, ésto provocó que el nerviosismo del pobre tipo aumentará aún más, ya había entrado en razón acerca de la tremenda estupidez que se había marcado.
- ¡Di-disculpe yo lo.... - el hombre no pudo terminar debido a una frase que lo dejó frío.
- ¿No tendrás mejor uno para alguien que haya muerto antes? - preguntaría Goku con una sonrisa amable.
Un silencio sepulcral se hizo presente en el lugar, esa pregunta los había tomado por sorpresa, incluso más que las disparatadas que solía decir su jefe.
- Jejeje.... - comenzaría a reír uno tratando de no estallar en una fuerte carcajada, situación que muchos de sus compañeros parecían estar atravesando.
- ¿Qué les pasa? - se pregunto el saiyajin confundido, realmente había hecho la pregunta enserio, dada su situación como un resucitado, consideraba no calificar para un "primer ataud".
- 'Mejor déjalo así, y retirate' - sugirió Rukkha sintiendo lo incómodo de la situación.
Haciendo caso a su compañera el saiyajin se dio media vuelta para posteriormente retirarse para regresar junto a Ganyu.
Ese día había sido uno de los más raros e incómodos en la historia de la funeraria, uno que definitivamente los empleados tardarían en superar.
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Aquel raro episodio no había tardado nada en quedar completamente de lado para el saiyajin, se había reunido con Ganyu la cual ya había terminado con su compañera, en otras circunstancias ella hubiera acudido al trabajo sin dudarlo ni un solo instante, pero hoy no.
Con una sonrisa que rebosaba de felicidad retomó su paseo con el saiyajin, tomándolo del brazo mientras caminaban como si de una dulce pareja de enamorados se tratara.
Mientras paseaban se iban contando cosas ocasionales de lo que había pasado con cada uno en este último tiempo, aunque bueno, era sobre todo Goku quien contaba sus anécdotas, Ganyu no quería hablar mucho de cómo se la había pasado deprimida.
- Jejeje, ¿así que bailaste? - a la mente de Ganyu regresaba un momento en el cual el pequeño Goku había recreado aquel baile que hizo junto a Jackie-Chun en el torneo de las artes marciales.
Eran movimientos algo... Inusuales, pero muy llamativos y hasta algo tiernos viniendo de alguien de la apariencia del pequeño Goku.
Ese momento le provocó una risa además de no perder la oportunidad para hacerle recordar ese momento a su amigo.
- En ambas ocasiones simplemente imite no que ya había visto, aunque con Nilou creo que el baile resultó mejor, me la pasaba viéndola ensayar ya que no me dejaba salir - diría con algo de gracia recordando aquel momento.
No sentía ningún tipo de pena o vergüenza por haber imitado los pasos de Jackie-Chun, solo le generaba gracia pensar en aquel momento.
Ganyu puso especial atención a lo que dijo Goku, lo había dicho de nuevo, o más bien, la había mencionado de nuevo. Si había algo que era una constante en la mayoría de cosas que le había contando acerca de su estancia en Sumeru era esa tal Nilou, una dulce bailarina del Teatro Zubayr.
No le conocía de nada en persona, pero estaba agradecida con ella, a palabras de Goku, Nilou lo había ayudado bastante cuando estuvo herido, esperaba poder conocerla algún día y quizás poder llevarse bien.
Aunque no podía evitar sentir un raro presentimiento al respecto...
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Sumeru
En el teatro Zubayr era un nuevo y habitual día para todos, aun es esa pequeña monotonía todos encontraban tranquilidad además de estar felices con la nueva dirección de la Academia, con la arcónte al frente ya no había esmero en hacer desaparecerá el espectáculo en la nación.
Dentro de una habitación ahí se encontraba Nilou, en una silla acompañada de Rekhar, aunque a diferencia de otros días la peli roja no lucía particularmente contenta.
Gracias a la información que había estado moviendo la reportera Charlotte se había enterado de que en la casa de Goku había una chica que se encargaba de cuidarla, en principio esto parecería una razón estúpida para estar molesta por una simple trabajadora doméstica.
Pero ya estaba bastante bien enterada de que había pasado una semana viviendo con el saiyajin, además de tener una relación particularmente cercana.
- Si tan solo no hubiera estado herida... - murmuro con algo de celos al ya conocer bastante de acercar de todo el panorama de la relación de Goku con aquella chica.
- "Verla así me recuerda a mi juventud" - Rekhar pensó con diversión y nostalgia recordando a su esposo en su juventud.
Ver a Nilou comportarse de es manera era bastante entretenido.
- No deberías dejar que esos pensamientos te sofoquen tanto Nilou, por ahora concéntrate en recuperarte - además incluso si lo pensaba con detenimiento no era necesario estrujarse con aquello, dado que el Son estaba fuera de Sumeru no valía la pena preocuparse por aquella chica.
La bailarina soltó un suspiro de resignación más o menos aceptando la situación, toda esa energía era mejor usarla para no sentirse agobiada por llevar postrada tantos días, al menos como consuelo, dentro de poco le permitírian tener más movilidad, aunque bastante limitada.
Y sabía bastante bien como aprovecharla.
- Rekhar-san, para dentro de unos días.... ¿Podría por favor conseguirme una cita con la costurera del teatro? - pidió Nilou con una sonrisa que mostraba un poco de pena.
Aunque tal petición descolocó un poco a la mujer mayor, dejando una confusión muy visible en su rostro.
- ¿Por que una cita? No creo que tenga ningún problema con recibirte de repente, además, ¿por que querrías un traje en tu condición? - pregunto mirando a Nilou a los ojos mientras ella evadia el contacto visual.
Aunque no se trataba de una herida particularmente grave, su recuperación debía tardar varias semanas, además de esperar un tiempo antes de tomar de nuevo la danza de forma profesional.
- La realidad es que no se trata de un traje, es más bien de un vestido para una ocasión especial - diría Nilou algo ruborizada, a lo que Rekhar no tardo nada en unir todos los hilos.
- Quién lo diría... Está bien, también puedes contar conmigo, me aseguraré de que te veas muy linda para el dichoso Rito de Liyue - dijo Rekhar.
Nilou le sonrió muy agradecida, esto era muy importante para ella, sería la primera salida importante que tendría luego de su recuperación y la tenía muy emocionada.
Además de ser la oportunidad donde podría conocer a la dichosa Ganyu, aquella mujer por la cual Goku se emocionaba tanto al mencionarla, sentía una fuerte y extraña necesidad por hacerse destacar ese día.
Así el duo de mujeres comenzaron a platicar sobre que posibles diseños tendrían disponibles para la confección del vestido, además el objetivo de Rekhar era claro, hacer resaltar lo máximo posible toda la belleza de Nilou.
- Ah... Ah... ¡Achis! - de la nada la peli roja soltó un estornudo preocupando a la mujer mayor, a lo cual Nilou opto por calmarla.
- No estoy enferma, tal vez sea como dicen y alguien esté hablando de mi - dijo Nilou limpiandose la nariz.
Ahora solo le tocaba esperar a que la fecha del Rito de la Linterna llegará, estaba anciosa y expectante por ese evento.
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Más tarde en Liyue
- Sigues escribiendo tan mal Shinji, hasta diría que es peor - negó Goku con la cabeza mientras tenía una libreta en mano.
- Y yo puedo decir que a pesar de los años tu sigues con un léxico algo pobre - contesto un joven de pelo azul mientras se cruzaba de brazos mirando al saiyajin con una sonrisa satisfecha.
- No te pases con él Xingqiu, apenas está de regreso - diría Xianling entrando en escena recriminando al joven.
- Vamos, vamos, que estoy jugando, además no me molesta que me diga Shinji, es mejor que los otros intentos de nombre que Goku decía - diría Xingqiu con una sonrisa amistosa.
Xingqiu era un joven de cuerpo delgado pero bastante ágil y entrenado, ojos color ámbar dorado, cabello azul con un flequillo asimétrico, y con ropa llevaba un abrigo largo de seda con tonos negros y azules a lo largo de dicha prenda, ostenta una visión hydro en la parte inferior izquierda de su abrigo.
Cabía a resaltar que el como prácticante del arte de la espada, al momento de combatir en enfrentamientos serios y no tan serios prefiere valerse unicamente de su habilidad antes que de su visión para no tener una ventaja injusto por sobre su contrincante.
Tras haber paseado por más de una hora y media Ganyu junto a Goku optaron a pasar a comer algo, el azabache había escogido como lugar el Restaurante Wanmin, lugar que le pertenecia al Chef Mao, el padre de la joven e intrepida Xianling.
Goku tenía muchas ganas de regresar para probar una vez más las delicias culinarias del señor Mao, Ganyu por su parte por ese día no tendría ningún problema en consumir más comida de la que solía hacerla habitualmente, quería pasarla bien junto a Goku en todo momento, además, no podía dejar de lado que le había prometido a su maestra alimentarse mejor.
Y al entrar al restaurante fue una tremenda bomba para ambos jóvenes ver al azabache completamente intacto, y como la ginda del pastel Goku los había saludado como si la última vez que se vieron fuera el día anterior.
Tras una pequeña charla y varias preguntas dejaron todo de lado para hacer una pequeña celebración conmemorando que Goku estaba de regreso en Liyue.
- Oye Shinji... - diría Goku con un tono algo serio tensando a los dos jóvenes pero sacando una sonrisa en Ganyu.
- ¿S-si? - pregunto nervioso Xingqiu.
- ¿Qué es léxico? - pregunto de forma ingenua pero divertida guerrero.
Un rostro de sorpresa extraña de plamso en el rostro de los dos jóvenes mientras una gota de sudor bajaba por su nuca, Ganyu por su parte solto una pequeña risa divertida, en definitiva ya se esperaba ese escenario.
Antes de que el joven Xingqiu comenzará a dar una larga y tendida explicación al respecto, Xianling se adelanto atrayendo la atención de todos.
- ¡Espera, espera, espera! Nada de explicaciones, ahora estamos celebrando - diría moviendo de forma frenética sus manos en señal de negación.
- Mejor, cuéntanos como te fue en el dichoso torneo del que tanto hablabas hace años mientras la comida está lista - pidió se forma emocionada.
Se moria de ganas de que Goku probara sus.... Obras culinarias, si había alguien dispuesto a consumir con gusto sus platillos..... exóticos ese era el Son.
- El torneo eh.... - diría Goku con cierta nostalgia recordando a su viejo ex-enemigo, el alumno prodigio de la escuela de la grulla que se había convertido en un gran amigo y aliado.
Así el saiyajin comenzó a relatar un poco que aquel evento tan que era tan importante para él y sus amigos, todo mientras todos le prestaban atención mientras comían deliciosa comida del chef Mao y las exóticas obras de Xianling, donde por supuesto quien se lo comió casi todo fue el propio Goku.
- ¡Waaah! ¡Sabia que tu me entenderías! - llorando a cántaros y de forma cómica Xianling abrazo al saiyajin contenta de que alguien por fin consumiera felizmente todo lo que hiciera no importando lo raro que fuera el ingrediente.
Quién sabe y ahora que Goku esta con ellos nuevamente si pueda cocinar seres elementales más allá de los slimes.. O hasta un hilichurl si se le presentaba la oportunidad.
Al fin toda Teyvat tendría la oportunidad de conocer esos sabores tan exóticos.
- "Que increíble es tenerte devuelta..." - con una hermosa sonrisa Ganyu dijo para si misma mientras apoyaba su mano sobre su rostro mientras miraba como el saiyajin hablaba y reía con el par de jóvenes.
Si pudiera pedirle un deseo a aquel dichoso dragón que salía al recolectar siete esferas, desearía que esto poder tenerlo por siempre, tenerlo cerca todos los días para que sus días nunca volvieran a la monotonía de hace 11 años.
Ganyu en ningún momento despegó su vista del saiyajin, contemplando como había cambiado en todos estos años.
- "Ahora que lo veo bien... Se a convertido en un hombre muy guapo..." - pensó viendo con una mirada perdida a Goku. Al darse cuenta de lo que divagaba su mente inmediatamente sacudió su cabeza para dejar eso de lado, y también para intentar esconder algo, un ligero rubor que había aparecido en sus mejías al haberse dejado llevar.
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La noche había caído en la nación de los contratos, Ganyu en compañía de Goku iban de regreso a la casa de la adeptus, ya que mientras Goku estuviera ahí ella no dejaría que se quede en otro lado que no sea con ella.
- Esto fue increíble, gracias... - diría Ganyu quien iba abrazado un brazo de Goku mientras iban caminando.
- ¿Por que me agradeces? No hice mucho en todo el día, tu me llevaste de aquí para allá y los otros hicieron la fiesta - dijo Goku confundido.
- ¿No lo comprendes cierto?... Tu sola presencia me pone muy feliz, todos estos años fueron los más largos y tortuosos de mi vida, por que no estabas tú.. - Ganyu se detuvo habiendo que su acompañante también lo hiciera.
Quedando ambos parados en medio de la calle que era iluminada por linternas o faroles.
- Fue el día más perfecto que he tenido en estos años - Ganyu llevo una de sus manos acariciando suavemente una de las mejías de Goku mientras le sonrie.
Al ver eso Goku no pudo evitar sentir un pequeño sentimiento de culpa, quería y extrañaba mucho a Ganyu, pero de algún modo se sentía muy mal por no ser muy recíproco con los sentimientos que mostraba Ganyu hacia él, sabía lo mal que la había pasado mientras el estuvo en su mundo haciendo sus cosas.
Cosa que el saiyajin le dijo a su amiga.
- Vamos, quita esa cara... - Ganyu llevo su otra mano al rostro del saiyajin haciendo que él le viera directo a sus bellos ojos semi púrpuras.
- Tu mismo me lo dijiste, hablaste incluso con el dios más impresionante de tu mundo y no conseguiste nada, hiciste todo lo que podías, así que deja esa cara tan larga, y dame esa hermosa sonrisa que siempre encantó a mi corazón - dijo Ganyu con una tierna sonrisa.
- Gracias Ganyu... - Goku le sonrió justo como la semi bestia iluminada se lo había pedido para la alegría de esta.
- Así me gusta... - Ganyu se le acerco dándole un pequeño beso en la mejía al Son, cosa que no le resultó extraña a ninguno de los dos.
En el pasado Ganyu solía darle un beso en la frente antes de ir a dormir.
- Vamos a dormir... - así ambos continuaron su camino rumbo a su hogar.
Aunque a diferencia de antes donde Ganyu envolvía uno de los brazos de Goku con los suyos, en esta ocasión lo había tomado de la mano entrelazando sus dedos casi sin ningún tipo de pena.
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- Vaya problema en el que están metidas... - murmuro Ganyu mientras revisaba una libreta, ella se encontraba acostada en su cama con una ropa más cómoda para domir con Goku a su lado.
La libreta que revisaba era algo que le había entregado una de sus compañeras de trabajo acerca de los serios problemas en los que estaban pasando. Tal parece que sería necesaria una auditoría para asegurarse de a los presuntos evasores fiscales.
- Oye Ganyu... Me he estado preguntando, ¿como han estado Shenhe y Xianyun? - preguntó Goku mientras su mirada era ocultada por su pelo alborotado.
- Shenhe, ella... - a la mente de la mujer vino como Shenhe había cambiado bastante en estos 10 años todo por aquella peineta. - Bueno, solo te diré que está bien, es mejor que la veas tu mismo - diría con algo de gracia imaginando el resultado, conocía bastante bien al saiyajin como para tener una idea de que comentario le diría.
- Y mi maestra, sigue igual que siempre, aunque usa más a menudo su forma humana - diría con una ligera sonrisa, realmente le tenía mucho aprecio a la adeptus grulla.
- Es bueno saber eso... - dijo Goku mientras apretaba un poco los puños.
Finalmente podía recibir aquello que la adeptus mayor tanto le había negado en el pasado.
Ya no habia impedimentos.
Por fin tendría la oportunidad de probar de primera mano el poder de la Preservadora de las Nubes....
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Inazuma cuya diosa busca la eternidad, una nación que desde ya hace un tiempo atraviesa un un fuerte problema en su entorno, curiosamente siendo el detonante de ello los decretos de la mismísima Shogun Raiden, la arcónte electro que gobierna Inazuma como si de una emperatriz se tratase.
Una región donde las tormentas significaban que su diosa les transmitía su voluntad.
Con las fronteras cerradas con la finalidad de preservar la "eternidad" a provocado un gran número de complicaciones para los ciudadanos, llegando al punto de que muchos de ellos tuvieron que emigrar a lo largo del conflicto con tal de escapar de ese ambiente.
Ya sea para perseguir su sueño fuera de la región dado que la suya se había "estancado", para evitar problemas con las fuerzas de la ley de la región por los nuevos decretos, o por conservar sus ambiciones.
Desde un lugar recóndito de Inazuma una persona estaba en un barco dispuesta a irse de su lugar natal, lista para llegar como tormenta para cumplir su objetivo y sueño más grande.
Sólo esperaba que su material resistirá el turbulento viaje...
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Fin del capítulo.
Si. Yo también me pregunto en qué momento pasaron más de 20 días :v
En fin, espero hayan disfrutado el capítulo. Ya está fue la última parte de las presentaciones/reencuentros que resultaron más complicados de hacer de lo que yo pensaba, al menos con el elenco secundario, con personajes más importantes ya les aseguro que ira mejor.
Ya la historia comenzará a avanzar y por fin habrá algo de acción, además de que como vieron, se vienen cositas.
Espero leer sus opiniones respecto al capitulo y una vez más una disculpa si no resultó muy interesante, esto fue muy complicado así que opte por dejarlo simple.
Hasta la próxima.
¡Bye!
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